Capítulo 4: Noche inquieta
VALENTINA MIRÓ EL TECHO DE LA HABITACIÓN DE CAMILO UNA VEZ MÁS DESEANDO DORMIR.
Mientras que otros habían ignorado la incómoda situación que se generó después del anuncio de Mirabel, ella simplemente no podía. Valentina siempre fue hiperconsciente de los sentimientos negativos que albergaban las personas, así que con los sentimientos de los demás el estrés y su propio malestar por lo que dijo Mirabel combinados, estaba de un ánimo bastante inquieto.
Poniéndose de lado, Valentina observó cómo Camilo dormía en la cama al otro lado de la habitación.
'Siempre se ve tan tranquilo cuando duerme.' Valentina pensó con una pequeña sonrisa.
Cerrando sus ojos marrones una vez más, deseaba que llegara el sueño. Pasaron los minutos y la chica yacía inquieta en la cama, una de las camisas de Camilo cubría su cuerpo.
Al abrir los ojos, se quejó al darse cuenta de que el sueño no vendría a ella. Así que, en lugar de sentarse sola en la oscuridad, la niña salió de la cama para ir a molestar a su mejor amigo.
"Camilo." La chica susurró suavemente mientras se sentaba a su lado en la cama, "Despierta."
Puso los ojos en blanco al ver que el chico ni se inmutó, alzó las piernas comenzando a sacudirlo hasta que finalmente, abrió los ojos aturdido.
"¿Por qué sigues despierta, Val? Ya es tarde, deberías estar durmiendo." Dijo lentamente mientras se frotaba los ojos.
"Lo siento. No puedo dormir." Susurró con el ceño fruncido, jugueteando con el dobladillo de la camisa de Camilo.
"No, no te disculpes, esta bien, ¿Por qué no puedes dormir?" Preguntó el chico mientras se sentaba.
"Tengo demasiados pensamientos estresantes." La chica susurró.
"¿Cómo cuáles?"
"Lo que dijo Mirabel." Valentina frunció el ceño, "Sé que no habían grietas. Pero eso me preocupa aún más. ¿Está bien? ¿Está viendo cosas? Todas estas emociones encontradas me están desconcertando."
"Eres tan empática Val. Y entiendo qué estés preocupada, pero no deberías estarlo, ¿Bien?" Camilo sonrió mientras colocaba una mano en la mejilla de la chica, "Casita está bien y Mirabel también. Hoy solo fue un día estresante para ella, eso es todo."
"Supongo que tienes razón." Valentina suspiró apoyándose en la mano de Camilo.
"Algo todavía te molesta."
Valentina frunció el ceño, realmente esperaba que Camilo no se diera cuenta de que algo más la estaba molestando pero era claro que lo haría, él siempre se fijaba en ella.
"Es mi mamá, ella está uh- está enferma." Ella exhaló.
"Bueno, si está enferma de seguro mi tía Julieta puede hacer algo para ella." Camilo dijo con una sonrisa torcida, tratando de animar a la chica.
"No, esa es la cosa, Camilo -El abuelo y yo realmente no hablamos de esto, pero mamá ha estado enferma durante mucho tiempo." Suspiró, "La comida de Julieta apenas ayuda. A veces, cualquier enfermedad que tenga desaparece, pero siempre regresa."
"Y tengo miedo, tengo mucho miedo. Ya perdí a mi abuela y a mi papá. No puedo perderla a ella también."
"Val- "
"Y sé que tengo a mi abuelo, pero él ya está viejo." Valentina divagó con los ojos llorosos, "Pronto no será capaz de cuidar de mí y no sé qué haré si tengo que cuidar de él y mamá. O solo a él. O solo a mi mamá."
Sin decir palabra Camilo jaló a la chica hacia su pecho, abrazándola fuertemente y pasando sus dedos por su cabello.
"Todo estará bien, Valentina. Te lo prometo. Sabes que siempre estaré ahí para ti y que mi familia siempre estará ahí para la tuya. No es necesario que enfrenten esto solos." Camilo la consoló acariciando su mejilla.
Valentina agarró la camisa de Camilo mientras los sollozos estremecían su cuerpo, finalmente dejando salir todo el estrés que había estado manteniendo durante meses.
Los dos se quedaron así por un tiempo, incluso después de que la chica se había calmado, hasta que Valentina finalmente se durmió con Camilo acariciando su cabello.
Mirando hacia abajo a la chica dormida apoyada en su pecho, sonrió dándole un ligero beso en la frente.
Colocándola en el lugar junto a él en la cama, levantó la sábana sobre su cuerpo para dormir antes de envolverla en sus brazos.
Él estaba feliz, ella estaba a salvo y estaba en sus brazos.
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