Estafa.

Robo.

Abuso de confianza.

Engaño.

Había tanto que trataba de asimilar, pero era imposible.

El dinero que habíamos recaudado, había desaparecido una parte y como yo era la organizadora de todo y mi nombre estaba en todo esto, fui señalada culpable.

Se habían recaudado más de 25 millones de dólares en todo el evento y solo había llegado 15 millones a la cuenta asignada para el recaudo y la que pagaría todo el proyecto. Un hospital público, medicinas y alimentos para una de las principales ciudades de África. Un donatario, que pertenece a la ONG, se encargaría de recibir el dinero y hacer uso de él, pero no llegó todo el dinero recaudado.

Me estaban acusando a mí de hacer uso de ese dinero, puesto que no aparecía y yo no sabía qué hacer. Traté de buscar a Julia, quien era la que me ayudaba con las cuentas, pero su móvil estaba apagado. Luego me tocó buscar a un abogado que se encargará del caso y demuéstrale mi inocencia.

―Desaparecer esas semanas sin comunicación y no dar tu localización complicó todo―Dice mi abogado.

―Pero yo solo me tomé un descanso de todo esto. Además, no me desaparecí, Julia sabía dónde estaba y como comunicarse conmigo.

Como me había perdido durante tres semanas se empezó a divulgar que era para esconder el dinero robado. Que las autoridades y varias personas trataron de localizarme y eso me hace más sospechoso. Por más que explique que el lugar donde estaba no había cobertura, nadie me creía y lo peor es que Julia aún no aparecía.

No estaba en el departamento y lo que me sorprendió cuando fui a su habitación era que sus cosas también habían desaparecido.

¿Qué estaba pasando?

No sabía si Julia estaba bien o mal, mi mejor amiga debía estar asustada con todo esto. Menos mal que solo me señalaban a mí y no a ella, pero estaba desesperada por saber cómo estaba. Una notificación llamó mi atención.

―Tenemos una entrevista con Julia Garibaldi, la supuesta mejor amiga y asistente de Tara Realy. La influencer que en este momento es acusada de robo y estafa después de haber organizado un evento y que parte del dinero recaudado haya desaparecido. Bienvenida Julia, ¿Cuéntanos cómo te sientes?

Es una entrevista, un programa de chismes y Julia está sentada ahí con la cabeza agachada y su rostro lleno de lágrimas.

―Un poco mejor―Dice ―Aunque la verdad es que no puedo evitar sentirme culpable de todo lo que pasó.

― ¿De qué te culpa Julia?

―Fui... yo quien le dio la idea a Tara sobre hacer esta presentación, de recaudar fondos para la ONG―Hipa limpiando sus lágrimas ―Nunca pensé que las cosas terminarían así.

―Tú no tuviste la culpa, ¿Después de todo tú no tomaste ese dinero, o si? ―Pregunta el presentador.

― ¿Qué? ¡No, como cree! ―Dice alterada ―No tengo nada que ver con lo que hizo Tara, ella es la que maneja todas las cuentas. Yo simplemente me encargo de ser su asistente.

¡¿Qué?!

― ¿Crees que ella lo hizo? ―Le pregunta.

―La verdad es que me cuesta creer que ella haya sido capaz de hacer algo así―Pausa ―Pero los hechos dicen otra cosa.

Mi corazón se aprieta sintiendo la falta de aire mientras las lágrimas bajan por mi rostro. No puedo creer que Julia está diciendo prácticamente que soy culpable cuando ella sabe que no lo soy.