Frente al espejo admiraba sin poder moverse, su larga y fina figura, su piel blanca y su pecho marcado que subía y bajaba desesperadamente a causa del nerviosismo que le recorría la piel...

Lo sentía...

Podía sentir y oír su pesada respiración en su cuello, podía sentir sobre cada célula de su ser su penetrante mirada y como esta le recorría con descaro, podía sentir sus manos sobre sus hombros y su cuerpo acoplándose al suyo...

Pero... No lo podía ver...

Por más que intentaba, por más que abría y cerraba los ojos y volvía a recorrer su figura reflejada en el espejo no podía mirarlo, ladeaba la cabeza y era solo lo que podía articular, estaba atrapado, sin saber qué hacer, sintiendo una y otra vez a ese ser...

Lo escucha...

Su risa en su oído, su ronca voz entrando por cada filamento de su oreja hasta toparse con su tímpano y deshacerse en su mente y siente... de nuevo, aquellas manos, no las ve pero su porcelánica piel comienza a marcarse a tornarse roja, como si de verdad... alguien lo tocase...

Pero... sigue sin verle...

Por más que le ruega a sus ojos, estos no responden y en su memoria, como un eco tormentoso y escurridizo aparece su nombre... Saga... Saga.... Saga... y se pierde junto a su risa, a esa que puede oír con una distorsionada claridad.

Lo aspira...

El nauseabundo olor a azufre recorre sus fosas nasales, su cuerpo permanece inmóvil, mientras comienza a perder la poca conciencia que aún resalta de su lánguido y tiste semblante mental que colapsa sin que se dé cuenta, sin que pueda hacer algo al respecto.

Y aún no lo ve...

Todos sus intentos son inútiles, todo lo que piensa lleva su nombre y carece de imagen, es como si solo fuese humo en sus pensamientos... y lo siente de nuevo, lo que cree que es su rostro está cerca del suyo, su frialdad se palpa, su maldad se oye, sus acciones se respiran...

Lo prueba...

Amargo... como el cianuro, como el limón, como el desaliento de una esperanza arrebatada, de una ilusión asesinada, de una promesa incumplida... y él, cierra los ojos, espera paciente, lo sigue sintiendo, sigue atrapado en el abismo de las mortuorias manos de aquel ente...

Y por fin... lo ve....

Abre los ojos y su reflejo aparece... belleza abismal... la maldad le susurra... la frialdad le acaricia... la acidez baja por su esófago... la pena recorre sus pulmones y su pálida y solitaria figura es lo único que ve antes de que aquel ente entre de lleno en su mente... justo antes de poder verlo otra vez.

😈❄
Yo que no quiero sacar a flote mis gustos por lo paranormal y me aparecen esos fan-arts...

Espero que les haya gustado, este también tiene un estilo muy distinto al que usualmente uso, estoy experimentando un poco con los estilos, aunque el que uso me hace sentir muy cómoda, no esta de más probar algo distinto. 

Dan R