El lunes por la mañana, la directora decidió tener una asamblea en el pabellón de la escuela, con una cara de inigualable decepción. Tocó el tema de las imágenes e información ultra personal que fue difundida hace unos días, que según informaron, le había llegado al pueblo entero. Por culpa de aquellos crueles mensajes, resurgió el tema que ya había quedado en el pasado. Nuevamente, el incidente ha puesto a la familia Bang bajo el escrutinio de los demás residentes.

Esa fue la primera mala noticia del día.

Iba caminando hacia mi aula, cuando veo la cara de Minho a una distancia. Por hábito, le mostré una sonrisa. Forzada, pero una sonrisa.

一Tengo que hablar contigo.

El gesto se esfumó de mí en fracción de segundos.

Minho no es del tipo que arma bromas, a no ser que Jeongin lo obligue a ello.

A Jeongin no lo he visto por ningún sitio.

Nos apartamos, fuimos a uno de los jardines más alejados del campus y fue ahí cuando me reveló一

Sus manos están manchadas, del mismo color que el cobalto一el mismo color de la culpa de su consciencia, se ve reflejada en sus dedos. Es una mancha algo pequeña, solo le ha cubierto los dedos.

一Qué hiciste 一pregunté, asustada, mas no me aparté de él.

一Yo 一se mira sus manos y empieza a temblar, se cubre el rostro con las manos一. Lo siento一Lo siento tanto. Estuve tan cerca de ceder a mis impulsos, creí que estaría bien si hacía como si no estuvieran y amanecí con estas manchas.

一Pero, Minho, ¿qué las causó?

一Te has alejado demasiado de nosotros y estoy herido, ¿sí? Parece que para ti ya no existimos, deseaba que Hyunjin se muriera, incluso llegué a pensar一se interrumpe a sí mismo, momentáneamente haciendo contacto visual conmigo.

Murmuró otra disculpa y se fue corriendo. No permitiría que siguiera guardándose esas ideas oscuras y le seguí.

Minho giró una esquina y yo estaba cerca de él. Hubiera alcanzado, si no fuera porque salió un profesor de un aula y me obligó a regresar a la mía. 

一Profesor, en serio es urgente, mi amigo está一

一Señorita, esto lo puede resolver en horas de descanso 一refutó一. Ya hay profesores impartiendo clases, no puede estar haciendo escándalo en pleno pasillo.

Apreté mis puños, considerando en si debiese hacerle caso o no.

Seguí de largo, ignoré el reproche del maestro y corté esquina, buscando desesperada al chico. Si tiene esas manchas en las manos, debe ser porque las emociones que estaba sintiendo son intensas. Solo rezo que pueda oír la voz de la razón, en lugar del impulso. Desconozco qué intenciones tenía Minho, pero debo pararlo.