11. En un café (Radamanthys x Ilias)
Fue en un café, una mañana de abril, donde sin pensarlo... te conocí.
Ahí iba él, adentrándose por primera vez a aquel local, con la mirada perdida y las emociones diluyéndose en los ruidosos pensamientos que hacían bullicio en su mente, en aquella mente que no piensa en nada más que en la monotonía de su aburrida existencia en aquello que podía llamar: vida; los ojos dorados se han pasado por todo el recinto sin percatarse de que más allá, en una de las mesas del fondo yace él: un hombre alto, quizá igual a él; de ojos hermosos y piel morena, de hermosos risos castaños y de una sonrisa tan bella que a cualquiera haría delirar.
Pero yace centrado en el ruidoso silencio de su mente que no da cuenta de que aquella belleza se ha perdido observándole, viendo como aquellas torneadas piernas se mueven en dirección de aquella otra mesa contigua a la suya, no se da cuenta que aquellos ojos le miran expectantes a sus actos, pero es normal, él está concentrado y no quiere hacer nada más que tomar una taza de café americano e irse de ahí de la misma manera en la que ha llegado.
Pero él no es así, aquel castaño de nombre Ilias se ha dado cuenta de que, en aquella dorada mirada que dice: peligro, hay muchos problemas y que quizá, lo único que necesita es una pequeña luz, una pizca de sol, una chispita pequeña, pequeñita, que le devuelva aquello que sin duda, ha perdido, y sin pensarlo dos veces, se levanta de su lugar, a paso lento va donde él y le mira con seriedad para despues darle una media sonrisa.
— ¿Puedo? — pregunta mientras señala la silla vacía frente a ese rubio, su respuesta es solo un movimiento de cabeza. — Gracias, ahora, ¿porque alguien como tu tiene esa cara?
Se indigna y le mira con una ceja arqueada — Así está siempre, no es como si pudiese cambiarla, además, eres un extraño, ¿Por qué me preguntas eso? — sigue con aquella expresión y a punto de lanzarle algo a la cara.
—Solo... curiosidad
Su acompañante niega con la cabeza, aquel extraño está haciendo algo que había querido desde hace mucho, lograr alejar sus ruidosos pensamientos de su mente y concentrarse en otra cosa, suelta un suspiro pesado y le mira de nuevo, algo en él le dice que quizá, esta vez será distinto o quizá, solo bueno mientras dure, como todo, pero aquello no lo acongoja, simplemente se queda ahí, hablando con aquel extraño que terminó no siéndolo.
Algunas sorpresas encontró en aquel hombre que apareció de improviso en su vida, quizá como aquella pequeñita chispa de electricidad que reanimo una parte que creía muerta de sí mismo, otras cosas le hicieron reír como nunca y otras más querer que la tierra se lo tragase, pero fuera de ello, todo fue hermoso y cuando volvió a caminar aquella senda de regreso, en su mente solo estaba aquella frase que has leído al principio:
Fue en un café...
🦁🐉
Esta es otra ship un poco extraña.
Espero que les haya gustado
Dan R.
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