Luna
Estamos en plena época de exámenes y van a hacer otra fiesta. Me dieron la invitación hace unos días y la verdad es que el título Fiesta en Blanco me crea curiosidad pero más me agobia el examen de Laboratorio de Geología que tengo la semana que viene.
Todos insisten en que quieren ir y Derek el primero, dice que nos vendrá bien distraernos porque hemos pasado una semana difícil estudiando y también tenemos que despejarnos un poco. Devon, Mark y Oliver también van a ir porque Bekah les ha invitado. Parece ser que ya conocía a Devon de años anteriores y se invitan mutuamente a las fiestas de sus respectivos campus. Megan, Ashley, Josie y Charlie también vienen y Anna lleva presionando para ir desde que recibimos la invitación. Está muy ilusionada porque Theo también va y me lo quiere presentar. Por un lado quiero conocerle pero por otro... Si viene Theo significa que Mich y Leyla también van a asistir y, aunque Bekah estará con nosotros, no quiero a esos dos en mi grupo.
Bueno, todo sea por ver a Anna feliz y ponerle cara por fin al chico misterioso.
La regla obligatoria para poder entrar en la fiesta es ir enteros de blanco, no podemos llevar ningún color en la ropa así que rebusco por mi armario y encuentro una camiseta y unos leggins. No son blancos relucientes porque ya tienen unos cuantos años pero servirán.
Al menos el grupo de amigos que hemos formado en la universidad, tanto de mi campus como del de Derek es muy bueno, seguro que nos lo pasamos genial.
— ¿Seguro que no quieres venir con nosotras? — Pregunto a Anna cuando Megan toca nuestra puerta.
— Segura. Estoy esperando a Theo, dijo que vendría a recogerme e iríamos juntos a la fiesta. Todos sus amigos ya están allí y le da un poco de corte presentarse en nuestro grupo — responde sonrojándose.
— Qué mono, ¿es tímido? — Pregunto curiosa.
— No, o al menos eso creía. Quizá le da vergüenza conocerte. Le he hablado mucho de ti y de Derek, eres mi mejor amiga y seguro que quiere causarte buena impresión.
— Eso dalo por sentado. Las amigas siempre tenemos que dar el visto bueno — comento bromeando.
— Nos vemos en un rato — se despide de mí y de Megan cuando abro la puerta.
Nos reunimos con el resto del grupo en la entrada de la fraternidad y, como no podía ser de otra manera, ya vamos a tener movida antes de entrar.
— Vamos chicos, seguro que alguno de vosotros quiere pasar el rato conmigo en la fiesta. O todos si queréis, tengo mucho para dar — comenta Blanca pavoneándose delante de los chicos.
Lleva un top demasiado corto que sólo cubre sus pechos y una minifalda. La verdad es que tiene un cuerpazo, aunque no sé cómo no se congela, estamos en diciembre por dios.
— Te veo falto de cariño, amor — le dice a Derek y ya es lo que me faltaba para saltar.
— No te preocupes, amor — intervengo haciendo énfasis en la palabra amor, como hace ella — ahora mismo le doy cariño, que para eso soy su novia.
— Hola nena — Derek se gira y le da la espalda a Blanca, pasa sus manos por mi cintura y me atrae hacia él. — Qué ganas tenía de verte — susurra contra mis labios y me besa.
— Bueno, a ti te veo muy sólo hoy Devon. Podrías subir conmigo y hacerme un chequeo a fondo — Blanca no se da por vencido.
— Blanca, no tengo interés en ti. Parece que no te queda claro, ¿te lo tengo que explicar? — Dice Devon irritado.
— Oye Blanca — interviene Bekah — ¿por qué no pruebas en otros campus? No sé, en alguno donde no te hayas follado a nadie.
En el fondo me da pena la chica, pero es que es muy pesada. Blanca se gira indignada y entra en la fiesta.
— Yo creo que Blanca tiene algún problema. No es normal que se insinúe a todos los chicos y sea tan insistente — comento.
— A lo mejor es ninfómana — dice Mark.
— No lo sé, pero debería mirárselo. Arrastrarse de esa forma delante de la gente no es sano — dice Derek. Me agarra de la cintura y entramos en la fiesta.
— Por ahí viene Anna — anuncia Josie y va corriendo a abrazarla.
Me giro con mi mejor sonrisa para recibir a su chico pero lo que veo no me gusta nada. Anna está sola con cara medio enfadada medio triste.
— ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está Theo? — Pregunto abrazándola.
— No va a venir. Tiene un examen muy importante la semana que viene y dice que tiene que estudiar. Tampoco voy a verle el resto del fin de semana.
— Menuda putada — susurran los chicos.
