A Jimin no le estaba gustando despertar solo, siempre esperaba hacerlo entre los brazos de Jungkook, porque así se sentía más seguro.

Pero este como una vez más no estaba, el lado donde debería estar estaba vacío y frío.

Jimin soltó un bufido, a buena mañana y ya se encontraba molesto.

Se levantó con su rostro malhumorado, sus cabellos estaban por todas direcciones, bajo las escaleras sin señales del alfa. Cuando llego hasta la sala un enorme arreglo de rosas estaba en la mesita, una sonrisa adorno su rostro y todo rastro de amargura desapareció de su rostro.

Entre las rosas estaba una nota, la tomó no sin antes acercarse a las rosas e inhalar su delicioso olor. Habían de muchos colores.

Abrió la pequeña nota aún con una sonrisa.

Buenos días para el omega más hermoso del mundo.
Te regalo cien rosas diferentes, como el inicio de nuestro cortejo.
Recuerda siempre que tu, eres la flor más hermosa de mi vida y que ninguna se compara a ti.

Con amor, tu alfa.

JJK

Jimin sonrió más grande al leer lo último, no habían dudas que Jungkook era un alfa demasiado cursi, pero no le molestaba, más bien le gustaba que el alfa fuera así.

Jungkook le estaba dando la dicha de ser cortejado. Algo de lo que muchos alardeaban, pero que el nunca fue participe, hasta ahora, que el alfa le estaba cortejando.

Cuando la puerta de la casa se abrió no lo pensó mucho y se tiro a los brazos de Jungkook, este dejo las cosas que traía en el suelo para abrazar a su omega por la cintura.

-Gracias, gracias por esto.

Le dijo Jimin, Jungkook lo abrazo más fuerte.

-Te mereces mucho más mi linda flor. -Jungkook lo separó un poco para poder ver su rostro. Jimin se puso de puntitas y dejo un beso a Jungkook.

-Las flores están hermosas y la nota que dejaste también.

Jungkook se encaminó al sofá aun con el cuerpo de Jimin abrazado a él.

Sentó a Jimin en su regazo y las mejillas de este se tornaron rosas.

- Me alegra mucho que te haya gustado. Te daré muchas más hasta que la casa esté llena de rosas y flores.

- Tú casa será un jardín entonces.

-Nuestra casa omega. Es nuestra casa-le dijo Jungkook. El omega aun no podía creerse todo eso.

Que ahora estaba con un alfa qué le respetaba y le amaba. Porque lo podía ver en los ojos de Jungkook cuando se encontraban con los suyos.

-Traje comida, y también pan.

-Gracias, aunque yo podía hacer el desayuno.

- Sí tu quieres esta bien.

-Aunque no me gusta cuando despierto y no estas. Quiero amanecer estando entre tus brazos. -Le dijo Jimin con un puchero, uno que Jungkook no desaproveho y lo beso.

-Esta bien, apartir de mañana despertare contigo.

Jimin asintió.

-Hoy te llevaré a dar un paseo. Pero lo haremos en la noche.

-Esta bien. Ahora comamos porque tengo hambre.

Jungkook lo beso una vez más y se en caminaron a la cocina, donde sirvieron todo lo que Jungkook había llevado.

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Jimin se puso unos pantalones negros junto a un suéter color café afelpado, después se puso un abrigo, afuera hacia frío y más si iban a de noche.

Jungkook llego hasta donde el, vistiendo un pantalón de vestir y un suéter con negro con cuello de tortuga, y también llevaba su garbandina.

-Te vez hermoso.

Jimin le sonrió -Tú también.

-Vamos. -extendió su mano y Jimin la tomó.

Llegaron a un parque, uno muy grande e iluminado por enormes lámparas. El lugar estaba lleno, niños corriendo o jugando en los juegos, aunque fuera ya de noche el lugar se mantenía vivo.

-Es agradable este lugar.

Dijo Jimin, caminaba con Jungkook de la mano.

-Sí, siempre solía pasar aquí, mi madre me traía de pequeño.

Dijo Jungkook recordando esos días, también cuando su padre los acompañaba, podían ser una familia con mucho dinero y reconocidos, pero siempre guardaban la humildad.

Su padre se olvidaba del trabajo y ponía su atención a su mujer e hijo.

- ¿Enserio?. Mis padres me llevaban al parque también, pero definitivamente no se compara a este.

- ¿Sabes? Yo también nací en Busan, pero cuando cumplí los cinco nos mudamos a Seul.

- ¿No extrañas tu ciudad natal? -Pregunto Jimin. Tomaron asiento en una banca y algo alejada de las demás personas.

- Lo hago, aunque solo viví cinco años, me dejo recuerdos muy buenos

-Yo si lo extraño. Pero más a mis padres, me gustaría visitarlos algún día.

