La propuesta
Narrador Omnisciente
Londres, Reino Unido
2 de Septiembre del 2000
Empecemos contando que ha pasado los últimos dos años... Empezando obviamente por mi querida T/n...
La bella y linda T/n... Hoy en día tiene 19 años, han pasado dos años de la última vez que nos vimos y si pasaron cosas relevantes.
Ella sigue en una relación «Ahora estable» con Mattheo Riddle. Ambos hace un año y medio fueron a una especie de terapia donde por fin decidieron soltarse entre sí... Mattheo por su lado se fue de Londres y fue a Estados Unidos por casi tres meses, por su lado T/n siguió yenado a terapia y junto a la ayuda de su familia «Que ya no peleaban tanto» pudo superar y perdonar todo el daño que había sufrido a lo largo de su vida. En una ocasión Lucius, Narcissa y Draco fueron a una sesión en familia y por fin después de años todos los Malfoy estuvieron en paz, podrían estar al mismo tiempo en un lugar sin tratar de matarse.
Por su parte, Tom en ese tiempo seguía con la Familia Malfoy y todo parecía como hace años antes de la llegada de Mattheo, pero sin gritos o peleas entre los mayores de los Malfoy.
Ese mismo año, Mattheo regreso y «Para la sorpresa de todos» no había salido envuelto en ningún escándalo más allá del revuelo que causó su partida de Londres y de su ruptura con T/n.
T/n junto a Draco regresaron a Hogwarts y acabaron sus estudios con un promedio impecable. T/n con un 9.8 y Draco con un 9,7. Todo estaba volviendo a ser mejor poco a poco.
Cerca de Hogwarts «Por petición de Harry» hicieron un cementerio en honor a todo mago que hubiese muerto en aquella horrible batalla que empezó hace años. Los Diggory decidieron poner la tumba de su hijo, T/n de vez en cuando va a la tumba y siempre está repleta de flores, chocolates, cartas y fotos de su mejor amigo...
Aunque poco a poco dejo de doler como el primer día, había algo que seguía sin comprender y rodaba por su cabeza día y noche. ¿Por qué no pudo dejar que Harry tomara solo la copa de los tres magos?
Aún así ella de vez en cuando se topaba con Harry y seguía sin decir nada al respecto.
Como les comentaba, Mattheo regreso totalmente cambiado a Londres, y su llegada causó un revuelo.
Cuando por fin volvió a ver a T/n su... mirada era incomprensible.
Ambos hablaron por muchas horas, y para la sorpresa de todos no se escucharon gritos ni cosas romperse al transcurso de la plática.
Dejando de divagar mucho ambos se reconciliaron, dejaron todo atrás, los secretos, las mentiras todos lo dejaron atrás. Y empezarían de 0.
Mattheo le pidió permiso «oficialmente» a Lucius para salir con T/n. Y este acepto y claramente ella también.
Ha pasado más de un año de ese acontecimiento y ahora ambos tienen 19 años, casi 20.
Algo que omití es que Mattheo compro una pequeña casa a las afueras de Londres para el solo, pero T/n vivía ahí más que el obviamente.
Y bueno, sabemos a lo que venimos ¿no?
Restaurante Bolexier
2 de Septiembre
10:30 pm
Nuestro protagonista ya tiene todo a la mira y, clara-mente esta listo para todo lo que pueda pasar hoy.
Su bella dama llega con un lindo vestido negro, le llegaba a los tobillos y era realmente hermoso a ojos de Mattheo Riddle, pero bueno, ella podría estar en pijamada recién levantada y el la vería de igual manera.
La sonrisa que T/n planto en su rostro cuando vio a su novio fue una de las más hermosas que pude haber visto en ella en esto que llevo de narrador y no ha sido poco eh.
—Hola guapa.— Saluda Mattheo dando un beso corto en sus labios. —Estas hermosa.— le susurra en el oído causando un escalofrío por todo el cuerpo de esta.
