Capítulo 10
Si no te amas tu primero es imposible que ames a otros, sería mentira, un efecto amor actuado
[cafetería]
-tengo un mal presentimiento, para variar- suspiro cansada limpiando las mesas.
-Gilda ¿tomaste otra vez el turno de Don?- preguntó una de sus simpáticas compañeras.
-si, pero no importa, al final el que termina con el autoestima hasta el piso es él- cuando terminó se fue hacia el mostrador.
-deberías dejarlo madurar solo y no estar a su pendiente como una madre- la muchacha mostró molestia y la peliverde solo se quedó callada.
-si...
[...]
Cuando la cafetería por fin cerró sus puertas y Gilda tomó rumbo a su casa por el camino se encontró con un peculiar personaje.
-porque no me sorprende encontrarte así- empezó a acercarse a él.
-deberías ir a casa, está comenzando a llover- el chico se encogió en su lugar mientras que leves gotas caían sobre los dos.
-esta bien, mi casa queda cerca, más la tuya no... Dime ¿paso otra vez?- se sentó a su lado.
-creo que ya sabes la respuesta...
-Don, deberías dejar de hacer eso- comentó molesta- mira, esta es la no se cuanta vez que una chica te deja sin dignidad, ten más cuidado contigo mismo, tu eres la persona más importante que debes cuidar.
-...- Don seguía con la mirada hacía el piso.
-eres imposible- se levantó bruscamente- siempre buscando cariño en personas ajenas, sin importarte tu mismo ¿y quien es la que te termina consolando? Si, yo ¿acaso crees que yo no siento?- pequeñas lágrimas salían de ella.
El muchacho quedó perplejo, la persona que admiraba por su fuerza y siempre estaba cerca suyo, lloraba y nada más que por el, se sentía mal.
-yo también sufro y a pesar de todos los que me decían que te dejara, aun así seguía a tu lado ¿sabes por qué? ¡¡Porque te amo, idiota!! No solo por mi, sino porque me preocupaba lo que harías- sin mas lágrimas que gastar se seco las mejillas y se fue del lugar, dejando a Don pensativo.
-... Lo siento...- cerro los ojos sintiendo la lluvia cayendo sobre el.
[hace mucho tiempo]
-Don que idiota eres jaja- unas chicas rieron junto a el- que ocurrente.
-claro, claro ¡hey ahí esta Gilda, adiós!- se despidió y se fue con su amiga.
-¿no te molesta?- preguntó refiriéndose a los constantes insultos a él.
-no, no, en lo único que soy bueno es hacer sonreír a la gente, esta bien- sonrió y siguió hablando de su día ignorando la cara de desconfianza de Gilda.
"¿esta realmente bien? Aún si a simple vista parecía un juego"
Mostrar una sonrisa y ocultar el constante dolor, perder la fe en sí mismo y buscarlo en otras personas, pero si ni siquiera podía sentir su propio valor ¿otros lo harían?
[...]
-¿ella hizo eso?- otro recuerdo vino a él, está vez un poco más grandes, la primera ruptura de Don.
-si... Pienso a creer que ella tiene razón ¿sabes?- una sonrisa forzada fue lo que le mostró.
-Don, claro que no, mírame- tomó su cara y lo obligó a mirarla- tu estas bien tal y como eres y si ella no ve eso, entonces que importa, lo que importa eres tu.
Siempre, siempre, siempre ella le recordaba su valor y ahora que ella se había ido, se sentía vacío, Gilda siempre lo aprecio a pesar de todo y el no supo apreciarla hasta ahora.
Así, varios recuerdos aparecieron por su mente tratando de martirizarlo, tratando de desesperarlo.
Una dulce tortura.
Cuando llegó a casa, el silencio lo recibió, mojo el piso, pero ya luego lo limpiaria, ahora mismo tenía que procesar todo lo que Gilda reveló y como todos sus recuerdos con ella comenzaban a tener sentido.
El no sentía lo mismo que ella y se sentía mal, ella siempre estuvo para el, pero no puede corresponder sus sentimientos.
-tsk ni siquiera eso puedo hacer- se frustró y se encerró en su cuarto.
"-primero comienza amándote a ti mismo- menciono orgullosa.
-ahora ¿de que libro sacaste eso Gilda?- se comenzó a reír junto a ella.
-vamos ¿acaso vives en una cueva? Es un libro últimamente muy popular 'efecto amor' así se llama, lo leí y es bastante interesante.
-¿ehh? ¿Gilda y amor juntos en una oración? Jaja.
-hey, yo también me puedo enamorar ¿si?- se sonrojo.
-claro- mencionó sarcástico.
-no te burles- Don vio la cara de enfado de Gilda y comenzó a reír a carcajadas contagiando a Gilda en el proceso."
-..."Si no te amas tu primero es imposible que ames a otros, sería mentira, un efecto amor actuado" tus indirectas eran muy directas Gilda- menciono recordando cada palabra de ella.
[días después]
-¿hoy día tampoco vino?- susurro para si misma, ahora comenzaba a arrepentirse de lo que le dijo hace días cuando lo encontró.
-que raro- mencionó su compañera.
-¿qué sucede?- preguntó aún angustiada.
-es que... Dice el jefe que Don renunció- le dijo- no se que es lo que sucede, pero tengo un mal presentimiento.
-si, yo también- de repente un vaso se resbaló de su mano-... No puede ser, ahora lo limpio.
-no te preocupes yo lo hago, ya te ves bastante cargada, descansa un rato- su compañera la llevo a la sala de descanso mientras ella limpiaba los vidrios rotos.
"¿y si tal vez hizo una tontería?" pensó, a Don le divertía trabajar en la cafetería, era bastante improbable que la deje.
De repente un mensaje le llegó al celular.
"siento tanto lo de la otra vez, se que es inadecuado disculparme mediante mensaje, pero no tenía el valor de verte, solo te hastiaba con mis cosas, nunca me di el tiempo de valorarte, ni siquiera lo hacía conmigo, solo quiero que sigas tu vida sin mi, alguien que solo te trae nada mas que lágrimas."
-Don
-¿... Qué?- se levantó rápido de su asiento y corrió lo más que podía, nada la iba a detener, no podía terminar así.
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Chan chan chan
Gracias a un sistema de gran calidad y servicio altamente gestionado por profesionales:
Salió contar la historia de Don y Gilda.
Espero les haya gustado voten comenten, cierto, todas teorías son bienvenidas, he leído varias y son buenas, pero todo se revelará a su tiempo, nos vemos en el próximo capítulo.
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