T/n Malfoy

Camino escalera abajo hacia donde Max está. Estoy nerviosa sinceramente lo estoy... Pero me mantengo fuerte mientras mis guardias bajan conmigo.

—Está en completo silencio, no pregunto nada ni siquiera intento hacer algo.— informa el guardia a un lado mío.

—Era de esperarse...— es lo único que logró comentar por el resto del camino que no dura mucho.

Veo a Max sentado en lo que parece ser una silla cerca de la puerta. Su sonrisa se amplía a verme y se levanta a recibirme.

—T/n, querida ya te estaba esperando.— su tranquilidad obviamente me asusta por dentro, pero por fuera parezco despreocupada.

—Déjanos solos.

Los guardias cumplen lo ordenado sin refutar y rápidamente cierran la puerta que habíamos osado hace unos segundos.

—¿Empiezas tu o empiezo yo?— pregunta tomando asiento en la vieja silla.

—Ilumíname por favor.

—A decir verdad tú en un principio no eras parte del plan, por si lo desconocías mi madre me abandonó en el momento en que se dio cuenta que sería igual que mi padre, dejándome a mi propia merced.— relata un poco nostálgico. —En ese momento Paula que era una bruja y vecina nuestra se dio cuenta y fue a mi rescate, me llevo lejos de la sociedad mágica y muggle al darse cuanta que mi padre era Voldemort, me enseñó muchas cosas, tenia 5 años para ayudarme a comportarme antes que la maravillosa carta de Hogwarts viniera por mi. Cuando entre a Hogwarts prácticamente ya sabía todo lo que enseñaban, pero nunca está de más refor...

—No entiendo ¿Eso que tiene que ver con Mattheo Tom y yo?— alegó interrumpiendo su relato,

—A eso iba. Paula me había mantenido protegido de la mala reputación de mi padre y de la existencia de otros herederos Riddle. Hasta que un día cuando estaba en cuarto año... la noticia de la llegada del "Heredero Riddle" el siguiente año se esparció por todo Hogwarts y al regresar a casa para el descaso de fin de año me di cuenta que era verdad y al enfrentar a Paula me dijo todo. Reveló todo sobre Tom y la llegada a tu vida y en verdad estaba tan celoso.— Se levanta de la silla de manera agresiva. —Yo era su primer hijo el nombre que lleva el ahora mismo me correspondía a mi, la protección que le brindó a Tom y Mattheo debía de ser para mi también, pero no... Yo estaba en Hogwarts fingiendo ser otra persona solo porque el mundo no me vería como el verdadero hijo de Lord Voldemort.

Algunas cosas rápidamente cobran sentido mediante relata sus motivos, debió ser horrible ver que tus hermanos tenían todo y tú tenías lo mínimo.

—Mientras estaba en quito año ustedes entrar a primer año. Fue asqueroso ver a ese idiota no respetar el apellido Riddle, lo usaba a su manera de vez en cuando, no para que todos le mostrarán respeto o algo por el estilo, todo era malditamente malo.— explica mientras se acerca a las barandillas de su puerta. —Pero mi primera interacción fue en sexto año y es ahí donde entras tú... Cada día me los topa y me recordaba internamente que la vida tan lujosa y agradable que tenía debía ser mi y solo mía, en cambio el no honraba el apellido Riddle como yo lo haría.

—Pensabas despertar a Voldemort.— declaró rápidamente encajando cada pieza en mi cabeza. —Así el té daría un entreno agradecimiento y te reconocería como el único y verdadero heredero Riddle.

—Exacto pequeña.— alega divertido. —Pero hubo un pequeño fallo en mi plan...

—Yo ¿verdad?

—El día que Tom me molestó sentí tanta impotencia, después de robarme todo tenia el descaro de burlarse de mi.— niega con la cabeza decepcionado. —Pero tú saliste como un ángel a mi rescate. Desde ese momento me enamoré de ti, empecé a seguirte incluso después de graduarme. Cada día mi plan se acercaba y sabía que cuando Lucius volviera a los Mortifagos...

—Y se diera cuenta del aprecio de Voldemort hacia ti, y claramente tu interés por mi me dejaría a tu Merced sin dudarlo un segundo.— Y ahí es donde todo por fin conecta para mi.

—Excelente, veo que este juego te gusta.

—Pero viste que mi interés no era por Tom sino por el recién llegado Mattheo. Secuestrarlos no estaba planeado ¿no? Cuando me viste con Mattheo en la colina enloqueciste, no me querías cerca de él, y cuando viste la oportunidad de llevarte a ambos fue perfecto.— declaró finalmente con una sonrisa llena de ego. —Me sorprendes, tu plan era prácticamente perfecto...

—Exacto, por eso mismo los solté. Necesitaba a Tom y Mattheo vivos y claramente fuera de mis manos para que mi padre hiciera el trabajó sucio.— dice en medio de una sonrisa llena de desdén. —Pero no contaba con el gran amor que Mattheo compartía por ti, incluso tu hermano se había rendido sobre tu regreso, pero Mattheo se aferró hasta el último segundo usando cada una de las cartas posibles para encontrarte. Hasta que al fin lo hizo.

Ese comentario hace un hueco en mi estómago. Por un momento había olvidado todo lo que habíamos pasado Mattheo y yo, olvidé lo mucho que lucho por mí.

—¿Y después?

—Después de que te fuiste de mis manos active el plan principal. Fui a la mansión Ruffle y desperté a mi padre. Y el despertó a todos los Mortifagos que me hacían tributo. Pero nadie estaba enterado de eso...— Me causa impotencia ver todo lo que hizo para dañar a las personas que más amo en ma vida... —La mayoría de edad de Tom se acercaba y sabía que tarde o temprano tenía la oportunidad de deshacerme de mi mayor obstáculo...

—Mattheo...

—El a diferencia de Tom, era obstinado, narcisista, egocéntrico y todo lo que una persona tiene mal. No entendía como te habías enamorado de él, así que un día antes convencí a mi padre de que Mattheo no era lo suficientemente inteligente o fuerte para ser un Riddle, claramente me dio la autorización que tanto esperaba. Pero ojo no me dejo matarlo.— alega con odio. —Así que lo lastime e hice que fuera muy lejos de las calles de Londres, pensé que moriría. Era magia oscura y si un muggle lo descubría no podía ayudarlo.

—Pero como siempre algo te salió mal.

—Neville Longgbotom lo encontró cuando regresaba a la ciudad junto a su abuela. Lo ayudo tan bien, pero Mattheo no se mantuvo quieto así que al final termino de nuevo en mis manos.— dice con una sonrisa retorcida. —Estaba junto a Voldemort así que no lo pude matar, y después pasó lo qué pasó. Ni mi padre y yo esperábamos tú traición. Así que nuestra última carta era Mattheo... Pero todo salió mal y aquí estamos.

Me levanto de la silla donde había estado mientras me relataba todo. En verdad que resolvió mis dudas, pero aún así lo odio con todo mi vida. Me hizo sentir el miedo más grande en todo mi vida, perder a los que amo. Y eso jamás se lo perdonaré.

—Ese fue tu error creer que yo era una niña inocente que ni haría nada mientras arruinaban mi vida...

—Señora...— escuchó a un guardia correr rápidamente hacia mi.

Volteó bruscamente y su cara claramente no es de felicidad.

—Tenemos un problema...

Observó de reojo a Max antes de salir de la habitación a pasos apresurados.

Cuando llegamos a la parte superior de la casa me doy cuenta que el cielo está oscuro, claramente es de noche.

—La orden del fenix tomó Hogwarts... La necesitan ahí y al señor Riddle también.

Mi corazón se acelera mientras mi mente causa miles de teorías.

—¿Dónde está mi hermano y Tom?— preguntó rápidamente.

—Ya van en camino para allá, su madre y tía están escondidas. Solo falta usted y...

—Mattheo entiendo... ¿Dónde está el?

—Está en la habitación de usted.

No tengo tiempo para preguntar así que rápidamente corro escalera arriba entrando abruptamente a mi habitación y lo veo parado de espaldas con la pulsera que mi padre nos regalo a Draco, Tom y a mi hace años.

—¿Perdiste algo?— le preguntó un poco confundida por su acto.