Uniforme
Espero que les guste~
Nota: No tengo una justificación para esto, solo vi muchas veces ese traje al estilo chino de Karamatsu y no pude evitar que eso saliera de mi mente :3
Karamatsu tenía mucha suerte hasta cierto punto de ser un hermano ignorado en su mayoría. Podía actuar como siempre y estar haciendo algo a espaldas de sus hermanos, pasando por completo desapercibido mientras no levantara ningun tipo de sospecha. Algo que uso por completo en su beneficio.
Había decidido, en algún punto de su larga existencia, que en realidad estaba algo aburrido y quería algo nuevo para hacer, algo que mantuviera su mente ocupada pero apartado de sus hermanos y los locos sucesos que parecían seguirlos. Así que ese fue su impulso para empezar a buscar trabajo una vez más, en lugares pequeños y alejados principalmente de su hogar para que sus hermanos no pudieran verlo de casualidad. Fue un rechazo tras otro, hasta que una amable y dulce mujer decidió darle una oportunidad, alegando que en realidad, necesitaba a alguien como él por ahí.
Y así fue como empezó a trabajar a espaldas de su familia. No lo ocultaba porque estuviera avergonzado o algo así, le gustaba ese trabajo si era sincero, pero lo que menos quería y necesitaba era que sus hermanos causaran algún tipo de alboroto que molestara lo suficiente a su jefa como para despedirlo. Así que lo mantuvo en secreto, escondiendo el dinero ganado lo mejor que podía y gastándolo para si mismo, sintiéndose eufórico cada vez que podía comprarse algo que le gustaba sin necesidad de rogarle a su madre o a su padre por dinero.
Todo estaba bien, nadie sospechaba siquiera, hasta ese día en particular.
Por alguna razón, solo eran dos en casa en plena tarde. Karamatsu mantuvo sus ojos fijos en su espejo, sin realmente verse si era sincero, solo luchando por ignorar la mirada en su nuca que lo hacia sentir pequeño y bajo presión, por no olvidar de incomodo. Al mismo tiempo, Todomatsu lo estaba mirando con los ojos entrecerrados, como si estuviera analizando a su hermano mayor hasta el mínimo detalle, jadeando de manera escandalizada cuando pareció ver algo incriminatorio.
-¿Qué?- Kara lo miro con los ojos bien abiertos, ansioso, sin saber exactamente que pasaba por la mente ajena y temiendo un poco por su vida en este punto.
-¡Maldito Nii-san!- se enderezo, dejando su teléfono de lado. -¡Tienes un trabajo!- ni siquiera intentan controlar su voz y es bueno que no hubiera nadie más en casa en ese momento.
-¡N-No!- sudo, sintiéndose atrapado, negando pero Todomatsu no se lo creyó, mirándolo con enojo apenas escondido, reclamando una respuesta sincera. -...quizás...- desvió la vista, jugando con su espejo de mano.
-¡Karamatsu Nii-san!- se cruzo de brazos con un puchero.
-¡Esta bien, si!- acepto su destino como un hombre, que nadie diga lo contrario. -¿Cómo rayos lo supiste?- miro al menor con incredulidad y cierta admiración, sin recordar que tuviera algo encima que lo delatara.
-¿Recuerdas que yo oculte mi trabajo también? Conozco las señales- inflo el pecho con orgullo, solo por unos segundos, antes de desinflarse con un suspiro y lucir casi derrotado. -Además...estaba preocupado por ti- admitió después de un momento de duda, Kara ladeando la cabeza con curiosidad y parpadeando ante eso. No se lo había esperado. -Hay días que no almuerzas con nosotros y noches en los que llegas realmente tarde...- hizo gestos, avergonzado pero debajo de todo eso, el mayor podía notar la preocupación ajena. No pensó que alguien hubiera notado realmente su ausencia. -...los fines de semana luces tan cansado- agrego en un susurro, triste, recordando el aspecto somnoliento del mayor en los últimos fines de semana. Había distraído a los demás unas cuantas veces para dejarlo dormir.
-Ah...- hizo una mueca, sintiéndose tonto y algo culpable. Era el ignorado, eso era bien sabido, pero eso no significaba que sus hermanos no se preocuparan por él. -Soy mesero en un restaurante temático- supuso que su hermano menor merecía saber la verdad. -Estuve trabajando horas extras los fines de semana, así que...por eso estaba tan cansado- la dueña tuvo algunos problemas con otro mesero al que termino por despedir y ofreció horas hasta que pudiera contratar a alguien más, algo que Kara acepto sin dudar.
