Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

chapter thirty five. variant

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐆𝐑𝐎𝐖𝐒
꒰ ۫₊˚ɞ chapter thirty five.˚ׅ🏹 ຊ ҂
❝ variant ❞

━━━━━ೋ ೌ ೬ ೂ━━━━━

Estaba tan perdida y desconcertada, los disparos se esparcian por todo la plaza. Había gente corriendo, gritando y había caminantes.

—¡Hay que irnos ya!— Daryl me tomo del brazo tan rápido como pude.

—¿Qué pasó?— inquirí al entrar a la tienda junto a Eugene.

—Sebastian murio— informó él sin dejar de caminar —Tenemos que salir de la ciudad lo más rápido que podamos.

Asentí —Tengo que volver.

Frunció su ceño —¿Qué? ¡No! Ni lo pienses.

—Dejé a Alden con Adam y Henry con Rosita, no me iré sin ellos.

—¡Ellos estarán bien, Alden los cuida pero nadie te cuida a ti, vamonos!— gritó entre tanto escándalo.

Estaba apunto de negarme otra vez, de regresar pero, fue demasiado tarde para cuando Daryl ya me había obligado a correr.

Me acerqué a la puerta en cuanto escuche los pasos, mientras Daryl dejaba de afilar el cuchillo a unos metros de mi.

Tomé el cuchillo que ne lanzó, colocándolo frente a mi y tomando la perilla de la iglesia con mucha delicadeza.

—Soy yo— informó la voz de Rosita.

Me relajé al escucharla y le abrí la puerta rápidamente, pues Alden venía con ella.

De inmediato me lancé a abrazarlo con fuerza mientras el imitaba mi acción.

—¿Estas bien?— le inquirí tomando sus mejillas.

Él asintió, —Si, ¿Y tu?

Asentí también —Si... ¿Y los niños?

—Están bien, no te preocupes, están con Coco y Gabriel.

Suspiré mirando a Rosita —¿Cómo ha ido?

Ella se encogió de hombros —Muchas preguntas repetidas y miradas intensas, ¿Y ustedes?

—Lo mismo— contestó Daryl por ambos.

—¿Hablaron con el resto?

Asentí —Si, saldremos al amanecer, si podemos.

—Mercer va a estar vigilando— supuso Alden.

—Cuento con ello.

Nos adentramos aún más, mientras Eugene salía de su escondite con su cabello despeinado y abrazándose a sí mismo.

Él hablaba con Rosita mientras removia mi mochila.

—Estaba asustado por ti— admitió Alden.

Lo miré —Lo se, yo también, de haber sabido que todo se iría por un tubo me hubiera quedado con ustedes.

Colocó su brazo sobre mis hombros, mientras me daba un medio abrazo que recibí, parecía no ser suficiente para mi así que lo abrace por completo.

—Creí que quizá...-

—Estoy bien— le susurré, en un intento de calmarlo.

—Yo debería pedir perdon— Eugene llamó mi atención. Ambos nos separamos —Fueron mis actos los que los han puesto en mucho peligro.

Fruncí mi ceño —No, no lo sientas.

—Ese idiota se lo merecía— admitió Daryl.

—Lo que tenemos que hacer es averiguar como sacarte de aquí— dije, colocando ambas manos sobre mi cintura.

—Conozco una manera— dijo Daryl —La puerta este, sé cuando cambian de turnos, podría haber una oportunidad.

Alden asintió —Bien, nos reuniremos con los demás de camino a Alexandria.

—Eugene, ¿Qué pasa?— inquirió Rosita.

Haciéndome mirar al mencionado, puesto que estaba recargado sobre la madera mientras se removia con nerviosismo.

—A riesgo de sonar desagradecido por sus esfuerzos, no puedo irme sin mi amada ¡Tengo que ir a buscarla!

Negué —Todos los soldados de la ciudad están buscándote, Eugene, te van a atrapar.

—Bueno, aunque así sea... no puedo, no me iré sin ella— formó una mueca —Al menos tengo que saber que está a salvo.

Rosita asintió —Bueno, quédate aquí, ire a buscar a Max.

—Voy contigo— me apunté —Entre más mejor.

Ros estuvo de acuerdo —Si la podemos encontrar, tal vez los saquemos a ambos, ¿Vale?

Eugene asintió —Vale.

—Bueno— susurré tomando el cuchillo que Alden me entregó.

Antes de avanzar, bese castamente sus labios y seguí a Rosita.

Buscar a Max nos había tomado más tiempo de lo previsto, paseábamos por las calles con el pretexto de que ambas iríamos por leche en polvo y algunos pañales para Henry, aunque esa parte era real ya que no había dejado de llorar y creo que era porque sentía tensión en toda esta situación por más que no supera qué estaba pasando.

—¿Crees que esto podría ser malo?— inquirí a Rosita —Olvídalo, obviamente es malo.

Ella asintió —Nada de esto debería estar pasando.

Ambas nos detuvimos cuando escuchamos un ruido, paralizandonos de inmediato.

—Bueno, las cosas pasan por algo, ¿No?

No lo decía pero tenía miedo de que nos fueran a atacar en cualquier momento.

Seguimos caminando por la oscuridad, con la bolsa en mano.

—Unas calles más y llegamos— informó Rosita.

Asentí, por un momento recordé todas las clases de español que rosita me había dado cuando vivía en Hilttop y Rick Grimes estaba en guerra con mi padre.

Tenía unos diecisiete años.

Tenemos que seguir buscando— susurré, hablando muy despacito en español.

Rosita me miró asombrada —Lo se, buscaremos otra cosa para salir otra vez, veré si podemos hacerlo solo nosotras sin que nadie nos siga.

Me detuve, tratando de traducir todo eso en mi cabeza —Uh... ¿Crees... que sea un buen... plan?

Entendía la mitad de las cosas que decía pero servía ya que los guardias de la Commonwealth nos miraban con los ceños fruncidos.

Asintió con la cabeza —Entre más rápido la busquemos, más rápido nos iremos de aquí.

—Ya, entendí— aclaré mi garganta.

—¿Segura?— se preguntó y asentí —Tu español es muy bueno.

Sonreí —¿En serio?

—Si te lo digo yo, claro que si.

Reí ligeramente, mientras pasábamos el resto de los edificios. Ambas nos detuvimos cuando el mismo ruido volvió a sonar.

Esta vez, me giré a mi alrededor, aligerando mi expresión cuando miré a Max sonreirnos a ambas. Golpeé el brazo de Rosita, la cual miró lo mismo que yo.

Los guardias estaban demasiado ocupados buscando en lugares donde ni siquiera estaba Max, pero nos sirvió para alejarnos un poco de ellos.

—¡Espera, espera!— susurré, mientras manoteaba.

Rosita asintió, indicándole lo mismo y susurrandole casi a gritos: —¡Corre!

—¿Por qué?— vi como Max susurró.

—Nos están siguiendo— indiqué y ella entendió.

Ya que retrocedió rápidamente, pero los nervios parecieron ganarle ya que la atraparon.

Maldije en voz baja, cuando los guardias se la llevaron lejos de nosotras.

¿Cómo íbamos a decirle a Eugene?

El resto del grupo estaba decidiendo en sí irse o quedarse y me entristecia ver como la mayoría se quedaba.

—¿Y Max?— Eugene salió rápidamente.

Una vez que regresé, Rosita estaba junto a mi cuando la atraparon así que no estaba sola en esto y agradecía por ello.

Miré a Rosita y ella a mi —No viene— respondió ella.

—Lo siento, Eugene— murmuré —Los soldados la han atrapado, fue muy tarde cuando la vimos.

—Están por cambiar de guardia, tenemos que irnos— informó Daryl.

Asentí, tomando la mochila y colocándole sobre mi hombro, mientras tomaba mi arco y flechas.

Noté como Eugene se sentaba de nuevo, mientras miraba al vacío

—Entonces me despido de ustedes— murmuró.

—Voy a ver como van los demás— dijo Daryl.

—Nos vemos en la casa de Rosita— le siguió Alden.

Espere a que ellos salieran, cruzandome de brazos, mientras Rosita se quedaba mirándole de la misma forma que yo.

—¿Estas loco?— susurré.

Él negó —Es lo que debo hacer.

—Arriesgarte no es algo que debes hacer, si ellos te encuentran...-

—Entonces que sea así.

Rodé los ojos —Eres tan necio, Eugene, van a cortarte la cabeza frente a todos esos.

Se mantuvo callado, tense mi mandíbula al darme cuenta que no podría hacer nada, estaba demasiado decidido a quedarse y si quería hacerlo por Max sabía que habría un plan B así que... supongo que solo quedaba dejarlo ir.

Pasé mi brazo sobre sus hombros, a pesar de no ser tan cercanos todos aquí eran mi familia, una parte de mi que protegería sin dudarlo.

—Adiós, Eugene— murmuré —Te veo luego.

Asintió —Te veré pronto, Ro.

Le sonreí una última vez, dejando simplemente que Rosita fuera la siguiente y sabiendo que ellos si eran mejores amigos.

—¿Qué sigue?— inquirió Alden, mientras se recargaba sobre la mesa y se cruzaba de brazos.

Encogí mis hombros —No lo... se.

—Si, lo sabes— me miró —¿A dónde iremos después de esto?

Dejé de meter la ropa sobre la maleta y lo miré —No tengo un plan, creo que un lugar seguro sería lo más obvio.

—Lo es— tomó mis manos —Podremos con esto, pero si no quieres hacerte cargo entonces lo haré por ambos, ¿Vale? Ya haz luchado demasiado.

Negué —Tengo que hacerlo por ustedes— sentí como mis ojos se cristalizaban —Son lo único que tengo, Alden, no puedo perder a nadie más, ya he tenido suficiente con mi mamá, Enid, Siddiq, Henry, Tara, Marcos... no puedo perderte a ti también, ni a nuestros hijos.

—No vas a perdernos— susurró, limpiando la lagrima que bajaba por mi mejilla.

—Estoy aterrada.

Asintió, pasando su brazo sobre mis hombros, mientras me envolvía en un gran abrazo que acepte.

Sorbi mi nariz, cerrando mis ojos —¿Está bien estar aterrada?

Sentí como murmuró un si en mi hombro, sintiéndome más segura.

—Nos encargaremos de no perder a nadie más— aseguró, separándose de mi y terminando de limpiar mis mejillas —Lo primero.

Asentí, en lo que el dejaba un cálido beso en mi frente —Iré por los niños y nos iremos.

Acepté, mientras se daba media vuelta y salía de la habitación.

Solo fueron unos segundos, solo fue un maldito minuto cuando escuché la puerta cerrarse de golpe. Mi ceño se frunció cuando un fuerte golpe fue lo siguiente que escuché.

—¿Alden?— fruncí mi ceño.

Salí tras tomar uno de los cuchillos que Daryl me había dado, caminando con lentitud por el pasillo de la casa. Mi respiración estaba demasiado acelerada cuando miré ambas habitaciones de los niños vacía y ningún rastro de Alden más que un rastro de sangre que conducía hasta la puerta.

Para cuando note como un hombre vestido totalmente de negro salía, mi ceño se aligero, mirando como corría hacia mi y entonces, por puro impulso lo golpe y corte con el mismo cuchillo, empujándolo lejos de mi. Una puerta se abrió a mi izquierda y otro hombre me ataco por detrás, esta vez me tomo del cuello y sin embargo; apesar de que intentaba ahogarme lo rasguñe encajando con todas mis fuerzas mis uñas, este retrocedió mientras se quejaba, dándome la oportunidad de girarme y darle un empujón de una patada.

El anterior hombre se recupero me empujó hasta hacerme chocar contra la pared, donde mi cabeza choco en un estruendo golpe. Le golpeé en los bajos y este soltó un bufido mientras retrocedía.

—¿Dónde están mis hijos?— le cuestione, mientras lo empujaba a la pared.

Este no contesto, ni siquiera se atrevía a mirarme.

—¿¡Dónde están?!— grité más fuerte.

El segundo tipo fue quien logró hacerme caer de un puñetazo en mi rostro, a decir verdad mi cabeza comenzaba a doler y ahora me sentía mareada.

Aquel hombre sacó de su bolso una jeringa con un liquido blanco, dispuesto a hacer lo que tenía planeado en su mente retorcida, me levante titubeante, mientras el tipo me lanzaba una imprevista bofetada que me derrumbó por completo.

Trate de detenerlo, sosteniendo sus manos por encima de mi mientras apuntaba con la jeringa mi cuello, sin embargo, se trataban de dos de ellos a lo que solo sentí el pequeño piquete en mi pierna y fue cuestión de segundos para caer totalmente dormida.























━━━━ AUTHOR'S NOTE: WUUUAAAAAA

Ya los extrañaba, me atrevo a decir que me sentí extraña cuando abrí el computador y empecé a escribir otra vez desde la perspectiva de Ro <3

En fin, espero les guste el regreso, recuerden comentar y votar, chau

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro