Derek

— Tom — digo muy serio cuando responde al teléfono. — Tenéis que venir.

— ¿Qué pasa? — Pregunta.

— Venid cuanto antes, Dory ha fallecido.

— ¡¿Qué?! — Grita. — ¿Qué estás diciendo?

— Luna la ha encontrado tirada en el suelo del salón. No sabemos qué ha pasado — digo conteniendo las lágrimas. — Venid cuanto antes — pido con la voz entrecortada.

— Salimos ya — responde tajante y corta la llamada.

No voy a poder con esto yo solo así que llamo a mi hermana, es la que está más cerca.

— Katy, por favor dime que no estás ocupada — mi voz suena desesperada.

— ¿Qué pasa? — Pregunta asustada.

— Dory ha fallecido, venid por favor.

— Ya vamos, ¿puedo hacer algo por ti?

— ¡Abuela! — Oigo gritar a Luna.

— Sí — digo saliendo de la cocina. — Llama a mamá y a Justin.

Corto la llamada y me arrodillo junto a Luna. No para de temblar y la abrazo.

— Cariño, ven conmigo — pido suavemente.

— No — responde llorando. — No voy a dejarla sola. No quiero irme, tiene que despertar, tenemos planes para hoy.

— Lo sé mi amor, lo sé.

Beso su cabeza y la abrazo. Por suerte Katy y Alan llegan quince minutos después y Katy abraza a Luna y no la suelta.

— Vamos a intentar que Katy se lleve a Luna a casa, yo me quedo aquí contigo hasta que lleguen los demás — dice Alan y se lo agradezco.

Asiento y levantamos a Luna del suelo.

— Nena, vente conmigo — pide Katy.

— Katy no... — responde Luna.

— Luna, sí, hazme caso, vente conmigo — mi hermana se pone seria y Luna sorbe por la nariz y asiente.

— Voy en un rato, ¿vale? No te preocupes, tu abuela no va a estar sola — le aseguro.

Beso su cabeza y dejo que Katy se la lleve.

Rato después llegan los servicios de emergencia y lo único que pueden hacer es certificar su muerte. Tenemos que esperar a que levanten el cadáver así que simplemente nos sentamos.

— ¿Qué puede haberle pasado? — Pregunto a uno de los médicos?

— No puedo asegurarle nada pero parece un infarto.

No digo nada más y continuamos en silencio hasta que Tom y Sam llegan.

— Sí que os habéis dado prisa — digo abrazándoles. — Lo siento mucho.

— Él pagará todas las multas de velocidad — intenta bromear Sam pero lo único que consigue es que su voz se corte y vea cómo derrama las primeras lágrimas.

Le abrazo de nuevo y les doy el pésame por segunda vez.

— No le digas a Luna que estamos aquí — me pide Tom. — Quiero dejar todo organizado porque una vez que la vea no podré dejarla sola.

Todos asentimos y nos ponemos manos a la obra. Quiero que sea un funeral precioso.

Sólo necesitamos saber las fechas en que podremos velarla y darla santa sepultura y para eso tenemos que esperar a que nos llamen del hospital. No tardan mucho, una vez se llevan el cuerpo nos llaman a las dos horas indicando que no hace falta hacer autopsia. Nos explican que Dory tenía un marcapasos desde hace varios años y le ha fallado, por eso se desplomó. Nos aseguran que no sufrió, el corazón se le paró y murió al instante, no llegó ni a tocar el suelo.

En parte eso me consuela, no sufrió, no se enteró, pero me parece muy injusto. Luna no ha tenido el tiempo suficiente para querer a su abuela y ahora que nos habíamos mudado tan cerca...

Alan me abraza y exploto. Esto es demasiado, Luna está destrozada y prefiero desahogarme aquí y estar fuerte con ella.

Media hora más tarde ya está todo organizado.

— Mañana velaremos a Dory aquí y pasado mañana la enterraremos — concluye Tom.

— Yo he llamado a un catering — aporta Sam — no sabemos cuánta gente vendrá, pero he contratado uno grande.

— Bien hecho hermano.

Tom y Sam se abrazan y yo saco mi móvil y llamo a Anna. No contesta. Llamo a Justin y me dice que ya ha hablado con Katy, estaba ocupado cuando llamó y en cuanto habló con ella se pusieron en camino, ya están llegando. Vuelvo a llamar a Anna y no lo coge. Llamo a los amigos que tenemos en común a ver si alguien la ha visto o está con ella para que pueda darle la noticia pero nadie sabe nada de ella. Intento relajarme, lo último que necesita Luna es que me vea enfadado, así que le mando un mensaje y rezo para que lo vea y se digne a aparecer.

Alan y yo cerramos la puerta de la casa de Dory y cuando entro en la nuestra veo a Luna llorando abrazada a sus hermanos, Katy viene a mi encuentro y ella y Alan me abrazan, me parte el alma verla así y no poder hacer nada para ayudar.

Llaman al timbre y Justin y Christian entran en cuanto abro la puerta.

— Lo siento mucho tío — dice Justin y ambos de abrazan. — ¿Cómo está Luna? — Pregunta Christian pero no hace falta que responda, sus sollozos se oyen en todo el edificio, no se puede controlar.

Nuestros amigos me miran y van a su lado.

— Amor — susurra Justin y mi chica levanta la mirada, tiene la cara roja de tanto llorar y los ojos hinchados.

— Mi abuela... — intenta decir pero no puede continuar hablando.

— Lo sé, lo sentimos muchísimo — dice Christian.

— Ven aquí — mi amigo la atrae a sus brazos y ambos la abrazan y la sostienen mientras ella tiembla sin control.

Nuestra casa no es muy grande pero mis cuñados, Katy, Alan, Justin y Christian se quedan con nosotros, aunque nadie duerme.

Hoy es el velatorio y han venido nuestros amigos de la facultad, MJ y Lizzy, mis padres, los padres de Justin, los padres de Alan, vecinos del bloque y Eliana. No se me pasó por la cabeza llamarla a ella, imagino que lo habrán hecho Tom o Sam.

Eliana abraza a Luna y ella le corresponde, no sé si es muy consciente de lo que está pasando. Vuelvo a llamar a Anna pero sigue sin contestar y no hay señales de que vaya a aparecer por aquí. Katy me enseña su móvil, le ha llamado también varias veces y tampoco ha contestado, está muy enfadada y no la culpo.

Dory está guapísima, la han arreglado muy bien y la han colocado en el centro del salón, rodeada de flores y velas. Luna no para de llorar y para mi sorpresa encuentro a Eliana consolándola en la cocina. Luna no pone resistencia, al contrario, se deja consolar, abrazar, acariciar... No quiero interrumpir así que me quedo en la puerta observando la escena.

Rato después sale de la cocina y mi madre aprovecha para entrar.

— Luna, cariño — dice mi madre.

— Olivia... — rompe a llorar nuevo y se abraza con fuerza a mi madre. Creo que no es consciente de que lleva ya un buen rato aquí. Como Eliana no la ha dejado sola en ningún momento mi madre no ha querido separarlas.

Las dejo solas y vuelvo al salón. El día está siendo muy duro.

— He vuelto a mandar un mensaje a Anna — susurra Katy muy enfadada. — Como mañana no aparezca voy a buscarla y la traigo de los pelos.

Estoy de acuerdo con ella, no sé qué cojones le está pasando para desatender a sus amigos y no estar con Luna en un momento como este. Abrazo a mi hermana y ella me consuela.

Veo a Eliana mirar a su madre y me acerco.

— Lo siento mucho — comento dándole el pésame. — Nadie debería pasar por un momento así.

— Gracias querido — responde Eliana y no puedo evitar darla un abrazo.

Sé que con Luna no se ha portado bien, pero Dory era su madre, no puedo imaginar el dolor que está sintiendo.

— Me alegra saber que puedo ver a Luna la noche antes de... Me siento muy culpable por no haber estado con ella, todo en la vida lo he hecho mal — dice torturándose — y ahora he perdido a mi madre y no podré recuperar la relación. Todo el tiempo perdido... — empieza a sollozar y la abrazo de nuevo.

— No te tortures, tu madre sabía que la querías. Puede que no hicieras las cosas bien pero le diste el mejor regalo que pudo tener: a Luna. Al final Luna sabe la verdad gracias a ti, no lo descubrió de la mejor manera pero al fin y al cabo eso las unió y pudieron vivir unos meses como abuela y nieta.

— No fue el tiempo suficiente.

— Pero fue algo, eso mejor que nada.

— Tienes razón.

Las cosas podrían haber sido de otra manera pero si Eliana no hubiese aparecido en la vida de Luna, Dory habría fallecido y no habría podido disfrutar de su nieta. Incluso puede que Luna se hubiese enterado de que tenía una abuela en su entierro, o quizá, para ahorrarle el dolor, sus hermanos nunca se lo dijeran. Tienen razón cuando dicen que hay que ver el lado bueno de las cosas, en este caso, lo bueno fue Dory.

— No quiero dejarla sola — dice Luna cuando es de noche. — Quiero quedarme con ella.

— Nos quedamos nosotros también — responde Tom.

— A mí también me gustaría quedarme — pide Eliana.

— Claro — responde Sam.

Nos sentamos en el sofá y Luna se recuesta sobre mi pecho. Intenta ocultarlo pero sigue llorando, noto cómo tiembla y, sin que lo note, acaricio su cabeza hasta llegar al cuello y tomar su pulso, lo tiene acelerado. La abrazo fuerte y acaricio su espalda rezando para que se relaje un poco.

Seguimos al coche fúnebre hasta el cementerio. Allí somos testigos de una misa preciosa. Antes de terminar, el sacerdote pregunta si alguien quiere dedicarle unas palabras a la difunta. Luna se levantan temblorosa y se coloca delante de todos.

— Dory era mi abuela — empieza tras respirar hondo. — No hemos tenido una relación normal ya que no lo he sabido hasta hace un año, más o menos. Me ha cuidado desde que yo era pequeña, para mí siempre fue muy importante, no sólo la vecina de enfrente. — Hace una pausa y toma aire. Todos guardamos silencio. — Es muy injusto que me la hayan quitado, tenía tanto que compartir con ella... Quería que me viera graduarme, quería que estuviese conmigo eligiendo vestidos de novia, organizando mi boda, darle la noticia cuando estuviese embarazada... Puede que fuera mi abuela pero era joven para irse. No es justo que no pueda hacer nada de eso contigo, abuela. No dudo que estarás viéndome desde el cielo y apoyándome. Voy a echarte tanto de menos... Me voy a esforzar para que estés orgullosa de mí, para que me sonrías y me abraces aunque no pueda sentirlo. Me acordaré siempre de ti y por las noches miraré al cielo y le mandaré besos a la estrella que más brille, porque sé que esa eres tú. Te quiero abuela, hasta pronto.

Todos estamos llorando cuando Luna termina su discurso. Tom, Sam y yo nos levantamos y la abrazamos. Sus sollozos son desgarradores cuando bajan el ataúd y empiezan a enterrarlo. Tengo que llevármela de aquí. Miro a Tom y con lágrimas en los ojos asiente, no tenemos nada más que hacer aquí.

Volvemos a casa y Luna dice que va a darse una ducha, Katy y Justin la acompañan y yo me quedo con mis cuñados en el piso de Dory.

— Creo que lo mejor es que vayamos al notario cuanto antes — dice Eliana. — No quiero ser grosera, pero sabéis que hay un tiempo para hacer todo el papeleo y...

— Lo entendemos — dice Tom aunque ninguno pone buena cara. — Pediremos cita.

Luna tarda mucho así que voy a nuestra casa y la encuentro en el sofá, arropada por Justin y Katy.

— No quiere volver — dice Justin. — La agobia que haya tanta gente.

La entiendo, muchas personas han vuelto para estar con nosotros tras el entierro.

— No sé cómo voy a vivir aquí — susurra Luna. — Primero lo de Álex en este mismo salón y ahora mi abuela muerta en el piso de enfrente.

Solloza y nuestros amigos la abrazan. Me acerco al sofá, me arrodillo y la abrazo yo también. Por primera vez en mucho tiempo me quedo sin palabras, no sé qué decir porque yo tampoco sé si podría vivir aquí después de todo lo que ha pasado y todo lo que ha vivido en este bloque de pisos.