Parte nueve.
Sábado, la semana había pasado demasiado rápido y las clases se hacían cada día más agobiantes, al menos tener el fin de semana libre de tareas lo hizo sentir calmado.
—¿Vamos a comer algo? Ryujin y Chaeryeong invitan —Changbin habla tras el celular.
—No puedo, tengo que... —Chan piensa alguna excusa —Ayudarle a mi papá en la casa, hoy tiene que trabajar hasta tarde y la casa está algo desordenada.
A pesar de ser mentira, había sonado convincente
—Está bien, te dejo porque voy a salir.
La llamada termina y Chan se mira al espejo una última vez antes de salir de la casa.
Eran las cuatro y treinta de la tarde pero sabía que Hyunjin volvería a amenazarlo con que tenía que llevar a Felix de regreso a casa a las seis o siete.
A este punto Chan no entendía porque tenía que ser él quien regresaba a Felix a su casa, aunque simplemente lo aceptaba.
El camino fue rápido, el poco viento hacia un buen trabajo evitando que sudara y así pudiera seguir viéndose bien.
No fueron más de diez minutos de camino, por eso amaba conocer gente en la escuela, la mayoría vivía cerca de la misma y la mayoría de las veces en el mismo vecindarios.
—Tu, hyung —Hyunjin abrió la puerta —Antes de que hables.
Chan sintió un miedo recorrer su cuerpo y la plática de sus menores en los baños regresó a su cabeza, poniéndolo aún más nervioso.
—Se que fuiste tú quien nos escuchó a Seungmin y a mi hablar aquel día, así que...
—Hyunjin yo no sé de qué hablas —Chan trata de hacerse el desentendido.
—Si sabes, no te preocupes, no le diré a Seungmin que fuiste tú, simplemente quiero que guardes el secreto, supongo que ahora que sales con mi hermano mínimo sientes un poco de empatía hacia mi —Hyunjin voltea para ver si no hay alguien detrás suyo —. Es un tema delicado y al menos agradezco que hayas sido tu quien haya escuchado y no cualquier otro idiota.
Se escuchan pasos en la escalera y él menor sonríe al ver a Chan.
—No vuelvan tarde, tampoco está bien que Chan esté solo de noche —Hyunjin cierra la puerta al ver a Felix afuera y listo.
Caminan en silencio, hasta que Chan siente una mano entrelazándose con la suya, ocasionando un sonrojo involuntario en su rostro, acompañado de una sonrisa nerviosa.
—¿Qué película veremos, hyung? —Es él menor quien decide romper el silencio primero —Yo dije que iríamos al cine pero no pensé realmente en la película —ríe.
Chan sonrió al escucharlo reír, su risa era graciosa y contagiosa, jamás había escuchado alguna así antes.
—Podemos ver cualquiera que tú quieras —Chan contesta —Estoy seguro que me gustará.
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