"¿MAMÁ? ¿ABUELO?" VALENTINA LLAMÓ AL ENTRAR A SU CASA.

"¿Valentina?" Andrés preguntó mientras asomaba la cabeza por la cocina, "Llegaste temprano a casa, cariño."

"Sí ... " La chica susurró mientras pasaba una mano por su cabello mojado.

"Estás empapada. ¿Qué te pasó?" Preguntó.

"No me creerás." Valentina resopló mientras se sentaba en uno de los mostradores de la cocina.

"¿Tan malo fue?" Su abuelo se rió entre dientes mientras ponía una olla de agua a hervir en la estufa.

"Dolores dijo que Mirabel encontró una de las visiones de Bruno dónde decía que iba a destruir la magia y que todos estarán perdidos. Todos se enteraron y la propuesta fue un desastre, Isabela golpeó a Mariano en la nariz con una de sus flores, y luego Pepa se empezó a alterar." Valentina contó mientras se escurría el cabello.

"Oh Bruno." Andrés suspiró con una sonrisa, "Él siempre fue mi favorito de los trillizos. Un pequeño tan torpe, pero bastante inteligente y divertido."

"No recuerdo mucho sobre Bruno. Sé que miró mi futuro, pero no recuerdo que era." La chica de cabello negro suspiró.

"Recuerdo lo que era." Andrés expresó con una sonrisa.

"¿En serio? ¿Qué era?" Valentina sonrió mientras saltaba del mostrador.

"Oh, ya sabes, solo sobre ti y tu futuro esposo. Nada emocionante." Dijo el mayor encogiéndose de hombros.

"¿Nada emocionante?" Valentina menciona con burla, "Abuelo, quiero saber quién es mi futuro esposo."

"A su debido tiempo, mi niña. Aunque es posible que ya lo conozcas. Puedes llevarle este té a tu madre, por favor." Preguntó su abuelo mientras le entregaba una taza a su nieta.

"Por supuesto, buenas noches abuelo." Dijo Valentina mientras besaba a su abuelo en la mejilla antes de subir las escaleras.

"¿Mamá?" Valentina llamó mientras abría la puerta.

"Mi amor." Adella sonrió mientras se sentaba en la cama, "¿Cómo estuvo la cena?"

"Un desastre." Valentina confesó divertida, "Ten, el abuelo quería que te diera este té."

Adella sonrió agradecida mientras tomaba la taza de la mano de su hija y olía el contenido dentro. Con náuseas, Adella hizo una mueca y colocó la taza en su mesita de noche.

"Tu abuelo sigue dándome estos tés curativos. Nunca funcionan, huelen y saben asquerosos, así que ya no los bebo." Adella sonrió.

"Tienes que tomarlas mamá, qué tal si una sirve." Valentina dijo con el ceño fruncido mientras se sentaba en la cama de su madre.

"Valentina ... " Murmuró Adella mientras se miraba las manos, "Creo que es hora de que tengamos una conversación."

"¿Sobre qué?" Valentina arrugó el ceño mientras jugueteaba con su anillo.

"Mi salud." Adella dijo mientras apartaba la mirada de su hija, "No va nada bien, Val."

"No va bien porque no estás tomando tu medicina." Valentina murmuró entre dientes mientras tomaba la taza de la mesita de noche y se la tendía.

"Sé que es difícil hablar de esto Valentina, pero yo solo ... quiero que estés preparada." Adella susurró suavemente mientras ponía su mano sobre el brazo extendido de su hija.

"No creo que haya manera de que pueda estar preparada para tu muerte." Valentina expresa con burla mientras apartaba la mirada de su madre.

"Creo que me expresé mal ... " Adella suspiró, "No sé cómo debería decirte esto en realidad."

"Entiendo lo que quieres decir." Valentina frunce el ceño con lágrimas en los ojos, "Necesito aceptar que algún día te irás."

"No me iré realmente, siempre estaré aquí. Estaré en cada caléndula que veas." Adella sonrió mientras acariciaba las mejillas de su hija.

Valentina sonrió con lágrimas en los ojos mientras sostenía la taza de té, miró hacia la mesita de su madre y vio un jarrón con caléndulas amarillas.

"¿Puedo trenzarlas en tu cabello?" Valentina preguntó mientras dejaba la taza de té.

"Por supuesto cariño."

Y así, mientras Valentina se disponía a trenzar las hermosas flores amarillas a través del largo cabello canoso de su madre, la chica trató de saborear cada momento que le quedaba con Adella Marín.

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Les dejo otro dibujo hecho por la hermosa KAELYYN