— Bueno anímate, estamos todos aquí contigo y nos lo vamos a pasar bien — digo frotando su espalda.
Intento animarla pero la entiendo. Jode muchísimo que te dejen plantada y más a última hora cuando ella ha estado esperándole toda la tarde. Ya podía haberle dicho antes que no iba a venir. No quiero juzgar pero ya me cae un poco mal. Si sabe que tiene un examen muy importante y no va a salir en todo el fin de semana le podía haber dicho ayer que no le esperase. Pero bueno, no vamos a amargarnos.
— Vamos nena, es tu canción favorita — digo cogiendo sus manos y llevándola a la pista de baile.
Flowers y Used To Be Young son las canciones que Anna necesita para animarse.
Los chicos nos traen bebidas y bailamos todos juntos.
Al cabo de dos horas nos hemos cansado de bailar y jugamos al birra pong, o más bien, vodka pong. Nos encanta el vodka rosa. Formamos equipos y Anna y yo jugamos juntas. Nos hemos dado cuenta de que no podemos ser peores jugadoras y al cabo de una hora ya estamos demasiado borrachas. Tanto que cuando el dj pide que salga todo el mundo al jardín no lo pensamos dos veces, agarramos nuestras manos y salimos corriendo al jardín donde suena Timber y con el subidón de la canción unos cañones nos bañan de purpurina y confeti y otros sueltan una humareda de colores que se queda impregnada en ropa, piel y pelo. Ahora entiendo lo de ven y tíñete de color de la invitación.
Lo bueno de la época de exámenes es que tenemos el resto del día libre para estudiar. Es miércoles y acabo de salir de mi último examen. Sólo me queda terminar un trabajo y seré libre hasta después de Navidad.
Derek aún no ha terminado, le quedan dos exámenes así que me he ofrecido para ir al centro comercial y comprar los regalos antes de que pase más tiempo y se agoten las cosas.
— Me parece bien pero sólo si cumples lo acordado — me pide por teléfono.
— Sabes que sí, soy una mujer de palabra — respondo.
— Confío en ti y en tu criterio, seguro que sabes escoger bien.
— Había pensado cogerle a mis hermanos alguna agenda electrónica o algo así, tengo que mirar bien. A tus padres a lo mejor alguna sesión de masajes y a Katy otra agenda.
— Me parece todo bien. ¿A tu abuela le vas a coger algo? — Pregunta.
— Sí, pero no sé aún el qué.
— Vale, cuando lo compres me dices cuánto te debo. Yo quiero colaborar en su regalo.
— Perfecto amor. Suerte en el examen.
Colgamos y cojo mi coche. Nos hemos gastado mucho dinero organizando nuestro viaje de aniversario y él más aún con mi regalo de cumpleaños, así que hemos decidido comprar este año los regalos a medias.
Aparco en la entrada del centro comercial, se nota que aún es época de exámenes porque a la hora a la que vengo, son las 12h, no hay apenas gente.
Lo primero que hago es dar una vuelta por todas las tiendas, mirando qué puedo comprar. Una vez que recorro todo el centro comercial me siento en uno de los bares y me pido un sándwich para comer y mientras hago una lista de los posibles regalos: he visto una tienda que vende agendas electrónicas a buen precio, puedo coger una para uno de mis hermanos para que se organicen mejor las reuniones. Además me comentaron que las tablet que les regalé las han usado tanto que al final se les ha fastidiado la batería así que no les va a venir mal. A Katy puedo cogerle una agenda como la que me regalaron a mí pero más profesional, con más apartados para que pueda rellenarla con sus citas, sus reuniones y demás, de cara a cuando tenga su propio negocio. A Ted y Olivia ya sé qué regalarles, un pase para un spa con masaje y baños relajantes. A Derek el último videojuego de Spider-man, ya lo tenía pensado hace mucho. Listo.
Una vez que termino de comer me pongo en marcha y compro todos los regalos en el orden de la lista, hasta que me detengo un momento en el escaparate de una joyería. He visto un colgante de estrella con una circonita en el medio, es increíble y quiero que mi abuela lo lleve puesto, así que entro en la joyería y lo compro.
Sólo me queda el regalo de Derek y cuando voy a coger el videojuego me paro a mirar un estante con cajitas de funko-pop. Veo uno de Anna, de Frozen, y no me puedo resistir a comprarlo. Seguro que ha Anna le anima, aún está de bajón por lo de Theo, no ha vuelto a verle desde aquella noche que la dejó plantada en la fiesta y quiero volver a verla feliz.
Vuelvo al coche con todas las compras de Navidad hechas y sonrío. Me gusta mucho que me den regalos, eso es obvio, pero me gusta mucho más darle regalos a mis seres queridos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro