JoIn estaba molesto, Tao lo miraba con una sonrisa burlona.

- El puto de tu omega ya tiene alfa qué lo llene.

JoIn lo miro mal, si las miradas mataran, posiblemente Tao ya estuviera bajo tierra.

- Cierra la boca. Ese omega me las pagará caro. Por haber abierto la maldita boca y por querer pasarse de listo creyendo que puede tener otro alfa. Le enseñaré qué de mi nadie se burla y le recordaré quien es su alfa.

Tao dejo salir una carcajada, ese alfa le causaba mucha gracia.

- Aceptalo, tu omega ya tiene otro alfa.

- ¿Y crees que lo dejaré así? Claro que no. Antes de matarlo le recordaré a quien le pertenece.

Tao volvió a reír. - Aunque pensándolo bien, -el alfa cruzó sus piernas recordando el día que el alfa frente a él le cedió al omega.
- Antes de matarlo me gustaría disfrutar una última vez de él. No vamos a negar que tu omega tiene lo suyo y amigo, ese omega tiene un buen culo. Es una lástima que tengamos que matarlo.

JoIn lo miró, ¿qué se creía ese alfa?

- Justo ahora no podemos acercarnos, el Hospital esta vigilado y es peligroso. Me entere que el alfa que te arresto es primo del nuevo alfa de tu omega.

- Tenemos que crear un plan para llegar a él.

- Lo mantendremos vigilado mientras tanto y seguiremos sus pasos, en el momento menos pensado atacaremos.

- Ese alfa debe morir también.

Dijo refiriéndose a Jungkook.

- Deja el rencor y no te salgas del plan. Ese omega no debe seguir viviendo.

- ¿ No te has puesto a pensar que si ese alfa vive será más imposible llegar hasta Jimin?

-Bueno, en eso si tienes razón. Ya veremos como eliminar a ese alfa.

- ¿Como esta el señor Choi?

- Furioso, las investigaciones están yendo muy lejos y teme por su vida. No todos los oficiales están comprados amigo mío. Así que debemos tener cuidado.

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Jimin despertó entre los brazos de Jungkook, como le hicieron para acomodarse en la camilla ni el sabía.

Miró el rostro del alfa y sonrió, su cabello negro estaba alborotado y sus labios entre abiertos.

Unos ronquidos pequeños salían de ellos, Jimin sonrió por eso, el alfa eran tan bueno y dulce con él. Solo había conocido a un alfa así, y ese era su padre, quien siempre trataba como a una reyna a su madre.

Para él, su omega y su hijo lo eran todo. Siempre que pensaba en ellos lloraba, los extrañaba demasiado.

Jungkook empezó a moverse lo pego más a su cuerpo y abrió sus ojos.

- Buenos días omega. - su voz ronca y mañanera causó escalofríos a Jimin.

Se había escuchado tan grave qué sintió cositas junto a su lobo.

- Hola buenos días.

Jimin intentó acomodar los cabellos rebeldes de Jungkook, pero era imposible.

- Dejalos así, no se acomodan hasta que tome un baño.

Jimin lo intento pero fue imposible, su alfa tenía razón, los peinó un poco y el alfa ya se miraba más mejor.

- Son lindos, pero rebeldes. -dijo refiriéndose a los rizo de Jungkook.

Siempre que estaba con él el cabello lo llevaba muy bien peinado.

Jungkook tomó la mano de Jimin y la llevó a sus labios, dejó varios besitos en ella sacándole una risita al omega.

Jungkook amaba la vista que tenía, la preciosa imagen de su omega recién despierto. Si su cabello estaba rebelde, el de Jimin era otro cuento.

Y aunque esos cabellos castaños estuviesen vueltos locos el omega seguía siendo más hermoso.

Jungkook intento besar sus labios pero Jimin se separó. Jungkook lo miró confundido.

- ¿Qué pasa? ¿Hice algo malo?

Pregunto preocupado.

- No. Pero aun no lavo mis dientes y me da pena que me beses así.

Jungkook sonrió más tranquilo. Bueno, el tampoco había lavado sus dientes, pero que importaba eso.

Jungkook lo atrajo por la cintura y pegó sus labios a los contrarios, aunque Jimin quiso separarse al final aceptó el beso de Jungkook.

- ¿Tienes hambre? -Preguntó cuando se separó del beso

Jimin asintió ante esa pregunta.

- Te daré de alta hoy.

- Pero aun faltan unos días más.

- Lo se. Pero me ciento más seguro si estas en mi casa. Así que por favor acepta.

Jimin asintió sin darle tanta vuelta a las cosas. Pero también ya quería salir del Hospital. Estar encerrado era muy agotador para él. Necesitaba ser libre y ver más allá de solo paredes.

- Te traje ropa, después te compraré de tu talla.

Le hizo saber.

- No es necesario Jungkook. Ya haces mucho por mi.

- Y seguiré haciendo más. -dejo un beso más a sus labios gorditos.
- Ve a cambiarte por favor que nos vamos.

Jimin hizo caso. Jungkook lo esperó mientras tanto. La puerta fue tocada y Hayun entró por ella

- Hola.

- Hola Hayun.

- Le dijiste que le darás de alta ya?..

- Sí. Se está cambiando.

Hayun asintió. - Hay algo que debes saber, bueno, aunque creo que esto ya deberías saberlo, eres el doctor de Jimin.

Jungkook la miro sin entender, no sabía de que le hablaba la omega.

- Jimin tendrá su celo muy pronto. Y a causa de los supresores será muy doloroso.

Entonces Jungkook cayó en cuenta de eso. ¿Como se le pudo olvidar?

Él lo sabia, si no lo pasaba con alguien sería demasiado para él. Esa situación era complicada porque no sabía si el omega estaba listo, y tampoco quería forzarlo. Pero le hablaría sobre el tema.

- Lo había olvidado. Y lo peor es que puede que nuestros celos caigan la misma fecha.

- Es lo más probable y lo sabes.

Jungkook lo sabía, Jimin salió luego de unos minutos.

- Hola Hayun.

Saludo sonriente a la omega. Jungkook lo miraba con una sonrisa. La camisa le quedaba enorme y el pantalón también, aunque era talla pequeña no era la exacta de Jimin.

Y para los ojos de Jungkook su omega se miraba demasiado adorable, aunque para los de Hayun también.

- Hola Jimin. ¿Como te encuentras?

- Un poco mejor.

- Entiendo, esta situación es complicada.

Jimin asintió. Jungkook se acercó a él y le ayudo a ponerse el abrigo.

- Este alfa cuidara muy bien de ti.

- No tengo dudas de eso. - Respondió Jimin sonriéndole a Jungkook quien arremangaba el abrigo para descubrir sus manos.

El alfa dejó un beso en cada una de ellas. Hayun los miro con una sonrisa.

- Vamos ya antes que sea más tarde.

Jungkook se puso su abrigo y tomó la mano de Jimin.
Salieron de la habitación y empezaron a caminar.

Sus manos unidas no paso desapercibido por nadie, con solo verlos así afirmaban las sospechas que tenían.

Muchos no se lo podían ni creer.

Cuando llegaron hasta la salida Tae- So estaba allí.

- Supongo que hoy no vendrás a trabajar.

Le dijo el doctor.

- No. Me quedaré con Jimin.

Tae-So asintió, miro a Jimin y le sonrió, el omega hizo lo mismo.

- Cuidate mucho Jimin.

Jimin asintió ante el alfa. Su auto ya estaba frente ellos gracias a Tae-So.

Abrió la puerta para que el omega pasara y así montarse el también y empezar a manejar.

Jimin miro por la ventana. Sus ojos iban de un lado a otro. Todo se miraba diferente.

- ¿Puedes abrir la ventana?

Preguntó mirando al alfa.

- Solo un poco, el frío y el aire fresco puede hacerte daño.

Jimin sonrió feliz cuando el alfa abrió hasta la mitad.
El aire hacia mover su cabello y se sentía tan bien.

Cuando llegaron, Jungkook le abrió la puerta Jimin y quedaron frente a la casa de Jungkook. La casa no era grande.

- Este será tu nuevo hogar cariño.

Jungkook lo abrazo por atrás y le dio un beso en la mejilla.

Lo hizo caminar y así poder entrar.
Cuando lo hicieron un ambiente cálido y acogedor lo recibió a Jimin.

- Es hermosa.

-Mi madre la eligió y también la decoro. Ahora también es tuya, si quieres hacer un cambio puedes.

- No. Así está muy bien.

Jimin seguía admirando la casa cuando sintió las manos de Jungkook en su rostro.

- Jimin, se que en estos momentos estas preocupado por ese alfa. Pero quiero que sepas que no permitiré que ese alfa te lastimé.

- Lo se Jungkook. Y gracias por eso.

- Dejame cortejarte. No te imaginas cuando deseo hacerlo.

- Está bien. Quiero que lo hagas.

- ¿Si? -Pregunto sin poder creerlo. Jimin asintió con una sonrisa.

Jungkook lo abrazo.

- Gracias, prometo que no vas a arrepentirte.

- Jamás lo haré.

Jungkook haría de todo para que su omega estuviera bien.

Mañana iniciaría el cortejo y no podía estar más que feliz por eso.

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No recuerdo si ya había puesto de que color era el cabello de Jimin.
Si lo puse castaño pues qué bien.

Y si no, pues ya no recuerdo jsjsjs, pero es castaño.