Capítulo XXXVI
Derek
Espero que estudiar tanto haya dado resultado. Hoy es el último día y nos van a dar las notas. Las mandan por email pero he quedado con Mark, Oliver y Devon para verlas.
— Parecéis unos chiquillos de primer año de universidad esperando haber aprobado todo. Ay espera, es lo que sois — bromea Devon.
— Calla, estoy nervioso — dice Mark.
— Y yo, venga, no esperemos más.
Abrimos nuestras notas y ¡he aprobado todo! Todos hemos aprobado.
Encima en Farmacología tengo una nota muy alta.
— Gracias tío, no sé qué habría hecho sin ti — le digo a Oliver.
— Probablemente suspender — se ríe. — Nah, es mentira. Lo pillas todo rápido, seguro que el año que viene te va bien también.
— Os echaré de menos — dice Devon. — Este año me gradúo. Soy sincero cuando os digo que sois los compañeros a los que más cariño tengo.
— Nos halagas — se burla Oliver pero en su mirada veo que es verdad.
— Te va a ir muy bien, ya lo verás — le digo. — ¿Qué vas a hacer ahora?
— Buscar una universidad para seguir con la especialización. El programa que tienen aquí no me gusta mucho — responde.
— Buena suerte, amigo — le dice Mark.
— ¿Vamos esta noche a la fiesta y nos despedimos? — Propone.
— ¿Qué fiesta? — Pregunto.
— Como ya no vives aquí estás desactualizado eh — dice enseñándome el móvil.
— ¿Es en un club? — Pregunto.
— Sí claro, la fiesta de fin de curso no puede ser en una fraternidad. Las hay, pero esta es mucho mejor — responde.
— Por mí guay. Voy a preguntarle a Luna.
Saco mi móvil mientras me aparto un poco del grupo y marco su número.
— ¡Hemos aprobado! — Gritan Luna y Anna cuando descuelga.
— ¡Enhorabuena! ¡Yo también! — Les digo.
— Enhorabuena cariño, somos los mejores — dice Luna emocionada.
— ¿Vamos a una fiesta para celebrarlo? — Propongo.
— Sí. Nuestra universidad celebra una pero Anna no quiere ir y la entiendo. Habrá mucha gente y los amigos de Theo estarán allí, yo tampoco quiero encontrármelos.
— Venid a la nuestra, se celebra en un club — les digo.
— Vale, perfecto — responde Anna. — ¡Qué ganas!
— Nos vemos en un rato.
— ¿Salimos a comer para celebrarlo? — Pregunta Luna.
— Sí, ¡genial! En un rato estoy ahí.
Cuelgo y vuelvo al grupo.
— Luna y Anna vienen también — informo.
— Genial, pues nos vemos allí — nos dice Devon.
— Allí estaremos — respondemos.
Devon y Oliver se marchan y acompaño a Mark a su residencia.
— ¿Y ahora qué harás? — Me pregunta.
— He quedado con Luna y Anna para comer. Pasaré unos días con mi chica y después creo que nos vamos de vacaciones con sus hermanos y sus chicas.
— Buen plan.
— ¿Y tú? ¿Qué planes tienes? ¿Quieres venirte a comer con nosotros? — Pregunto intuyendo que a lo mejor se queda solo.
— Te lo agradezco pero no, voy a quedarme haciendo las maletas. Mañana vuelvo a casa y voy a hacer un viaje con mis amigos del instituto. Aún no sabemos dónde iremos, a lo mejor cogemos la mochila, el coche y conducimos a donde nos lleve el destino.
— Eso está muy bien, me alegro mucho por ti — le digo.
— Nos vemos esta noche — chocamos las manos cuando llegamos a su residencia y voy al parking a coger el coche.
Salgo del ascensor y oigo la risa de mi chica proveniente de la casa de Anna. Llamo al timbre y me abre Aidan.
— Enhorabuena, ya me ha dicho Luna que has aprobado todo.
— Sí, muchas gracias. Sabía que había aprobado pero las notas han sido bastante altas — digo orgulloso.
— Me alegro un montón, pasa — me invita pero declino la invitación.
— No sé vosotros pero yo tengo hambre — digo en voz más alta para que me oigan.
— Sí, nosotras también, ya vamos — dice Anna.
— Hola amor — Luna me saluda con un beso y paso el brazo por su espalda.
— Vamos a celebrar vuestras notas — dice Aidan frotándose las manos.
— ¿No trabajas hoy? — Pregunto.
— No, hoy no.
— ¿Vienes a comer con nosotros?
Luna y Anna se mira entre ellas.
— Sí, voy — dice un poco serio.
— ¿Quieres venir también esta noche a nuestra fiesta de fin de curso?
A Aidan le cambia la cara y sonríe, Luna y Anna también.
— Me encantaría. ¿No os importa?
— Claro que no — responde Luna.
— ¿Quieres que vaya? — Le pregunta a Anna.
— Claro que quiero — responde y Aidan la besa.
— ¡Ya tenemos plan! — Digo aplaudiendo. — Ahora a comer.
Luna está espectacular. Se ha puesto el vestido corto negro que usó para la graduación del instituto, unos tacones que le hacen unas piernas de infarto y se ha rizado el pelo de tal forma que le cae en cascada por la espalda. Y el maquillaje... Esos ojos grises e inocentes ahora son agresivos, parece una depredadora observando a su presa, a punto de atacar. Me pongo duro sólo con cómo me mira.
— ¿Te gusta? — Pregunta y asiento tragando saliva. — Esta noche podrás quitármelo — susurra y salivo sólo de pensarlo.
— Te lo quitaré todo — gruño con voz profunda — hasta la vergüenza.
— De eso ya no tengo — ríe — gracias a ti.
Paso mis manos por su baja espalda y la beso, la beso de tal forma que voy a reventar el pantalón. La empujo suavemente y poco a poco la llevo a la habitación hasta que el sonido del timbre nos interrumpe.
— Voy a quitar ese maldito timbre — gruño — esta noche no te escapas.
Se muerde el labio y junta las piernas. Esto se pone interesante.
Llegamos al club y David Guetta suena por los altavoces, se nota que ésta sí es una auténtica fiesta de fin de curso. Vamos a la barra, pedimos unas copas y alzo la mía.
— ¡Por nosotros! — Brindo.
— ¡Sí! ¡Por haber aprobado el curso! — Me acompaña Luna.
— Y — digo mirando a Aidan y Anna — por los nuevos y bonitos amores.
Ambos me sonríen, brindamos y bebemos.
El ambiente es maravilloso, hay estudiantes de todos los cursos por todas partes, la pista está llena y la gente lo pasa bien.
— ¡Hola! — Grita Devon por encima de la música y me giro.
— ¡Ey! — Choco su mano y dejo que salude a los demás.
Anna presenta a Aidan como su novio y veo el orgullo en su mirada. Oliver, Mark y Sophia también están, nos saludamos todos y brindamos de nuevo con otra copa.
— Vamos, me encanta esta canción — Luna coge a Anna de la mano y se la lleva a la pista.
— Vuestras chicas son increíbles — dice Mark. — Sois unos chicos con suerte.
— Lo somos — respondemos Aidan y yo a la vez.
— Venga, bailad con ellas — nos animan y no necesitamos más.
Vamos a la pista y cogemos de la cadera a nuestras chicas. Madrid City suena por los altavoces y me siento en el paraíso. Es la canción perfecta para bailar pegado a Luna. Pega su espalda a mi pecho y mueve su precioso culo al ritmo de la música, provocando, mostrándose como la diosa que es. Llega el estribillo y saltamos sin parar, las luces parpadean y cambian de color y el dj suelta confeti por unos cañones. La noche promete.
No hay mejor forma de celebrar el inicio de vacaciones que saliendo todos a cenar. Cuando nos levantamos teníamos un montón de mensajes por el grupo preguntando si queríamos quedar, todos contestaron diciendo que sí, salvo nosotros, que estábamos durmiendo.
Luna
¡Sí! Claro que sí. ¿Dónde vamos a cenar?
Katy
¡Al fin! Dejad de follar que tenéis tiempo de sobra.
Derek
No estábamos follando, estábamos durmiendo, listilla.
Katy
Ya ya.
Anna
Doy fe. No sé vosotros pero me duele todo.
Luna
A mí también. Menuda noche.
Katy
¿Vosotros también tuvisteis fiesta de fin de curso?
Luna
Sí.
Justin
Yo también. Menuda resaca más mala.
Christian.
Doy fe.
Katy
Vale, estamos todos de resaca.
Alan
Yo no.
Katy
Mentiroso.
Alan
Juju.
Anna
¿A qué hora quedamos?
Katy
¿A las 20h? Podemos ir a cenar al italiano que hay en el centro.
Justin
Vale.
Christian
Vale.
Luna
Perfect.
Derek
Allí nos vemos.
— Parece que todos salimos anoche — dice Luna bebiéndose una botella entera de agua.
— Luna — llama Anna por la ventana.
— Dime.
— Ha llegado el día — dice Anna y ambos la miramos expectantes. — Quiero presentar a Aidan como mi novio. ¿Creéis que les importará si le llevo a la cena?
— ¡Claro que no! — Dice Luna emocionada. — ¡Aidan! — Le llama y él se asoma también. — Ponte guapo, esta noche te presentamos en sociedad.
— ¿Sí? Qué nervios — dice y parece nervioso de verdad.
— Ya les conoces — le tranquilizo — al menos a Katy y Justin. Los demás son muy majos también. Tú tranquilo.
— Nos vemos allí — dice Anna.
Vamos al salón y nos tiramos en el sofá.
— Son nuestros amigos y les quiero mucho, pero ahora mismo lo que menos me apetece es salir de casa — se ríe.
— Ya lo sé, pero vamos a pasarlo bien. Además, tenemos que demostrar que aún somos jóvenes y no hay resaca que pueda con nosotros.
— Vale, tienes razón — se pone en pie y le doy un azote en el culo.
— A la ducha, ¡vamos! — Le doy otro azote, sale corriendo y obviamente voy detrás de ella.
— Estoy un poco nerviosa — dice Anna.
— No te preocupes, les va a caer genial — la tranquiliza Luna.
Hemos llegado antes de la hora y estamos esperando en la puerta a que lleguen los demás. Les vemos y Anna traga saliva. Entiendo que esté nerviosa, después de todo lo que ha pasado le da miedo que no le acepten, pero eso no va a pasar.
— Hola chicos — saluda Anna — os presento a Aidan, mi novio.
Todos le miran y Katy parece impactada, pero enseguida se recupera y se acerca a ellos.
— Me acuerdo de ti, nos conocimos en el hospital. Soy Katy, es un placer conocerte.
— Igualmente — sonríe Aidan.
— Justin — dice acercándose a él — como le hagas daño te mato, pero de buen rollo eh — está serio pero enseguida se ríe. — Es broma, bienvenido a esta loca familia.
Todos sonreímos y una vez que todos se han presentado entramos en el restaurante.
Es la primera vez que quedamos y todos tenemos pareja estable. Eso se merece un brindis así que alzo mi copa y todos brindan conmigo.
Esta última semana hemos descansado muchísimo. Básicamente hemos dormido hasta muy tarde, hemos salido a pasear, hemos visto una serie entera y jugado a varios juegos de mesa. Podría decir que lo hemos aprovechado bien. Algunas noches Anna y Aidan nos han acompañado en nuestros juegos y lo hemos pasado genial.
Always on the run suena por los altavoces mientras hacemos las maletas. Dentro de unos días salimos de viaje a Canarias y queremos hacerlas con tiempo para que no se nos olvide nada, es un viaje muy largo.
La melodía del móvil de Luna se mezcla con la de los altavoces.
— Qué raro — dice Luna bajando la música — es MJ.
— Cógelo, a lo mejor es importante.
— Sí, enseguida vuelvo.
Sube la música de nuevo y sale al salón para hablar mientras yo sigo con mi maleta.
Rato después vuelve y no trae buena cara.
— ¿Estás bien? — Pregunto acercándome a ella.
— Sí, sí, estoy bien — responde aunque no me convence.
— ¿Pasa algo?
— MJ me ha confirmado que los rumores eran ciertos, se van de viaje a finales de agosto y van a hacer una cena para despedirse y nos han invitado. Van a irse mucho tiempo.
— Iremos a la cena, no te preocupes por eso.
— ¿No te importa?
— Claro que no. Son tus compañeros y es normal que quieras despedirte de ellos. Iremos — beso su frente y me abraza.
No sé por qué siento que no me está contando todo. Lo dejo estar pero durante el día la veo un poco decaída, sonríe e intenta aparentar que no pasa nada, pero no me lo creo.
Durante la cena está perdida en su mundo así que vuelvo a intentarlo.
— ¿Segura que estás bien?
— Sí... Es que... — empieza pero la corto.
— Estás decepcionada, a que sí. Sí, claro que lo estás. Es una buenísima oportunidad y es una putada que no cuenten contigo — hemos terminado de cenar así que cojo su mano y la guío hasta el sofá. — ¿Dónde van?
— A Utah, aunque hay estudios de terreno que confirman que en Egipto hay un terreno digno de ser explotado y seguramente vayan también.
— Joder, es una oportunidad de oro y me jode mucho que no cuenten contigo. Eres una paleontóloga brillante y sí — digo cuando me mira — sé que sólo has aprobado el primer año de la carrera pero estoy seguro de que lo eres.
— ¿No te importaría que me fuera si me hubiesen invitado? — Pregunta preocupada.
— No, claro que no. Ya has ido de viaje otras veces este año y todo ha salido bien.
— Pero es distinto, este viaje va a durar muchos meses — susurra.
Me quedo en silencio porque tiene razón. Una cosa es que se vaya un fin de semana o como mucho una semana como hasta ahora, pero irse varios meses o incluso un año como me dijo al principio cuando oyó el rumor es distinto.
— Al fin y al cabo estudias para eso — digo sincero — cuando termines la carrera es lo que te espera, viajar por todo el mundo haciendo descubrimientos y si esa oportunidad llegase antes lo afrontaríamos juntos. Pero bueno ahora no merece la pena preocuparse por eso, cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él, ¿vale? — Asiente con la cabeza y la apoya en mi pecho. — Sólo sé que al no contar contigo han perdido a una gran paleontóloga.
Se abraza más a mí y acaricio su cabeza mientras enciendo la tele.
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