×| capítulo 4: ¿¡kirishima que te ha pasado!? |×

Ya había pasado una semana desde que aquel huevo de color rojizo con marcas amarillas había nacido, dando a conocer a la criatura nombrada actualmente por la castaña, kirishima.

la mañana ya había llegado, los cálidos rayos de sol se asomaban por la ventana en la habitación en la que se encontraban las dos niñas durmiendo tranquilamente, la primera en despertar fue la castaña oscuro, al tratar de moverse para adoptar una mejor posición para dormir, no pudo lograrlo al sentir demasiado peso sobre su cuerpo.

— mnhg.....izumi quitate de encima que pesas un montón...–pronunció, aún con sus ojos cerrados, tratando de removerse para quitar el peso sobre ella.—

pero no sintió ningún indicio de movimiento de aquel peso extra encima de ella, volvió a removerse aún más, volviendo a hablar medio dormida.

— ya quitate izumi....— dijo despertandose poco a poco.–

La castaña había abierto un poco sus ojos manteniendolos entre cerrados para acostumbrarse a la luz de la mañana, pero los abrió de golpe al notar una piel escamosa sobre ella, trato de levantarse pero el peso se giro aplastandole por completo.

— ¡mnfhg!...¡izumi!..—dijo lo suficientemente fuerte bajo el peso, el nombre de su amiga, despertandola.—

la azabache que se encontraba durmiendo en el suelo, se despertó de un salto por el llamado, removiendose como gusano en su saco de dormir amarillo y por el susto saliendo de este, tomando un zapato en sus manos.

— ¡____! ¿¡Que tienes!? ¡Wah!¿¡por que creció derrepente!? —dijo dando un salto hacia atrás, soltando el zapato.—

— ¡ayumade que me estoy quedando sin aire!..—grito de nuevo tratando de quitar el peso de encima.–

la pelinegra se acercó rápidamente para ayudar a la castaña para quitar el peso, que era kirishima que había crecido y ahora se encontraba medio matando a la castaña bajo de el, la pelinegra logro hacerle girar a los pies de la cama de la castaña, quedando este patas arriba, acercándose a su amiga notando que no respiraba.

— ¡____ despierta ya se quito de encima! —dijo moviendole.—

la castaña despertó de golpe, dando una gran bocanada de aire, sentandose en la cama.

— ¡ah!...casi muero por su peso, pero ¿que le paso?, ¿por que creció tan derrepente? —dijo tomando un momento su pecho, dirigiendo su mirada a izumi, luego a los pies de su cama.—

— al parecer.....durante la noche crecio solo un poco...bueno poco no se puede decir..— dijo ahora también observando a los pies de la cama a kirishima con una gotita de agua en la sien.—

derrepente kirishima que se encontraba a los pies de la cama de la castaña, se removió despertandose, observando a las dos pequeñas, observandole atentamente, este solo les miro confundido un momento, pero después empezó a mover su cola y un poco sus alas, dando los buenos días al parecer, eso hizo enternecer y sonreír a ambas pequeñas, hasta que la castaña corto el momento preguntando algo.

— izumi, ¿tu crees que a eso se le puede llamar "poco"? —dijo ahora mirando a la pelinegra haciendo comillas con sus dedos por la palabra "poco".— además, creo que es como de tu tamaño o más grande....creo.

— Tal vez lo sea...—dijo examinandole con la mirada.—

En eso, la pelinegra se acerco colocandose a un lado del dragon, levantando un brazo para poder medir si era verdad que se había vuelto más grande que ella, era verdad le ganaba por al menos unos dies centímetros, eso hizo deprimir a la pelinegra haciendo que un aura oscura le rodiase.

— es más grande que yo....—dijo, haciendo que el aura oscura aumentara.—

En eso la castaña ahoga una risa, cubriendose con sus manos, llamando la atención del dragon, haciendo que mueva su cola imitandole.