Dijo Jimin.

- Prometo que iremos cariño.

Jimin asintió. Se apego al cuerpo de Jungkook para calentarse.

-Aquí cerca queda el río Han, ¿quieres ir? - Pregunto Jungkook.

Jimin asintió, ambos fueron al lugar, el cual también está con varias personas rondando.

Había un señor con una cámara tomando fotografías. Jungkook se acercó a él.

- ¿Podría tomarnos una fotografía por favor? -Pregunto amablemente, el señor asintió.

Jimin no tenía idea de como ponerse, así que Jungkook se puso detrás y lo abrazo, recargo su barbilla en el hombro de Jimin.

Jimin puso sus manos sobre las de Jungkook, la chica que se encontraba con el señor ayudó iluminando un poco el lugar para que la fotografía saliera perfecta.

-Sonrían-dijo el señor listo para tomar la foto. Jimin sonrió y Jungkook hizo lo mismo.

El flash de la fotografía se escucho.

-Listo. En unos momentos se la
damos.

Jungkook asintió. Cuando el señor se acercó le dio la fotografía y Jungkook pagó.

Jimin la miró y sonrió, se miraban bien.

- Ahora iremos a otro lugar. -Le dijo Jungkook.

-¿Comeremos? Es que ya medio hambre? -musito lo primero.

Jungkook sonrió -Sí, iremos a un restaurante.

Caminaron un poco, no había necesidad de usar el auto, pues los lugares no estaban tan alejados.

Cuando entraron, Jimin pudo ver que el lugar era muy bonito, Jungkook lo guio a unas escaleras las cuales iban a dar a la segunda planta.

No habían muchas personas arriba.
Tomaron asiento, no sin antes Jungkook demostrar su caballerosidad ayudando a Jimin a sentarse.

-¿Que te gustaría pedir? -Jimin miro la cartilla.

- Hay muchas cosas que no se.

Jimin siguió mirando hasta que se decidió por unos Canelones de carne con queso azul, acompañados de una bechamel.

Jungkook pidió un ribay, acompañado con una salsa de frutos rojos y unos vegetales salteados, Jimin hizo una mueca cuando les sirvieron la comida y la porción de carne de Jungkook aun conservaba el rojo y jugosidad.

Definitivamente eso todavía estaba crudo para Jimin.

Jungkook sonrió al ver a Jimin, este no quitaba sus ojos de su platillo.

- ¿Enserio comerás eso? -preguntó.

-Sí, me gusta la carne en terminó medio.

- ¿Medio?. Medio vivo dirás.

Jungkook rio, empezaron a comer.

Jungkook cortó un pedazo de carne y le dio a Jimin. Pero este negó. Jamás comería eso vivo.

-Prometo que te gustará. No sabe mal Jim.

- Pero todavía esta rojo, muy rojo.

- La carne es más jugosa así, ¿qué gracia tiene que la comas cocida? Ha perdido toda su esencia.

-Bien, pero solo uno. -Jungkook asintió, probó el trozo de carne y mastico.

La salsa le ayudaba mucho.

- ¿Y, que tal?

Jimin trago con mucho esfuerzo-No está tan mal. Pero de igual forma no comería así.

Cuando terminaron de comer Jungkook saco una cajita qué estuvo guardando desde que salieron de la casa.

Jimin miro atento a sus movimientos.

-Te compre algo. -Abrió la pequeña cajita y en ella había un collar con un dije de rosa.

-Jungkook... Esta hermoso.

- No más que tu omega. -lo saco de la caja y se acercó a Jimin.
-Dejame ponértelo.

Jimin se dio la vuelta y Jungkook le puso el collar.

Cuando lo hizo, Jimin lo tocó.

- Gracias.

- No es nada. Te mereces mucho más. Yo también tengo uno. -Mostró el de él. Eran iguales,
-Tiene grabado tu nombre atrás, y el tuyo tiene el mío..

Jimin le dio vuelta al dije de rosa y efectivamente tenía el nombre de Jungkook.

-Te prometo que lo cuidare mucho.

-Se que lo harás mi pequeña flor. -las mejillas de Jimin se enrojecieron. Y Jungkook sonrió satisfecho por eso.

Solo él deseaba poder tener ese efecto en su omega.

- Quisiera darte algo yo también pero...

- Sabes que no es necesario.

- Pero me siento mal, se que eres tu quien me esta cortejando, pero sabes que soy un omega diferente y creo que también debería hacerlo yo.

- Y no me molesta Jim.

- Yo también te cortejare a mi manera, te cocinare y prepararé muchos postres.

Dijo Jimin decidido.

-Esta bien. Yo estaré feliz de comer la deliciosa comida de mi omega.

Jungkook se acercó a besar sus labios..

Sin duda era una velada increíble y hermosa.

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