Quiero verte, mi querido ensueño.

Te lo suplico, verte una última vez, en la carretera principal del norte.

Puedes venir a mi voluntariamente,

O yo iré a ti.

一La persona a la que más has querido.

En la solapa de esta, había detalles respecto a ese encuentro, en el cual nadie en su sano juicio iría.

一Dime quién.

一¡No puedo hacerlo! ¡Nos está viendo!

一¡Dilo o eres igual de terrible que esa persona!

No sé qué es lo que me cegó, qué fue lo que me hizo actuar tan descabelladamente, empujé a Minho contra el suelo y empecé a ahorcarlo.

一Si lo hago, me matará 一respiración entrecortada y con un gran esfuerzo por sobrevivir, Minho respondió sin aire.

Mi vista se oscurece por los bordes y se nubla con las lágrimas, cerré los ojos con fuerzas y cuando sentí que él se dejó de mover, recuperé el poder razonar一de alguna forma一 y me alejé de él, la realidad del error que acabo de cometer me paralizó.

Expulsión total de mi escuela es una consecuencia merecida. Es más, me sorprende que no hayan hecho más que eso.

Minho está bien, sigue con vida, no lo maté como pensé que había hecho.

Sin embargo, ¿en dónde están mis manchas azules?

Los policías les recomendaron a mis padres que, a causa del acosador, esta reacción que tuve es por estrés y paranoia.

"Lo mejor es que le arreglen citas con un psicólogo."

一No es tu culpa, hija 一mi mamá me abrazó, adolorida por oír lo que me pasó en la escuela y el diagnóstico de los policías. Pasó su mano por mi mejilla, con la otra se secó sus propias lágrimas一. Sin importar lo que pase, te amamos.

El día en el que supuestamente me encontraría con ese enfermo, esa mañana al despertar me sentía extraña. Es una sensación de vacío, indolencia, apatía. De repente había perdido el interés en ir con el grupo de policías, pues les mostré la carta y me dijeron que podía ver el operativo a lo lejos si quería.

La singular luz en todo mi cuarto se enciende, proviene del celular al iluminarse con la llegada de un mensaje.

Estaré ahí contigo :)

Es de Hyunjin.

No es necesario que sea partícipe de algo desagradable como aquello, pero...

Por lo menos me ha motivado a salir de la cama.

Con la idea de salir a correr por ahí un rato para despejar mi mente de ese sentimiento irregular, me dirigí a la entrada y metí la llave en la cerradura, hasta que un fuerte y repulsivo hedor de afuera me distrae. Cubrí mi nariz con mi mano, preguntándome si era alguna bolsa de basura que había sido rota por perros callejeros.

Hubiera preferido que fuera eso, la verdad.

El cuerpo de una persona que, a juzgar no solo por le hecho de que la carne de su cara ha sido separada de sus huesos y los ríos de sangre que resbalaban de sus manos perforadas por clavos, guindaba sin vida en la entrada de mi casa.

Mis piernas flaquearon y por más traumada que esté por tan grotesca escena, era incapaz de apartar la mirada.

Había un post-it pegada a su frente, que ha sido lo único que no está despellejado.

Ni loca me acerco a ver qué decía.