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27


Taehyung terminaba de guardar algunas cosas en una de las tantas maletas que había por la habitación cuando detuvo lo que estaba haciendo. Dio un vistazo a todo el lugar, viendo en el trayecto como la señora Yang también lo ayudaba a empacar cosas mientras lloraba en silencio. Esto hizo que su corazón se hiciera chiquito y un nudo en su garganta lo invadiera por lo que no pudo evitar dejar de lado lo que estaba haciendo para ir a lado de la mayor.

—Noona —la llamó bajito una vez estuvo a su lado, la señora limpió sus lágrimas rápidamente antes de voltearlo a ver, pero apenas sus ojos se encontraros los dos no pudieron evitar derrumbarse.

Ambos se abrazaron mientras comenzaron a derramar las lágrimas que luchaban por contener, dejando salir toda esa tristeza que los invadía.

—Es difícil mi niño, de verdad no puedo creer que todo terminé así —dijo entre lágrimas Yang mientras abrazaba a Taehyung y le daba cariños en su cabello castaño.

—Es lo mejor, noona —respondió el menor, tratando el mismo de convencerse que así era. Se separó de la mayor para dirigir su vista a la cuna a lado de su cama, donde su bebé dormía—. Todo esto lo hago por mi Minsuk, quiero que él tenga una mejor vida de la que yo tuve, quiero que sea un niño libre y crezca como un niño normal y no como el hijo de un mafioso, privado de todo, huyendo de todos y viviendo entre la muerte, la ambición y la sangre —dijo con voz bajita mientras más lágrimas escapaban de sus ojos.

—Y lo entiendo, deseo que así sea y hubiera dado mi vida por que tu vida también hubiera sido así, haz pasado por mucho —habló Yang, tomando las manos de Taehyung quien volvió a mirarla—. Pero me cuesta dejar al señor Jeon, he estado con el por más de 8 años, lo he visto en sus momentos más felices y en sus momentos más tristes, es también como un hijo para mi, y ante los ojos de una madre un hijo nunca será alguien malo —terminó de decir, Taehyung lloró y asintió.

—La madre de Jungkook no pensó lo mismo —dijo—. Tanto su padre como su madre lo detestaron desde el momento en que se enteraron de todo, por que ellos habían dado todo de si para que Jungkook fuera alguien de buen corazón y una persona de bien, pero nunca se dieron cuenta del trauma con el que creció desde niño ante la pobreza en la que vivían y todo lo que tuvieron que pasar, el ser pobre se convirtió en la peor fobia de Jungkook —contó e hizo una pausa, suspirando antes de seguir—. Tanto sus padres como yo no quisimos volver a saber de él cuando nos enteramos a lo que se dedicaba, y como una última muestra de amor hacía el ningúno de los tres lo denunció a la policía, y n-no sabe cuanto me arrepiento de eso —dijo, comenzando a llorar nuevamente—. Todos los días me arrepiento de saber que pude haberlo salvado a tiempo de todo en lo que se estaba metiendo si tan solo hubiera tenido el coraje y valor para denunciarlo, pero mi corazón quiso creer que Jungkook por amor a él mismo o tan si quiera por amor a sus padres y a mi, se daría cuenta que lo que hacía no era lo correcto y se entregaría a las autoridades, pero cuando menos me di cuenta él ya estaba matando a familias enteras y convirtiendose en el mafioso más buscado del país —sollozo, la señora Yang volvió a abrazarlo y Taehyung se acorruco junto a ella dejando salir todas sus lágrimas, llorando por que sabía que el "hubiera" no existe, y que no hizo nada por salvar al amor de su vida.

—No es tu culpa, TaeTae —dijo, separando a Taehyung de su cuerpo para luego tomar su rostro entre sus manos y limpiar sus lágrimas—. Eras un niño de 17 años cuando todo eso paso, no tienes la culpa de nada —dijo regalándole una sonrisa, pero Taehyung solo sollozo y lloro aún más.

—Noona, e-es que ¿por qué nunca me di cuenta? ¿Por qué nunca me di cuenta de que Jungkook no era feliz en nuestro barrio? No es que yo fuera conformista, pero teníamos planes, nos graduariamos y conseguiríamos un trabajo, ahorraríamos dinero y luego emprenderiamos juntos un negocio y lograríamos salir adelante y conseguir todos nuestros sueños. Pero Jungkook se adelanto, su ambición lo hizo meterse en estas cosas y y-yo nunca me di cuenta, n-no pude ayudarlo —se cuestionaba, la mayor negó con pena y solo pudo abrazarlo nuevamente para consolarlo.

Los minutos fueron pasando, las horas también y entre lágrimas y con el corazón destrozado, Taehyung terminó de empacar sus cosas.

Los guardias fueron bajando cada una de las cajas y maletas, el plan de Taehyung era que se iría a vivir un mes en una de las propiadades que Jungkook puso a su nombre, todo esto en lo que lograba re-ubicarse en algún lugar alejado de Seúl, y si es posible de Corea.

Taehyung bajaba las escaleras con su bebé en brazos, y con la señora Yang siguiendolo detrás. Cuando alzo su vista, pudo ver que Jungkook lo esperaba en la puerta principal, aquella puerta que una vez saliera por ahí, no volvería entrar. Con un nudo en su garganta, y sus ojos cristalizados al ver al amor de su vida esperándolo, terminó de bajar las escaleras y camino hasta la puerta donde se encontraba el pelinegro.

Jungkook una vez tuvo a su esposo frente a él, lo miro como si no pudiera creer lo que estaba apunto de pasar. Dirigió su vista después a su hijo, quien dormía plácidamente en los brazos de su padre Taehyung, y sin poder evitarlo al mirar a ambos, comenzó a llorar.

—Perdóname Taehyung, de verdad espero que algún día puedas perdonarme —dijo con su voz aquebrantada, las lágrimas saliendo de sus ojos sin parar. Taehyung sollozo, y acurrucó más a su bebé junto a su cuerpo antes de hablar.

—No sé que es lo que harás de aquí en adelante, no sé si seguirás en este camino, o si te entregaras o huirás, pero quiero que sepas que yo siempre te amaré, apesar de todo, siempre lo haré —hizo una pausa, tragandose el nudo que se formaba en su garganta—. Muchas veces intente dejar de amarte para poder alejarme de ti, muchas veces sentí que en vez de ser mi esposo eras mi peor enemigo, pero en realidad mi peor enemigo es mi propio corazón, por que nunca a pesar de todo, nunca pude dejar de amarte —dijo con voz bajita mientras miraba a Jungkook a los ojos, esto solo destrozo más al mayor.

—Yo te amo con todo mi corazón Taehyung, y lo haré hasta mi último respiro en este mundo —contestó el mayor, el castaño solo pudo sonreír débilmente mientras las lágrimas escapaban de sus ojos y negaba sutilmente.

Sin esperarselo, Taehyung extendió al pequeño Minsuk a Jungkook, ofreciéndole que lo cargara. El corazón de Jeon comenzó a latir desenfrenado ante esto, su cuerpo tembló sin poder creerlo.

Sin desaprovechar la oportunidad, alzo sus brazos para recibir en ellos por primera vez a su bebé. Taehyung se lo entrego con delicadeza y Jungkook pudo jurar que su cuerpo se derritió al sentir a su pequeño hijo en brazos. Sollozando Jeon lo pego a su cuerpo, como si quisiese volverse uno solo con su bebé. Con una de sus manos llevo sus dedos a la carita de Minsuk, acariciándole con tanta delicadeza, como si temiese romperlo con cualquier toque.

Minsuk comenzó a removerse, abriendo de a poco sus ojitos. Jungkook se asusto ante esto, pensando que lo había despertado y que el pequeño bebé pronto comenzaría a llorar. Pero no fue así, Minsuk abrió sus ojitos de a poco, bostezando en el proceso antes de despertar completamente. Al tener sus ojos bien abiertos, pudo ver por primera vez el rostro de su padre y como si supiese quien es, el bebé sonrió al verlo. Jungkook ante todo esto, solo sollozo con felicidad y tristeza a la vez.

—Te amo, Minsuk; mi bebé —susurró Jeon, dejando un delicado beso en la frente de su hijo.

Taehyung quien estaba evitando llorar y volverse débil ante la escena que presenciaba, carraspeo para llamar la atención de Jungkook quien lo miró y entendió que ya era hora.

Con ambos corazones hechos pedazos, Jungkook entrego a su hijo a Taehyung, quien se lo entrego a la señora Yang para que se adelantasen al carro. La señora Yang se reverencio con tristeza hacia Jungkook, despidiéndose de esa forma de él, el menor le regalo una sonrisa y la señora abandono el lugar al que perteneció por años, pero sabía que ahora su lugar estaba junto a Taehyung y su bebé.

Jungkook y Taehyung quedaron solos en aquel silencioso y espacioso lugar que algún día fue su hogar, la casa donde podían ser ellos mismos y demostrarse todo el amor que sentían el uno por el otro.

