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Capítulo 3





Min Yoongi, no dejaba de lado su peculiar sonrisa, ajustó su camisa pulcra y sin una sola línea de arruga y portó con seguridad su tarántula en su hombro sin mencionar que el arácnido trepaba a su cabeza una vez Yoongi quitará su paraguas de la cabeza.

Durante tres días en la institución, se dedicó a conocer los pasillos, la cafetería y otros salones donde impartían clases extra curriculares. Dando paso a su siguiente número en su listado mental, el cual era involucrarse en algo que fuera bueno y eso era  el tocar el piano.

Mientras caminaba, era inevitable no presentir su aura oscura entre los demás alumnos creando murmureos sobre su persona y lo peor de todo es que este no era bienvenido en ninguna parte. Pues los lobos, le cerraban las puertas o era tratado con repudio cada que el vampiro se acercaba de manera amistosa para preguntar donde estaban las aulas en donde impartían sus clases. Simplemente le daban la espalda y lo trataban como algo que no existía  o algo que se ganara unas risas burlonas.

Sin embargo, Min creía que las burlas eran un sentido de amistad y que se reían  con él, más no de él.

A veces lograba captar las indirectas groseras y simplemente se alejaba acariciando su tarántula.

Como aquella vez que un lobo le dijo: "aléjate"

Bueno en realidad, su indirecta había sido lo demasiado directa, pero Min comprendido que los alumnos estuvieran de mal humor dado a que los exámenes es estaban a la vuelta de la esquina. Por lo tanto, era algo normal el que lo siguieran evitando, ¿no es así?. Pero para no perder más el tiempo preguntando a su compañeros llenos de amor y ética, esta vez llevaría con él el mapa que su tío Namjoon se robó de la oficina directiva y pueda orientarse a pesar de recorren el campus enorme.

Y aunque Min Yoongi sintiera el gusto de las tristeza acorralar su cuerpo, era más que obvia la decepción de no encontrar aquel lobo de orejas negras puntiagudas. Pues, en cuanto lo miré, el vampiro se declarará enfrente de todo mundo llevando acabo los libros dramáticos de amor que ha leído. No podría esperar más para verlo, moría de nervios con solo imaginarlo y tendría lista la daga qué regalaron justa para auto empujarla directo al corazón si lo llegara a rechazar.

Y mientras Min caminaba mirando soñadoramente el mapa, tal vez fue por ello que no logró captar la presencia de un par de ojos qué desde lo lejos lo admiraba con cierta curiosidad y que cuando pasan el vampiro de largo de su presencia algunas cuestiones llegaron a él.

—No sabía que un nuevo vampiro llegaría a la escuela. —habló para si mismo, dado que su mejor amigo estaba con la cabeza metida en el casillero y no escuchaba.

Park Jimin, sacó su cabeza del casillero y le otorgó una amplia sonrisa al mostrarle el libro que buscaba. Seokjin formó algunas señas diciéndole acerca de la nueva criatura que se encontraba en la escuela. El lobo hizo otra señas y Jin le ofreció su pequeña libreta qué siempre cargaba con él al no entender lo que decía. Jimin sin problema la tomó y escribió.

Jin frunció su ceño leyendo.

–"Dicen mis padres que son peligrosos, que comen carne y beben sangre. Pero me alegra que al fin alguien le haga compañía a Jungkook" —terminó de leer.

Jin abrió su boca entendiendo y asintió.

—Me alegra bastante también, pero creo que es mejor que estemos alejados de él. —jimin entendió las señas de una y asintió.

Park Jimin, era el claro ejemplo de amabilidad. Jamás veía nada raro en otras criaturas y se la pasaba sonriendo a pesar de algunas críticas ignorantes de su discapacidad. El lobo, no lograba escuchar y por lo tanto, su voz es un misterio, pero solo Seokjin ha sido algunos de los beneficiados en escuchar sus vagos gemidos y quejas inconscientes.

Ambos lobos iniciaron la caminata rumbo a su aula al cerrar el casillero de Jimin.

Ambos sonreían silenciosamente mientras conversaban de igual manera. Algunos  estudiantes  remarcaban sus cejas ante lo complejo que es el lenguaje de señas, pero a su vez, se preguntaban como un lobo tan atractivo fuera un discapacitado y, de no ser por ello, Park Jimin se convertiría en el mejor partido de la escuela.

Siendo hijo de los candidatos a la presidencia del país más prospero, tecnológico y número uno en entretenimiento, lo han hecho lo demasiado popular entre opiniones en contraste como lo era la lástima y lo espectral de que existiera un lobo con falla de audio y vocal. Aunque algunos, pasarían por alto su discapacidad, por el simple hecho de la bendita genética que perfeccionan sus piernas, y su torso tonificado marcando sus músculos pulcramente a pesar de su uniforme.

Seokjin y Jimin tomaron asiento una vez llegaron a su aula, sacaron sus cuadernos y el libro de ejercicios matemáticos. Jin bufo hastiado de los numero a penas los vio, durante día y noche ha tratado de estudiar, pero este se le complicaba con demasía. Sin embargo, Jimin lograba entenderlo de manera básica, aunque de vez en cuando tenga fallas en los ejercicios.

Jin rascó su cabeza un tanto desesperado y confuso. Pero el golpe en el pizarrón llamó su atención.

Las clases de matemáticas eran realmente complicadas, pero lo volvía un caos cuando Kim Taehyung se presentaba entre el alumnado provocando demasiados nervios y gritos internos, algo que solo ocasionaría un artista del medio musical.

—No es lindo... —los susurros llenaron el salón en emoción.

Taehyung, tomó asiento enfrente de Jin, y aunque Seokjin lo viera directo sin rechistar, ambos se ignoraron. Jimin logró notar las miradas intensas de ambos hermanos, sin embargo solo se obligó a ignorar y fingir que no existía aquella tención entre ellos. 

Jin cortó una hoja de su libretilla de apuntes que usaba con Jimin y escribió rápidamente. 

"Es un pesado, no le hagas caso y no dejes que te moleste. Tiene la capacidad de un perro, y eso un perrito es mas lindo que mi medio hermano."

Jimin negó sonriendo y apretó su labios al darse cuenta que Jin no mostraba el chiste en su recado. Park tomó su bolígrafo y se propuso a escribir.   

"¿Acaso nunca se perdonaran? Creí que ya no pensaban en el pasado" 

Jin ladeó su cabeza y viró sus ojos cansado, pero aun así, comenzó el seguir escribiendo. 

"Es un rencoroso, si no fuera un imbécil otra historia se habría escrito, pero ese ya no es mi problema, no pienso el seguir rogando por su perdón. "

Jimin leyó y mordió su labio inferior dando por entender que ya no seguiría con el tema. Aunque, Seokjin le entregó otro papelito a Jimin. 

"Después del ensayo de castigo de nuestra maestra. Recueda que debemos exponer sobre el tema de guerra eterna. ¿Iremos hoy al paramo? "

Park frunció su ceño recordando el día que fueron a escondidas al paramo lleno de barrotes y púas. Suspiró un tanto disgustado al tener que volver a caminar tan lejos, pero tampoco le disgustaba la idea de conocer un poco mas acerca del mundo de los vampiros. 

Pues aquel día fue la primera vez en el que había visto un vampiro a lo lejos. Aun recuerda el aura oscura que a pesar de estar detrás de los barrotes, su mirada penetrante y aterradora lo podría presentir a través de los lentes oscuros.  Nunca alzó su mirada por el miedo que lo acechaba, pues la sonrisa alargada solo indicaban que los vampiros de verdad eran monstruos, pero la verdad, es que Park Jimin jamás creería eso, aunque no quiere problemas con su familia ahora que su lado conservador no permite el tan siquiera hablar de los vampiros y mas teniendo un padre  que apuntaba a ser el próximo presidente. 

Sin embargo, Park Jimin tampoco fingiría que al ver de reojo al vampiro quedó impresionado por imaginar una belleza sin igual, aunque no le conste en confirmarlo. 

Seokjin lo movió de su hombro y pasó una mano frente a su vista y este le hizo señas esperando la respuesta de su antigua pregunta. 

Park asintió y le volvió a sonreír divertido, por notar el gesto berrinchudo de Seokjin.  

[...]

Las horas habían pasado, Yoongi no había hecho ningún amigo, pero su mascota fue el tema de algunos compañeros al no despejar la mirada de su peludo amigo. 

Min mordió la manzana y formó un gesto de desagrado. Pero desde que entró se había hecho la idea de que tendría que aceptar la comida entre los licántropos y,  esta era demasiado variada, desde las frutas y verduras, así como carne de animales de campo. Algo con lo que no ha estado acostumbrado, pues la necedad de sangre de alguna forma lo perseguía, nada que no puedo solucionar si es que encuentra una rata de campo o a un ciervo. 

Muchas veces, los vampiros han sido catalogados como personas irracionales y neandertales por su salvajismo al comer, pero la realidad era que la necesidad de sangre era por el simple hecho de que ellos no tenían la suficiente sangre fluyendo en su cuerpo, y la razón por la que duraban tanto es por la jovialidad de la sangre pura y sin coagular.

Yoongi nunca ha asesinado a ningún animal, solo toma la necesaria para sobrevivir algunos días sin problema, pero esta vez su boca se hizo agua al notar el jugo rojo de las mesas de a lado. Su cabello se torno gris, pues la frustración de no obtener sus antojos lo irritaban de manera pacifica. 

Sus compañeros, se impresionaron apenas notaron el cambio en el cabello y fue exactamente la curiosidad que los llevo a pasar a un lado de su hombro con miradas fijas sobre él, Yoongi por su parte dejó su tarántula sobre la mesa, Min trozó un pedazo de su bocadillo para ofrecerlo directo en las tenazas de la boca. 

—Sé que no te gusta, pero si no lo pruebas jamás lo sabrás rooni. —La tarántula dio un paso hacia atrás siendo una respuesta negativa.  —No podré buscarte algún insecto hasta llegar a nuestro cuarto, ahí hay las suficientes moscas para comer, pero aun me faltan cuatro clases... 

Yoongi torció sus labios cuando Rooni, dio media vuelta y se alejó. Min también soltó un suspiro al notar que su mascota siempre se ponía de mal humor cuando esta hambrienta, pero tampoco podría perder clase solo para alimentarla. Y es que, estando en casa nunca sufrió de los cambios de alimenticios. 

—¿A donde crees que vas? —La tarántula expandió sus ocho ojos al notar una mariposa blanca adentrase a la cafetería. 

Yoongi la tomó de vuelta a sus manos y dirigió su vista al insecto volador. Abrió ligeramente su boca al captar el antojo de su arácnido.

—Prometo que casaré cualquier insecto, pero por el momento tenemos que apresurarnos para ir a clases, no queremos que nuestros compañeros nos den la bienvenida dejándonos a fuera, ¿verdad?  

Min notó las pinzas de Rooni dar golpes. 

—Sé que estas de mal humor..., pero ya veras que todo mejorará. —Min sonrió positivo. 

Aunque talvez, su positivismo no duraría lo suficiente una vez fue empujado. Al caer de rodillas, sus lentes oscuros colgados en su chaqueta y su tarántula salieron volando al suelo. 

"¡Quitate monstruo!" 

"¡Que molesto son los vampiros!"

"¡Nunca debieron prohibir las hogueras!"

La bolita de alumnos acorralaron a Yoongi quien no prestaba atención a los comentarios, pues el acumulo de pies solo alarmaban el hecho de que Rooni estuviera entre tantas suelas de zapatos. Una vez fue aplastada y con demasiada suerte esta seguía viva, pero esta vez temió que su compañera un tanto torpe no supiera guiarse a un lugar diferente el que no sea su hombro.   

Mientras Yoongi estaba tirado en el suelo, Jimin no prestaba atención al hecho de que atrás de él un alboroto se formaba, sin embargo Seokjin si que lo hizo, pero su mirada se desvió al escuchar el sonido crujiente al pisar algo...

Jimin volteó una vez su almuerzo fue servido de la barra y le dio el frente a su amigo que se agachó para recoger los lentes oscuros. Park abrió su boca al notar el arácnido trepando por su espalda, la tarántula sobre salía gracias a sus pelitos delgados y grises. Jimin posó su mano en el hombro de Seokjin y este volteó de inmediato, pero Park le hizo señas de que no se moviera brusco, el cual su amigo obedeció sin saber porque. 

Jimin, no era particularmente miedoso a los insectos, pero su amigo sí que lo era y por ese momento temió por la vida de ambos seres de la naturaleza. Park entre inseguridad y dedos ansiosos tomó a la tarántula y se atrevió a mirarla un poco mas de cerca, hizo una mueca de horror al observar su cara un tanto fea y peligrosa. 

Seokjin que aun seguía agachado picoteó la pierna de Jimin buscando respuesta si ya se podría mover, Park bajó su atención a su amigo y asintió, una vez Jin se paró tomando entre sus dedos los lentes rotos, alzó su mirar al frente encontrándose a centímetros de la tarántula que Jimin sostenía queriendo mostrarsela. 

—¡¡¡Ah!!! —Seokjin gritó temeroso y dio un paso hacia atrás dramáticamente —¡Mata esa cosa, es horrible! —El lobo siguió gritando, y aunque Jimin no escuchaba sus gritos aterrados, dio carcajadas silenciosas al burlarse de las caras de Jin.

  

Jimin se acercó de nuevo Jin y este dio oro paso retrocediendo. 

—¡Ya suelta eso! —Jin por fin llamó la atención de los alumnos que se mantenían con Yoongi entretenidos con su cabello a un cambiante color rosa, que demostraba lo preocupado que estaba. 

Los alumnos voltearon y rápido acorralaron a los dos amigos, buscando maliciosamente quitarle la tarántula de las manos. Jimin al notar que se querían arrebatar, la salvaguardo pegándosela a su pecho y cubriéndola también con su otra mano, Park frunció el ceño y miró a todos lados evitando a sus compañeros. 

—¡Dile que nos entregué esa cosa! —Unos de ellos jaló el brazo de Seokjin.

—¡Esa cosa es del monstruo del vampiro nuevo! ¡¿Qué no sabe que no se permiten alimañas?! —Siguieron hablando.

Seokjin tragó saliva un tanto nervioso por verse en medio de la revuelta, pero también notó que su amigo no estaba dispuesto a soltar al insecto. 

—¡Dejen de molestar! —Seokjin infló su pecho —¡En un rato la pondrá sobre un pino y se ira! 

Sus compañeros murmuraron molestos. Pero de entre la multitud salió un grito:

"¡El vampiro me tocó! " 

Seokjin se apartó de igual forma que todos lo hicieron para dejar pasar al vampiro, quien no cambiaba de color de cabello, su preocupación seguía..., pero todos fueron testigos de como Min YoonGi, cambió su tono de cabello al azul tal como el cielo, pues el alivio llegó una vez vie la pata gris sobresaliente de los dedos de Jimin. 

—¡¿Qué?! —Algunos impresionados abrieron sus ojos al ver tal color brillante que contrastaba a la perfección con su piel. 

—¡Rooni, estas bien...! —Yoongi se apresuró y alzó su vista para encontrarse con la persona que lo resguardó.

Park Jimin abrió sus labios levemente y, Seokjin supo que no fue normal la impresión de su amigo al escuchar un leve jadeo inconsciente. Y como no hacerlo, su el calor corporal subió de tal manera que las mejillas de Park se tornaron casi de la misma forma que Yoongi tenía puesto el rubor color cereza. Sus orejas puntiagudas se desvanecieron y dieron un corto giro, mostrando la debilidad con la que su corazón lo remarcaba en energía.

Yoongi, un tanto colado por su insecto tardó en comprender quien sostenía su tarántula, pero la necedad de llorar lo embargaron inmediatamente, esta era la primera vez en la que Min suvizaba su contorno de sonrisa y sus ojos no eran siniestros, al contrarío, sus facciones eran discretas y sencibles al reconocer aquella barbilla perfecta  y labios prominentes. 

Y a Park Jimin, le encantaron aquellas facciones.

Era él... 

Era el amor de su vida. Cuya persona bebería su sangre apenas caiga en luna roja en el año. 

Min YoonGi, era una persona romántica y dramática, y fue por ello que de inmediato se arrodilló.

—¡Estoy enamorado de ti, se mi amor eterno! — gritó Yoongi. 

Todos cubrieron su boca al escucharlo y Jin golpeó su frente no creyendo lo que estaba viendo y escuchando. 

Jimin buscó a Seokjin confundido por notar al vampiro de rodillas. Pero entre nervios Park se agachó de igual forma deseando que Yoongi dejara de hacer eso, pues por primera vez experimento el sentimiento de vergüenza y ansiedad al rededor de la gente.

Park, quitó la tarántula de su pecho y abrió ambas palmas dejando ver a la tarántula, pues probablemente el chico pálido es lo que deseaba. Jimin le ofreció una sonrisa amistosa cuando Yoongi alzó su mirada, al mismo tiempo que Rooni brincó directo a la cara de Min y la cual caminó directo a su cabeza de color rojo. 

"¡Que asco!" 

Algunos se atrevieron a hablar y otros se espantaron por la campana sonante que alertaba el termino del receso. Jimin, tomó de los hombros al pálido y lo ayudó a pararse. Yoongi no entendió porque no le daba una respuesta concreta ante su petición, pero tampoco contaba de que la parte valiente de Jimin se atreviera a acomodar un mechó rojizo detrás de su oreja. 

Seokjin jaló del brazo de Park y se lo llevo dando largas y rápidas zancadas, pero Jimin no dejaba de sonreír y mirar al vampiro que ante el coqueteo se quedó completamente hipnotizado. 

Kim y Park una vez saliendo de la cafetería, corrieron a su aula  ambos rieron en diferentes tonadas. 

....



editaré las faltas de ortografía al terminar. 

recuerden que lxs quiero.

ALICIELITO.

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