Pasamos un fin de semana increíble.

Hicimos senderismo, escalamos y la mayor parte del tiempo nos la pasamos desnudos, haciendo el amor en cada superficie o rincón dentro y fuera de la cabaña.

Cocino para mí y lo hice para él. Reímos y hasta lloramos contando nuestras vidas. Nos quedamos mirando sin decir una palabra, transmitiendo todo lo que queríamos decir. Definitivamente, fue el mejor fin de semana de mi vida.

La nostalgia llegó cuando debimos volver a la ciudad. La mayor parte del viaje lo hicimos en silencio, cuando llego a mi departamento me ayudó a bajar las cosas y subió conmigo. Le había prometido a Yoli que lo haría cuando volviéramos y quería conocer en persona el lugar donde vivía.

Se volvió un poco tenso cuando empezó a preguntar por la seguridad del lugar. Le dije que no debía preocuparse, puesto que mi hermano vivía con nosotras y eso incrementó sus ansias por subir.

Al llegar encontramos el departamento vacío, sentí un poco de decepción, puesto que quería que conociera a Alejandro. Cuando vimos que ninguno de los dos estaba, Christopher no perdió el tiempo y me levanto como saco de papas para llevarme a mi habitación y encerrarnos con seguro para hacer el amor.

La despedida fue lo más difícil que he podido hacer, tanto él no se quería ir y yo por supuesto no quería separarme de él.

Cristo vivía a 4 horas de distancia y debía seguir manejando. No quería que le cogiera la noche, así que lo acompañe a su camioneta para despedirme de nuevo.

No sé cuántas veces lo habíamos hecho, solo sé que no queríamos soltarnos.

Al final se tuvo que marchar con la promesa de volver. Me llamó en todo el camino, prácticamente estuvimos hablando mientras él conducía con la alta voz. Cuando llego a casa después de un baño seguimos con nuestras videollamadas. Mi hermano y mi amiga habían llegado y yo los había ignorado por estar hablando con mi novio.

Así fueron pasando los meses y Christopher y yo teníamos una relación muy estrecha. Hablábamos día y noche, algunas veces llegaba a mitad de la noche y nos encerramos en la habitación y a primera hora desaparecía para seguir con su trabajo.

También nos escapábamos a algunos lugares o volvíamos a la cabaña, pero esta vez no salíamos de ella.

Seguíamos con nuestro trabajo, era una odisea cuando él tenía que viajar a otras ciudades o países para cumplir compromisos. Yoli y yo habíamos empezado a facturar, varios patrocinadores y propietarios de establecimientos nos invitaban para poder recomendar su lugar.

Lo peor vino 8 meses después de haber empezado nuestra relación, Julia había hecho un comentario de querer participar junto con Cristo en varios proyectos. Mi novio me había dicho que su representante había tratado de contactarlo varias veces para llegar a un acuerdo y este se había negado. Lo peor es que mi ex amiga había empezado a hacer comentarios haciendo que sus seguidores empezaran a acechar a Cristo día y noche y eso hizo impedirnos ver juntos.

Mi novio estaba desesperado, había semanas que no habíamos podido ver, puesto que ambos viajamos y cuando quedamos en vernos un grupo de chicas empezaron a perseguirlo donde él fuera. También los medios de comunicación amarillistas estaban detrás de él tratando de averiguar si Cristo tenía alguien, puesto que habían llegado varios rumores de que él andaba en una relación y esto había hecho que no nos pudiéramos ver.

Él seguía con la idea de querer decirle al mundo entero que yo era su novia y esto había traído nuestras primeras discusiones, puesto que me negaba a hacerlo.

Me había pedido que nos fuéramos a vivir juntos, por su puesto me había negado y ahora él estaba enojado conmigo porque no quería avanzar en la relación y ya él no quería estar a escondidas. No sabía qué hacer, nuestra relación estaba avanzado muy rápido y no quería que las cosas se complicaran entre nosotros.

― ¿Ya hablaste con él? ―Pregunta Yoli entrando a mi habitación.

―No. No hemos hablado desde esta mañana.

―Que mal todo esto―Se sienta a mi lado y toma mi mano ―Ten paciencia que las cosas se van a arreglar.

―No lo sé, ahora con todo este embrollo del acoso nos hemos distanciado. Él piensa que con decirle al mundo que soy su novia van a dejar de perseguirlo y podemos seguir mejor con nuestra relación.

―Quizá sea una buena idea.

―No lo es―Me levanto y dejo mi laptop sobre la mesa ―Christopher no entiende que aún no estoy preparada para que todos lo sepan y sé muy bien que él va a salir perjudicado de todo esto.

―Debes dejar de pensar en eso, puede que sea diferente y recibas más apoyo.

―Tampoco quiero eso, no quiero que mis logros sean por él. Quiero hacer esto por mí misma.

―Estás siendo egoísta y lo sabes―Se levanta ―Es mejor que lo pienses bien. Espero que no termines perdiéndolo por tus miedos, ese hombre realmente te ama―Sale cerrando la puerta.

¿Estoy siendo egoísta por querer protegerlo?

Son muchas cosas que pasan en mi cabeza, lo peor es que por estar tanto metida preocupándome por los problemas de mi relación he descuidado la mía y no puedo seguir así. Voy a cumplir un año y solo he ahorrado 1 millón y debo apresurarme, puesto que el tiempo se acaba y al terminar los 3 años de haber salido de prisión si no pago vuelvo a la cárcel.

Eso es otra cosa que me ha estado matando. El dinero.

Cristo se ofreció ayudarme y volví a negarme, esto lo tenía que hacer sola, no podía dejar que mi novio gastara un dineral por mi culpa.

Camine por la habitación sin saber qué hacer, todo se estaba viniendo abajo. Lo único que quería era ponerme a llorar y desaparecer.

A veces me pregunto si haber empezado una relación con Cristo fue buena idea.

En la noche, cuando me llamó y vio mis ojos hinchados por las lágrimas que derrame en la tarde, me preguntó qué porque había llorado. No quise decirle que era por nuestro distanciamiento, solo le dije que estaba preocupada por el dinero y de nuevo discutimos cuando me negué aceptar el suyo.

― ¿Pero por qué eres tan terca? ― Jala su cabello desesperado ―Quiero cuidarte, déjame hacerlo.

―Es mi problema Cris, no el tuyo. Tengo que salir de esto yo sola, no quiero tu ayuda ni la de nadie.

―No hay nada de malo que quiera ayudarte, eres mi novia.

―Tu novia, más no tu obligación.

― ¡Dios! ¡Eres tan obstinada!

―Pues si no te gusta ahí está la puerta―Digo sintiendo un nudo en la garganta.

― ¿Qué? ―Abre sus ojos y me mira sorprendido ―No estás hablando en serio.

Mis ojos se llenan de lágrimas.

―Hablo muy en serio ―Miento ― A veces me pregunto si es mejor que nos demos un tiempo y solucionar nuestros problemas aparte antes de decidir qué hacer con nuestra relación.

Se queda en silencio, uno que me está matando. Quiero retractarme, pero no lo hago.

―Si eso es lo que quieres―Dice antes de colgar la llamada.

¿Qué acaba de pasar?

Me quedo mirando la pantalla donde está una fotografía de los dos abrazados.

Dejo el móvil a un lado y me hago ovillo en la cama para empezar a llorar sintiendo el corazón destrozado.

No sé en qué momento me terminé durmiendo hasta que siento una pequeña caricia y un beso en mi hombro. Me levanto sobresaltada y me doy la vuelta para encontrarme a Cris mirándome con los ojos hinchados. Parece que también ha estado llorando y sin poder contenerme me lanzo en sus brazos.

―Perdóname, no quise decir eso―Digo entre lágrimas.