El pelinegro vio como Taehyung bajaba la cabeza y sollozaba; estaba llorando.

Quiso abrazarlo, abrazarlo tan fuerte como hace mucho tiempo no lo hacía, quiso decirle que lo amaba, rogarle que no se fuera y que todo estaría bien, que lograrían ser la familia feliz que el castaño siempre soño. Pero sabía que ya era demasiado tarde para eso, ya cada acción había tenido su reacción y había llegado al límite de Taehyung, sabía que este jamás lo volvería a aceptar y creer en él.

—P-perdoname Jungkook —fue lo que escuchó del menor y que hizo que saliera de sus pensamientos, dislocandose completamente por aquella disculpa—. Perdóname por nunca haberme dado cuenta que no eras feliz con lo que teníamos hace años, perdóname por no haberte denunciado cuando apenas estabas comenzando en esto, si lo hubiera hecho hoy probablemente ya estarías libre y tu y yo estaríamos juntos y viviendo una vida normal, si tan solo hubiera tenido el coraje para hacerlo no habría dejado que tu ambición siguiera creciendo y te llevara a convertirte en lo que eres hoy, no habrías dañado tu vida como lo hiciste —dijo con voz totalmente quebrada el castaño, Jungkook negó con lágrimas en sus ojos.

—Por favor... por favor no te culpes por mis decisiones —contestó, acercándose a su esposo con la intención de tomar sus manos para consolarlo, pero Taehyung retrocedió unos pasos mientras negaba y seguía llorando—. No fue tu culpa que yo no sintiera la suficiente confianza para decirte que no me gustaba la pobreza, que estaba harto de vivir entre carencias y que no iba a hacer lo suficientemente paciente como para esperar a acabar los estudios que ni siquiera nos podían pagar para así ser alguien en la vida y ganar dinero honrado —dijo e hizo una pausa mientras sorbia su nariz—. Estaba cansado Taehyung, no soportaba que el dinero fuera un impedimento para que fuera feliz, no quería esperar años, yo quería comenzar a ser feliz ya y sinceramente no me importo lo que tuviera que hacer para conseguirlo —se sinceriso, Taehyung lo miró con la misma decepción y enojo de siempre, pero a la vez con lástima—. Al c-contrario, perdóname tú a mi por que solo pensé en mi y en como lograr todo lo que quería sin importar que, sin importarme nuestros planes ni pensar en tu bienestar ni el de mis padres, por que mi mente pensaba que cuando les empezara a llevar el dinero que tanto nos hacía falta, ustedes tendrían la mente tan retorcida como la mía que no les importaría de donde fue que lo conseguí, pero olvide que todas las personas que me rodeaban eran unas personas honradas y de buen corazón, que jamás en su vida aceptarían a lo que me quise dedicar —sollozo, aceptando todos sus errores.

—Dios... —susurró Taehyung, sabiendo que perdía el tiempo pensando en que hubiera pasado si el pelinegro nunca hubiera sentido todo aquello—. T-tenías solo 17 años Jungkook, ¿por que la mente de un niño estaría tan podrida y llena de ambición? —cuestionó, no recibiendo respuesta a ello.

Taehyung limpió sus lágrimas y se trago el nudo en su garganta, levantando la mirada y viendo el rostro del único hombre que a amado en toda su vida.

—Que más da, supongo que esto es todo —dijo con voz firme, Jungkook solo lo miraba suplicandole con sus ojos que no se fuera, que se mantuviera junto a él, pero ya era demasiado tarde y ambos lo sabían—. Te deseo lo mejor, espero logres encontrar un buen camino para tu vida y.... y por favor, cuídate, sigue manteniendote a salvo —terminó de decir, no dándole si quiera la oportunidad de hablar a Jeon cuando lo paso de largo, caminando hacia la salida.

Taehyung llego hasta la puerta de la casa que fue su hogar durante años, donde vivió tanto cosas buenas como malas, donde vivió una historia de amor pero también dolor con el amor de su vida. Pero tomando toda su fuerza y valentía que durante años le falto, tomó el pomo de la puerta, girandolo y abriendo esta para después salir, abandonando su hogar.

Él se iba, pero su corazón se quedaba en aquella casa, su corazón permaneceria por siempre con Jeon Jungkook, su más grande amor.

-Nana.☁️


actualización en menos de un mes, tuvieron fe 🙏🏼

paciencia q las cosas irán fluyendo como tengan q fluir 😿👀

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