Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✿ 16

Según los noticieros estatales, el invierno iniciaría dentro de dos semanas.

Sin embargo el armario del azabache estaba en esa estación desde hace días, cuando los abrigos dejaron de ocupar el fondo para estar al alcance de Minho.

No odiaba el invierno, más bien, odiaba sentirse un enorme rollo de sushi entre la felpa de su abrigo. Incluso la bufanda le parecía asfixiante, pero sentía que de no llevarla puesta terminaría con hipotermia.

Apenas llegó a su casillero abandonó su esponjoso abrigo, quedando únicamente en un suéter de cuello alto y su bufanda tejida en tonalidades marrones.

Últimamente sus ánimos arrastraban por el suelo, así que sintiendo sus energías absorbidas por el cercano invierno, se dirigió hacia su aula para su primer clase. Milagrosamente iba a tiempo, por lo que no se molestó en correr.

Habían pasado dos semanas desde su "cita" con Hyunjin, por no decir "La peor salida de su vida".

Semanas en las cuales no recibió ninguna nota, lo que le llevaba a deducir una cosa... Hyunjin sí era el dueño de ellas. Lo que lo llevaba a otra, depresión de juguete post-decepción amorosa.

En su salón de clases todos esperaban a que el profesor llegase, algunos frotando sus manos para conseguir calor y otros con simples camisas de manga larga que sonreían como si fuese verano. Minho bufó mientras avanzaba a su pupitre adornado con una bolsita de gominolas...

Espera, ¿ositos de goma?

Disimuló una carrera hasta su asiento, tomando el regalo que estaba sobre él.

Temía que fuese alguna nota directa del pelirrosa, incluso si era una disculpa. Él no quería que fuese él, y sabía lo terrible que era idealizar pero se había montado todo un teatro con su "admirador". Hyunjin no podía arruinar eso.

El temblor de sus manos no parecía producto del frío invernal, apenas leyó la primera línea sintió su corazón palpitar nuevamente.

❝¿Crees que los ojos de Hyunjin
reflejan todo lo que te hago sentir
con una simple nota?
¿Crees que un chico que
se esconde detrás de notas
te invitaría a salir así de fácil?
Tengo mis motivos para ser anónimo❞ -014

Alivio. Eso fue lo que consiguió hacerlo recargar energías en una fracción de segundo. Jamás había disfrutado tanto una bolsa de gomitas, guardó la nota dentro de sus pantalones y comió las golosinas en el transcurso de su clase.

Y se sentía contento por saber dos cosas, de las cuales estaba completamente seguro.

1) Hyunjin no era el chico de las notas, así que su amigo tenía razón.

2) Definitivamente, Hyunjin estaba lejos de ser su tipo ideal.

Cancelen eso, borrenlo. Rebobínenlo.

Nota mental: No se dejen guiar por una cara bonita.

El pequeño azabache no tenía un interés mínimo en la termodinámica, hidroestatica o lo que estuviese explicando su profesora de Física II.

Su monótona, chillona y fatigada voz le hacían sangrar los oídos mientras a regañadientes anotaba en su libreta todas las fórmulas que usaría después en el examen.

A Minho no le importaría morir en ese momento.

¿Qué era aquel sublime llamado de los dioses que detuvieron la explicación de la horrible mujer frente al aula? Minho iba a besar los zapatos de quien fuese su salvador.

—Señorita Lee, la profesora de literatura mandó llamar a Minho y Jisung en la sala de maestros —era un hermoso ángel, que parecía de un grado inferior.

¿Qué importaba? Había detenido su agonía.

El azabache ni siquiera esperó la afirmación de su profesora para salir  huyendo de esas asfixiantes paredes.

¡Libertad! ¡Silencio! ¡Aire fresco!

Minho estaba tan extasiado de dejar aquella molesta voz en el olvido, que su cerebro no procesó al otro individuo que también habían llamado.

—Parece que no querías estar ahí —distinguió la voz del peliazul a sus espaldas, algunas veces le asustaba reconocerle con tanta facilidad. Aunque, vamos, habían estado juntos toda su vida escolar.

¿Era lógico, no?

El menor estaba de buen humor, así que no le dió mayor importancia a su presencia.

—¿A ti te gusta física? —la incredulidad era palpable en su voz, su compañero negó sin dudarlo.

Ambos chicos emprendieron camino hacia el sitio citado, siendo Minho quien seguía los pasos del que era unos centímetros más alto. Fue hasta ese momento que el azabache se permitió pensar para qué es que le llamaban.

No había hecho nada mal, no que recordara. Hacía todas sus tareas y era silencioso en clases. Estaba seguro que era de los mejores alumnos.

—¿Nos llamaba, señorita Kim? —Jisung se detuvo bajo el umbral de la sala de maestros, donde Minho regresó de sus pensamientos para mirar a aquella quien era su profesora favorita.

La profesora Yongsun era literalmente un sol brillante que siempre sonreía dulcemente hacia todos sus alumnos. Aunado el hecho de que sus clases eran dinámicas e interesantes, y aunque Jisung no lo admitiera, también era su clase y profesora favorita. Nadie podía odiar a Kim Yongsun.

—Claro, pasen pasen —los animó a tomar sitio dentro del área de descanso para docentes. —Supongo que ya lo saben, dentro de dos semanas es una demostración hacia los padres de familia sobre los proyectos del semestre —explicó mientras ordenaba algunos documentos sobre su escritorio y dejaba de lado su taza con café sin azúcar a medio tomar. —Puesto que son mis mejores alumnos, quería pedirles su apoyo para la presentación.

—¿Qué debemos hacer exactamente? —el azabache no se molestó en contestar, pues Jisung tomó palabra al instante.

—Deben recolectar los proyectos del semestre, y hacer una exposición. Será fácil, la mayoría de libros del semestre ya han sido leídos por ambos —acomodó sus gafas sobre el puente de su respingada nariz y les sonrió. —No es tan pesado, pero sería mejor que trabajasen en equipo para tener ambas perspectivas. ¿Me ayudarían?

Ni siquiera tuvieron que mirarse para conocer la afirmación del otro, ambos chicos asintieron.

—Por supuesto, cuente con nosotros. —habló el peliazul, siendo avalado por el azabache.

—¡Excelente! —aplaudió emocionada, sabía que podía contar con ambos. —Deben empezar a trabajar sobre eso. La próxima semana veremos los detalles, muchas gracias chicos —los despidió tras ofrecerles un caramelo, el cual Minho aceptó sin dudar y salieron de ahí tras regalarle una reverencia.

Fue hasta ese momento, y mientras saboreaba su caramelo de cereza, que Minho fue consciente que debía trabajar en un proyecto con Han Ji Sung... a solas.

¿En qué se había metido?

Bueno, era escolar. Tampoco podía negarse, no podía negarle nada a esa dulce mujer. Estaba completamente seguro que por ella podría hacerse bisexual.

—¿Cuándo iniciaremos? —Jisung cortó el hilo de sus pensamientos, notando como el azabache se sonrojaba al sentir que interrumpían sus fantasías amorosas con su profesora de literatura. —Podemos ir a la biblioteca después de clases para recolectar los libros e ir a mi casa... —sugirió entonces, al notar lo distraído que Minho estaba —...digo, si quieres. —se apresuró a agregar.

El menor canalizó sus pensamientos, tratando de considerarlo claramente. Era la mejor opción, y no tenía una mejor. Así que, asintió.

—Claro

¿Qué de malo podía pasar?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro