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chapter fifteen. home

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐆𝐑𝐎𝐖𝐒
꒰ ۫₊˚ɞ chapter fifteen .˚ׅ🏹 ຊ ҂
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—¿Qué pasa?— cuestioné a Lydia al ver a Carol y Daryl bajar donde era la antigua prisión de Negan.

Ella sonrió al verme —Trajeron a uno de ellos— le miré rápidamente —No sé qué pasa aun, solo eso.

Relamí mis labios asintiendo, cuando ella volvió a hablar.

—¿Qué haces en Alexandria? Creí que estarías en Hilltop.

—Vine solo por unos días para despejar mi mente— admití —Lo necesito.

—¿Alden vino contigo?

Asentí levemente —Insistió en venir, está dejando las cosas en la casa de Michonne ya que, está en Oceanside así que nos dejó quedarnos estos días.

Ella asintió entendiendo todo. Estuve apunto de preguntarle por sus heridas, cuando Carol se acercó a nosotras.

—¿Lo conoces?— le inquirió a Lydia.

La joven asintió —Es el que vigila a los guardianes, a los caminantes.

—¿Ósea que sabe dónde está la horda?— le pregunté con cierta curiosidad.

—Es probable.

—¡Nos pusiste en peligro!— exclamó Gabriel, llegando hacia Carol.

—Hay que encontrar a la horda antes de que venga hacia acá— justificó.

—¿Y decidiste por todos sabiendo lo que significa?

—No creo que importe mucho— agregué viendo a Daryl.

—Debemos encontrarlos— se cruzó de brazos.

Gabriel titubeó, pensando en su decisión —Yo voy a estar dentro, y antes Siddiq le curará las heridas.

—Va a sangrar hasta que hable.

—Tu no decides eso— le contradijo a Carol —Ni nada de esto, lo hecho, hecho está pero no dejaré que vaya de mal en peor y el consejo opinará igual, incluyendo a Michonne.

Todos se mantuvieron en silencio, Carol se fue de regreso y Daryl y Gabriel le siguieron.

Bufé —Quisiera estar en el consejo— mencioné, para después mirar a Lydia —Puedes quedarte con nosotros.

Ella asintió con una leve sonrisa que se me contagió.

Deje el bastón que Lydia solía usar como arma a su lado, asustándola un poco y haciéndome sonreír.

—Lo siento, no quería asustarte— admití, admirando la vista —Sigue siendo tuyo y esto es para los moretones, se lo pedí a Siddiq así que puedes quedártelo.

—No importa— musitó —He tenido peores.

—También yo— encogí mis hombros, descubriendo un poco mis muñecas, exponiendo unas cuantas cicatrices, hechas con una regla de madera —Mi maestra de primer grado solía tener más fuerza cuando estaba enojada, nunca entendí por qué no le caía bien.

—No lo sabía— admitió y asentí.

—Nadie— relamí mis labios —Nadie mas que tú y Alden.

Bajo la mirada, finalmente tomando el envase con el tratamiento.

—¿Qué más sabes de los Susurradores?— inquirí con simpleza.

—Que no va a traicionar a mi mamá, los que vigilan la horda son leales— me miró —Ella no les da opción.

—¿Qué más?

—Va a morir gente, ¿No?

—Siempre muere gente, Lyd— agregué, con un hilo de voz —Todos moriremos pero... sobrevive como sea.

—Yo los... los odio— mencionó, con los ojos lagrimeando —Pero también los conozco.

—Alpha trazó una línea y tienes que decidir de qué lado estás— pase mi brazo por sus hombros, para así medio abrazarla.

—Desearía haberme escapado con Henry— sollozó, haciéndome subir la mirada para evitar mis ojos lagrimear.

—Yo también.

—Mi mamá... manipula a las personas, logra que hagan lo que ella quiere y los hace pensar que actúan a voluntad— dijo —Y la obedecen, porque creen que no tienen otra opción, pero si tan solo vieran como se vive aquí, que un lugar así puede sobrevivir, esa es una idea peligrosa, se propagaría y ella no podría hacer nada para evitarlo.

Asentí de acuerdo, separándome de ella para recargarme en la madera junto a Lydia.

Sonreí a Rosita cuando toque la madera de la puerta, quedándome de pie ahí cuando noté a Siddiq a su lado.

—¿Interrumpo algo?— pregunté, mirándolos a ambos.

—No, de hecho ya me iba— Siddiq se levantó de la cama —Tengo más pacientes, vendré a revisarte más tarde.

Rosita asintió, cerrando los ojos cuando él colocó un beso en su frente.

—¿Cómo estas?— le pregunté, sentándome donde anteriormente Siddiq estaba.

—Mucho mejor, un poco pálida pero mejor.

Le sonreí —Que alegría escuchar eso.

—¿Cuándo llegaste?— relamió sus labios.

—Está mañana y sí, Alden vino conmigo— fruncí mi ceño al darme cuenta que todo el mundo me preguntaba por él.

Rió un poco —Los envidio.

—¿Por qué?— le miré confundida.

—Amor adolescente, son tan tiernos juntos.

—No somos adolescentes— recordé, recargando mi cabeza en su hombro —Paso mucho tiempo desde que empecé a ser mayor de edad.

—Lo sé, pero parece ese amor adolescente que es para siempre.

Un escalofrío me pasó por mi cuerpo, haciéndome borrar mi sonrisa.

—Para siempre— asentí sonriendo.

Coco balbuceó par de cosas que no logré reconocer, mientras babeaba mi blusa y cabello, note como no le quitaba la vista de encima.

—¿Te gusta mi cabello o el color amarillo?— le pregunté, como si fuera a contestarme —Ambos, lo entiendo, el color amarillo es bonito ¿Verdad?

Balbuceó aún más, en lo que la arrullaba e intentaba cocinar algo, Siddiq estaba ocupado con los pacientes enfermos y Rosita era una de esos pacientes así que no había nadie más de confianza en cuidado de Coco.

¿Quién mejor que su propia madrina? Era una excelente niñera.

—Aunque tu cabello va a ser más bonito, si es rizado te ayudaré a peinarlo y si es lacio como el de tu mamá, te ayudaré a arreglarlo bonito— le sonreí a la bebé —Si es que vivo para verlo.

Ella balbuceó un poco más, haciéndome sonreír.

—Tienes razón, yo no muero— seguí cocinando aquello con una sola mano, con la esperanza de no quemarlo.

—Amén a eso— escuché una segunda voz, mirando paranoica a Coco y creyendo que era ella.

Sobresaltándome cuando sentí las manos de Alden pasar por mi cintura y su mandíbula recargarla en mi hombro, poniéndome nerviosa al mismo tiempo.

—¿En serio estabas escuchando todo?— le cuestioné incrédula.

—Solo la mitad— confesó, besando mi mejilla.

—Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas, ¿No lo sabías?— bromeé haciéndolo sonreír.

—No lo sabía— fingió demencia, negué con la cabeza apunto de echarle sal a la comida —¿Qué huele tan bien aparte de tu perfume que tanto amo?

—Es un estofado para todos.

Asintió —¿Puedo probar?

Negué quitándole la cuchara de la manos —No hasta la cena.

Refunfuño, recargándose en la madera de la mesa, arrulle aún más a Coco cuando ella sollozó un poco, poniendo todos mis sentidos en alerta, la cargue un poco más para tranquilizarla y besar su cabello en forma maternal.

Volviendo la mirada a Alden cuando note que tenía la mirada fija en mi, con una sonrisa de lado, pasaba sus ojos a mi y luego a Coco.

—¿Estás bien?— le inquirí confundida.

Asintió, —Estaba pensando en niños— mencionó, haciéndome mirarle con curiosidad.

—¿Niños?— asintió —Bueno, aquí hay niños de sobra.

Rió por lo bajo, observándome con detenimiento —No me refería a eso, si no a... nuestros niños.

—Hijos— aclaré y asintió nervioso.

—Me di a la idea de nunca tener hijos cuando esto empezó, pero cuando te conocí... tú quitaste esa idea de mi cabeza.

—Eres tan tierno que me harás vomitar arcoíris— bromeé sacándole una sonrisa que se me contagió a mi —Yo no...— me interrumpí a mi misma —Adoro a los niños y los bebés, y ellos me adoran a mi pero... no sé si podré ser tan buena con hijos propios.

—No, serás mejor— aseguró con una sonrisa aún más grande.

Le devolví aquella sonrisa, —¿Podrías cargarla un poco? Necesito saber si ya está la comida.

Alden accedió, tomando a Coco, que de inmediato formo una mueca cuando la barba del chico le raspo el cabello.

Reí un poco, asegurándome que la tuviera a salvo cuando vi a Siddiq caminar de un lado a otro fuera de la casa y cerca del lago.

—Quédate aquí, volveré en un segundo— le informe al chico.

Miró por la ventana —¿Qué pasa?

Negué —Nada, solo iré por Siddiq, debe tener hambre después de atender a tantas personas.

Y sin más salí de la casa, pero Siddiq ya no estaba por ningún lado, lo cual me confundió totalmente. Sin embargo, cuando estaba dando la vuelta, por el agua pude ver un par de burbujas salir, lo cual me dio a entender donde se había metido Siddiq.

Sin pensármelo dos veces me lancé, observándolo en lo más hondo con ambos ojos abiertos y bastante palido. Le tomé la mano, arrastrándolo conmigo fuera.

—Se lo que pasó— seque mi blusa a como pude, una vez que salí y el recupero la conciencia.

—No quiero hablar de eso, ve a casa, deberías estar con Alden— murmullo Siddiq.

Negué con la cabeza —No— le detuve antes de que se levantará —Habla o volveremos ahí y nos ahogaremos  juntos.

Encogió sus hombros —No hay nada qué decir, murió por culpa de mi error.

Negué nuevamente —No quiero seguir escuchando eso, quiero la verdad, la que según Rosita te consume desde hace semanas, habla.

—Siento que... aún estoy ahí, todo el tiempo como si nunca me hubiera ido— suspiró —Pero son fragmentos y están todos mezclados como un rompecabezas, los gritos, ese horrible olor, también la sangre y no logro detenerlo, sigue muriendo gente y ahora Sherryl esta...-

—Sherryl estaba enferma, haces todo lo que puedes, no estás solo— coloqué mi mano en su hombro.

—¿Te refieres a Dante?— preguntó con incredulidad —¿Sabes por qué me molesta tanto su presencia? Por Enid, cuando él está aquí, pienso en lo mucho que la echo de menos, pero luego recuerdo cómo le fallé así que...

Negué lentamente —No, no es tu culpa— hable con sinceridad —Esa loca enferma lo hizo, tú no estabas sosteniendo el machete.

—No estuviste ahí— me miró —¿Bien? Tú... Enid, Tara... personas a las que quería murieron frente a mis ojos y ahora tengo que revivirlo una y otra vez, ¡y yo no hice nada, no hice nada! ¿Entiendes? No me moví, no los ayude, tan solo observé y ahora por mi culpa más gente... yo no, no tengo la capacidad para esto.

—Pero que mentirota— reí sin humor —Son mentiras, tienes que reponerte, tienes que pelear, por tu hija, por Rosita y por mi, por toda la gente que te quiere, tú puedes, lo harás porque no estás solo y eres la persona más lista que he conocido, obviamente después de mi.

Bromeé, sonriendo cuando logré hacerlo reír.

—Aún no entiendo por qué se enfermaron— cambio de tema —Los pacientes no viven juntos, no trabajan juntos, no comen las mismas cosas, no hay un común denominador o hay algo que no estoy...—

Fruncí mi ceño cuando dejo de hablar —¿Qué pasa?

—Nada, ve a casa— pidió, besando mi frente y dejando más confundida —Ve a casa con Alden.

Evité que el libro de Harry Potter se cayera cuando Alden movió la cama y sábanas para acomodarse junto a mi.

Sentí su mirada en mi con detenimiento, admirando cada parte de mi rostro.

—Se te va a caer la baba— bromeé cambiando de pagina y sacándole una sonrisa.

—Es que eres muy hermosa cuando lees— halago, abrazándome por los hombros.

Escondí en aquel libro el sonrojo en mis mejillas, viéndolo fruncir su ceño.

—¿En ese libro no se muere el padrino de Harry?— inquirió con curiosidad.

—¿Ya leíste Harry Potter?— cuestioné atónita.

Asintió —Enid dijo que te gustaba esa saga, así que la leí para tener un tema de conversación.

—¡Nunca me lo dijiste!

—Porque era un secreto entre ella y yo, pero ahora me jalara las orejas por chismoso.

Reí por lo bajo, —Estaba pensando en lo que dijiste mientras preparaba la cena— admití

—¿Sobre niños?

Asentí como respuesta —Creo que jamás me puse a pensar en eso, pero ahora que lo hice creo que tienes razón en eso— sonreí —Sería una excelente madre.

—Serás la mejor, pero no quería que te sintieras presionada ni nada de eso.

Suspiré, dejando el libro de lado para tomar sus mejillas plantando un corto beso.

—No me estás presionando— aseguré.

Sonrió, imitando mi acción, dejando cálidos besos repetitivas veces hasta hacerme sonreír aún más, incluso llegando a tomar mi cintura para acercarme más a él. Las sábanas se movieron con Alden al colocarse encima de mi, sin romper aquel beso o el tacto.

Nos separamos por inercia al escuchar fuertes golpes y los sollozos que reconocí como los de Coco en otra casa, me levanté de inmediato y fui tras Alden hasta la casa de Rosita.

—¡Rosita!— grité cuando la vi quitarse al hombre que la atacaba de encima.

—¡Estoy bien, estoy bien!— me aseguro, levantándose con ayuda de Alden.

Corrí hasta Coco, quien sollozaba, al escuchar los gruñidos saque el cuchillo de su funda para clavarlo en el cráneo del caminante.

Solo fue un segundo, ni siquiera me dio el tiempo de sacar aquel arma cuando reconocí al caminante.

Era Siddiq.

Mi respiración se fue, un escalofrío me pasó por mi espalda y mi pecho dolió, las lágrimas inundaron mis ojos y una mueca de dolor se volvió mi expresión. Aquel muerto era mi mejor amigo, la persona con quien había compartido historias, chistes, risas e incluso duelos.

Ya no estaba aquí más, había muerto Gracias a una traición, me habían arrebatado a alguien más en un solo segundo. Era curioso como la pérdida de un ser querido podría llegar a joderte hasta los huesos, incluso cubrí mi boca para evitar gritar mientras lloraba en el suelo, sintiendo los brazos de Alden rodear mi cuerpo en un intento de alejarme de aquella imagen, aunque practicante era imposible ya que, estaba aferrada al suelo.

Siddiq había sido mi compañero de vida, y ahora me tocaba seguir sin él.

Caminaba en círculos, comiendo mi uña con nerviosismo.

—Lleva aquí cuatro meses— aclaró Aarón, sentando frente a mi —¿Cómo no lo note?

—Nadie lo hizo— aclaré, sin dejar de caminar.

—Comimos juntos— suspiró —Hablamos de entrenar a la milicia, atendió a Gracie.

—No tienes que pensar en eso— agregó Carol

—Sí, y menos ahora— opinó Daryl —Tenemos que concentrarnos en averiguar qué está pasando.

—Mary, la susurradora con la que he estado hablando— le miré confundida —Me confirmó la ubicación de la horda, está cerca de la frontera de su lado, en un campo unido al parque nacional.

—Podríamos ir después del funeral.

—¿Confiaremos en un susurrador?— miré incrédula a Carol.

—¿No haremos nada?

Encogí mis hombros —Lydia aún no aparece, no sabemos qué significa eso.

—Alpha no lo sabe— mencionó Aarón —Y con Dante en la celda no va a enterarse.

—¿Nadie más cree que probablemente esto sea una emboscada?— se preguntó Daryl y lo señalé con obviedad.

—Bueno, el bebé que rescató Connie al parecer es sobrino de Mary y ella lo quiere ver.

Daryl y Carol me miraron —¿Adam?— el castaño asintió —No, de ninguna manera.

—Hay que reunir a un grupo de Hilltop y vernos ahí, en cuanto terminemos iremos por Lydia.

—No pondrá un dedo encima de Adam— le aclare a Daryl —Lo dejaron a su suerte, ¿Y ahora le interesa? ¡Al carajo! No, no se acercarán a él.

—Ro, tranquilízate— pidió Carol y negué desesperadamente.

—No es su decisión, Earl es quien decide si quieren ver a su hijo— aclaré, antes de salir y cerrar la puerta de un gran portazo.

Suspiré cerrando mis ojos en todo momento, mientras Gabriel dedicaba unas palabras en el funeral de Siddiq.

Cuando lo conocí, jamás me puse a pensar en que esté momento podía llegar en cualquier momento y menos que sería así, estando yo aquí y él teniendo una hija, eso lo hacía más difícil.

Una vez que termino, fue mi acceso para salir, con Alden siguiéndome sin siquiera prestarle atención solo huí hasta la casa.

Este cerró la puerta detrás de él y me miró, poniéndome la máxima atención.

—Perdí...— comencé a hablar en un susurro y un hilo de voz —Perdí a alguien... él era mi... Siddiq era mi mejor amigo, mi persona y ahora él está... ahora él murió y yo no... no quiero nada más.

Terminé por sollozar, cubriendo mi boca con la palma de mi mano, cerrando mis ojos y mi corazón partirse en miles de pedazos, ser arrancado de mi pecho por cuarta vez.

La primera había sido mi madre, Carl... Enid y ahora Siddiq, no se sentía bien fingir que todo iría bien después, era como una actuación de la cual estaba cansada de interpretar.

Simplemente acepté el abrazo de Alden, sintiendo la libertad de llorar tan alto como podía, sin importarme nada, como si todo a mi alrededor desapareciera y ahora solo éramos nosotros dos, Alden y yo, en un mundo como este y perdidas a diario, con el miedo a perdernos comiéndome viva cada día que abría mis ojos.

Había perdido a alguien importante, pero él estaba aquí para ayudarme y yo para ayudarlo a él.














━━━━ AUTHOR'S NOTE:

Yo? Yo me puse sentimental con el final.

Escuchar somewhere only we know y escribir al mismo tiempo me pone mal, en fin, yo les tengo una queja >:(

Por qué ya nadie comenta???? Díganme si ya no les gusta en fanfic para dejar de actualizar y mandarlo a borradores por el resto del año

Pero ya enserio, si me pone un poco triste eso así q, si quieren actualizaciones, comenten, porfavor.

Ahora si, adiós 🕴

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