17
K IBA DE LA MANO CON JING POR LA CALLE LUEGO DE HABER ESTACIONADO EL AUTO DE CHENG, caminado ella con una cinta al rededor de sus ojos, caminando a pasos torpes porque al parecer, Lao pareciera estar más ansioso que ella.
—¿Puedes ir más lento?, siento que voy a caer y morir.
—No seas ridícula, no te dejaría caer.
—¿Puedes decirme a dónde vamos?
—Solo dame dos minutos más y te podrás quitar la cinta.
—Has dicho eso hace dos minutos y no la has quitado—rodó los ojos.
—¿No sabes aceptar sorpresas?
—No si implican mi vida en riesgo.
—Ugh, solo....
Jing aún así la quitó, mirando al frente y encontrando una cafetería bastante normal y tranquila.
—¿Una cafetería?
—No es cualquier cafetería... abre la puerta.
Jing suspiró y abrió la puerta, decidida a a entrar cuando se detuvo, volteando a verlo.
—¿K, qué...
—Jing, abre la puerta—ordenó el chico aburrido.
—De acuerdo.
Jing la abrió, estaba vacía y la música era tranquila, ni siquiera había gente tras el mostrador.
—¿Qué es esto?
—Espera... —K sacó su teléfono— creo que nosotros nos...
—¡Qiao, nos entraron a robar!—grito una mujer tomando una escoba.
La mujer se acercó y Jing se escondió tras K, dejando que este recibiera golpes de la señora con la escoba.
K Y JING SE ENCONTRABAN EN LA CAFETERÍA CORRECTA, KRISPY KREME los había recibido con el aroma de cafe y donas.
—Honestamente, eso fue inesperado...—Jing miró el mostrador con donas— pero, fue gracioso.
—Si, bueno... anoté mal la dirección—respondió encogiéndose de hombros— ¿ya sabes cuales pedirás?
—Nop, honestamente pediría todas para probarlas.
—Podemos hacer eso.
—¿Podemos?
—Bueno, técnicamente no deberíamos...
—Que aguafiestas.
Cuando llegó su turno en la fila, K pidió todas las donas más dos cafés, teniendo un descuento porque la cajera los reconoció. Dos cajas de donas y dos cafés decoraban la mesa en la cual ambos habían elegido junto a la ventana.
—Entonces, son 24 donas y de estas 6 son de temporada—K indicó leyendo la boleta— entonces, comeremos la mitad de cada una.
—Hecho.
K QUERÍA VOMITAR, NUNCA EN LA VIDA HABÍA COMIDO TANTA AZÚCAR COMO AHORA, pero Jing estaba tan relajada y feliz, sus ojos brillaban y sus pies se movían bajo la mess con emoción... claramente él no podía quitársela.
—¿Cuál te gusto?
—La de oreo, la de chocolate y sprinkles, la con nutella... ¿cuenta el rollo de canela?
—Sí, si cuenta.
—¿Y a ti?
—¿La glaseada?
—Mmmm... en mi opinión, la del Dunkin' es mejor.
—¿Dunkin' Donuts?, ¿quieres ir?—preguntó como algo automático.
—No no, creo que con esto ya fue suficiente—ella negó.
—Mmmmm... ¿y qué hacemos ahora?
—¿Irnos a casa?
—Nop.
Jing bufó y terminó su café, mirando a la ventana mientras que pensaba en algo.
—¿Podemos caminar?
—No, eso es aburrido, Jing.
—¿Ciber?
—Tenemos computadoras en casa.
—¿Cine?
—La cartelera esta aburrida.
—¿Parque?
—No, habrán niños gritando.
—Vete a la mierda.
—Lidera el camino.
K y Jing se miraron, el aburrido y ella molesta... pero aún así, pareciera que se había entendido.
AMBOS ESTABAN EN UNA TIENDA DE COSMÉTICOS, K VEÍA LAS SOMBRAS y Jing las rebajas.
—Creo que esto te quedaría bien—K se acercó a ella— ¿te gustan los naranjas?
—Soy más de delineadores.
—No te pregunte eso, te pregunte si te van los naranjas.
—No, no me van.
—Eres imposible.
Y ambos se volvieron a separar, tomándose su tiempo para ver los productos y decidir que comprarían. Finalizando con K con una bolsa llena de cosméticos y cosas y Jing simplemente un delineador negro que traía una estampa de estrella.
—¿Es en serio?
—¿Qué?, estaba en rebaja.
—Jing, no porque este en rebaja significa que...
—Hey, tu con tus compres y yo con las mías.
—Bien.
LA VUELTA A CASA FUE EN SILENCIO, LA MÚSICA DE LA RADIO FUE LO QUE llenó el ambiente mientras que K conducía y Jing sobaba su estómago mirando la ventana.
—¿Te pasa algo?, llevas sobándote el estómago todo el trayecto.
—Bueno, eso fue mucha azúcar.
—Has comido cosas peores, Jing.
—¿Y eso qué?, ¿tú no te sientes mal?
—Para nada.
—Que mentiroso.
—Mentiroso será tu abuelo.
—Ni idea, compremos una ouija y preguntémosle.
—¡Jing eso no se dice!—K frenó en un semáforo rojo y volteó a verla— no es correcto.
—Mis dos abuelos están muertos y no los conocí, así que es una buena manera de asegurarnos si son mentirosos o no.
K suspiró y pasó una mano por su cara, sin duda el ingreso de Jing hasta ahora no le parecía tan complejo, pero su humor no era nada que el esperara.
—Te funarian por decir eso.
—Chessman haría una anti-funa y me desfunarian.
K suspiró, sin duda sería una tarde y noche bastante larga.
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