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﹅ Capítulo O2.

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Cuando entra a la preparatoria con las galletas en mano, se detiene y quiere darse la vuelta y ver si está presentable para el alfa de ojos azules y es que Jaehyun siempre luce guapo, con lo que sea que use, pero siempre se pone camisetas algo anchas o sudaderas con jeans negros algo sueltos y siempre tiene cabello revuelto y cayendo por su frente. Y él solo está dudando de lo que lleva puesto ahora mismo, siempre combinando con el día de San Valentín. Lleva unos jeans rojos vivos, una t-shirt blanca y en la parte superior derecha tiene bordado un corazón rojo, sus cabellos se mantienen quietos e impecables y se ha puesto un poco de brillo de labios y rubor. Lo único que puede pensar en estos momentos es que tal vez fue demasiado o incluso fuera de lugar. Toma unas respiración recordando que se viste para sí mismo y no para nadie, aunque sea para el mismísimo Jaehyun, con eso en la cabeza mira el contenedor con las galletas esperando que sigan igual de crujientes que el día anterior y que sean los suficientemente buenas para que le guste al alfa.

A pesar de que está emocionado y feliz al hornearle postres al alfa que le gusta y en el fondo cortejándolo, está demasiado nervioso que está caminando despacio para hacer más tiempo. No quiere acobardarse y echarse para atrás, quiere hablar con Jaehyun, saber las cosas que le gusta hacer y conocerlo más y sobre todo hornearle postres. Su mirada recorre el aula buscando a Jaehyun, unos segundos después lo encuentra sentado en un extremo del aula mirando con aburrimiento su teléfono. Sonríe triunfante al ver que casi no hay nadie todavía, no quiere que los demás lleguen a burlarse. Sin esperar más tiempo, con pasos dudosos y el corazón latiéndole a todo lo que da, se planta frente al castaño.

Se lleva una mano detrás de él para enrollar un pelo en su dedo nervioso sin saber que decir a continuación. Es un omega social, divertido, amable y extrovertido, pero ahora parece que cada una de esas cosas se esfuman tan pronto como el aroma a cítricos entra por sus fosas nasales y lleva a su omega al borde de la felicidad ronroneando y queriendo estar en contacto con el alfa.

Baja la mano tomando con fuerza el contenedor y está a punto de aclararse la garganta y saludar con amabilidad, pero se queda quieto algo asustado y nervioso cuando el alfa alza su mirada, tal vez porque su aroma ha delatado frente al alfa. Recibe un par de cejas fruncidas, un recorrido completo y un aroma fuerte. Posiblemente fue una mala idea o tal vez sus inseguridades están entrando en acción.

—Hola, Jaehyun—logra decir ignorando sus miedos y deja salir esa frase con emoción.

Después de todo, no todos los días actúa en contra de lo convencional y corteja a un alfa.

—Oh, hola, Doyoung—El alfa luce confundido—¿Necesitas algo?

Y ahí está, ese paso que necesita para extender el contenedor con las galletas, pero sus manos no responden y se queda quieto buscando algo que obligue a sus brazos moverse. Se centra en el color de los ojos del alfa y del aroma a cítricos frescos lo envuelve, eso fue algo que lo regresa a la realidad y da unos pasitos más cerca, lo más cerca que puede, si no fuera porque la mesa entre ellos estorba, extiende el contenedor.

—Yo hice estas galletas—carraspea orgulloso de haberlo horneado— Mira son de chispas de chocolate y estas son de chocolate y menta, sinceramente esas últimas son mis favoritas. Yo en realidad lo hice para ti. Yo mismo lo decoré y horneé.

El alfa alza una ceja entre confundido e impresionado. Por supuesto que lo está, no todos los días viene un omega con postres en la mano ofreciéndoselas. Doyoung solo espera que las acepte, sino tendrá que volver a su lugar con el corazón roto y cero ganas de comer las galletas. Ama hornear para las personas que más quiere y una de esas personas es este perfecto alfa. Doyoung da un paso hacia atrás llevándose las manos hacia atrás con la expectativa de que el alfa diga algo, lo que sea. Está más nervioso cuando un par de alumnos entran al lugar y les echan un par de miradas curiosas.

—No sabía que horneabas—Jaehyun sonríe tomándolas entre sus manos, tocando con delicadeza el lazo que envuelve el contenedor y los sticker de corazón.

Dios, si Jaehyun no se da cuenta de lo que intenta decir y hacer, está completamente ciego. Él ya era demasiado obvio con lo que siente, que este era el límite.

—Sí, me gusta mucho hornear—se le salpicó de rosa sus mejillas y está temblando ligeramente—. Lo he hecho desde pequeño, ¿a ti te gusta hornear?

Jaehyun suelta una risa negando varias veces. Doyoung desvía la mirada esperando un: eso no es algo que los alfas hacen. Sin embargo, no vino, lo cual lo hace sonreír. Más perfecto no podía ser este alfa. Doyoung quiere sentarse a su lado o pasar las manos por el costado de sus ojos, justo encima donde se marcan las arruguitas que se forman cuando ríe o sonríe tan genuinamente.

—No para nada, soy desastroso en la cocina—alza los hombros—. Ni siquiera los he probado, pero lucen demasiado bien ahí. Tienes mucho talento.

—¿Eso crees?

—Sí—Jaehyun lo mira divertido—. Parecen compradas sinceramente, pero conociéndote sé que eres un omega talentoso y amable que no me sorprende que tengas tantas habilidades. Quisiera tener aunque sea alguna de esas habilidades.

Si Doyoung ya ha caído por completo por el alfa de olor a cítricos y ojos azules, este es un nivel más allá del enamoramiento, posiblemente no existe, pero lo siente de esa manera. Su pecho se infla de amor y su omega aúlla de felicidad al recibir bonitos y múltiples halagos de parte de Jaehyun. Esas palabras las va apreciar toda una vida y guardar en el fondo de su alma. El orgullo de haber logrado dejar el miedo detrás lo hacen sentirse más valiente y más suelto en estos momentos.

Deja escapar una risa por lo último con las mejillas encendidas y la manía de mover los pies cuando está nervioso se hacen presente. Sabe que Jaehyun tiene muchas habilidades que él nunca lograría, pero que diga eso lo hace sentirse valioso y orgulloso de sí mismo, más de lo que ya lo está.

—Tú eres bueno en muchas cosas—murmura por lo bajo antes de ver cómo Jungwoo entra y lo mira sorprendido, pero caminando hacia su lugar de siempre. Regresa la atención en Jaehyun—. Espero que te gusten las galletas, puse todo mi esfuerzo en ellas. ¿Hay algún postre que te guste? ¿O incluso te gustan las galletas?

Jaehyun sigue viéndose confundido y entiende por qué, pero no hace preguntas y para Doyoung está bien. El castaño tan solo tiene que conectar los puntos y darse cuenta él mismo, va a estar nervioso y al borde de una crisis nerviosa cuando se de cuenta de sus intensiones.

—Uhm, creo que no me desagrada ninguno, pero me gusta mucho los pastelitos—Jaehyun piensa.

—¡Bien! A mí igual—dice con un tono de emoción que no puede retener. Está feliz de estar compartiendo unos minutos con Jaehyun, hablando como si se conocieran por un buen tiempo. Solo han hablado como diez veces en todo ese año que han estudiado juntos, pero se siente como si se conocieran un largo tiempo.

Jaehyun le sonríe despacio, su aroma es atrayente y adictivo. No es un olor demandante, solo es fresco. Cuando se da cuenta de que el aula está llena, Doyoung deja escapar un puchero antes de dar otro paso hacia atrás triste de dejar su plática con Jaehyun, pero con la esperanza de que mañana pudiera llegar temprano y hablar más tiempo con el castaño.

—Debo volver a mi lugar—dice sonrojado—. Disfruta de las galletas, espero que te gusten.

—¿Qué te parece si en un rato las pruebo y te digo que tal?

—Sí, eso sería genial—Doyoung asiente con la esperanza de hablar un poco más con Jaehyun en unas horas—. Ten bonito día, alfa.

Deja escapar eso de sus labios y se inclina hacia adelante impulsándose con las manos sobre el escritorio y deja un beso en la mejillas del castaño, no se queda a ver la reacción del alfa tan solo baja la mirada dando pasos hacia atrás y camina hacia su amigo y dejándose caer en la silla a su lado con el corazón latiéndole con fuerza y las mejillas tintadas de rosas por todo su rostro.

Jungwoo se da la vuelta hacia él incrédulo y Doyoung no puede evitar cruzarse de brazos cuando se da cuenta de que Jungwoo no tenía fe en que iba hacerlo. Nunca creyó que iba a tomar el valor, cosa que hace que el omega sonriera con autosuficiencia y orgullo alzando la cabeza en alto.

—¿En serio le diste las galletas?—Doyoung asiente un par de veces—. Pensé que te echarías para atrás.

—Pues ya viste que no—dice—. Estoy dispuesto a cortejar a Jaehyun con postres. Ya sabes lo que dicen, la manera fácil de llegar al corazón de un alfa es por medio de la comida y a mí se me da tan bien la repostería.

Dirige su vista hasta el alfa. El castaño mantiene la misma postura y juguetea con la esquina de su teléfono mientras habla animadamente con Taeyong y otra omega de ahí, eso lo hace fruncir su nariz de molestia y que su olor cambie bruscamente. Sabe de una buena fuente que aquella bonita omega esta interesada en Jaehyun. Ella es bonita, ojos verdes más claros que los suyos, pelirroja y alta, aroma a menta. La omega es bonita, pero era algo grosera y chismosa, por lo que Doyoung ha visto. Sin embargo, eso no evita sentirse un poco celoso e inseguro, porque aquella omega habla más con Jaehyun de lo que él lo ha hecho.

No puede evitar pensar en que ella tiene más oportunidad de que Jaehyun se fije en ella que en él. Desvía la mirada algo decaído por sus pensamientos pero se centra en su amigo.

—Me alegro que lo hayas hecho—dice orgulloso Jungwoo envolviéndolo en un rápido abrazo—. Me encanta que no te de miedo nada ni el qué dirán. Eres un omega fuerte y especial.

Doyoung baja la mirada sonrojado ante tantos halagos el día de hoy. Nunca sabe cómo responder a esos halagos que ocasionan que se le infle el pecho de felicidad y orgullo y más si las personas que ama y quiere se lo dicen. Eso tiene un impacto mayor a que se lo diga alguien que no conoce bien o alguien extraño.

Él también está orgulloso de sí mismo por tomar esta valentía y más si pudo hablar más con el alfa que le gusta.

Se detiene de repente estando en el descanso, de unos veinte minutos, cuando el aroma de Jaehyun lo atrapa y lo guía hasta él, su mirada cae en el alfa, quien está sentado en una de las bancas mirando algo en su teléfono distraído mientras muerde una de las galletas que él ha horneado. Se lleva un dedo a la boca mordiendo la punta nervioso y con la necesidad de querer caminar hacia el alfa y saber de su día, de cómo le está yendo y si de alguna forma puede ayudarlo.

Alfa. Doyoung cierra los ojos y decidido camina con los mechones moviéndose por el aire y se acomoda sus jeans para lucir presentable. Se detiene al lado de Jaehyun tocando con ligereza y suavidad su hombro. El alfa alza la cabeza algo desorientado antes de dejar que una sonrisa se extienda por su rostro y deje caer la mitad de la galleta que esta comiendo en el contenedor. Se da cuenta de que aún no ha leído la pequeña nota que ha puesto ahí. Muerde su labio recordando lo que ha puesto en esa notita.

Espero que estas galletas sean lo suficientemente buenas para un alfa amable y atento como tú.

Disfruta las galletas y ten buen día, alfa.

Ahora que lo recuerda está entrando en un pánico pensando que tal vez fue demasiado y más la parte en que dice que es amable y atento y no es que no lo sea, pero no quiere que piense que lo observa, puede que lo haga unas veces, pero el alfa no tiene que saberlo tan pronto.

—Oh, hola de nuevo—Jaehyun alza la cabeza—. Oye tu cabello se ve más bonito hoy.

Doyoung se toca los mechones sonriendo por dentro al pensar que Jaehyun se fija en su cabello todos los días, se permite ilusionarse. Con confianza ya en el cuerpo, se desliza al lado de Jaehyun tomando una galleta y mordiéndola.

—Gracias, tu cabello me encanta—deja salir hundiendo sus dedos en el cabello del alfa. Está siendo demasiado obvio con sus sentimientos e intenciones, pero no le importa, Jaehyun puede decirle que le resulta incómodo y deje de hacerlo, pero aún no lo hace por lo que disfruta—. ¿Te gustaron las galletas? ¿Fueron crujientes y ricas?

—Sinceramente son las mejores galletas que he probado en toda mi vida, son crujientes y tienen un buen sabor.

—¡No exageres!

Jaehyun abre la boca incrédulo alejando la mano del omega de su cabello. —¿Me estás llamando mentiroso? Me creas o no, son las mejores que me probado en toda mi vida. Eres talentoso en esto.

Y con esa declaración Jaehyun captura sus mechones. Doyoung se siente un poco más enamorado y valiente.

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