Parte diecisiete.
Chan suspiraba aburrido, esperar a Felix después de los entrenamientos le resultaba aveces aburrido, especialmente esos días en los que Seungmin no lo acompañaba, como hoy.
Las primeras veces era divertido ver a cada uno de los animadores y animadoras gritar mientras practicaban, también era divertido ver las caídas de algunos miembros del equipo de baloncesto, pero con el paso del tiempo ya era aburrido ir, obviamente solo cuando estaba solo y no podía distraerse fácilmente, los juegos en su celular dejaron de ser divertidos después de un mes.
Un mes, pronto cumpliera un mes con su novio, wow, Chan tenía tanto miedo de no llegar si quiera a la semana con él.
Nakamura Kazuha, uno de las chicas de las que más ha escuchando hablar por Felix, quien menciona que es su mejor amiga desde muy temprana edad, incluso antes de que él mismo se emparentara con los Hwang, Kazuha ya era parte de su vida.
¿Tenía Chan por que sentir celos de ella? Para nada, realmente aquella chica ya tenía novia, Kim Chaewon, una junior que compartía clase con Seungmin y Hyunjin.
—¿Esperando a tu novio? —aquella chica que a simple vista si lucía como una extranjera, había tomado asiento a su lado.
—Oh, si —Chan contesta, no eran amigos, pero por alguna razón el ambiente se sentía tenso, como si dos personas que se conocen de años se hayan peleado —¿Y tu?
—Chaewon está en el equipo de animadores, con Yeji, es pésima en baloncesto y decidió animar —la chica sonríe a medias, lo cual le da la idea a Chan que aquella información recién dicha no era la única que quería decir aquella chica ante él.
—Oh —limita su expresión y su conversación.
El silencio incómodo se hace presente y cuando Chan quiere decir algo para romperlo, la confesión de la menor lo hace quedar callado.
—Se todo, Chan —la chica no estaba usando los términos adecuados, él mayor de ambos no sabe si es porque suele ser así o realmente ni siquiera quiere usarlos con él.
—¿De qué? —pregunta nervioso, comenzando a mover su pie.
—Se que estás enamorado de Hyunjin y que Felix solo es un juego para ti —dice calmada, tratando de ocultar su enojo ante sus palabras. —Se que la carta era para Hyunjin, pero por algo que yo no sé terminó con Felix.
Chan niega, volteando a ver a la chica a su lado.
—Es una equivocación, yo...
—No quieras mentirme a mi también —Kazuha comenzaba a enojarse más —Escuché todo, desde cuando hablabas con Ryujin unnie hasta tus conversaciones con tu amigo, fue casualidad.
—¿Casualidad o estabas escuchando conversaciones ajenas? —Chan también estaba enojándose, pero trataba de tranquilizarse pues a pesar de todo, estaban en las gradas del gimnasio, frente a Felix, los Hwang, y la novio de la chica.
—Por favor —ríe sarcásticamente —, tú no existías ni siquiera para Felix o para mi antes de esto, no te dábamos ni la más mínima atención —Kazuha se pone de pie dispuesta a bajar de aquel lugar, pues el silbato que pone fin al entrenamiento de los animadores acaba de sonar. —O terminas con él o te atienes a las consecuencias.
—¿Me estás amenazando niña? —Chan pregunta.
—Tienes una semana para dejarlo, el lunes lo quiero ver sin ti.
—¿Por qué te importa tanto? —pregunta —Ya te dije que yo lo amo y...
—Tal vez no lo amas tanto, si lo hicieras le hubieras dicho todo desde el día uno, desde el inicio le hubieras dicho la verdad —los ojos de la menor comienzan a humedecerse —Y me importa tanto como si fuera yo mismo quien está siendo engañado, porque yo estuve con él antes de todo, yo estuve con él cuando su padre murió, yo estuve con él cuando su madre se volvió a casar, cuando odiaba a sus hermanos, cuando dejó de sonreír, yo lo ayudé a que les diera una oportunidad, yo lo vi regresar a ser él Felix que tú conoces, alegre e inocente que no conoce a la maldita gente que habita este mundo y no soportaría que vuelva a perder su sonrisa por alguien como tú.
La chica se aleja, llegando a lado de su novia y sale con ella del gimnasio.
Y las palabras dichas hacia Chan resonaban en su cabeza.
"Tal vez no lo amas tanto, si lo hicieras le hubieras dicho todo desde el día uno"
Suspira, dejándose caer nuevamente sobre su asiento, tenía un problema, uno muy grande.
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