Diez. [Maratón 2/3]
Buenos Aires, Argentina. 10:46am
—¿ya viste lo que publico Abigail?
—No, dejo de seguirme hace unos meses y yo hice lo mismo. ¿Qué pasa con ella?
—Está en Australia, y la semana pasada estaba en Mónaco ¿Crees que sea verdad? Mira lo que publico en Instagram —el chico le mostró el celular a su amigo. — Tal vez por eso no está viniendo a la escuela
—¿En serio le crees eso? Se fue de vacaciones a Brasil, no tiene dinero para irse a Europa y mucho menos para Australia. Estoy seguro de que esas fotos las tomó en algún lugarsucho de Capital o de Sao Pablo y luego les puso esas ubicaciones
—Pero su amiga ya está de regreso y hace semanas que Abigail no se aparece por la escuela, es muy raro
—De seguro le da vergüenza aparecerse por aquí e invento una excusa para faltar tanto, ya verás que pronto aparecerá deprimida, lo único que quiere es simular que nada le importa
—Cierto, solo quiere llamar la atención
Ambos chicos comenzaron a reír y siguieron caminando por los pasillos del instituto.
—Diego, mi amor, te estaba buscando —una chica pelirroja y delgada tomo por la cintura al chico por detrás. —¿Como estas hoy?
Ninguno sabía que la mejor amiga de Abigail —Luna— se había percatado de la escena y escucho todos sus comentarios.
Esos idiotas. Abigail debe ser más evidente con sus viajes, así a esos estúpidos los carcome la envidia. Pensó.
Luna sintió muchísimas ganas de contárselo a su amiga, pero eso implicaba que Aby se deprima más de lo que ya estaba, y no sería una buena idea.
En el transcurso del día trató de pensar en formas para vengarse de esos estúpidos.
La escuela secundaria a simple vista parece un lugar inofensivo, es el lugar donde haces tus amigos para toda la vida y de dónde sacas tus mejores anécdotas, pero también es el lugar donde ocurren cosas malas que pueden marcarte para toda la vida.
Desde que Abigail rompió con su ex. Él y sus amigos se encargaron de hacerle la vida imposible, pero no de una forma directa, sembraron rumores y como era de esperar, estos se esparcieron y de un mes para otro ya nadie veía con buenos ojos a Aby.
Incluso, comenzaron a recurrir frecuentemente al local de comidas rápidas donde ella trabajaba para intimidarla.
La estabilidad mental de Abigail comenzó a desmoronarse poco a poco. Su primer amor resulto un fracaso, la escuela se transformó en un lugar odioso y su último año —que se suponía que fuera el mejor de todos— se arruino.
Deposito todas sus buenas vibras en el viaje a Brasil. Ahorro por años para asistir al evento automovilístico que la apasionaba, pero por alguna razón no sentía tanta emoción. Irse de vacaciones fue más como escapar de lo que vivió e iba a vivir cuando regrese a la escuela. Solo quería regresar feliz para afrontar el resto.
Manama, Baréin. 13:57pm
Este fondo se ve bonito.
—Tómame una aquí, quiero al World Trade Center de fondo —le alcance mi celular a Suzy. —Dime si tengo que moverme
Posé de una manera elegante para un par de fotos y después, lo hice con poses divertidas (fotos que le mandaría a mis amigos) cuando termine Suzy me alcanzó el celular para ver las fotos.
—Están geniales, gracias —le agradecí al verlas todas, luego guardé mi teléfono. Las editare más tarde.
Manama, la capital de Baréin. Creí que este país quedaba en medio oriente, cuando aterrizábamos me enteré de que en realidad es una isla en el Golfo Pérsico.
No tengo idea de los lugares turísticos que puedo visitar. Debería buscar por internet los mejores sitios.
Pensaba al mismo tiempo que arrastraba mi maleta gigante.
—Abigail —Charles me llamo. —¿Vas a salir?