-Oh, eso es...bueno- suspiro, aliviado y un poco más tranquilo. -No le diré a los demás. Yo se los oculte por una razón y me imagino que tu tendrás tus propias razones...- había intentando mantener a sus hermanos lejos del café para evitar que alguno acosara a las mujeres que iba allí y porque no quería que reclamaran "cortesía familiar" solo para tomar algo gratis. Sus hermanos podían ser unos bastardos cuando querían. -...pero quiero ver tu trabajo-
-¡E-Esta bien!- esta un poco aliviado de no tener que rogar pero deja el espejo de lado para retorcerse los dedos cuando recuerda algo en particular. El uniforme, su hermanito iba a verlo con el uniforme. -Solo...ten en cuenta que el uniforme es obligatorio para todos- no era un feo conjunto, en realidad, creía que era muy cómodo y bonito, le sentaba según la mayoría.
-Oh, vamos, te he visto usar shorts minúsculos, remeras con tu cara, chaqueta de cuero en pleno verano y ropa tan brillante que podría dejar ciego a cualquiera- bufo, divertido por el nerviosismo ajeno, aunque intentando imaginar que tipo de uniforme tendría que llevar el mayor. Camisa blanca y pantalones negros, eso era lo más común para los meseros, ¿no? -¿Qué tan malo podría ser?-
Ay, Totty se arrepintió de sus palabras en cuanto pudo verlo.
-Oh, vaya- junto las manos, su expresión en blanco. Karamatsu era bien conocido por usar ropa reveladora, esos horribles shorts demasiados cortos y su fea remera sin mangas con su cara estampada, diablos, hasta era el tipo de ser que usaba los trajes más pequeños para poder tomar sol sin que le quedara una marca de quemadura según él, así que Todo y sus hermanos habían visto de muchas formas pero de alguna manera, para el menor, ese uniforme sin duda pasaba al primer lugar de su lista de cosas que su hermano mayor nunca debía usar, aunque no por ser doloroso. -Te vez muy lindo, Nii-san- y esa era la peor parte.
-G-Gracias- el restaurante en si tenía temática china y por ende, los uniformes también. Todos tenían un modelo parecido pero diferente para cada uno. Parecía un traje tradicional chino, con una especie de falda larga que tenía un lado abierto y una camisa china sin mangas, todo azul con bordados del mismo color y los bordes dorados, incluso tenía muñequeras por alguna razón, pero en vez de tener pantalones o algo así, Kara parecía tener shorts negros que apenas se notaban, con medias tan largas que llegaban a sus muslos del mismo color y zapatos bajos. Aun así, había una gran parte de su pierna expuesta. Hasta tenía una trenza falsa del mismo color de su cabello, tan larga que llegaba a su cintura. Era un poco extraño como ese conjunto lograba resaltar la figura de Kara, haciendo que hasta pareciera que tenía una cintura pequeña y luciera por completo sus piernas.
Verlo trabajar era interesante. Se podía ver que Kara disfrutaba de su empleo, atendiendo mesas con una sonrisa radiante y sincera, moviéndose con agilidad y gran equilibrio, luciendo encantado ante los elogios que se ganaba, en especial cuando venían de personas amables pero había un problema. Clientes con pensamientos raros cruzando por sus cabezas, que se comían al de azul con la mirada, reclamando que se acercara mientras él se mantenía alejado y su compañero lo cubría. Todomatsu tenía deseos de sacarse el buzo para atarlo en la cintura de su hermano para cubrirlo un poco y quizás, romperle los dientes a los bastardos que en realidad se atrevían a hacerle cumplidos obscenos que el mayor ignoraba lo mejor que podía.
-Definitivamente...- sentado en una mesa, con dumplings a medio comer, su mano dibujando formas al azar en la pantalla de su teléfono de manera distraída mientras mantenía su vista en su hermano, vigilante. -...nadie puede saber de esto- y aunque Kara mantenía el secreto porque no quería ser despedido por las tontearías de su hermano, Todomatsu tenía una razón mucho más fuerte que eso. Por mucho que todos fueran estúpidos y actuaran como hermanos de mierda entre ellos, debajo de todo eso, eran protectores...quizás, sobreprotectores sería la mejor descripción.
Todomatsu recuerda cuando uno de sus compañeros de trabajo intento sobrepasarse con él. Había estado tan asustado y asqueado en ese momento que lloro apenas llego a casa, sus hermanos consolándolo con todo el cariño del mundo. Unos días después, se corrió el rumor entre la gente que ese mismo tipo había sido atacado, golpeado y que los gatos por poco le arrancan los ojos. No necesito que se lo dijeran, sabían que habían sido ellos. Así que si, podían volver sobreprotectores si se metían con alguno de ellos pero son hermanos, es lo que hacen.
No quiere ni imaginarse que harían cuando todos se enteraran de eso pero estaba seguro de que sería una masacre.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro