Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo IX

No me salen las palabras, está impresionante, sexy, imponente... Esta chica es una diosa. Noto como se me pone más dura con cada paso que da hacia mí. Juro que si no tuviéramos planes no la dejaría salir de esta habitación. Por su mirada sé que ella también tiene ganas pero ahora lo que necesita es salir y distraerse y eso es justo lo que vamos a hacer.

— Estás impresionante — digo con voz ronca — seguro que voy a tener que quitarte a los chicos de encima en ese bar.

— No te preocupes por eso, yo sólo tengo ojos para ti, el resto del mundo no existe.

Se acerca más a mí y me acaricia el cuello con sus suaves manos. Cierro los ojos y respiro hondo. Contrólate Derek, ahora no es el momento.

— Tú también estás muy sexy — me susurra al oído — te queda bien todo lo que te pongas aunque admito que me gusta más contemplar tu cuerpo cuando estás desnudo.

Mierda, voy a explotar. Como vuelva a decirme algo con esa voz juro que me corro.

— ¿Te pasa algo? — Me pregunta mirándome directamente a los ojos.

Esa mirada penetrante, esos ojos grises tan profundos me tienen hipnotizado.

— Sí, tengo un problema muy grande.

— ¿Y qué problema es?

— Éste.

Cojo su mano y la llevo directamente a mi entrepierna. La tengo tan dura que al final voy a reventar el pantalón. Empieza a acariciarme por encima de la ropa y yo tiemblo sin control.

— Luna...

— Te deseo, Derek.

Rodea mi cuello con sus brazos y me besa, invade mi boca sin piedad y yo la dejo, joder que haga conmigo lo que quiera, me tiene totalmente hechizado.

Paramos cuando oímos unos golpes en la puerta.

— ¡Party ahora, guarreo después!

Maldita Katy, si no fuera mi hermana juro que la mataría.

— Siempre tan oportuna — dice mi chica riéndose. — Anda vamos o tirará la puerta abajo.

Cogemos los abrigos y riéndonos salimos de la habitación.

— Yo que tú me retocaba un poco el pintalabios — dice Katy agarrando del brazo a Luna. Ella se ríe en respuesta.

Me gusta ver que se llevan tan bien, Luna se ha integrado muy bien en mi familia y es normal, es una chica increíble.

Me acerco al grupo de chicos y les agarro de los hombros.

— ¿Listos para pasar la mejor noche de vuestras vidas? — Les pregunto muy contento.

— Por supuesto — responde Alan.

— ¡Claro que sí! Lo estoy deseando — Justin se frota las manos y se ríe.

— A lo mejor tienes suerte y Anna y tú os volvéis a acercar esta noche — le dice Alan a Justin mientras sube y baja las cejas.

A Justin le cambia la cara y aunque intenta disimularlo sé que ese comentario no le ha gustado. Alan no lo hace con mala intención, al contrario, a mí también me gustaría que volvieran a ser los de antes pero tengo el presentimiento de que Anna no es esa persona que Justin quiere a su lado. Al principio del curso sí se les veía muy unidos pero hace unas semanas que no. Siguen quedando juntos pero no se les ve ese deseo en la mirada. Sea lo que sea, ya nos lo contará.

— Nuestras chicas esta noche están preciosas — digo para cambiar de tema.

— Sí, están bellísimas. Tenemos suerte de tenerlas a nuestro lado — Alan mira a mi hermana y se le iluminan los ojos.

Al principio de su relación no estaba nada seguro, creía que no iba a salir bien porque conozco muy bien el pasado de Alan. Es un chico al que le gusta gustar, le gusta que vayan detrás de él pero con mi hermana, por suerte, no es así. Me ha demostrado que le gusta de verdad y si continúan tan bien como ahora seguro que estarán juntos toda la vida. Katy está muy feliz a su lado así que yo también estoy feliz por ellos.

Unos minutos después llegamos al bar, entramos y les pido que esperen un momento. Me acerco a la barra y espero a que me atiendan. Mientras observo el bar, es un local bastante grande y tiene puesta música a todo volumen. Han apartado varias mesas y la gente se acumula en el centro, han hecho su propia pista de baile. Da el pego como una discoteca y me gusta. Pido las bebidas y le señalo dónde nos sentamos, a esta ronda invito yo.

Vuelvo al grupo y les digo que enseguida nos las traen.

— ¡Oye este sitio está muy bien! — grita Katy para que la oigamos.

— ¡Sí, parece una discoteca! — Aplaude Anna encantada.

— ¡Y aún no sabéis lo mejor! — Katy se calla cuando llega el camarero y nos mira divertida. Cuando el camarero se marcha, abre su bolso y saca un montón de botellitas. — ¡Sorpresa!

— ¡La madre que te parió! — Luna empieza a reírse y se sienta para no caerse. — ¿De dónde has sacado esas botellitas?

— Entró en nuestra habitación e intentó arrasar el minibar — explica Justin muerto de risa.

— Fue corriendo cuando no la dejé coger las del nuestro — Alan coge una botellita de ron y la echa en su vaso.

— ¿Por qué no la habéis dejado? — Pregunta Luna curiosa.

— Porque si coges algo del minibar lo normal es que luego te toque pagar lo que has consumido — explica Alan.

— ¿En serio? No lo sabía.

— Sólo te dejan coger todo lo del minibar cuando compras la opción Todo Incluido de un hotel, como no es nuestro caso pues tendríamos que pagarlo — termina Derek.

— Entonces, ¿de dónde han salido las botellitas? — Pregunta Luna cogiendo otra de ron.

— Pues verás, iba de camino a vuestra habitación para intentar robaros a vosotros cuando en medio del pasillo vi una máquina expendedora, me acerqué y las vi ahí, esperándome. Las compré todas — explica riendo. — Las guardé todas en el bolso y toqué vuestra puerta para que nos fuéramos ya.

— Eres única nena — Luna echa el contenido en su coca-cola y bebe un buen trago. Deja el vaso de nuevo en la mesa y le da a Katy las gracias.

Katy se arrima a Luna, brindan con sus copas y vuelven a beber. Los demás cogemos también botellitas, las echamos en nuestras copas y brindamos todos juntos.

— ¡Por Derek! — Gritan todos. — ¡Feliz Cumpleaños!

Empezamos bailando en nuestro sitio, la música está bien y nos movemos al ritmo de las canciones que ponen. Según va pasando la noche el local se va animando y cuando suena Diamond Heart de Alan Walker, las chicas se vuelven locas y se van corriendo a la pista improvisada de baile. Las vemos bailar y no sé ellos, pero yo me estoy poniendo malo sólo de ver cómo Luna mueve su cuerpo. Miro a mis amigos y no podemos contenernos más, nos unimos a nuestras chicas y bailamos con ellas. Pego mi pecho a la espalda de Luna me muevo al mismo ritmo que ella, la agarro de las caderas y dejo que marque el ritmo. Sus movimientos son una delicia.

Unas cuantas copas después y al ritmo de I'm Blue de David Guetta damos por finalizada la noche. Nos hemos bebido todas las botellitas que trajo Katy y podría decirse que vamos más que contentos.

— Esssssperad — dice Katy — voy a quitarme los zzzapatos.

— Ni de coña, ya estamos llegando, aguanta un poco — le dice Alan.

— Puedes llevarla en brazoz — dice Luna intentando ayudar a Katy.

— ¿Brazoz? — Le pregunto muerto de risa.

— Zí — empieza a reírse y la sujeto justo a tiempo para evitar que bese el suelo.

— Estas chicas, no saben beber — dice Justin lo más serio que puede.

— Ya... ¿Cuánto tiempo llevas pensando esa frase? — Le pregunta Anna.

— Un rato.

Me da la risa y todos me acompañan. Vamos bastante perjudicados.

Por fin llegamos al hotel y entramos callados, intentando no montar escándalo porque ya es muy tarde. Nos despedimos de los chicos, entramos en la habitación y pongo fuera el cartel de no molestar. Unos brazos me rodean por detrás y bajan lentamente por mi abdomen.

— ¿Quieres algo, pequeña?

— A ti. Siempre te querré a ti — responde con voz ronca.

Me giro, pongo mis manos en su maravilloso culo y la alzo para cogerla, rodea mis caderas con sus piernas y nos besamos con ansia. Besa mi cuello y muerde el lóbulo de mi oreja, se aprieta más contra mí y empieza a restregarse. Voy a la cama y nos dejo caer en el colchón.

— Derek...

— Calla — la interrumpo y la callo con un beso. Ahora soy yo quien le muerde el cuello y el lóbulo de la oreja.

Hace fuerza con sus piernas para pegarme más y notar mi erección justo en su centro. Empiezo a moverme hasta que segundos después me pide que me aparte. Se levanta de la cama y torpemente se quita el vestido, los zapatos y las medias. Vuelve a tumbarse en ropa interior y me dice que ahora sí. Me río y me desvisto yo también, me quito toda la ropa y vuelvo a colocarme encima suya. Arquea la espalda para que pueda meter mis manos bajo su cuerpo y le desabrocho el sujetador. Con una mano cojo uno de sus pechos y succiono su pezón con la boca mientras que toco su centro con mi otra mano. Está caliente, mojada, está lista para mí. Intenta bajarse las bragas y yo la ayudo, me señala su maleta, la abro y cojo un preservativo. Me coloco encima suya de nuevo y atrapa mi labio inferior con sus dientes.

— ¿Estás segura? — Pregunto antes de ir más lejos.

No quiero cortar el rollo pero necesito saber que es plenamente consciente de lo que hace. Sus ojos me miran con deseo y se muerde su labio inferior. Sus manos agarran mi culo y me da un azote suave. Sé que lo necesita, quizá sea una forma de aliviar toda la tensión que siente y no voy a ser yo quien la frene.

— Sí, estoy segura — me coge la cara con sus manos y me acerca a su boca pero no me besa, me tienta, me provoca.

Pego mis labios a los suyos y poco a poco la voy penetrando. Da igual el tiempo que pase, siempre la noto tan apretada que tengo que controlarme para no correrme al instante. Sé que Luna quiere más porque no para de hacer fuerza con sus piernas pero no quiero hacerla daño, me balanceo suavemente sobre ella y aunque lleve puesto un condón noto lo mojada que está. Empieza a gemir y voy aumentando la velocidad poco a poco. Es una sensación maravillosa notar cómo se va abriendo para mí, cómo me acoge. Oírla susurrar mi nombre entre gemidos es música para mis oídos.

Llega un momento en el que ya no puedo más y me vuelvo más salvaje, mis movimientos son más fuertes, la penetro entera, hasta el fondo y muerde mi hombro para evitar gritar.

— Me voy a correr — dice entrecortada.

— Córrete para mí, nena.

Me alegra oír eso porque yo tampoco voy a aguantar mucho y, justo cuando la noto temblar y siento que se derrite debajo de mí, con las últimas embestidas me corro con ella.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro