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Siete.

—Tú puedes —decía el mecánico a mi lado.

Todos nos encontrábamos en el box pegados a la pantalla del televisor. Unos minutos más y la carrera acababa. Mientras tanto, Charles se encontraba en primer lugar, pero con Verstappen justo detrás de él, con milésimas de segundos de diferencia.

Escuchar al comentarista hacía que me pusiera mucho más nerviosa, si sigo así voy a quedarme sin uñas.

Ya faltaba solo una vuelta, pero Max le chupaba el aire y en cualquier comento podría rebasarlo.

Curva uno, curva dos.

—Vamos, vamos —esta vez era Rachel.

Es extremadamente diferente la emoción que siento al estar aquí que cuando veo las carreras desde mi casa, ya que soy la única que grita cuando algo emocionante ocurre, o más bien, soy la única que mira carreras. En ocasiones las veo junto a Luna pero ella no entiende prácticamente nada del deporte, solo ve las carreras junto a mí por los pilotos.

Al igual que mi madre cuando ve a Sebastian. Recordé.

Varios miembros del equipo se levantaron de sus asientos y comenzaron a salir a la línea de pits, yo los seguí.

Charles estaba a punto de cruzar la línea de meta.
En cuanto cruzo la bandera a cuadros todos gritamos de la alegría.

—¡Eso! ¡Sí! —levante mis brazos junto a un mecánico que se encontraba a mi lado y nos abrazamos. A eso se nos sumaron otros dos.

Leclerc primero. Verstappen segundo. Sebastian tercero.

Cuando Charles bajo del monoplaza comenzó a saltar de la emoción y aunque aún tuviera el casco puesto podía escuchar sus gritos de ¡Sí, sí, sí!, al mismo tiempo agitaba los puños alegremente.

Siempre me pregunte ¿Qué debe sentirse ganar una carrera? ¿Qué se siente al cruzar la bandera a cuadros y gritar de la emoción? ¿Qué sientes al bajarte de un coche y saber que venciste? Al estar aquí, a unos metros del ganador creo que puedo sentir algo parecido al sentimiento de saber que venciste y que miles de personas en el mundo están viendo este momento.

Charlie y Seb se acercaron a la valla y saludaron a gran parte del equipo, podría acercarme, pero prefiero estar a unos metros y sentir la atmósfera.

Minutos después fui junto con Rachel y Santino al podio y me mezclé con los fans.

—¡Es increíble! —estar frente al podio era algo imposible para mí, a no ser que destinara gran parte de mis ganancias en el futuro para un pase del Paddock.

Miraba para cualquier ángulo y el lugar estaba repleto de color rojo: camisetas de fans, banderas, bengalas. El color distintivo de la Escudería Ferrari.

—¿Irás a la fiesta? —preguntó Santino, aunque a duras penas podía oírlo.

Supongo que está hablando de la fiesta que hacen después de cada victoria.

—¿Tú qué crees? —le respondí sarcásticamente.

Alguien a mi lado grito forza ferrari, las demás personas lo imitaron, yo igual.

Forza Ferrari —grité mientras saltaba. En eso hice contacto visual con Leclerc y le sonreí, él me devolvió la sonrisa.

Justo cuando comenzó el himno de Australia saque mi celular y entre a la cámara para grabar. Enfoqué casi todos los ángulos.

       
—Tenemos que irnos

—¿Por qué? Quiero quedarme un rato más —le reproché a Santino.

—Dijiste que quieres ir a la fiesta, y debes cambiarte e ir a la peluquería y solo dios sabe cuánto tardaras ahí —voy a matarlo por decir eso. ¿Tan mal esta mi cabello? Fui a cortarlo el mes pasado.

—¡Oye! —le llame la atención. —Le compro el mejor shampoo, no seas envidioso —le saque la lengua.

Los dos comenzamos a caminar hasta el Hospitality, ¿Tiene que seguirme para todos lados?

—¿Siempre tendrás que ir a donde yo vaya?

—Sí, y considérate afortunada, tu Charlie tiene a tres hombres que lo siguen a todos lados —qué pesado sería eso.

—Y bien, ¿Qué debo usar para la fiesta? —le cambié de tema. —Algo sexy, normal, conservador ... —¿notará el entusiasmo en mis palabras? Nunca fui a una fiesta de "clase alta" por así decirlo.

—Puedes usar lo que quieras, pero recuerda que debes actuar como si hubiera química entre tú y Charles

—Ah, claro ... —nunca practicamos esas partes, pero supongo que vamos a hacerlo bien.

—¿Hace cuánto se conocieron?

—¿Qué? —no entendí su pregunta.

—Me refiero que hace cuanto conoces a Charles, es obvio que las personas van a preguntarles eso

Trague saliva, creo que antes de partir debo repasar las hojas.

—Durante las vacaciones, cuando fui a esquiar en ... —soy un fracaso, no recuerdo gran parte de los recordatorios. —Ay, no lo sé, no hagas esas preguntas ahora

—Escucha —me tomó de los hombros. —Si tú no estudias esas cosas van a despedirme, se supone que yo estoy a tu cargo y si eso pasa juro que voy a buscarte por cada rincón de Argentina por quitarme el trabajo de mi vida

Ya estábamos frente a la puerta del apartamento.

—Está bien —quité sus manos de mis hombros y luego abrí la puerta. —Gracias por recordármelo y por la amenaza —le sonreí.

Al entrar fui directo a mi cuarto y corrí a donde estaban las maletas, no desempaque las cosas porque en un par de días tendría que partir de nuevo y me da flojera acomodar la infinidad de ropa una vez más.

¿Qué puedo ponerme?

Abrí la que contenía vestidos y tomé varios, en el espejo intenté visualizar como me quedarían.

—Creo que este podría ser —era un vestido pequeño con piel de leopardo sintética.

Es idéntico al que tenía Natasha Romanoff en Iron Man 2.

Me lo probé y ... ¡Esto es muy triste! Me hace falta el cuerpo de Scarlett Johansson para que me quede bien. ¿Por qué compre esta cosa? No importa cuánto ejercicio haga, siempre voy a estar plana por todas partes.

Si lo uso pareceré una tabla andante vestida de animal print.

Sentí como se abría la puerta y me arrodille en el piso para que no me vieran así, al mismo tiempo tape con mis brazos la parte del escote (aunque haya muy poco que ver).

—¡Santino, veté! —le grité. —¡Me estoy cambiando!

—¿Vas a comer? —dijo como si nada. —¿Qué haces en el piso?

—¡Dije que te vayas! No me veas

—¿Por qué te tapas? No estas desnuda

Exacto, no lo estoy, pero con esto siento como si llevara un bikini.

—No me gusta cómo me queda, ¡Estoy plana! —esto es muy vergonzoso.

—Déjame ver, levántate —le hice caso y me puse de pie.

Él se quedó en silencio.

—Te vez ... Linda —¡¿qué?! ¿Se está burlando o qué?

—No es cierto, mira mis piernas, parecen fideos —las señalé. Puede que tengan forma, pero aun así no me convence.

—Te vez bien, escoge tus zapatos y ven a comer —dijo eso y se fue.

No me convence su opinión así que mejor le pido ayuda a mi mejor amiga: Luna.

Me tomé una foto en el espejo gigante y se la envíe, luego fui por una bata y camine hasta la cocina.

No es que considere feo a mi cuerpo o algo así. De hecho, sé que muchas personas darían lo que fuera para pesar menos de sesenta kilos pero mi cuerpo no me convence del todo, o más bien, mis piernas, siento que son espaguetis andantes aunque Luna diga que mis piernas son más bonitas que las de ella y tengan forma.

Una vez en la cocina tomé nuevamente mi celular y le escribí a mi madre por novena vez en lo que va del día. Cualquier persona tendría el Jesús en la boca si su hija se encuentra del otro lado del mundo con personas totalmente desconocidas. Ayer me comentó que fue a mi escuela y les relato a los directivos una historia falsa de que estaba fuera del país por asuntos personales, también me dijo que dentro de muy poco tiempo comenzarán a mandarme tarea virtual. No creo que sea tan difícil.

—¿A qué hora vendrá Charles? —le pregunte a Santino mientras tomaba un vaso de jugo de naranja.

—Nos encontraremos con él en la fiesta —acaba de decir "nos encontraremos", eso significa que él también ira, genial.

Vi como mi celular prendió su pantalla por si solo y dejo ver una notificación de WhatsApp, era Luna diciendo que el vestido me quedaba estupendo.

No sé para que pido opiniones ya que tarde o temprano terminaré haciendo lo que yo misma decida. Y acabó de decidir que no voy a llevar el vestido de la agente Romanoff.

—Voy a cambiarme —hable.

—¿Otra vez?

—Es fácil para ti, solo debes escoger un traje, en cambio yo tengo que combinar los accesorios junto con la vestimenta —le dije y volví hasta mi cuarto pero esta vez le puse seguro a la puerta.

Supongo que este estará bien.
Me probé el vestido y llegue a la conclusión de que era el indicado.
Luego busque un collar minimalista junto con zapatos con poco taco, no quiero pasar otra vergüenza.

—Oye, Abigail —llamaba Santino y le respondí con un breve "qué". —Cambio de planes, no iremos a arreglarte el cabello, vendrán los estilistas hasta acá

Fui a abrir la puerta.

—¿Por qué?

—Rachel dijo que era recomendable hacerlo desde aquí, ya sabes, por la prensa —cierto. —Estarán aquí en diez minutos

¿Hay algo peor que te arranquen vello por vello en la zona de tus cejas? Pues sí, hay cosas peores. En mi caso no estoy acostumbrada a eso, nunca me depile profesionalmente (tenía pensando hacerlo para la fiesta de graduación o baile de graduación, como sea que se le diga).

Fue algo fastidioso el soportar que mientras te depilen las cejas manipulen tu cabello poniéndole distintos productos al mismo tiempo de escuchar el sonido de las tijeras que indicaban una sola cosa: menos cabello. Según los estilistas yo tengo mi pelo maltratado y para disimularlo debían de cortar y cortar.

Al fin y al cabo no puedo quejarme, el resultado fue muy bueno. Ahora podría decirse que me parezco a una modelo de Victoria's Secret, o tal vez, me parezco más a las novias de los pilotos de la Fórmula 1.

La noche de Melbourne es increíble.

Admiraba las calles por la ventana.

Se que nada supera a la noche porteña de Buenos Aires pero Melbourne es muy bonita de noche.

Mi vista se centro en la chica que subió al coche hace unos minutos. No debe pasar de los veintiséis años, es rubia y estadounidense. Desifre su nacionalidad ya que cuando subió cruzo unas palabras con el chofer y Santino, pude entender a la perfección lo que dijo ya que el inglés estadounidense es el más fácil para mí.

Hay algo que no comprendo. Se supone que solo las personas que tengan noción del "contrato" deben estar en contacto conmigo pero esta chica ... Nunca la había visto. ¿Ella sabrá de todo? ¿Sera mi nueva guardaespaldas? Eso sería algo gratificante ¡Una chica con quien hablar! Generalmente me cruzo a Rachel pero ella siempre esta pendiente de su trabajo y nunca entablamos una conversación del todo normal y las chicas siempre necesitamos a otra chica para hablar de "ciertos temas". Literalmente que las únicas mujeres con las que hable en toda mi pequeña estancia en Australia fueron solo tres: Rachel (le pregunte donde quedaba el baño) y dos promotoras muy lindas.

Que vergonzoso sería decirle a Santino que necesito toallitas higiénicas para el periodo. Se que es algo normal pero aun así sería incómodo.

—Abigail —llamo Santino. —Ella es Suzy, estarás con ella al igual que conmigo esta noche

¡Sí, lo sabía!

La salude amablemente y ella me respondió con un "hola" muy tímido, no parece tan sociable como yo.

El auto se detuvo frente a un gran edificio, desde la ventana podías ver que para llegar hasta el lobby principal debías subir escaleras repletas de camarógrafos y periodistas.

Una vez más me pregunto porqué estos lugares tienen escaleras. Será complicado llegar hasta arriba con este vestido largo.

El primero que bajo fue el hombre que se encontraba en el asiento del copiloto, era como una especie de guardaespaldas parecido a Santino. Abrió la puerta y fui la última en bajar.

Cuando levante la vista del suelo trate de no miran tanto a los flashes para no quedar cegada ya que había bastantes fotógrafos por todo el lugar.

Al parecer no me reconocieron pero de todas formas siguieron tomando fotografias hasta que entre al lobby.
Del otro lado de la puerta de vidrio podía notar que dentro del lugar se hallaban bastantes personas, se que es una fiesta organizada por la Escudería Ferrari, y que la gran mayoría de los otros equipos estaban invitados a asistir.

¿Donde estará Charlie?

—¿Y ahora qué sigue? —hablé mientras esbozaba una sonrisa.

—Quedate junto a Suzy y ... —hizo unas comillas con sus dedos. — “cumple tu sueño” de estar en una fiesta de gala

Santino se adentro al salón junto con el guardaespaldas.

—Y bien, Suzy ¿Qué hacemos? —le pregunté con un tono exaltado sin borrar la sonrisa de mi rostro. —¿Sirven comida?

—Sí, en la mesa principal sirven sushi —contestó.

Sushi, que recuerdos.

La única vez que probé sushi fue hace varios años. Con mi madre asistimos al restaurante japonés más prestigioso de la ciudad para festejar su cumpleaños y como plato principal decidimos ordenar el tan famoso sushi. No voy a negar que la presentación del plato era estupenda y daban ganas de probarlo pero en cuanto el trozo de pescado toco mi paladar me decepcioné. No era como lo imagine, solo pude tragar tres piezas de pescado y a la última me dieron ganas de vomitar así que para evitar una "desgracia" tome una servilleta y simule limpiar mis labios pero en realidad escupí todo el pescado y tire el bollo bajo de la mesa.
Lo único que espere en ese entonces es que nadie se haya dado cuenta.

—Paso, no me gusta el sushi —agregué después de recordar semejante escena. —¿Qué otra cosa puedo hacer?

—Podría presentarte a varias personas —eso suena tentador.

—Podría ser pero primero debemos presentarnos adecuadamente. Estoy segura de que leíste todo mi "expediente" y quiero saber si de ahora en adelante seras mi Santino 2.0

—Podría decirse que sí, en realidad fui la primera opción de Mattia para ser tu acompañante pero me encontraba de vacaciones. Desde ahora en adelante seré algo así como tu asistente y amiga frente a las cámaras —hizo énfasis en la palabra «amiga».

—¡Que bien! Ya no estaré tan sola —la tome del brazo como si fuéramos mejores amigas, es algo que siempre hago con Luna. —Si es así deberíamos hacer las cosas que hacen las amigas y para eso debemos conocernos

—Claro, pero recuerda que ahora no podemos actuar como si recién nos hubiéramos conocido —asentí.

Mientras nos adentrábamos al gran salón Suzy me explico brevemente que trabaja en el Paddock, su trabajo es muy diferente al de Santino ya que ella es asistente. Habla perfectamente italiano y francés.

—Aquí estas, Charles preguntaba por ti —mire a Sebastian. —Creímos que llegarías antes

—Tuve un retraso, no es gran cosa

—Esta esperándote en el segundo piso —señalo una escalera al final del salón. —Tengo que ir a conocer patrocinadores, resiste lo más que puedas aquí y no te emborraches de nuevo —se rio.

Continúe caminando entre las personas junto con mi nueva compañera de trabajo en cierta forma.

Ahora que lo pienso bien, no conozco a nadie, sin embargo, no me siento una colada como la primera vez que entre a una fiesta de estas en Brasil.
Suzy dijo que podría presentarme a personas pero no veo a nadie conocido ...

Centre mi vista en la mujer que se encontraba a unos metros delante de mí.

Es ella.

¡Es ella! ¡Es Tatiana Calderon! La única mujer piloto de Fórmula 1 y además es latinoamericana.

—Suzy —sacudi su brazo por la emoción. —Debes presentarmela, soy seguidora suya

Suzy se dio cuenta de quien estaba hablando y comenzó a caminar hacía la piloto colombiana.

No puedo creerlo, esto debe ser un sueño. Que nadie me pellizque.

No tengo un papel o algo así para pedirle su autógrafo y deje mi celular en el hotel por no traer bolso y estar más cómoda.

Suzy se acerco a Tatiana y en cuanto se dio la vuelta mis ojos se iluminaron, es la primera vez que conozco a un ídolo mío en una situación no vergonzosa (aunque después de lo ocurrido con Charles ya nada es vergonzoso).

Apenas le preste atención a lo que dijo Suzy.

—Es un gusto conocerte Abigail —hablo en español, con su acento colombiano.

—El gusto es mío, soy tu admiradora y eres como un ejemplo a seguir. Eres la única y la primera mujer latina en llegar a Fórmula 2 y también creo que haces un gran trabajo como embajadora de Alfa Romeo —le respondí al igual que ella, en español.

—Muchas gracias, cuando quieras puedes pasarte por las prácticas

—¿De verdad? Sería un placer ... —no seguí debido a que recordé el porque estoy aquí: el contrato. No estoy segura sobre si me permitan ir. —No sé si pueda en realidad, con tantos viajes y ocupaciones que tengo —¿qué más puedo inventar?

Un hombre llamo a Tatiana.

—Disculpa, debo irme pero llama a mi representante para los pases de las pruebas

—Claro —le dije y la saludé.

Fue muy breve pero de todas formas fueron uno de los dos minutos más emocionantes de mi vida.
De seguro voy a cruzarla en los Grandes Premios, no importa sino puedo asistir a las prácticas.

—¿Abigail? —reconocí la voz detrás de mí. Era Charlie.

Me di la vuelta y lo saludé.

—Ya regreso —suzy nos dejo solos.

—Estas ... Diferente —comento luego de mirarme de pies a cabeza.

—¿Diferente? —pregunte nerviosa.

—Me llamo la atención tu peinado —lleve mis manos a la cabeza para asegurarme que todo estuviera en orden.

Nunca me habían hecho un peinado de estos, es decir, es la primera vez que llevo un recogido en el cabello.

—La verdad es que a mí igual, no espere que me quedara tan bien —dije bromeando. —¿Estas aburriendote? —cambie de tema haciendo referencia a lo que habíamos hablado hace unos días.

—No del todo ahora que estas aquí

No te sonrojes, no te sonrojes, no lo hagas.

—Acabo de llegar—lo único que sabía era que esto comenzo hace dos horas. —¿Hace cuanto que estas aquí?

—Casi hora y media, muero por irme. Tienes suerte por acabar de llegar

—¿Tan malas son estas fiestas? Parecen ser tranquilas y hasta ahora todo ha ido bastante bien —conocer a Calderón fue un sueño hecho realidad.

—Algo así, ¿Quieres ir a una fiesta de verdad? —formo una sonrisa. ¿a qué se refiere? —Podemos salir por la puerta de servicio —bueno, ya comprendí, quiere que nos escapemos de aquí.

—Okey, pero no me hago responsable de lo que pueda llegar a pasar y no quiero que me regañen










*-*-*-*-*

Holaaa.

Primero que nada ¿SE ENTERARON LO DE SEBASTIAN? Supongo que sí, yo todavía no terminó de asimilarlo, todo paso tan rápido y todavía no puedo creer que se vaya de Ferrari :c ni que Carlos sea el nuevo compañero de Charles, nunca me los imagine como compañeros xD y supongo que es porque no soy fan del español.

Definitivamente voy a extrañar demasiado a Vettel, le tome mucho cariño.

Ahora pasemos a la buena noticia:

En unos días voy a mandar al servicio técnico mi antigua computadora (su teclado y mouse están rotos) yyyyy yo creo que en dos semanas voy a comenzar a escribir desde ahí :D, eso significa que voy a actualizar como antes ya que al fin tendría mí propia netbook y no la compartiría.

Por otro lado, la semana pasada estuve editando separadores y cree esto:

Iría al principio de cada capítulo. Intente ponerle otros colores y hacerlo con texturas distintas pero no me gusto el resultado, este fue el más decente. ¿Les gustaría que lo ponga el inicio de cada capítulo?

Eso es todo por hoy.

¿A donde creen que levara Charles a Abigail? y ¿Qué opinan sobre lo de Seb y Carlos?

—Marilyn 💫

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