Quemado #11
Espero que les guste~
Nota: Me faltan dos hermanos. Solo dos hermanos
Karamatsu tarareo para si mismo una melodía al azar, pasando sus manos por el pelaje anaranjado de Esper que se acurruco en su regazo hace unos minutos, su espalda apoyada contra la de Ichi, quien estaba abrazando sus rodillas contra su pecho y parecía dormitar, incluso en esa posición incomoda. Era extraño pensar que antes no podrían haber estado así, haciéndose compañía mutua, sin que uno este al borde de arrancarle los ojos al otro o algo así pero el cambio es bueno. Ichimatsu aun es brusco y algo deprimente, es parte de su personalidad, pero puedes sentir su cambio, su intento por no soltar insultos sin pensarlo un poco mejor, luchando por ser más amble y sincero, tanto con los demás como consigo mismo.
Kara lo disfruta, con todo el corazón. Ama a su hermano y aunque lo adoraría de cualquier manera, agradece el cambio. Es bueno no ser una bolsa de boxeo para todos.
-¡Karamachu~!- y la puerta se abre, destruyendo la ligera paz que reino en la habitación. El de azul parpadea con confusión al ver a su único hermano mayor y moviendo su mano para rascar la barbilla del felino, mientras el de violeta abre los ojos para mandarle al mayor una mala mirada y gruñendo entre dientes. -¿Quieres dejar al gato deprimente y pasar algo de tiempo con tu Nii-san?- tiene una sonrisa extraña en su rostro, del tipo que es una clara señal de peligro para las billeteras ajenas.
-No me gusta apostar- el gato revela lo que pasa por la mente del segundo mayor, algo que realmente no es un secreto.
-¿Quien dijo que íbamos a apostar?- enarco una ceja, hundiéndose un poco en su lugar ante la amenazante y oscura mirada que su hermano de violeta le estaba mandando. Había una clara y silenciosa advertencia en esos ojos que amenazaban con quemarlo con su intensidad, "no la cagues". Además, Kara no lucia para nada convencido, enarcando una ceja en su dirección. -Bien, sin apostar- saco los monederos que había encontrado, uno rosa y el otro verde como siempre, dejándolos a un lado de momento. Ya luego podría buscarlos. -¿El parque es mejor?-
-No lo sé, Aniki- duda, sabiendo que podría llamar demasiado la atención y no de la manera en la que esta acostumbrado. Prefiere toda su vida que la gente mirara su ropa brillante y deslumbrante a que se fije en sus cicatrices si deber ser sincero.
-Yo también iré- Ichi hablo, ignorando el puchero del Matsuno de rojo y centrando su atención en el de azul, que parece relajarse un poco más en su lugar. -A veces hay gatos allí, puedo alimentarlos mientras hablan- el segundo mayor asintió, un poco más tranquilo. Por mucho que no quisiera abusar de la buena voluntad de sus hermanos y su actitud intimidante, estaba aliviado porque si Jyushi o Ichi estaban con él, era suficiente como para que la gente no lo viera.
Ah, el hermano que se deleitaba con la atención ocasional por su exagerada forma de vestir ahora prefería pasar desapercibido. Cree que hay una ironía en eso.
-¡Vamos!- se levanta con más animo. El parque era uno de sus lugares favoritos, ansiaba poder ir una vez más y tocar su guitarra solo por gusto pero primero, sus dedos tenían que dejar de dolerle al apretar las cuerdas. Sus callos se habían ablandando con las cicatrices. -¿Esper?- le extendió el gato a su hermano, quien se levanto y lo miro de reojo, negando con la cabeza.
-Quédatelo, creo que puede ayudarte más a ti que a mi- hizo un gesto, avanzando mientras el segundo mayor dejaba al felino por un rato para ponerse pantalones largos y su buzo. -¿Lo ibas a llevar a apostar?- se paro junto al Matsuno de rojo, enarcando una ceja, logrando verse decepcionado de cierta manera.
-¡Apostar siempre me anima!- hizo una mueca al darse cuenta de como sonó eso, sintiéndose algo avergonzado. -Si, si, si. Veo las fallas en mi lógica- acepto, agitando la mano en un intento de que eso quedara en el olvido. -¿Y tu eres un sacrificado que viene con nosotros?- esta vez, él enarco una ceja, curioso y algo burlón.
-Agradece que soy yo y no Jyushimatsu- bufo, metiendo las manos en el bolsillo de su buzo. -Él te golpearía si la cagas, yo solo te arrancare los ojos en ese caso- se permite sonreír, sádico y oscuro, mostrando esos extraños colmillos suyos que a veces aparecían y una frialdad en sus ojos.
-Entendido y anotado- no puede negar que un escalofrió recorre su espalda.
El camino es algo extraño. Mientras Kara se entretiene arrulla y acaricia al gato que parece disfrutar de la atención extra teniendo en cuenta su ronroneo, Oso e Ichi parecen estar teniendo una conversación silenciosa con solo mirarse. Hay amenazas claras de parte de uno y un intento ansioso de tranquilizar las cosas por parte del otro. Aunque, al llegar al parque, el de violeta se aleja para encontrar gatos y deja al par para que hablen pero se mantiene a la vista. Los mayores se sientan en una de las tantas bancas, el de reojo tan ansioso que en realidad frota sus manos contra su jean en un gesto nervioso que el segundo mayor no a visto hace mucho tiempo.
-Aniki- llamo, sonriendo con cierta diversión al verlo sobresaltarse. Era extrañamente divertido ver al usual desinteresado y vago Osomatsu tan ansioso por una charla importante, casi quería reírse pero de momento, no lo hizo. -¿También quieres disculparte?- su miedo esta mucho más calmado después de todo, se siente más tranquilo ahora, en especial teniendo a dos hermanos de su lado. Es una sensación rara, tener hermanos de su lado, pero en el buen sentido.
-¿Soy tan predecible?- lo miro con los ojos bien abiertos, un poco aliviado de que el otro rompiera el silencio entre ambos que se le hizo muy incomodo por unos horribles segundos.
-Jyushimatsu dijo que todos buscan la manera de disculparse conmigo- hizo un gesto, ganándose un maullido en forma de reclamo por haber detenido sus caricias. -Supuse que, como ni Choromatsu o Todomatsu se me acercaron, tu lo ibas a hacer- se encogió de hombros, pasando una vez más su mano por el lomo de Esper, quien se estiro y pareció acomodarse un poco más en su lugar, dispuesto a una siesta de seguro.
-Oh, tiene sentido- hizo una mueca, sin haber esperado haber sido tan obvio pero bueno, así no más era su suerte. -En todo caso, realmente lo siento- es un poco difícil de decirlo, no se a disculpado en años si debe ser sincero, pero se esta esforzando, como todos sus hermanos. -Soy el hermano mayor, se supone que debo cuidar de todos pero...tu...ocupaste ese lugar tan bien. Te encargabas de ayudar a Totty a volver a casa, de que Choro hiciera todas sus tareas y no se distrajera con sus revistas, ayudaste a Ichi a hacer amigos y luego a darse cuenta de su amor por los gatos ¡Rayos! Hasta ayudaste a Jyushi a encontrar su amor por los deportes- y eso eran solo algunas cosas que Kara había hecho en el pasado. -Eras tan buen hermano mayor que nunca tuve que hacer nada y...me volví un haragán- miro a su hermano menor, quien parecía pensativo. -No tome mi papel como el mayor, te deje hacer todo, y olvide que tu eras mi hermano menor. Debí cuidarte mejor- esperaba que su arrepentimiento se notara, estaba siendo muy sincero. -Lo siento, Karamatsu. Te mereces mejores hermanos que nosotros-
-Mejores hermanos o no, son lo que me toco- Kara tarareo, extendiendo su mano para tomar la ajena, Oso rápido en aceptar el gesto. Fue cuidadoso, un poco preocupado por las grandes cicatrices que podía ver y sentir bajo sus dedos, pero apretó tan fuerte como se atrevió, sin querer soltarlo realmente. Era la primera vez que en realidad tenía contacto con su hermano menor en semanas y ni siquiera estaba tenso, eso llenaba su corazón con algo cálido y lleno de cariño. -Los amo, incluso si son un desastre-
-¿Ves? Eres demasiado bueno- ah, Osomatsu tenía ganas de llorar de alivio pero de momento, se contuvo. -Gracias, Kara. Intentaremos no meter la pata otra vez- daría todo de si para que eso no sucediera pero no eran perfectos, eran un desastre, solo podían esperar que su siguiente error fuera un accidente tonto o algo no demasiado grave.
-Supongo que es todo lo que puedo pedir- le dio un apretón a la mano ajena y se quedaron sentados allí por un rato más, disfrutando de la presencia del otro.
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