― Lo sé amor, por eso no pude evitar venir a tu lado―Acaricia mi espalda y cuando levanto mi rostro veo lágrimas en sus ojos ―Por favor no me dejes, no podría vivir sin ti.

―Te amo.

―No más de lo que yo te amo.

Nos besamos y entre besos y caricias la ropa desaparece. Hacemos el amor y nos quedamos abrazados entrelazando nuestros cuerpos. Al otro día nos quedamos en cama haciendo el amor y cuando salimos de mi habitación mi hermano lo saluda con un abrazo.

Cuando Cris y mi hermano se conocieron de inmediato congeniaron y no hacía más que conversar. Mis padres y hermanos pequeños también lo conocen y lo adoran.

Yoli me sonríe mirándome sobre mi hombro y sigue preparando el desayuno.

―Pensé que necesitan fuerzas después de perderlas anoche―Murmura, mi amiga.

―Dirás toda la noche, por poco no me dejan dormir―Dice mi hermano en tono de burla y mis mejillas se calientan.

―tú no dormiste porque estuviste ocupado haciendo otras cosas―Rueda los ojos Yoli antes de dejar un plato para cada uno en la mesa ―En fin, ¿Ahora que va a pasar entre ustedes?

―No quiero hablar de eso―Digo queriendo no pensar en una nueva discusión.

―Bueno, lo que sea. Nos llegó un nuevo correo y necesito que lo leas―Me pasa la Tablet y señala con el dedo.

― ¿Qué es eso? ―Pregunta mi hermano.

―Es una invitación―Digo y observo que nos ha invitado a Yoli y a mí a un evento de Influencer.

―Yo también la recibí―Dice Cristo masticando los huevos ―Me llegó ayer, pero con todo lo que estaba pasando ni cuidado le di.

―Es la invitación del año ―Dice Yoli enseñándome la información que ha buscado por internet ―Dicen que han invitado los mejores influencers de la red y que será como una especie de reality donde debemos hacer unas pruebas y competencia entre nosotros.

―Yo escuché eso la otra vez―Dice Cristo ―Es un evento importante.

―Y el ganador se lleva una gran suma―Murmura Yoli y empieza a comer ―No solo es dinero, es patrocino de las mejores marcas y de seguidores haciendo que ganes más dinero. Todos los participantes ganan algo, ¿Tú vas a ir? ―Le pregunta a Cris apuntándole con el tenedor.

―Si mi chica va, yo voy.

― ¿Y entonces? ―Esta vez me pregunta a mí ― ¿Vamos?

―No lo sé.

―Va a estar Julia, creo es que es el mejor momento de arruinar a esa perra.

―Destrozarla, dirías tú―Dice mi hermano.

― ¿Nena? ―Cris toma mi mano y me mira con preocupación ―Si no quieres ir, no vamos.

―Creo que mi hermano y cuñada tienen razón―Yoli sonríe porque adora que le diga cuñada ―No voy a esconderme más. Es hora de enfrentarme al mundo y dejar de ser una cobarde.

― ¿Entonces les dirás al mundo que estás con Cristo? ―Pregunta mi hermano.

―No, eso debe mantenerse en secreto.

― ¿Pero por qué? ―Cris se sobresalta.

Pienso un momento antes de decir las palabras.

―Lo mantenemos en secreto por el momento. Cuando termine el programa, si deseas decirle al mundo entero que soy tu chica, está bien. No quiero que esto sea un motivo para seguir discutiendo contigo. Te amo y eres lo único que me importa.

Mi hermano y mi cuñada sonríen. Cris se levanta y se disculpa con nuestros acompañantes antes de llevarme cargada hacia la habitación y así demostrar lo feliz que está con mi decisión.

¿Estaré lista para ver a Julia después de haberme metido en la cárcel?

Realmente no sé qué va a pasar, solo sé que esta vez no dejaré que nadie vuelva a pisotearme. Le demostraré al mundo que yo sí puedo.