—No entiendo, ¿dices si voy a salir ahora, más tarde o cuándo? Porque ahora solo quiero descansar en el hotel
—Quise preguntar si tienes planes para mañana, podríamos salir a recorrer la ciudad
—Ah, por supuesto. Solo tengo que avisarles a los chicos —dije refiriéndome a Suzy y Santino. — De seguro van a acompañarnos
—No, solo tú y yo —aclaró. —¿Quieres?
¿Como que solo él y yo? Esto es extraño.
—Sí —le contesté algo nerviosa. —Pero no será fácil deshacerme de Suzy y mucho menos de Santino
—No te preocupes, ya se me ocurrirá algo. Tengo que irme, luego te mando un mensaje —se despidió y camino hasta el coche que lo esperaba.
¿Vamos a estar solo los dos? No entiendo por qué quiere que estemos solos. De seguro es para hablar acerca de Portugal.
No voy a ilusionarme.
No voy a ilusionarme.
No voy a ilusionarme, otra vez no.
Dos horas después ...
—¡No sabes lo que paso, quiere que él y yo salgamos solos! —grite súper emocionada. —¿Escuchaste? Quiere que vaya solo con él
—¡Ahhh! Te dije que tarde o temprano pasaría. No lo puedo creer, mi amiga tiene una cita con Charles Leclerc —Luna estaba tan emocionada como yo. —Serás la envidia de la escuela
—Por qué insistes con eso todo el tiempo
—Es una forma de decir, no solo serás la envidia de la escuela, sino de todas las fanáticas de Ferrari —pauso y cambio de tema. —Por cierto, estoy más familiarizada con ese deporte, ya no me aburro viendo las carreras
—Déjame adivinar, te enamoraste de un piloto ¿quién es?
Todas las veces que ella vio una carrera fue porque era domingo y se encontraba en mi casa. De lo contrario nunca las hubiera visto, ni siquiera sintonizaría un canal de deportes.
—Ese chico que tiene cara de niño —contesto. —Creo que era ingles
—¿Lando? Tú y tu obsesión por los chicos con cara de inocentes —rodee los ojos. —La otra vez hable con él
—¡¿En serio?! ¿Y cómo es?
—Pues, solo intercambiamos unas palabras, pero parece educado y buena persona
—Tráeme su autógrafo, no voy a perdonarte sino lo haces —me amenazo. —También graba un vídeo donde me salude
—Está bien, cuando pueda lo haré —le conteste dudosa. —Sería muy bueno que estés aquí, me ayudarías a sobrellevar todo —pause. —¿No te parece extraño que Charlie haya cambiado su comportamiento conmigo de un día para otro? Es decir, hasta hace un par de horas apenas me hablaba. Es extraño —concluí.
—Bueno, tal vez ... Cuando te llevo a la fiesta se dio cuenta que no eres una aguafiestas y le caíste bien
Deje el celular sobre la cama y me lleve las manos a la cara recordando la escena vergonzosa que protagonice ese día.
—Ay, no me lo recuerdes. Esa noche cuando volvíamos me puse a cantar como loca junto a su amiga, que vergüenza
Luna comenzó a reírse.
—Relájate, sólo le caíste bien
—¿Crees que antes le caía mal? Creo que siempre fue amable conmigo
—No dije eso, pero yo no confiaría totalmente en una persona que apareció de repente en mi vida con un contrato y amenaza mi futuro profesional. Solo digo que tiene sus motivos para no ser tan amigable
—Es verdad —aquello me dejo pensando.
—Además recuerda que en vez de rechazar el segundo contrato tú lo aceptaste, y no pensaste que eso podría perjudicar enormemente a tu ídolo
—Hey, ¿qué estás diciendo? Me presionaron demasiado para firmarlo
—Pero aun así no era tu obligación hacerlo, lo aceptaste casi sin dudar ¿acaso crees que él se lo tomo bien?
—Bueno, tienes un poco de razón, dentro de todo fui un poco egoísta
—No te estoy culpando, cualquier persona en tu lugar lo habría hecho
Minutos más tarde colgué la llamada con Luna.
Creo que mi amiga tiene razón, Charles todavía no debe sentirse a gusto conmigo. Ahora que lo pienso, las únicas veces que pasamos "mucho" tiempo juntos solo fueron cuando debíamos trabajar nuestra imagen.
Tengo que arreglar las cosas con él.
Lo primero que voy a hacer es dejar de lado mi depresión, voy a intentar volver a tener la misma personalidad que antes: alegre, optimista, simpática e hiperactiva.
Lo segundo que hare va a ser arreglar mi relación con Charles, voy a dejarle en claro que no soy una oportunista ni mala persona. Voy a lograr que confíe en mí, y no solo él, sino todos los ejecutivos que sepan del contrato.
Lo tercero, será dar una buena imagen a la prensa. Haré que Charles no se avergüence de mí, también daré una buena imagen ante sus compañeros, los pilotos y sus amigos. Para eso tengo que pedirle ayuda a Santino —lamentablemente— y Suzy. No quiero decepcionar a mi novio de mentira.
Sí, voy a hacer eso y comenzaré ahora mismo.
Me levanté de la cama y fui a buscar a Santino. Como siempre, él se encontraba en la sala custodiando que no saliera sin permiso.
—Necesito que me ayudes —le hable.
Él me hizo un gesto como diciéndome cuéntame.
—¿Estoy bonita? Lo digo en el sentido de verme como una novia digna de un piloto, ya sabes: guapa y elegante
—Digamos que sí, pero te falta altura, mides menos de 1.65 y se nota que no haces ejercicio
Auch. Mi madre tenía razón con respecto a que debía ir a un gimnasio.
—No quiero decir que estés gorda, estas bien con tu peso, pero se nota bastante que no tienes un buen estado físico
—Eso es verdad, si corro una cuadra necesitare un tanque de oxígeno —bromeé. —Quiero verme bien, no quiero seguir pareciendo un desastre ante las cámaras
—Entonces cada vez que salgas de aquí ponte tacos y no tengas cara de nihilista¹. Ya era hora que te preocuparas por eso
—¡Cállate! Vas a ayudarme a que me vea y me comporte como una chica de la alta sociedad, y también tengo que aprenderme mejor eso de quien soy —hasta ahora nadie me lo preguntó, pero a medida que me vaya involucrando en el entorno todo va a complicarse y, tengo que aprenderme toda la vida falsa que me asignaron. —Primero vamos a comer algo, necesitó comida cuanto antes
—Bien, ve yendo al buffet
—Bueno —conteste dudosa.
No creí que me dejaría sola, ni por diez segundos.
Cuando estaba por cerrar la puerta me hablo nuevamente.
—No hables con nadie hasta que este contigo
Me limite a asentir y luego camine por el pasillo hasta el ascensor. El buffet se encuentra en la planta baja, el edificio es muy grande.
¿Qué más debería mejorar de mí? El acento definitivamente. Hay palabras que aún no pronuncio del todo bien, y ni hablar eso de que mezclo diferentes acentos en el inglés, tengo que optar por uno.
El estadounidense es el más fácil de imitar, capaz me quede con ese.
También tengo que repasar las hojas sobre mi vida falsa. Todavía no memorice todo.
De repente el sonido que hicieron las puertas al abrirse produjo que me sobresalte.
Ay, no. Otra vez no.
Si me hago la tonta tal vez no me reconozca. Pero tampoco quiero ser maleducada, dije que iba a hacer buena imagen para el bien de Charles.
Max Verstappen entró al ascensor conmigo. Tenía que entrar justo en el momento donde meditaba asuntos importantes.
—Buenos días —no, ¡tonta! son las tres de la tarde. —Digo ... Buenas tardes
Por favor, que no se ría.
—Buenas tardes —al parecer no me reconoció. Bien por mí.
La espera por llegar a planta baja se hizo prácticamente eterna y cuando las puertas se abrieron salí casi corriendo.
Momento.
¿Dónde queda el buffet? Hubiera esperado al italiano.
Retrocedí varios pasos y me quedé al lado del ascensor para esperarlo.
—¿Abigail? —dijeron mi nombre en español.
—¡Hola! ¿Qué tal Checo?
* * * * * * * *
¹Nihilista: Es aquella persona que cree que la vida no tiene sentido, propósito, valor o importancia, incluida la suya propia.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro