Espero que les guste~

Nota: Si tienen alguna idea, díganmela ^_^

Los hermanos aterrizaron en una superficie dura con un gemido, haciendo una mueca. E ambiente a su alrededor se sentía pesado y tenso, por no decir algo frio. Empezaron a toser, lo que sea que estuviera en el "aire" de donde estaban, olía a humo y les hacia picar la garganta.

-Bienvenidos a la mente de Kara~- canturreo Kira, viendo como los hermanos tosían. -Ho...- hizo una mueca. -...lo siento, lo olvide- chasqueo los dedos, los hermanos jadeando al poder respirar repentinamente.

-Carajo...- gruño Osomatsu, levantándose con un gruñido, viendo de reojo que sus hermanos estuvieran cerca. Ellos también se estaban poniendo de pie.

-Wow...- miraron a su alrededor. Estaban en lo que parecía ser Akatsuka pero en una versión abandonada, como una ciudad post-apocalíptica que veían en las películas, con una niebla y el cielo absolutamente oscuro.

-Yo...- Choromatsu dudo por unos segundos. -...esperaba más brillo-

-Yo esperaba que su cara estuviera en todos lado- asintió Todomatsu.

-Este lugar se ve deprimente...- gruño Ichimatsu, mientras que Jyushimatsu se mantuvo extrañamente en silencio y mirando con los ojos bien abiertos el oscuro cielo.

-Siiii...este lugar no se veía así...pero...- ella se encogió de hombros, con una sonrisa triste en su rostro. -...esto es lo que pasa cuando todo se acumula-

-¿A qué te refieres?- el de rosa enarco una ceja, sin entender.

-Bueno...- pareció pensar en como expresarse. -...Karamatsu ha guardado muchos pensamientos tristes y sentimientos negativos a lo largo de los años, el pequeños "accidente de las peras" fue el colmo- hizo un gesto con las manos, mirando el cielo con un el ceño fruncido. -Como una burbuja que se inflo hasta el limite y reventó- miro a los hermanos, llevando las manos tras la espalda y jugando ligeramente con sus dedos, los Matsu se miraban entre ellos con tristeza y culpa, luciendo incomodos. -¡Oigan!- llamo su atención, logrando que la miraran. -Cambien esas caras tristes, tienen una oportunidad de arreglar todo-

-Cierto- asintieron rápidamente.

-¿Qué hacemos?- pregunto Jyushi, removiéndose en su lugar algo ansioso, ¡quería recuperar a su hermano de una vez por todas!

-Busquen a Kara y cuídenlo...- se sobresaltaron al escuchar una repentina risa resonar por el lugar. -...yo me encargare del demonio- gruño ella con el ceño fruncido.

-¿Como se supone que lo encontremos?- Ichi enarco una ceja, metiendo las manos en el bolsillo de su buzo.

-Solo sigan las voces~- dijo Kira con una sonrisa, para después desaparecer.

-¡¿Qué voces?!- chillo el de rojo.

-¡Vuelve aquí, loca!- gruño el de morado.

-Maldición...- bufo el de verde.

-¿Y ahora?- pregunto el de rosa, nervioso y algo asustado, la oscuridad del lugar le daba escalofríos.

-Karamatsu Nii-san...- se voltearon a ver al de amarillo, quien les daba la espalda y miraba a su alrededor. Los hermanos se mantuvieron en silencio por unos segundos, curiosos. -¡Nii-san!- empezó a correr sin siquiera pensarlo, ignorando a sus demás hermanos.

-¡Jyushimatsu!- corrieron tras él sin siquiera pensarlo. A los pocos segundos, entendieron la razón por la cual su hermano corría, podían escuchar murmullos lejanos e inentendibles. Mientras más avanzaban, la culpa y las ganas de detenerse aumentaban. Los murmullos se convirtieron en susurros y luego en voces perfectamente entendibles llenas odio, que decían insultos y le deseaban la muerte al Matsu de azul

-Somos nosotros...- pensaron todos con una mueca, reconociendo las voces que estaban siguiendo. Notaron que Jyushi se detuvo y ellos se detuvieron a su lado, viendo con los ojos bien abiertos la escena frente ellos: había versiones oscuras de ellos cinco, sus frases sonaban mescladas al hablar todos juntos y estaban rodeando a una pequeña figura de buzo azul acurrucada en el suelo.