JING HABÍA VUELTO DONDE SUS COMPAÑEROS, LOS CUALES ESTABAN CLARAMENTE hablando del porqué te unas una chica en el equipo y otras cosas que la pelinegra no se molestó en descifrar.

—Bien, he firmado—sonrió ella— ahora, todo este edificio será rosa y afelpado, tendremos muchos gatos y todos, deberán usar ropa de tonalidad rosa barbie, hasta la ropa interior

—Yo no me quejo—Gato sonrió— ¿qué tonalidad de rosa para las paredes?

—Nadie va a pintar nada—Cheng interrumpió el momento— Ming está por venir, estaba hablando con K sobre el cambio

—Esta bien—asintió, estirándose— ¿puedo ir a ver mi habitación?

—No no, todavía no—negó Gordito— con Gato vamos a cambiar tu habitación, ¿no tienes que ir a comprar?

—Bueno, cosas de aseo personal, snacks, cosas para mi y quizás una mini nevera...  ¿por?

—Puedes aprovechar de ir

—¿Quién irá y a donde?—Ming preguntó, llamando la atención desde las escaleras.

—Ella—apuntó Cheng.

—Me llamo Jing, cara de emoji—soltó con indignación.

—¿Cara de qué?, ¿cómo acabas de llamarme...—volteó con cara de pocos amigos— repítelo

—Ya ya, en todo caso, tiene razón—Gato apoyo, soltando una risita— pero si, con Gordito queremos arreglar bien su habitación y así, ella puede aprovechar e ir a comprar sus cosas

—Oh, entonces me presento rápido—se acercó a ella— Soy Ming, ¿Moondust no?

—La misma—estrechó su mano con la del chico— me es realmente agradable tener que ser su suplente

—Bueno, más que suplente, la nueva Mid—sonrió— aunque, te tendremos un tiempo a prueba, ya sabes...

—No tengo problema en ello—asintió— daré lo mejor de mí, no se decepcionará

—Lo sé, aunque bueno, nunca lo harás—le regaló una sonrisa que transmitía honestidad— no te quito tiempo entonces, ¿con quién irás?

—Sola, ¿los taxis llegan aquí o no?—preguntó sacando su teléfono.

—Ve con.... ve con K—Gato habló al ver como el pelinegro bajaba ahora las escaleras.

—¿Qué pasa conmigo?

—Tiene que ir con Jing a comprar, además, era tu turno de ir a hacer las compras—sonrió Gordito.

Cheng simplemente suspiró por las actitudes infantiles—Ya sabes dónde están las llaves

K Y JING HABÍAN LLEGADO AL SUPERMERCADO Y LLEVABA UN CARRITO JUNTOS, o bueno, K era el que lo llevaba mientras Jing caminaba con despreocupación por los pasillos.

—¿Vienes a vitrinear o a comprar?—comentó molesto.

—Puedes irte, la puerta del supermercado es ancha y la del estacionamiento aún más

—¿Y qué publiques que te dejé sola en el supermercado?, ni loco

—Ajá—caminó hacía las sandalias, sin siquiera prestarle atención— ¿qué color debo usar?

—Cualquier color se te viene bien, aunque el azul será mejor—comentó sin siquiera prestar atención— ¿espera, qué?

—Gracias—dejó unas sandalias celestes de Cinamoroll— bien, ahora a las cosas de aseo personal

—¿Vas a llevar esas sandalias?—cuestionó con indignación — no van con la estética de las otras, lleva las rosadas afelpadas

—Quiero esas—se cruzó de brazos.

—Pues no vas a llevarlas—comentó, tomando las celestes para devolverlas y echar las rosas al carrito.

—Cámbialas, K

—No—imitó el meme de buggs bunny.

—K, estoy hablando en serio—se acercó al carro para tomarlas, siendo detenida por las manos del pelinegro— suéltame

—Deja de hacer berrinche y te suelto

—No, quiero cambiarlas

—Yo no quiero que las cambies—apretó su agarre ante las insistencias de la contraria por soltarse.

—¿En qué carajo te afecta con que arruine o no la estética?, esas cosas ni se ven

Y entre tirones, sus rostros quedaron cerca, mezclándose sus respiraciones que se hacían pesadas tratando de controlar la rabia junto a la taquicardia que les producía el discutir, sin embargo, ninguno se alejó, sino, se sumieron en un juego de miradas.

—¿Por qué eres tan irritante, gatita?

—Porque tu eres un imbécil, Jojo—le llamó como el personaje del Lorax.

—¿Jojo?, ¿y tú que, te crees Kitty patitas suaves?

—Vuelve a llamarme por alguna mierda felina y voy a reventarte el teclado de tu computadora en tu cara—refunfuñó molesta.

—¡Meow meow meow!—dijo acercándose más, rozando sus narices.

—Bien, dejaré las sandalias—K la soltó, alejándose un poco— ¡Mira, CK están aquí!

—¿Qué?—volteó desconcertado, buscándolos con la mirada— no hay nad..—y al volver la vista, Jing se encontraba lejos con el carro, notando las sandalias rosas donde estaban— maldita loca...

Y llevó una mano a su pecho, donde su corazón estaba latiendo a tal rapidez que lo hizo ruborizarse por el casi beso que se habían dado.

—Definitivamente voy a perder la cabeza—tomó de igual manera las sandalias y las llevó con él hacía ella.

JING OLFATEABA LOS SHAMPOOS BUSCANDO ALGO AGRADABLE PORQUE YA ERA HORA DE cambiarlo, aunque en lo personal, detestaba los que habían en ese supermercado porque no había mucha variedad.

—¿Te molesta si voy a la farmacia?, realmente no encuentro el que uso

—Haz lo que quieras, no me importa

—Que delicado, ¿te bajo el periodo?—comentó dejando uno de coco y argan, junto al acondicionador.

K la ignoró, decidió meterse a Weibo para ver algo más interesante que perder el tiempo hablando con Jing. Por su lado, la fémina se movió con el carrito, dejando un gel de baño de vainilla y jazmín junto a un jabón de lo mismo, junto a cremas y colonias para después del baño, llamando completamente la atención del pelinegro, yendo hacía el carrito y apoyarse en él, con el celular en su mano.

—¿Vas a abrir un spa o qué?

—¿Ahora si te interesa lo que haga?

—No, realmente me da igual—aunque si tenía curiosidad.

Lao se preocupaba mucho de su imagen personal, mucha gente que lo conocía asumían que era un poco afeminado, aunque realmente era metrosexual, o sea, un hombre heterosexual que se preocupa mucho por su imagen personal y estar atento a últimas tendencias.

—Metiche

—Loca

—Imbécil

—Tonta

—¡K!—alguien gritó, interrumpiendo la discusión.

Ambos voltearon a ver a un grupo de chicas que se acercaban emocionadas al jugador.

—Te dejo con tus novias obesionadas, ciao~—anunció jalando el carrito, que apenas pudo mover debido a que Lao lo impidió.

—Da un paso más y te juro que voy a asegurarme que quedes calva

—Déjame calva y te dejo sin huevos

—Que agresiva, ¿te desayunaste un tigre o qué?

—¿Es tu novia?—una chica habló, mirando con admiración a Jing.

—No, el no tiene muy buen gusto, ya te digo yo...—comentó— de hecho, ni lo conozco

—Solo está bromeando, ¿verdad, Jing?—la miró suplicante.

—Señor, le pido amablemente que suelte mi carrito, mis hijos están en casa esperándome —habló fingiendo estar desesperada.

—Oh...no se preocupe señora, ¿nos das fotos, K?—y las chicas se encargaron de soltar el carro y rodear al pelinegro, ignorando por completo a la contraria.

La dupla de jugadores se miraron, donde Jing le sacó la lengua y se alejó dándole la espalda, levantándole el dedo corazón, dejándolo rodeado de fans que no hacían más que agobiarlo con fotos y preguntas, llegando a la conclusión que Jing iba a ser su nueva pesadilla.