Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Cinco

— No, Norman no tiene 👑 virus.

— ¿No podemos jugar con Norman? — Mamá acaricia mi cabeza, con su gran, y frágil mano, con esa cálida sonrisa que me alegra el día. ¿Fue mala idea jugar en la nieve? Pero fue tan divertido.

Todos nos lanzamos bolas, hicimos muñecos, y ángeles. Norman la pasó muy bien, y ayer se veía feliz, ¿Porqué ahora está tan débil?

— Cuando se recupere. — Está enfermo. Me pregunto porqué siempre se enferma, ha de ser muy aburrido. Y triste.
Siempre se la pasa en la enfermería, tan solo, ¡Pobresito! sin poder jugar, o hablar. — Por ahora, no pueden entrar a la enfermería. — ¡No! Yo quiero jugar, y ver que Norman esté bien.

— ¡Sííí! — Yo no estoy de acuerdo.

Giro mi cabeza, Mamá se aleja a paso lento, la mayoría le sigue. ¡Bah, aburridos! La diversión está cuando Norman, Ray y yo estamos juntos. ¡Inseparables!

Bajo la mirada, Ray leía calmado apoyado en la pared. ¡Si, así es! Ray, Norman, y yo, siempre juntos. En las buenas, — ¿No te irás con ellos? — o en las malas.

— Deberías entrar, no te enfermarás. — ¡Buenas noticias! Ray siempre es inteligente.
— ¡Oh! ¿En serio? — Asiente.

Observo pensativa la puerta, antes de escabullirme, giro la perilla poniéndome de puntillas, ¿Mamá estará cerca? Espero que no, ¡Me va a regañar si se entera!

Ray vuelve a su lectura, ¿Él no vendrá conmigo? Tal vez sea un súper poder, ¡Como las heroínas de los cuentos! El poder de no enfermarse, ¡Qué poderosa sería! ¡Qué poderosa soy!

No fue difícil llegar hasta donde estaba Norman. Él miraba el techo con la mirada perdida. ¡Lo sabía, está tan triste! El pequeño paño en su frente no evitaba que viera el arqueamiento de sus cejas.

¡Le daré una buena sorpresa!

— ¡Ahh! — ¡Funcionó! En cuanto salí de mi escondite, su rostro de tristeza se esfumó.

— ¡¿E-Emma?!
— ¡Vine a jugar! — Apoyo mi peso en el colchón, ¿Eh? ¡No está feliz en absoluto! Solamente tose, intentando no contagiarme.
— ¿Po-Por qué? No puedes entrar aquí.
— Es que siempre te enfermas, te quedas solo. Es triste.

( . . . )

— ¿Y bien? ¿Cómo está? — Ray se levanta del suelo en donde antes leía ameno. Al frente de la enfermería, en el pasillo, ambos esperábamos recibir buenas noticias de nuestro mejor amigo albino. ¿Qué más podíamos hacer? No teníamos poderes para ayudarlo.

Desde que despertó lo vi mal, creí que se había levantado con el pie izquierdo, pero el colapso que tuvo en el jardín asustó a todos. Ray, con su rostro ya no tan serio, más preocupado que todos, me ayudó junto con Don a cargarlo, y luego Mamá se hizo cargo. — Pueden estar tranquilos, es una fiebre, pronto se le pasará,  por ahora, me quedaré a-

— ¡Nosotros lo haremos! — Sé que interrumpir es de mala educación, ¿Cuantas veces me lo han dicho? Pero no puedo, quiero ayudar, y no puedo quedarme afuera sin hacer nada.

Fiebre alta, o baja, Norman está enfermo. ¿Cuantas veces me ha cuidado él?

Atrás mío, Ray me respalda dando un firme movimiento de cabeza, ¡Juntos siempre! Eso es lo que pienso, pero no negaré que me sorprendió un poco.

Uy, estoy un poco nerviosa ahora. ¿No fui yo quien hizo el desayuno, junto con el azabache? Pero una mala comida no es causante de una fiebre... ¿Verdad? ¡Ojalá no sea la causante de este embrollo! — ¿Qué esperas? Andando. — "Parece que me desconecté un rato". Asiento, observo detrás mío, Mamá se alejaba tarareando una suave melodía, parece que confía plenamente en nosotros, porque se vé despreocupada. ¡Mejor para los tres!

Empujo la puerta puerta, y la cierro detrás mío una vez entro. Tan desolado, y, como acostumbro, era Norman el único allí. Tumbado en la cama, mirando el techo, con una suave sonrisa.

Sus ojos azules se dirigen a mi, mientras doy pasos rápidos, alegre hasta su posición. Doy mi mejor sonrisa para contagiarme mi buen ánimo, y funciona. Con sus mejillas coloradas me la devuelve apaciblemente. — ¡Tranquilo, Norman! Seremos tus enfermeros personales.

— Nos turnaremos para cuidarte. — Tras una breve sorpresa, el albino sonríe nervioso, quiere decir algo, — Después de todo, ya nos ofrecimos. Le dijimos a Isabella que no se preocupase, y ella no opuso resistencia. Está completamente a favor. — Por suerte Ray siempre está adelantado. — Emma te cuidará a hora, iré a relevarla. Nos vemos más tarde. — Él me observa, y yo lo único que hago es una pose militar. "Déjalo en mis manos" quiero exclamar, pero su suave sonrisa me dice que no es necesario.


-------

Este año 2021 intentaré actualizar más seguido xD

¡Sin más que decir, feliz año nuevo!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro