Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XXX

Luna

— ­­­­­­­­­­­­­­­¿Aún no se lo has contado a tus hermanos? ­­­­­— Pregunta Derek

— No, sé que está mal, debería habérselo contado pero me da miedo su reacción. ¿Y si me piden que vuelva a la residencia?

— No te van a decir eso. Pero si quieren que nos vayamos de aquí buscaremos otro piso para vivir juntos, no te preocupes por eso, pero tus hermanos deben saberlo. ¿Y si vienen un día y se le cruzan? Sabes que Tom no se va a detener.

— Ya... Tienes razón.

— Aprovecha, te están llamando — sale de la habitación y me deja sola para que hable con ellos.

— ¡Hola preciosa! — Saluda Tom. — ¿Qué tal va todo?

— Bien, todo bien.

— ¿Qué tal tu viaje? — Pregunta Sam. — No nos has contado mucho.

— Lo sé, perdonad, es que he estado un poco liada.

— ¿Ha pasado algo? — Me preguntan. Qué bien me conocen.

— La verdad es que sí. Han pasado varias cosas. Ya tenemos nuevo vecino, es un chico demasiado escandaloso, no para de follar a todas horas con chicas y lo peor de todo es que le conocemos.

— ¿Derek y tú le conocéis? — Pregunta Sam.

— No, vosotros y yo le conocemos. Es Álex — confieso.

— ¡¿Qué?! — Gritan los dos a la vez.

— Parece que está estudiando en la misma universidad que yo, está en último año de carrera y eso no es lo peor.

— ¿Hay algo peor que eso? — Tom se pasa la mano por el pelo, está nervioso.

— Sí, hay algo peor. ¿Recordáis que Anna estaba conociendo a un chico y se había mudado con él?

— Sí — responden al unísono.

— Pues ese chico es Álex, sólo que aquí usa su primer nombre, Theo. Por eso no lo relacioné, no sabía que era él.

— ¿Anna está viviendo con él en el piso de Dory? — Pregunta Sam alucinando.

— No, ella vive con él en la fraternidad, él tiene alquilado el piso de Dory para follar con chicas distintas. Anna lo sabe y le da igual. Bueno, no, no le da igual. El otro día vino y tuvieron una bronca muy fuerte, él rompió el móvil de Anna y ella se fue llorando. Hemos intentado sacarla de ahí, le he contado quién es realmente pero primero nos ha echado de su cuarto y después Derek y él se enfrentaron en una fiesta porque se encaró con nosotras... La tiene totalmente anulada chicos — digo muy triste.

— Joder, menuda situación. ¿Hay algo que podamos hacer? — Pregunta Sam mirando a Tom.

— No, si ella ya sabe quién es y aún así sigue con él... No hay nada que podamos hacer. Sin pruebas, sin denuncia no podemos alejarla de él. ¿Tú cómo estás? — Me pregunta Tom.

— Jodida, estoy jodida Tom. No me gusta tenerle enfrente y mucho menos que esté con Anna. La está jodiendo la vida y ella se deja. Está totalmente atrapada por él y no sé cómo sacarla de ahí.

— Ten paciencia y vigiladla. Si veis cualquier cosa rara llamad a la policía y Luna, si te hace algo...

— No dejaré que la haga nada — interviene Derek. Estaba escuchando en el marco de la puerta. — Tom, Sam, juro por mi vida que ese chaval no va a tocar a Luna. No voy a permitirlo, antes le mato.

— Gracias Derek. Sólo tú puedes protegerla ahora — dice Tom. — Por favor, si pasa cualquier cosa llamadnos.

— No te preocupes, van a pasar los chicos unos días con nosotros, así vigilamos a Theo y estamos pendientes por si Anna aparece por el piso — les tranquilizo. — Así que no voy a estar sola, y Derek me acompaña cuando tengo que salir de casa y me espera a la que vuelvo del museo. De momento no me le he vuelto a cruzar.

— Igualmente no nos quedamos tranquilos — comenta Sam. — Voy a llamar a Eliana a ver si puede hacer algo para echarle.

— No puede — interviene Tom. — Me ha mandado una copia del contrato de alquiler, no tenía por qué hacerlo pero dice que no quiere tener secretos con nosotros. Lo he leído y el contrato es por un año. Sin motivos de causa mayor no se le puede echar.

— Joder... — dice Derek. — Estaremos atentos y a la mínima que cometa un error, le echaremos.

— Ojalá pase pronto y se vaya de ahí — comento.

— Me está llamando Katy — dice Derek y sale de la habitación para contestar. — Adiós chicos — grita desde el pasillo.

— Adiós Derek — responden mis hermanos.

— Preciosa, cuídate.

— Cualquier cosa nos llamas hermanita.

— Adiós chicos.

Cuelgo la llamada y voy al salón. Derek está hablando con Katy y Justin por videollamada.

— Pues yo creo que lo de siempre, ¿no? Carne para perritos, hamburguesas, pizza, pasta... — dice Derek.

— ¿Estáis haciendo la lista de la compra? — Pregunto.

— Sí, lo tenemos todo más o menos repartido — responde Katy.

Insistimos en comprar algo también nosotros y al final acceden, pero nos dan muy poco de la lista. Aún así nos quedamos satisfechos. Colgamos la llamada y vamos al supermercado a hacer la compra.

Vamos por los pasillos cogiendo lo que nos han asignado nuestros amigos y de paso también hacemos compra para nosotros y cogemos más bebidas para todos y chuches.

— Joder — maldice Derek.

Miro en su dirección y al final del pasillo están Theo y Anna. Van cogidos de la mano mientras hacen la compra. Vienen en la misma dirección que nosotros y Derek coge mi mano y con la otra sujeta fuerte el carrito. Pasan por nuestro lado sin mirarnos. Les volvemos a ver en la caja y, cuando llegamos a casa, les vemos entrar en el ascensor.

— Espera — me pide Derek. — No quiero que subas con él.

— Ya, yo tampoco quiero subir con él — respondo.

Esperamos a que el ascensor suba y, cuando se apaga la luz que indica que ya las puertas se han cerrado y los pasajeros han bajado, le llamo. Entramos en casa y cierro la puerta con llave.

Por la tarde oímos mucho jaleo en el descansillo. Me asomo por la mirilla y veo cajas de mudanza.

— Derek — susurro alto para que me escuche, pero no viene. — Derek — vuelvo a susurrar en el salón.

— ¿Qué pasa? — Se levanta y me sigue hasta la puerta. — ¿Theo se muda? — Se frota las manos y sonríe. Segundos después su sonrisa se apaga.

— ¿Qué? — Pregunto.

— Theo no se marcha. Anna se está mudando con él. Aquí.

— ¡¿Qué?! — Grito. — No me lo puedo creer. Nos está provocando, ¿lo sabes no?

— Sí, claro que lo sé y Anna no se está dando cuenta — vuelve a asomarse a la mirilla y pone cara de asco. — No quiero seguir viendo esta mierda.

Me asomo yo y por la mirilla veo cómo se besan en la puerta. Theo le toca el culo y le mete mano bajo la falda, puedo ver la ropa interior de Anna. La coloca de espaldas a mí y mira directamente a mi puerta, cómo si él supiera que le estamos observando y su mirada me deja helada. Me aparto de golpe y me voy corriendo al salón. Este chico me da escalofríos.

El día siguiente lo pasamos colocando las habitaciones de mis hermanos, limpiándolas bien y poniendo sábanas nuevas. Nuestros amigos van a dormir ahí.

Tal y como prometieron, el martes llegan, se acomodan en sus habitaciones y colocamos la compra. Nos sentamos en el sofá y oímos la risa de Anna.

— ¿Está con una chica? — Pregunta Alan con cara de asco.

— No, no es cualquier chica — respondo. — Es Anna.

— ¡¿Cómo?! — Gritan al unísono.

— Ayer por la tarde Anna se mudó con él, están viviendo en el piso de enfrente — explico.

— No, no. Ni de coña, no puede vivir con él aquí. Joder al menos en la fraternidad si tenía cualquier problema podía salir y pedir ayuda pero aquí está sola — dice Justin y se pasea por el salón. — Tenemos que sacarla de ahí.

Se encamina hacia la puerta pero Derek, Alan y Christian le detienen. No podemos aporrear su puerta sin más y esperar que nos abra y Anna salga por las buenas. Eso haría que se alejase aún más de nosotros.

— ¿Os apetece que salgamos? Así tomamos el aire que a todos nos va a venir bien — propone Katy.

Aceptamos, hacemos unos bocadillos, cogemos bebidas y las metemos dentro de una neverita, guardamos bolsas de patatas fritas y vamos al parque. Extendemos una manta y hacemos nuestro propio picnic. Hace muy buen día y a la sombra de un árbol estamos divinamente.


Cuando volvemos tenemos la mala suerte de que nos cruzamos con Anna y Theo saliendo del bloque de pisos.

— ¿Ves que rápido te han olvidado? — Nos provoca Theo. — Han continuado con su vida, hacen planes sin ti.

— Eso no es cierto — explota Justin. — No podemos continuar con nuestras vidas porque nos falta ella, tú le estás jodiendo la vida y ella no quiere verlo.

— ¿Qué yo le jodo la vida? — Dice riendo. — ¿Y follarla durante años y después dejarla de lado diciendo que eres gay no es joderle la vida?

Me quedo de piedra. ¿Cómo ha podido contarle eso? ¿Qué más le habrá contado de todos nosotros?

— Hijo de puta — masculla Justin y se lanza a por él pero Christian le detiene.

— Vaya amigos tenías — dice con chulería. Agarra a Anna de la mano y se la lleva.

Entramos en casa y Justin se pasa las manos por el pelo mientras da vueltas por el salón.

— ¿Cómo ha podido contarle eso? Además no es verdad, no pasó así. A Anna nunca la he dejado de lado y mucho menos por eso. ¿Por qué le ha contado nuestras intimidades? ¡Joder!

Está fatal, por mucho que intentamos consolarle puedo ver el dolor en sus ojos. Anna es nuestra amiga pero él la conoce desde que son pequeños, es más importante para él y que le haya hecho esto... Ojalá pudiera ayudarle a sentirse mejor.

Los días siguientes los pasamos jugando a juegos de mesa, viendo películas y adelantando tareas pendientes. Christian sigue trabajando y Alan entrenando, sólo los que estudiamos estamos de vacaciones. Alan tiene partido el viernes y nos invita a ir con él pero no me apetece mucho así que declino la invitación y Katy se queda conmigo.

Pasamos una tarde – noche de chicas que empieza, como no, con Anna y Theo follando. Me levanto a cerrar la ventana y Katy apaga la tele.

— De verdad que no lo entiendo — explota. — ¿No la da vergüenza el espectáculo que está dando? Mira, todas hemos gritado cuando hemos follado y en ese momento nos ha dado igual quien nos oyera, pero tía, está claro que lo hace para joder. Él sabe perfectamente que le oímos incluso que podemos verle. Si es que desde aquí puedo verle el culo — maldice. — Esa relación es mierda pura, Anna va a terminar muy mal como siga así.

— Ya lo sé nena, pero es su decisión. Por más que intentemos alejarla lo que conseguimos es que nos odie más. Al menos ahora la tenemos enfrente y podemos ver todo lo que hacen.

— Eso es verdad.

Una vez que Katy abre la boca es imposible que la cierre y yo la dejo que se desahogue. Lo que dice es duro pero es la realidad y tiene razón en todo.

— ¿Hago palomitas y vemos una peli? — Propongo y acepta. Todos sabemos que comer chucherías es lo mejor para animarnos.

A mitad de la película oímos golpes, la pausamos y se dejan de oír.

— A lo mejor es de la propia película — comenta Katy.

— Puede ser. Quizá sea el asesino que la intenta asustar.

Continuamos viéndola y se oyen de nuevo. No hacemos caso hasta que los golpes son más fuertes y vienen acompañados de gritos.

— Eso ya no es de la peli — dice Katy y pausa la escena.

Oímos los gritos de nuevo y me levanto a abrir la ventana. Son Theo y Anna discutiendo. Pongo mala cara y me escondo a ver si consigo ver algo sin que ellos me descubran. Katy se coloca a mi lado. Siguen gritando pero no consigo entender nada, además Anna está llorando y hay mucho ruido porque no paran de romper cosas.

— ¡Ya está, se acabó, me quiero ir! — Consigo oírla decir.

— ¿Le quiere dejar? — A Katy se le ilumina la mirada y se cruje los nudillos, quiere darle una paliza a ese desgraciado y yo también.

— No me gusta que seas tan agresivo. Cuando te conocí no eras así.

— Eres tú la que has cambiado. Sólo piensas en ti misma y en tus amigos, no me tienes en cuenta a mí — reprocha él.

— Perdona si pienso en mí cuando te digo que no me gusta que me pongas la mano en el cuello y me ahogues mientras me follas — se defiende ella. — Eres muy agresivo Theo.

— Siempre he sido así, pero tus amigos te han comido la cabeza y te han puesto en mi contra, ya lo veía venir.

— Ellos no han hecho nada, me he dado cuenta yo sola. Me marcho.

Vemos cómo Anna coge su maleta e intenta irse pero Theo la agarra, la tira y oímos como algo se rompe. Va hacia Anna y ella se encoge. Esto no me gusta.

— Voy a llamar a la policía — susurra Katy sacando su móvil.

Asiento y sigo mirando la escena, preparada para salir en su ayuda. Anna le empuja, intenta correr hacia la puerta pero Theo la agarra del brazo y de un puñetazo la tira al suelo.

— ¡Katy! — Grito y ella al ver la escena se levanta y salimos corriendo de casa.

Aporreamos su puerta y gritamos.

— ¡Anna! ¡Anna abre la puerta! — Gritamos pero nadie nos abre, al contrario, oímos más golpes y Anna llora cada vez más fuerte.

— ¡Álex! — Grito para llamar su atención. — ¡Álex déjala, no la hagas daño! — Le pido con lágrimas en los ojos pero eso sólo hace que los golpes sean más fuertes. La está pegando.

Vuelvo a casa y busco mi llave.

— Por favor que no haya cambiado la cerradura — rezo. Introduzco la llave y la puerta se abre.

Entramos corriendo y Theo se queda paralizado. Anna está en el suelo, encogida y hay salpicaduras de sangre. Vamos a coger a Anna para sacarla de ahí pero Theo consigue coger a Katy y la aprieta contra sí, intentando asfixiarla. Todo a mi alrededor se vuelve rojo y empiezo a respirar más fuerte, cojo un bate que hay en una esquina y le doy en la cabeza, reventándole la ceja y abriéndole una brecha en la frente. Sin soltar el bate cojo a Anna y cuando intentamos salir Theo vuelve a coger a Katy. Ella le da una patada en sus partes íntimas y vuelvo a darle con el bate en la cabeza, más fuerte aún y le dejamos tirando en el suelo. Corremos a casa y cierro la puerta con llave.

Él no tarda en aparecer y aporrear la puerta. Estoy apoyada contra ella y la ira que sentía antes se convierte en miedo cuando noto que la puerta tiembla. En cualquier momento puede echarla abajo y no sé si vamos a poder con él. Saco mi móvil y marco el número de Derek.

— Hola mi niña, ¿qué tal vuestra tarde de chicas? — Pregunta.

— Necesito que vengas — le pido aterrada. — Necesito que vengáis todos. ¡Venid ya por favor! — Le pido ahogando un grito. — Theo está intentando entrar en casa.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro