𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐆𝐑𝐎𝐖𝐒
꒰ ۫₊˚ɞ chapter one .˚ׅ🏹 ຊ ҂
❝ the letter ❞

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Caminaba por todo Hilltop con una canasta en mis manos, llevándome miradas de algunos presentes, habían pasado tan solo nueve meses desde que la batalla contra Negan había terminado y ahora todos habían vuelto a sus respectivos hogares para reconstruir todo lo que él había ocasionado.

En fin, me dirigía hacia la enfermería, donde Siddiq enseñaba a Enid sobre medicina, experimentando en ocasiones con los mismos pacientes de esta comunidad.

—Buenos días, Ro.

—¿Qué tal, Siddiq?— le salude dejando la canasta en la mesa.

—¡Genial! Ya vino nuestra paciente estrella— Enid me tomó de los hombros sentándome en la camilla.

Le mire confundida —La última vez casi me desangro, ¿recuerdas?

—Solo fue un pinchazo.

—Sí, en mi vena del brazo derecho el cual casi se desinfla como llanta cuando la sangre empezó a salir como fuente— señale apunto de irme.

Ella me regreso, refunfuñe viendo a Siddiq traer los instrumentos.

—Si te desangras estaré aquí— aseguró Siddiq.

—Eso no me tranquiliza— murmure con miedo.

Enid rió con maldad sacando la aguja, la cual mire con miedo y pánico.

—Solo será un pinchazo— aseguró Enid.

—Si no veo, no me duele, si no veo, no me duele— repetí con los ojos cerrados.

—¡Ya está, lo hice!— chillo Enid.

Escuche a Siddiq reírse con ella, —Bien, ahora termina de colocar el tubo con el suero.

Ella obedeció en silencio.

—¿Ves? No te desangraste, yo tuve fe— siguió festejado.

—Sabía que pasaría, pero el pinchazo me dolió— admití —Y que alegría ser libre, Ro es un elfo libre.

La vi negar constantes veces con una sonrisa dibujada en su rostro y después de unas cuentas bromas más por fin pude salir de ahí casi corriendo por mi vida.

Reí por lo bajo recordando hasta la última palabra graciosa que dijimos, cerré la puerta detrás de mi viendo a todos aquellos trabajadores muy concentrados en lo suyo, durante estos meses Maggie había dejado que algunos Salvadores se quedarán aquí a trabajar, aunque en el Santuario algunos decían que estaba fallando en algunas cosas.

Me adentré a la mansión sin antes saludar a Tara en la entrada, me senté en el sillón frente a Jesús quien leía con la música a todo el volumen tal y como era de costumbre.

—¿Nuevo disco?— grité ante el volumen de la música.

Jesús apenas noto mi presencia y le bajo a la música.

—Sí, algo así, es... algo nuevo del intercambio que Maggie acordó.

—¿Dónde está ella, por cierto?— inquirí curiosa.

—Afuera, preparando todo para la salida de las cuatro comunidades hoy, a la cual supongo irás.

Asentí —Sabes que buscar provisiones es mi actividad favorita, y más si no hay mucho que hacer aquí.

—Puedes ayudar a sembrar, ayudar con el ganado.

—Las vacas me odian y las gallinas casi me arrancan un dedo cuando intento acercarme— soltó una risilla.

Mire aquel muerto detrás del escritorio, el cual gemía desesperado por comerme, lanzaba sus huesudas manos hacia mi con la esperanza de tomarme y me miraba con sus ojos desgastados y llenos de polvo, muertos.

Saque una flecha de mi espalda, la prepare y la clave justo en su cráneo, pero no me moví, me quede ahí observándolo. Parecía dormido, tan tranquilo y lleno de paz que le envidiaba.

—Ro, ¿Estás bien?— la voz de Enid me trajo a la realidad, a lo que asentí volviendo a caminar.

Pronto alcanzamos a los demás hasta un lugar mucho más abierto, mire hacia arriba donde había algunos cuadros colgados, había carteles que indicaban a donde llevaba cada pasillo.

—Tienen sus listas, vuelvan acá cuando terminen— hablo Rick Grimes, quien lideraba esta misión —Oigan, cuídense.

Asentí levemente siguiendo a Enid, sin dejar de mirar todo a mi alrededor con curiosidad.

Encendí mi linterna cuando la obscuridad del pasillo ya no me permitió ver nada más, quitando algunas telarañas con mi arco que se me cruzaban por el camino, el grito de Siddiq por ayuda me alertó así que salí corriendo a ayudarlo.

Este salió despavorido de una mesa, se levantó del suelo quitando algunas arañas de su cuerpo y me sobresalte, odiaba las arañas tanto como los domingos.

—¿Estas bien?— cuestione revisándolo con la linterna.

—Sí, sí, sí, gracias, había arañas, no me gustan las arañas— admitió.

—Ya somos dos— confesé formando una mueca.

" Gestión de horticultura" Leí el título en el vidrio, este era nuestro destino así que sin más Rick abrió la puerta con fuerzas, dejando su hacha a un lado revisó cada cajón hasta encontrar lo que buscábamos.

—Tenias razón Anne— le mencionó Rick.

—¿Cómo sabías que había semillas aquí?— cuestione curiosa.

—Traje a mis alumnos, cuando era maestra y vi que cultivaban plantas cultivas para los jardines y tenían semillas a mano para rotar los cultivos— contestó sonriente.

—Sin saberlo, crearon un banco del fin del mundo.

—Me alegro, el Santuario también se alegrará— agregó Grimes —Llevemos esto y regresemos, veamos si necesitan ayuda.

Asentí abriendo la mochila y llenando todo con ayuda de Siddiq y Enid.

Finalmente habíamos salido todos con vida, algo así, ya que Ezekiel casi muere allí dentro pero logramos salvarlo, lo cual era un logro para todos y en especial para mi ya que sin conocerlos, todas estas personas se habían vuelto como una familia.

Me acomodé en el caballo que manejaba, apenas podía y sentía que iba a caerme en cualquier segundo pero Maggie era mi maestra, no se le podía juzgar y mucho menos decepcionar.

Adelanté a los tres chicos frente a mí, titubeando un poco cuando el caballo aceleró el paso

—Lo haces bien— mencionó Tara.

—Voy a caerme pero fingiré que no tengo miedo— sonreí nerviosa.

Ella se rió por mis expresiones —Esta bien que tengas miedo, pero si te caes me voy a burlar de ti y luego te ayudaré.

—Me alegra ser tu amiga, Tara— mencioné sarcástica.

—Tú me amas— señaló orgullosa.

Hasta que unas motocicletas en donde venían Rosita y Daryl nos detuvieron. Nos dirigieron hasta un puente algo destruido.

—Dos hordas se unieron a la de Silva, ahora es más grande— contaba Rosita —Uno cruzó por aquí detrás e hizo caer el puente, perdimos en repetidor del walkie talkie.

—¿Qué hay de la ruta A? ¿Ya la despejaron?— inquirió Daryl.

—Sigue muy cerca de la horda.

Vigile detrás de nosotros con mi arco y flecha lista junto a otro chico rubio de Hilltop, el cual casi me comía con la mirada, pero intentaba ignorar el hecho de que me ponía nerviosa.

—Tardamos días en despejar la ruta A, necesito volver con Hershel— dijo Maggie.

—Podríamos tomar la ruta D, aún es temprano— propuse encogiendo los hombros.

—Vigilen la ruta comercial por si alguien intenta pasar— indicó el líder —Gabriel, ustedes pueden pasar a Alexandría desde aquí, los demás podemos ir al Santuario o a Hilltop y pasar la noche para seguir desde ahí, cuídense y lleguen a salvo.

Asentimos volviendo a los caballos.

—Uno, dos... ¡tres!— todos jalamos de las cuerdas para que la carreta pudiera salir del lodo.

Sin embargo, este no se movió ni un centímetro, —Rick— llame cuando los gemidos de los caminantes acercándose llamaron mi atención.

Con la mirada fija en el líder, el cual ni siquiera se dignaba a mirarme a los ojos desde... eso, quizá era porque le recordaba a él.

—Ya casi estamos— ánimo el rey Ezekiel.

—Una vez más— indicó Rick —Uno, dos, tres— y así lo hicimos hasta que logramos sacarla —Listo, bien salgamos de acá.

Asentí al llamado de Grimes, saqué una flecha más de mi espalda matando a algunos caminantes en el proceso.

Los caballos se alteraron y cuando menos lo esperaba, más caminantes venían en camino. Por distraída uno de ellos tomó mi brazo apunto de comer de él como su desayuno, esperaba el horrible dolor de la mordida cuando el caminante cayó al suelo muerto, miré a mi alrededor en busca del causante y fruncí mi entrecejo murmurando un leve gracias al rubio que sostenía su cuchillo firme.

Nos quedamos viendo por algunos segundos, hasta que pude reaccionar del transe, sacudí mi cabeza corriendo detrás de los demás tras huir de los caminantes.

—¡Ken, espera!— pedía Rick al joven de Hilltop pero ya era tarde, uno de ellos le mordió el brazo y para acabarla el caballo le dio una buena patada en el pecho.

Su grito me hizo sobresaltarme y reaccionar rápido en cuanto Enid y Siddiq corrían tras él, le sostuve la cabeza aún en estado de shock.

—Te curarán, vas a estar bien— asegure en un susurro, aunque no sabía si era más para él o para Carl.

Aquella noche, si hubiera ido con él o si hubiera estado más tiempo con él quizá estaría aquí. Sigue aquí, en mi cabeza y en mis sueños.

—Vas a estar bien— repetía una y otra vez.

—Alejaremos a los caminantes— aviso Rick antes de correr.

Siddiq le daba instrucciones a Enid mientras Ken sostenía mi mano veía a Maggie a los ojos.

—Díganle a mi papá que le dé mi lugar a Marco, ¿Sí?— pidió el chico.

—Vas a estar bien, se lo dirás tú mismo— aseguró Maggie.

Pero fue demasiado tarde, quizá sus heridas eran muy fuertes o simplemente estaba cansado pero se había ido, su respiración se fue y su expresión se relajó, subí la mirada evitando soltar lágrimas y solo me deje caer al suelo.

La noche era más silenciosa cuando después de un largo funeral se había realizado, creo que todos en la comunidad entendían el dolor de los padres de Ken y es por eso que guardaban tanto silencio.

Amo el silencio, es una de mis cosas favoritas porque puedes pensar tantas cosas en ese largo silencio que pedías que fuera infinito solo para leer, escribir o simplemente lo que prefieras pero siempre con ese silencio inundando la habitación.

Levanté mi mirada al espejo una vez que termine de cepillar mis dientes y tomando mi cabello en una trenza lista para irme a dormir, abrí la puerta con destino a mi hogar, el cual solía compartir con Enid, en camas diferentes obviamente. Sin embargo, el grito de ayuda a las afueras reconocido como el de Maggie me hizo detenerme en seco.

Por inercia corrí hasta donde venía el grito, sacando mi cuchillo en el proceso.

—¡Maggie, por Dios!— exclamé asustada.

Había un hombre encapuchado frente a ella, su bebé Hershel estaba por los suelos junto con la carriola y con todas mis fuerzas jale de la camisa al hombre en busca de quitárselo de encima, más él era más fuerte y alto que yo, obviamente.

Este me golpeó en la cabeza con su hombro dejándome caer sobre una mesa directa en mi frente, luego todo se volvió obscuridad.

━━━━ ⋆ AUTHOR'S NOTE: Y bueno este es el primer capítulo, obviamente está algo sencillo pero es el primero y no se preocupen que haré los capítulos más entretenidos posible.

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