
Yeonjun está ocupado
Cuando Beomgyu tocó la puerta de la casa de Yeonjun y quien lo recibió fue Eunha vestida solo con una camiseta negra que le llegaba a los muslos, sintió que la gravedad lo aplastaba.
—Supongo que Yeonjun está ocupado —dijo sin querer mirarla a la cara, intentando sonar calmado, bromista.
—Lo está, le diré que te llame —ella le sonrió, bonita y amable. Eso le disgustaba.
Beomgyu asintió y se despidió con la mano, metiendolas en los bolsillos de su pantalón y caminando de regreso a casa con la cabeza baja.
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