Tritón #4
Espero que les guste~
Estar bajo el agua hacia que fuera muy fácil perder la noción del tiempo y cuando Karamatsu menos espero, se dio cuenta con un sobresalto de que ya estaba saliendo el sol en algún punto, en una clara señal de que la noche ya había pesado y la mañana de un nuevo día estaba presente. Nado un poco más, en una pequeña zona apartada cerca de la playa donde la gente usualmente no llegaba por alguna razón, cerca y atento, en espera de que su hermano llegara con su cambio de ropa y deseando que todo fuera mejor después del mal día que había tenido antes.
Solo podía esperar que ese día fuera mejor que el anterior y su hermano menor vestido de violeta no quisiera asesinarlo o en serio se estaría mudando al agua. No podía vivir con esa paranoia.
-¡Karamatsu Nii-san!- pudo escucharlo y se animo, rápido en salir a la superficie, sonriendo sin poder evitarlo. Podía ver a Jyushimatsu parado en la orilla y dando pequeños saltos, vestido como siempre. Esta sonriendo, enormemente, sacudiendo las manos como si intentara llamar por completo la atención y el de azul bufo, divertido. -¡Te traje tus cosas!- se saca la mochila que tenía en la espalda, sosteniéndola en alto, luciendo orgulloso de si mismo y Kara se mueve para acercarse, solo para darse cuenta de que su hermano no es el único allí realmente.
-Hey~- Osomatsu también esta presente para su sorpresa, luciendo tranquilo y relajado como es lo usual, pero hay algo suave en sus ojos cuando lo miran, con una sonrisa amable. Como en pocas ocasiones, en realidad luce como un hermano mayor y no como alguien que esta dispuesto a robar tu billetera, es una sensación rara. Kara se sintió un poco aprensivo al ver a su único hermano mayor, permitiéndose hundirse hasta que solo parte de su cabeza y ojos eran visibles, sin saber que cruzaba por la cabeza ajena. Aun sentía culpa por lo que hizo. -Oye, no estoy molesto- el mayor noto su gesto y levanto las manos, permitiendo que algo más dulce cruzara su expresión. -Fue todo en defensa propia, lo entiendo totalmente- es sincero. -Ichimatsu se merecía que le patearas el trasero hasta la luna, así que tuvo mucha suerte de salir solo con un moretón en la muñeca- el segundo mayor hizo una mueca ante eso, más culpable que antes mientras se hundía un poco más en el agua, y el de rojo suspiro, sintiendo una punzada de arrepentimiento. Nunca pensaba bien antes de hablar, eso fue su culpa. -Y voy a admitir que debí ser yo quien le pusiera los limites, lo siento- estaban demasiado acostumbrados a que Kara se dejara molestar en silencio, siempre sonriendo ante todo, sin intentar realmente defenderse. Era bueno que al menos el instinto salvaje lo obligara a protegerse a si mismo pero Osomatsu sabía que era un bastardo irresponsable por no interrumpir esas peleas antes de que llegaran demasiado lejos.
Era un hermano de mierda, ya lo sabía.
-Jyushi me dijo que eres un pez gigante ahora- los ojos azules miraron al de amarillo, quien desvió la mirada con notable vergüenza, y el tritón se imagino que el mayor entre ellos había usado algún truco sucio para sacarle toda la verdad. -¿Voy a tener que volver a casa a buscar ese equipo de pesca viejo sin usar de papá o saldrás por tu propia cuenta?- enarco una ceja en su dirección, en una extraña mezcla de estar burlón y serio al mismo tiempo. -Puedo robar una red para pescarte, estoy dispuesto-
-¡No soy un pescado!- Kara no se resistió, alzándose un poco más por encima del agua, mirando al otro con el ceño fruncido. Estaba algo ofendido al ser amenazado con ser pescado como un pez cualquiera pero al mismo tiempo, al aterrado, porque estaba seguro de que el Matsuno de rojo estaría dispuesto a cumplir con sus palabras y el de amarillo solo terminaría por ayudarlo. Podían ser muy tercos cuando querían. -¡No puedes pescarme así nada más!-
-¿Eso es un reto?- sonrío y el de azul hizo gestos agresivos, solo para obligarse a si mismo a respirar y tranquilizarse. Termino por hacer un puchero, murmurando algo entre dientes como un niño regañado o algo así y se movió para acercarse a la orilla de mala gana, chillando cuando Jyushi se adelanto para rodearlo con sus brazos y prácticamente sacarlo del agua con una sonrisa alegre.
-No debiste hacer eso- miro al de amarillo con preocupación al ser dejado sentado sobre la arena, pudiendo notar la ropa mojada del menor, a quien no parecía molestarle para nada eso.
-¡Traje más ropa!- parece orgulloso de si mismo y el de azul se permitió suspirar con cierto alivio, solo para tensarse cuando levanto la vista, encontrándose con los ojos de su único hermano mayor que lo estaba analizando en silencio. Se sentía raro ser observado.
-Vaya, si eres un pescado gigante- tarareo con asombro, aunque al mismo tiempo, parecía encantado y Kara podía no tener pelaje pero hizo algo parecido a erizarse, con las aletas a cada lado de su cabeza enderezándose.
-¡Soy un tritón!- lo miro con el ceño fruncido, los ojos brillando con una advertencia ligera y mostrando los dientes en un gruñido que logro hacer al otro retroceder. -Tonto Aniki que me llama pescado, sus revistas pagaran el precio- pensó para si mismo, ignorando tanto las miradas fijas como la arena que se pegaba a su piel, cerro los ojos y se concentro en hacer que las escamas retrocedieran. No era un proceso largo volver a verse como humano pero rayos, la arena le picaba de una manera muy incomodo entre más piel aparecía. -Necesito un baño- bufo, moviéndose con más libertar ahora que tenía sus piernas, aceptando la toalla que el de amarillo le extendió y levantándose para poder cubrir su vergüenza. -¿Les importa?- hizo un gesto hacia sus hermanos, tomando la mochila, esperando que al menos fueran capaces de darle la espalda.
-¿Ahora quieres ser decente?- Oso bufo, con Jyushi escondiendo su risa tras sus manos. -Te hemos visto desnudo y como para recordártelo, todos tenemos lo mismo-
-¡Somos sextillizos!- recordó el de amarillo con una gran sonrisa.
-¡Solo denme la espalda, carajo!- ellos ríen, divertidos y burlones, pero obedecen y el segundo mayor termina por vestirse, aunque se da cuenta de cierto detalle. -Estos no son mis pantalones- se los acomoda con expresión confusa y pensativa. Puede sentir la diferencia de cierta manera, no son ajustados como a los que se acostumbro, este es elastizado y un poco más suelto pero aun así, muy cómodo si debe ser sincero. Rebusca más en la mochila, como para asegurarse de que no saco el incorrecto y termina por sacar otra prenda, una campera cuyas mangas son notablemente amarillas y no azules. -Esto tampoco es mío- acomoda sus zapatos y tropezando un poco, debido a que la arena se hunde bajo sus pasos, se mueve para pararse frente al par. -¿Y mis cosas?- tenía su remera, sus calzones, sus medias y zapatos pero lo otro no era suyo. Ellos se miran, dudosos, como si estuvieran pensando si responder o no.
-Bueno, lo que paso fue que...- Oso hizo su gesto más típico, pasando su índice por debajo de su nariz y metiendo la mano libre en el bolsillo de su buzo en una pose llena de nervios notables.
-...los gatos de Ichimatsu Nii-san usaron tus cosas como caja de arena- Jyushi termino por decir, haciendo una mueca y Kara tardo unos segundos en entender, lamentándose con tristeza.
-Mis cosas~- sollozo sin poder evitarlo. Era bueno que mucha de su ropa más nueva y la favorita estuviera bien escondido en un rincón de la casa de Chibita, quien le dejo guardar eso allí por seguridad, pero aun así, parte de su guardarropa estaba arruinado con las desgracias de los gatos. Supuso que eso era una forma de venganza de parte del Matsuno de violeta al no poder hacerle daño en su ausencia. Eso significaba que Ichimatsu estaba tan enojado como había esperado.
-No te preocupes- el de rojo se apresuro a decir. -Mamá lo castigo. Lo esta obligando a lavar todo, a mano, y lo tiene bajo estricta vigilancia para que no pueda arruinar más tus cosas- bufo. Había sido muy divertido al decir verdad, ver al de violeta arrodillado en el suelo del baño, obligado a frotar y enjuagar la gran montaña de ropa que sus gatos habían arruinado, con su madre parada al lado como una especie de guardiana, cuya mirada gélida lo mantienen allí y en silencio, sin atreverse siquiera a maldecir.
-Como sea- Kara no quería volver a la casa y enfrentar la ira o el miedo de cualquiera de los hermanos. Iba a hundirse en el agua en cuanto pudiera y no saldría hasta que todo estuviera más calmo o sus hermanos decidieran pesarlo, lo que sucediera primero. -Vamos, Dekapan debe estar esperándome- si tenía suerte y terminaba todo lo más pronto posible, podría correr como alma a la que persigue el diablo y lanzarse de cabeza al agua para alejarse todo lo posible. Al diablo con enfrentar las consecuencias de su actuar, era un cobarde y un Nini, podía huir tranquilamente.
-¡Desayuno primero!- el de amarillo salto y avanzo con los brazos extendidos, el segundo mayor chillando al ser repentinamente alzarlo, aferrándose a la tela de la ropa del menor y sin poder quejarse cuando este básicamente avanzo con grandes pasos, dejando al de rojo atrás en el proceso.
-¡Espérenme, malditos!- el mayor no dudo en correr, intentando alcanzarlos.
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