Hablando de Mattheo y de vestimentas, el se veía como siempre, traje completamente negro y con algunas joyas por fuera.
—Tu también te ves muy guapo.— le alaga su novia mientras toman asiento juntos.
Los meseros los rodeaban con servicio cosa que no molestaba a T/n, pero la ponía de sospecha.
—Amo lo elegante, pero creo que esto tiene un transfondo.— argumenta levantando una ceja a dirección de su novio, el cual estaba tan nervioso que casi no prestaba atención a su alrededor.
Y así era, nada le importaba más que su pedida de matrimonio fuera muy buena y esto esperaba.
—¿Mattheo?— llama a su novio después de ver que no le presta atención.
—¿Mmm?
—¿Estás bien?— dice T/n preocupada, tocando su rostro. —Te ves pálido y cansado...
—Estoy bien...— trata de convencer a su novia.
—¿Seguro? Podemos comer algo en casa y dejar la salida para luego...
—¡No!— expresa exaltado, Dios como no sabe disimular. —Digo, estoy bien, muy bien...
—Okey...
***
Después de una larga noche de buena compañía T/n por fin decidió que era hora de irse.
—Aún te falta el postre.— altera Mattheo para que sus planes no se arruinen.
—Jaja muy graciosos.— toma la maña de su novio. —Si como algo más seguro estallaré.
Mattheo parecía tenso, pero reorganizó sus planes y decidió pedírselo de otra forma.
—Bien, vayamos a casa.
—Por favor.
Mattheo termina pagando quitándole el anillo rápidamente a su "camarero" que era un mortifago disfrazado.
***
No quería narrar esto, pero nos perderemos de la historia así que vamos.
Mattheo besa el cuello de T/n con lujuria mientras la respiración de T/n se agita.
—No voy a hacerlo mientras tu marioneta nos ve...— agrega T/n casi en un gemido.
—Ya casi llegamos...
T/n Malfoy
Azoto la puerta con mi espalda cuando Mattheo recarga todo su peso en mi mientras me besa con fuerza.
Dejo caer mi bolsa en medio de la sala mientras Mattheo baja mi vestido de un tirante, baja sus besos por mi cuello hasta llegar un poco más arriba de mi pecho.
Mi respiración se hace un desastre cuando siento un escalofrío llegar a mi cuerpo.
Quito el saco de Mattheo de su cuerpo y lo dejo regado por una parte de la casa.
Nos detenemos en la barra de la cocina cuando siento la erección de Theo casi estallar en su pantalón.
Bajo mi mano con cuidado hasta su cremallera y jugueteo con mis dedos sobre su pantalón.
—No me tortures...— me susurra al oído.
—Oh si que quiero hacerlo...
Quito mi mano de su pantalón y jalo su mano hasta la habitación.
Me sigue con rapidez y cuando llegamos cierra la puerta detrás de nosotros.
Se acerca a mi y me toma con fuerza atrayéndome a un beso salvaje.
Su boca invade la mía y es casi con desespero.
—Mattheo...— gimo en medio del beso.
—¿No querías torturarme?— pregunta agitado.
Sus manos viajan a los tirantes de mi vestido y con delicadeza los baja uno por un dejando besos húmedos por toda mi clavícula.
Niego con la cabeza mientras mi vestido cae por mis pies, dejándome completamente desnuda frente a él.
Siento que su erección está por estallar así que tomo la iniciativa y desabrocho cada uno de los botones de su camisa.
Posó una mano entre su entrepierna que lo hace casi jadear.
—Vamos Theo... Yo se que me deseas...— le murmuro en el oído.
Me toma con brusquedad del cabello y la atrae a unos centímetros de su boca.
—¿Quién no lo hace?
Su boca invade mi lengua en un beso corto, pero intenso.
—Pero tú no eres de ellos, ni de Max ni de Diggory, siempre fuiste mía.
Me vuelve a besar y esta vez muerde mi labio tan fuerte que la sensación metálica de la sangre se siente en el beso.
—Y siempre serás mía. Hoy, mañana, en un mes... en años. Siempre serás mía T/n Malfoy.
Lo empujó hasta la cama dejándolo recostado sobre ella.
Me subo en su regazo y me muevo en círculos aumentando la presión de su entrepierna que está dura.
—Y tu siempre serás mío, Mattheo Riddle.
Lo vuelvo a besar cuando de un movimiento el está sobre mi sin dejar de besarme.
Con su lengua en mi boca bajo las manos hasta su cierre y lo bajo on rapidez. Meto mi mano en su bóxer y dejo al descubierto su polla.
Me sigue besando mientras su miembro roza mi vientre.
Gimo en medio del beso y eso le da motivo suficiente para empezar.
Posiciona su polla en mi coño y sin delicadeza lo deja pasar sin previo aviso.
Gimo al sentir la sensación y me siento tan satisfecha.
Mattheo mete y saca su polla de mi sin delicadeza haciéndome gemir sin parar, arañó su espalda con tanto deseo que siento que estoy por venirme.
Atrapa mi pecho con su boca y con ayuda de su lengua roza todo lo pezon haciéndome el clímax.
Pongo los ojos en blanco del deseo mientras el pasa su lengua por todo mi cuerpo.
Siento que estoy por venirme y... justo cuando lo hago Mattheo vuelve a besarme.
***
No se que hora esa, y sinceramente no me interesa.
Siento el aroma a sexo en toda la habitación y el recordar todo simplemente me pone de buen humor en segundos.
Soy consciente de que es tarde y seguramente mi familia debe de estar muy preocupada.
No siento a Mattheo a mi lado así que supongo el se levanto hace un rato.
—¿Amor?— dejo las palabras en el aire cuando no obtengo respuesta.
Debe de estar en la cocina y no puede escucharme.
Me levanto de la cama y tomo una de sus tantas camisas negras de su armario, poniéndola en mi cuerpo.
Amarró mi cabello en un moño alta y descalza salgo de la habitación.
Al abrir la puerta siento el aroma a comida y eso hace que mi estómago se despierte.
Veo a Mattheo de espaldas, tiene un trapo de cocina en el hombro y está demasiado concentrado en lo que hace que no se percata de que estoy aquí.
Me acerco a él y rodeo su abdomen con los brazos.
El da un restringor, pero luego me sonríe al verme.
—Buenos días.— lo saludo.
Me acerco a su boca y dejo un beso corto en sus labios.
—¿Cómo estás?— me pregunta después de corresponder al beso.
—De maravilla ¿y tú?
—Estoy genial, siéntate ya casi está el desayuno.— me señala la mesa.
Camino hasta la mesa y me siento en una silla. Veo hacia la chimenea y veo que ya casi es medio día.
—Es muy tarde...— murmuro pensando en el regalo que mi madre me dará al llegar.
—Bueno no es como que hayamos dormido mucho.— dice con una sonrisita.
Me tapo la cara avergonzada, ¡Dios como amo a este hombre!
—Cállate.— niego con la cabeza aún con la cara tapada.
Escucho como se ríe al fondo y Dios mío.
Siento que alguien dejo algo frente a mi y cuando trato de abrir los ojos Mattheo me los tapa.
—Esta es la última sorpresa de hoy.— me avisa.
—¿Por qué me tapas los ojos?
—Porque es una sorpresa.
Siento que arrastra una silla a un lado mío y después se sienta sin quitarme las manos de los ojos.
Cuando quita las manos de mis ojos veo un desayuno frente a mi, aunque en si la comida no se ve, pues está, esta tapada por una especie de plato de metal.
Hay un tulipán blanco junto a un vaso con jugo de naranja.
—¿Mattheo?— el me observa con una sonrisa en su rostro que me hace sonreír inevitablemente.
—En verdad eres el mejor regalo qué este mundo pudo darme... No sabes como te amo con todo mi ser.— comienza con nostalgia. —Hemos pasado por muchas cosas, que ni la mitad de las parejas se imaginarían, pero el destino siempre nos trajo el uno con el otro... Siempre me guío a ti, y aunque al principio estaba tan asustado de amarte, al final supe que era lo único que hice desde que te vi ese 1 de septiembre con tu short y sudadera, completamente tú, sin falsedad o engaños, siempre fuiste tú en mi vida.
Su mano viaja a mi mejilla y la acaricia con delicadeza.
—Ha veces pienso que esto es solo un sueño y en verdad tu nunca te quedaste conmigo, pero hoy me di cuenta de lo mucho que te amaba... de lo mucho que tú importas en mi vida y nunca te quiero perder.— niega con la cabeza con los ojos cristalizados.
Una lagrima baja por mi mejilla mientras le sonrió encantada.
—¿Me escuchas? No quiero perderte, ni hoy ni mañana, ni siquiera en mil años, eres mi luz y siempre. Te amaré estemos juntos o no...
Antes de que termina su frase besos sus labios con alegría.
Nunca pensé que Mattheo se pusiera romántico por una cena, aunque debo admitir que lo amo muchísimo.
Siento como la charola de metal se mueve dejando ver lo que hay en el plato.
Llevo mis manos a mi boca cuando leo lo qué hay en el plato.
¿QUIERES CASARTE CONMIGO?
Siento las lágrimas salir de mis ojos con rapidez cuando veo a Mattheo de rodillas frente a mi con una caja de terciopelo rojo.
—¿T/n Malfoy me concederías el honor de ser tu esposo?
Abre la caja dejando ver dos anillos, ambos tienen los soportes cruzados con la idea de espinas y en medio de uno hay un hermosísimo diamante que sobresale por todo lo demás, en cada unión hay un pequeño diamante pequeño que hace ver con un toque ambos anillos.
Me quedo inmóvil en mi asiento antes de asentir con entusiasmo.
—Si quiero.— le digo con alergia.
Mattheo me pone el anillo y se para del piso.
Lo abrazo con entusiasmo cuando siento que por fin respira...
***
Estoy afuera de mi casa con una sonrisa que nadie me quita y un anillo que tampoco nadie me quita.
Entro a la casa sola , ya que Mattheo tenía unos asuntos de emergencia con los Mortifagos. Dijo que vendría al terminar y pues ajá.
Entro y lo primero que veo me hace dar un paso atrás.
En la sala principal están mis padres, Draco, Blaise, Tom, Ron y Steve el "mortifago" más cercano a Tom, pero ya es casi de la familia.
Me quedo quita cuando todos se levantan de sus asientos tensos.
—¿Qué?— preguntó haciéndome la que no se.
—¿Qué pasó?— pregunta Draco ansiosos.
—¿Pasó de que? Fuimos a cenar luego a su casa no hay nada de relevante en eso.
Veo como la mirada de todos recae al escuchar mis palabras.
—Oh si, también me pidió matrimonio...
Los ojos de todos de abren de par en par a mi declaración.
—¿Y...?
Levanto mi mano dejando ver mis anillos.
—¡En Horabuena!
Todos se acercan a darme un abrazo por mi compromiso mientras me hacen repetir los detalles de la pedida.
—Tú lo sabías ¿verdad?— le digo a Tom cuando se acerca a abrazarme.
—Claro que no.— sonríe con inocencia.
—Yo si lo sabía.— dice Draco quitando a Tom de mis brazos.
—¡Draco!— golpeó su hombro.
—¡¿Que?! Dijo que era una sorpresa
Vuelvo a repetir la propuesta y clara-mente omito ciertas partes, pero ellos nunca lo sabrán.
¿Verdad?
XXXXXXXXXXXX
No puedo creer que ya se vayan a casar 😭😭😭😭
Crecen tan rápido.
Hay más cositas, espérenlas
Los amo ❤️✨🛐
Navila Mikaelson.
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