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02

Tras regresar a su facultad encontró a sus amigos en grupo mientras charlaban, supuso que lo estaban esperando.

—Perdón por tardar, fui a ver...

—¿Acaso escuchan algo? Es como el zumbido molesto de una mosca.

No había visto a ese chico juntarse con ellos antes, pensaba que probablemente no sabía quién era.

Con el asunto de Jungkook había estado un poco perdido.

—¿Perdón? Soy Taehyung, creo que no me con-...

—De hecho, nadie de aquí sabe quien eres—Mencionó Minho, levantándose de su asiento—Los chicos de primer año nos dijeron que te estás juntando con el retrasado, justamente resultó ser hermano de Jin. Y no creo que sea coincidencia, él nunca tuvo las agallas de saltarse ni una sola clase.

Era demasiado por procesar.

¿Se suponía que ahora se había quedado sin amigos?

O quizá nunca lo fueron.

Debía aceptar que en un principio cuando supo sobre Jungkook lo vio extraño, y ya que lo conocía un poco mejor se dio cuenta de que todas sus ideas al respecto estaban equivocadas.

Al menos podía entender el por qué Jin lo eligió.

—¿Por esa razón dejaran de hablarme? ¿También al chico que los ayudó a pasar los exámenes? Ni siquiera eso pueden hacer solos. Igual nadie espera nada de ustedes, creen que por molestar a las demás personas por como son es divertido.

—¿Y qué podrían esperar de ti? No tienes familia. A nadie le importa tu insignificante existencia. ¿Te crees mejor que nosotros por proteger a ese idiota? Te aseguro que lo haces por obligación.

—Siempre te molestas en opinar sobre la vida de los demás como si les importara—No dejaría que el contrario tuviera la última palabra en esa discusión. Era mejor irse sin causar problemas, la única razón por la que por primera vez en su vida se negó a pelearse era que después de desquitarse con él irían tras Jungkook.

[...]

Taehyung notó que en su lista de amigos todo el grupo que solía juntarse con él lo habían eliminado y bloqueado.

El cigarro que mantenía entre sus dedos se estaba acabando, así que comenzó a buscar otro mientras escuchaba una voz llamarlo.

Ya le había entregado la comida que necesitaba por la tarde, y no estaba de buen humor, prefería mantenerse alejado en vez de mencionar algo que pudiera hacerlo sentir mal.

—¿Tae? ¿Por qué estas aquí afuera? Esta haciendo mucho frío—El castaño intentó tomar su brazo, sin embargo comenzó a toser por el humo.

El contrario se dio cuenta de ello y sin haberse fijado tiró toda su cajetilla al suelo adentrándose a la casa con él.

—¿Estás bien?—Tras revisar su rostro no tardó en darse cuenta de lo frío que estaba—¿Por qué no te pones un suéter? Tú mismo acabas de decir que hace mucho frío.

—No quería estar solo—En realidad tenía su nido de cobijas y almohadas en el sofá—Porque...voy a ver una de las películas favoritas de Jin. Él me decía que aún era muy pequeño y siendo sincero nunca le preste atención.

—¿Entonces quieres verla ahora que no esta? ¿Por qué te recuerda a él?

—Si, ¿Tú ya la has visto?

—¿Cómo se llama? Tal vez sepa cuál es.

—La dama y el vagabundo.

—¡Claro que la conozco! No es de mis favoritas, aún así la he visto un par de veces...fue hace mucho tiempo.

En cuanto respondió a su pregunta fue hasta la televisión y la busco en Netflix.

Taehyung se sentó en el sofá junto a Jungkook, asegurándose de que al menos todas esas cobijas lo mantuvieran cálido.

Si se enfermaba Jin le daría el sermón de su vida.

No podía ignorar la nostalgia que le daba ver a los personajes. Mientras, el castaño sin duda parecía muy emocionado hasta que en cierto punto se mantuvo en silencio.

—¿Qué te parece? ¿Era lo que imaginabas?

—Si, es divertida—En la escena, ambos perritos se sentaron en una pequeña mesa con una vela justo en medio, y el chef les sirvió un plato lleno de espagueti—¿Puedo hacerte...una pregunta?

—¿Qué pasa?

—¿Ellos...se gustan?—Claramente hablaba sobre los protagonistas de la cinta.

—Si—No sabía si era un tema que pudiera tratar con él, Jin no le dijo que hacer en un momento como ese.

—¿Qué pasa cuando te gusta alguien?

—¿Por qué de pronto tienes curiosidad por eso? No soy bueno dando consejos, ¿Sientes algo raro cuando ves a una chica linda de tu clase?—Por un momento olvido que ambos tenían casi la misma edad.

—No—Desvió su vista hacia el contrario.

Tenía muy en claro que sus habilidades diferentes le hacían entender menos rápido las cosas, siempre se mantenía en su propio mundo y muchas personas le decían inmaduro por tener gustos diferentes, sin embargo, los programas que contienen dibujos y colores le ayudan a desarrollar mejor sus sentidos.

Y los avengers le enseñaron que a pesar de todo no sólo se debía ser fuerte físicamente, ya que para vivir en un mundo desalmante también hay que estar preparados mentalmente.

—¿Entonces?

—Nunca pude comprender estas películas...creía que sólo era mi edad. Durante toda mi vida me he sentido como una carga para Jin, los problemas que tenía en la escuela eran por mí, al igual que era la razón de que no tuviera suficiente tiempo para divertirse con sus amigos. En serio hago mi mejor esfuerzo por ser normal, pero...

—Oye, no necesitas explicarme nada. Si algo estoy aprendiendo de todo esto es que no debo juzgar a los demás por como son. Estoy seguro de que tu hermano no te ve de la forma que dices. Nadie de nosotros es normal, más bien...me atrevo a decir que eres especial—Despeinó sus cabellos, recibiendo una cálida sonrisa—Sobre lo que me preguntabas...si en serio quieres saberlo; normalmente te sientes nervioso, piensas en esa persona muy seguido, de alguna forma intentas cuidarla y cuando está contigo no puedes ser tú mismo.

—¿Sí es todo lo que dices...significa que tú me gustas?

Taehyung dejó se respirar por un momento, sintiendo que no podía moverse.

Eso debía ser una broma, no había forma. Y ya no sabía si en realidad estaba siendo amable con él por su amigo o por otra razón. Nunca sintió tanta paz al estar con alguien, incluso se olvidó de fumar.

Pero eran completos polos opuestos.

Él era demasiado dulce, amable y cálido.

—¿Yo? No lo creo...

—¡Si!—Tomó la mano de Taehyung, colocandola en su pecho—¿Lo escuchas? Siempre está así cuando hablamos.

—Jungkook...—El contrario también hizo lo mismo con su mano, intentando escuchar los latidos del pelinegro.

—¿Yo también te gusto?

La forma en que decía las cosas sin más, provocaba que una ola de calor golpeara su rostro.

—¡No me preguntes esas cosas! No lo sé—Nunca había pensado en que quizá le gustaban los chicos.

—Taehyung...

—¿Qué?

—¿Podrías enseñarme a amar como lo haces tú?

Nuevamente hubo silencio entre ambos.

—No soy el indicado para hacerlo—Aún necesitaba resolver sus problemas personales y Jungkook tenía mucho camino por delante.

El último mencionado no podía contener más ese sentimiento, así que se sentó un poco más cerca de él tomando sus hombros para hacer que se acercara más, terminando por juntar sus labios en un beso.

Jungkook se mantuvo con los ojos cerrados sin moverse, pues era la primera vez que experimentaba algo así.

Quería que el tiempo se detuviera.

Justo sucedió cuando ambos protagonistas se unían debido a que el espagueti se acortó entre ellos.

Taehyung no tardó en alejarse, cayéndose del sofá. Estaba sorprendido por lo que le había hecho, tapó su boca pensando en que le diría a Jin cuando volviera.

—¿Por qué hiciste eso?—En cuanto alzó la voz Jungkook tapó sus oídos. Estaba siguiendo sus impulsos en vez de poner los pies sobre la tierra—Lo siento...sólo no vuelvas a hacerlo.

En ningún momento creyó que él supiera lo que eso significaba.

Lo subestimaba.

—Tal vez no entienda lo que hay más allá de esto, por eso quería que me enseñaras. En todos lados he visto que a las personas importantes debes darles un beso en la mejilla, y a las que te...gustan uno en los labios.

Su época siendo adolescente sin duda estaba siendo la más difícil, debido a que sus emociones eran cada vez más complicadas y lo hacían sentir confundido. Trataba de comprender las referencias que sus compañeros le hacían y al final se terminaban burlando de su forma de ver las cosas.

Su corazón se inquietaba, sus sentidos trabajaban al mínimo, todo esto estando cerca del mayor.

No podía ser coincidencia.

—No puedo gustarte—Luego de levantarse se dirigió torpemente hasta la entrada, no podía quedarse más tiempo allí—Olvidemos que esto paso.

—¿Por qué? ¿Es malo que me gustes? ¿Es malo que me guste un chico?—Jin alguna vez le explico que el género no es lo que importa cuando se trata del amor.

También le dijo que aunque no lo entendiera, quería que lo tuviera en cuenta.

—No estoy seguro de lo que me hiciste, pero...¿Podrías parar?—No le gustaba sentirse así, jamás se había preocupado de alguien hasta el punto de llevarle de comer a la hora que necesitaba. Hace un tiempo juraba saltarse las comidas de Jungkook, ahora quien dijera algo de él se llevaba un buen golpe—Soy un tipo de delincuente que pretende ir a estudiar, porque en realidad no hago nada. Mi frustración me hizo perderle el sentido a las cosas. Somos muy diferentes, alguien como yo simplemente...no merece amar ni ser amado.

Salió del lugar sin importar el frío que aún se mantenía en el ambiente.

Comenzaba a arrepentirse de haberse ido así, sin embargo sentía que no podría manejarlo.

No había visto al castaño en todo el horario de clases, a la vez no estaba tan sorprendido porque este nunca salía de su salón.

Bueno, de un momento a otro ya se sabía sus hábitos.

Por alguna razón el vacío en su corazón era más grande que de costumbre. Tal vez era porque estaba en el baño otra vez, volviendo a lo mismo de siempre.

De pronto escucho algunos pasos aproximarse hasta el cubículo en donde estaba.

[...]

Ya estaba cansado. A aquellos tipos no les basto con que se alejara, si no que quisieron darle pelea en grupo, alardeando que no debía "asustarse" si ya anteriormente lo había hecho con otros.

Lo siguieron hasta un pasillo desolado, donde comenzaron a arrojarle lapices y libros.

Tiró su mochila al suelo en señal de que estaba listo.

No fueron uno por uno, ya lo habían visto pelear antes y tenían en cuenta que si atacaban en grupo tenían la posibilidad de ganarle. En un principio Taehyung llevaba la delantera, de no ser porque eran demasiados.

Quisiera aceptarlo o no, estaba afectado por lo que sucedió el día anterior.

Un descuido provocó que uno de ellos logrará tomar sus brazos por la espalda, dejando que los que seguían de pie golpearan su cuerpo, quitandole el aliento.

—¿Por qué?—Musitó.

—¿Qué? No te escucho—Soltó un golpe en su estómago, queriendo burlarse de su estado—Habla más fuerte.

—¿Qué...se supone harán después de esto? No tengo nada que darles.

—Eres repugnante al igual que ese retrasado. Realmente le harías un favor a todos si te fueras, después nos encargaremos de él.

El pelinegro intentó protestar, siendo callado por una cachetada.

Su vista se nubló. Entonces algunos gritos por parte de los contrarios hizo que quien lo sostenía dejara que cayera al suelo.

Veía todo desde ahí, extrañamente parecían volverse locos mientras corrían de un lado al otro, no estaba seguro del por qué.

[...]

Despertó en una camilla de la enfermería, por un momento se asustó pensando que los demás seguían golpeándolo pero no era así.

Al girarse levemente se encontró con Jungkook, también tenía moretones en el rostro.

—Tú...—Fue inútil intentar sentarse, aún le dolía el cuerpo—¿Me ayudaste?

—Sí—Mencionó cabizbajo. Esa era otra prueba de que realmente tenía sentimientos por él. Cuando vio que lo estaban lastimando la sangre le hervía, nunca había golpeado a nadie.

Todos estaban sorprendidos por su actitud. Luego de ello en lo único que se concentro fue en ayudar a Taehyung.

—Gracias...—Lo que menos pensaba era que el castaño lo fuera a rescatar. Su corazón también latía rápidamente mientras hablaba con él. Al final no podía ignorar que también se ponía nervioso estando a su alrededor—¿Te duele?

El contrario negó.

—La enfermera nos atendió—Luego de afirmar que se encontraba bien se levantó de su asiento aún quejándose. Le dolía todo el cuerpo, quería vomitar, se estaba asustando porque no era buena señal—Adiós.

—¡Espera! Yo...te llevare la comida hoy. ¿Puedo acompañarte de camino a tu casa?

—Estaré bien. Jin me llamó hoy, dijo que ya viene de regreso y que te agradeciera por cuidarme—Sabía que después de eso no volverían a hablar, ni tendría el valor recordando que lo besó.

—¿En serio? Me alegro—Al menos sabía que su amigo estaba bien, y que volvería con su hermano—Realmente...no podre olvidarme de esto. No pensé mucho en decir las cosas porque estaba nervioso, no significa que me desagradó. Porque...creo que tú también me gustas.

Jungkook tocó su pecho, era esa sensación otra vez.

—¿De...verdad?—Luego de que Taehyung asintiera, no pudo evitar sonreír.

—Podemos comenzar...saliendo un poco más, con el permiso de Jin—Todavía quedaba explicarle todo lo que sucedió, pero valdría la pena—Se de un lugar que te puede gustar. Sólo falta que aceptes.

—¿Esto...cómo se le llama?

—¿Salir? Puedes considerarlo como una cita...si quieres.

—¡Entonces si!—Estaba tan emocionado que por un momento olvido que se sentía mal.

—Un paso importante es que me pases tu número—No le importaba si no le contestaba los mensajes.

[...]

Incluso había guardado su contacto con un corazón.

En cuanto llegó a su departamento llamó a Jin, quien seguía sin entender cómo ambos llegaron a ese punto. El lado positivo es que no estaba molesto, sin embargo, cuando estaban en la línea dudo mucho en dejar salir a Jungkook.

Luego de un rato más volvió a llamarlo mencionando que este le rogó por eso.

No pudo negarselo, así que sólo le pidió que lo hiciera sentir muy feliz y querido.

Taehyung pensó que sonaba un poco exagerado, era como si fuera la última vez que vería la luz del día.

El pelinegro tapó los ojos de Jungkook justo cuando estaban frente al local donde comerían.

—¿Ya puedo ver?—Despejó su vista él mismo, quedando maravillado luego de ver que era un lugar con temática de dinosaurios.

Se adentro de inmediato llevando a Taehyung con él.

—Sabía que te iba a gustar—No era difícil de adivinar, muchas de sus cosas estaban relacionadas con eso.

Ambos se sentaron y ordenaron cosas que probablemente tendrían figuras de dinosaurio.

—Nunca escuche de este lugar—Seguía viendo todo a su alrededor. Comenzó a tomar algunas fotos, estaban borrosas pero serían lindos recuerdos. Tampoco lo pensó mucho y sacó una de Taehyung mientras estaba distraído—Nunca salgo, tal vez es por eso.

Ya habían recibido su comida, todo olía y sabía muy bien.

Aunque al castaño le estaba costando cortar la carne.

—Te puedo ayudar si quieres—Recorrió la silla hasta quedar a su lado, cortando fácilmente un pedazo mediano. El contrario intentó tomar el tenedor pero Taehyung no lo permitió—¿Puedo dártela yo?

—No soy un bebé—Aunque era un gesto que quizá no volvería a suceder así que abrió su boca, tomando la carne—¿Feliz?

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