— eso es obvio izumi...—dijo tratando de no reirse, levantándose de la cama dirigiendose al dragon, sonriendo.— ¡ahora es mucho más tierno!

Fue lo que pronunció abrazándose a este, haciendo que se quede congelado sin moverse, notandose algo raro en la cara del dragon, como si se ubiera sonrojado, la pelinegra al notar aquello solo se río por el raro comportamiento.

— ja ja ja....m-mejor dejale que creo que esta avergonzado..— dice tratando de callarse con una de sus manos.—

la castaña volteo a ver confundida a su amiga, alejándose un poco del dragon y volviendo a observarle atentamente.

— ¿Que se avergonzó? no, sus escamas son de ese color, solo mirale completo, además no creo que se avergonzara por solo un abrazo, lo he echo desde que nació —dijo ahora volviendo a mirar a su amiga.—

— dije "creo" ademas, no creo que un dragon llegue a avergonzarse solo por que le abrazaron ja ja ja  — dijo volviéndose a reír.—

La castaña solo le miraba aún confundida por lo que dijo, sinceramente ella tampoco creía que aquel dragon se llegará a avergonzar solo por que le abrazo, ¡lo lleva haciendo desde que salió del huevo! tendría que ser normal para el aquello.

— ya mejor vayamos a desayunar y después planeamos como alimentarlo ahora con ese tamaño — dijo observando al dragon, dudando mentalmente si podrán alimentarlo ahora como cuando era pequeño.—

— se nos hara más difícil que antes.....pero ¡podremos como lo emos echo hasta ahora! —dijo dando una sonrisa animada, también dirigiendo su mirada hacia el dragon que solo observaba la conversación sin entender mucho.—

Fue lo que dijo, dirigiéndose a la puerta de su habitación para abrirla, pero su amiga le detubo, llamando su atención.

— ¡hey! espera un poco, recuerda que debes decirle a kirishima que se quede aquí, ya que el te hace más caso — pronuncio haciendo un puchero cruzandose de brazos.—

— ¡ah!, se me estaba olvidando por completo —cerro la puerta de nuevo dirigiéndose al dragon colocandose delante de el en su pijama de conejos.—

La castaña le miro fijamente mientras que el dragon hacia lo mismo, como si estuvieran hablando telepáticamente el uno al otro, luego la castaña solto derrepente.

— kiri se bueno y quédate aquí — dijo dando una pequeña sonrisa.—

El dragon solo movió un poco su cabeza dando una respuesta afirmativa, acompañado de un pequeño sonido como un gruñido.

— no se como solamente a ti te hace caso, a mi casi se me escapa por la ventana cuando fuiste a bañarte, enseñame como lo haces ___ — dijo la pelinegra aún con el puchero viendo la escena.—

— no lo se, creo que es.....¿instinto? o ¿cariño? —dijo ahora observando a su amiga dirigiéndose nuevamente a la puerta.—

— si claro "instinto" y "cariño", vamos enseñame se que tienes un truco anda dímelo —dice insistiendo aún en su lugar parada.—

— no izumi, vamos que mi madre vendra y vera a kirishima —dijo finalmente abriendo la puerta de la habitación siendo la primera en bajar la escaleras.—

— ¡hey! ¡esperame ____! —dijo siguiéndole rápidamente cerrando la puerta y bajando las escaleras a paso veloz.—

Haci fue como pasaron el día subiendo y bajando las escaleras, tratando de alimentar al dragon con ahora su nuevo tamaño sin que la madre de la castaña se diera cuenta, se les haría mucho más complicado ahora, ya que el "pequeño" dragon de color rojo había crecido, pero las dos pequeñas no se esperaban que un acontecimiento ocurriría con kirishima y la madre de la castaña que les metería en problemas a ambas.

Palabras: 1219
Publicado y re-escrito: 24/03/2021

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cambie muchas cosas

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siento la tardanza