―Hola.

Me quedé unos minutos mirando mi móvil y no obtuve una respuesta. Como no se encontraba en línea supuse que estaría ocupado, guardé mi móvil en el bolsillo y seguí comprando las cosas y decidí volver a mi departamento.

Desde que se mudó Yoli he pensado conseguir algo más grande, para las dos. Mi amiga duerme en el sofá y es un poco incómodo, ahora más que mi hermano se la pasa en el departamento con nosotras deberíamos pensar en algo amplio. Al llegar no los encuentro en ningún lado, dejó las cosas en la cocina y voy a mi habitación.

Un baño no caería mal.

Ingreso al baño del pasillo y me doy una ducha ligera antes de ponerme algo cómodo y sentarme en la sala para ver alguna película. No tengo ganas de ver las redes ni mi móvil, así que lo dejo a un lado y empiezo a buscar algo en Netflix.

Es increíble esta plataforma, antes de ingresar no existía y ahora hay un montón de partes donde puedes ver películas sin tener que ir al cine.

Escogí una serie de comedia, estaba tan sumergida que no me di cuenta de que mi móvil estaba sonando la entrada de un mensaje hasta que escuché varias alarmas.

-Hola, me alegra que me hayas respondido.

- ¿Cómo estás?

-Disculpa por no haberte respondido al instante, estaba un poco ocupado.

- ¿Estás?

Me quedo mirando el mensaje antes de responder.

-Hola, yo estoy bien ¿Y tú?

-Hola. Pensé que me ignorarías de nuevo ☹

-Yo estoy bien y me alegra que tú también lo estés.

- ¿Cómo has estado con todo esto?

Me muerdo el labio sin saber que responder, la verdad es que me cuesta un poco volver a confiar en las personas.

-Bien, llevando todo muy bien.

...

-Me alegra saberlo, sé que es difícil volver a empezar, pero es muy valiente de tu parte lo que estás haciendo.

-Como te dije en un principio creo en tu inocencia.

- ¿Qué te hace pensar eso? No me conoces.

-Lo veo en tus ojos, dicen que los ojos son la ventana del alma.

- ¿Lo leíste en alguna parte?

-En un libro 😊

-Imagino esos libros de autoayuda.

- ¿Puedo decirte un secreto?

-Sí, puedes confiar en mí.

Un poco hipócrita de mi parte cuando yo casi no confió en él.

-Me gustan los libros de romance.

-Vaya, es un gran secreto. Que no se den cuenta tu público o estarías acabado.

-Por eso debes mantenerlo en secreto, mi reputación no sería la misma.

Río con fuerza como hace mucho no lo hacía.

- ¿Qué tipo de libros o autoras lees?

-Romance, drama y...

- ¿Y?

-Erotismo.

-Vaya, eres todo un pervertido.

-Acabas de darme un golpe bajo ☹ no podré superarlo.

-Es broma, no te lo tomes así.

-Si supieras lo que leo dirías degenerado.

- ¿Entonces eres pervertido y degenerado? 😊

- ¿Has leído Megan Maxwell?

- ¿La reina del porno literario?

-Cuando lo dices de esa forma duele.

-Es broma.

-Si, bueno, la verdad es que me gustan sus libros, también de E.L James, Elizabet Benavent, J. Kenner, Milk, Jimena Páez, entre otras.

-Wau, sí que eres degenerado.

-Jajajaja

-Nunca nadie me había dicho así.

-He leído algunas de esas autoras, son muy buenas. Pero también me gusta Lynne Graham, Emma y otras que ya ni recuerdo.

-Son muy buenas.

- ¿Qué otras te gusta leer aparte del erotismo?

-Como te dije leo, drama, romance y comedia.

-Interesante.

- ¿Y tú qué tipo de lectura te gusta?

-Me gusta lo mismo, aunque no he vuelto a coger un libro, en la cárcel no hay mucho para leer y menos van a tener este tipo de lecturas. Lo digo por los eróticos, ¿Te imaginas a esas mujeres calientes? No, gracias.

-Jaja sería una locura.

-Totalmente.

- ¿Puedo preguntarte algo?

-Dime.

- ¿Fue duro? ¿La cárcel? No me imagino como debió ser, imagino que fue un infierno todos estos años.

- ¿Me creerías si te dijera que me fue bien? Conocí personas maravillosas, la cárcel no son como lo pintan. Bueno, no en el patio donde estaba. No había criminales peligrosas, algunas estaban por algún error que cometieron y otras bueno, si debían pagar sus penas. Pero encontré amigas que cuidaron de mí y me integraron en su grupo haciendo que la situación fuera más llevadera.

-Vaya, eso debió ser una experiencia única. Me alegro de que no te haya ido tan mal.

-Gracias, lo curioso es que en la cárcel pude hallar amigas verdaderas, no como cuando estaba libre.

-Me alegro mucho, también vi el video de Yoli y por la forma que te defiende es porque hiciste algo realmente grande para ella. Estas personas son las que están dispuestos a todo por ti.

-Me sorprendió mucho que haya hecho algo así, nadie me ha defendido después de todo lo que pasó.

-Yo te defendí.

- ¿Qué?

-Lo hice, cuando te culparon hice un vivo y hablé de que creía en tu inocencia.

- ¿Lo hiciste?

- ¿Quieres ver el video?

-Claro.

-Espera un momento.

Llega un video y él está con su cabello desordenado, varios mechones rubios caen en su frente y la cámara lo enfoca bien.

Muchos me han preguntado sobre qué es lo que pienso sobre Tara. Bueno, opino y creo en su inocencia, ella no sería capaz de hacer algo así, no necesitaba ese dinero. Todo lo que ella ganaba lo donaba y eso dice mucho de ella. Me hubiera gustado conocerla en persona, ser su amigo y lamento todo lo que está pasando en este momento. Ojalá el mundo hubiera más personas como ella que dan todo por los demás. Lamentablemente, fue culpada y juzgada por algo que no cometió. Muchos me preguntan ¿Cómo estás seguro de su inocencia? Pues lo veo en sus ojos, ella es un ángel que lo único que hizo fue ayudar a los demás. No sé quién o quienes fueron están detrás de todo esto, pero sé que tarde o temprano todo cae y estas personas algún día deberán pagar por lo que hizo. Hicieron que una persona inocente fuera señalada de esta manera y enviada a la cárcel no tiene perdón. Estoy seguro de que muchos estarán en contra de lo que digo, pidieron mi opinión y es lo que le estoy dando. A los influencers que no han hecho más que echarle leña al fuego y ensuciar el nombre de Tara, déjenme decirles que no valen nada. Espero que algún día vuelva a ser libre y que muchos vuelvan a creer en ella como lo haré yo siempre.

Observo como mira fijamente la cámara.

Tara no necesitaba robar nada, ella era la reina de las redes y sé que volverá algún día y volverá a tener su corona si así lo desea. Creo en ti.

Mi rostro se empaña por las lágrimas, mis manos tiemblan mientras reproduzco una y otra vez su video. No puedo creer que él haya hecho ese video cuando ingrese a la cárcel.

¿De verdad me defendió de esa manera?