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24


Ya no más. Se decía Taehyung mientras con dificultad bajaba las escaleras de la casa, ya que su vientre de casi 8 meses se lo impedía.

Un chófer el cual era MinHo ya lo esperaba fuera, pero tanto Yang como los escoltas que había mandado a llamar le habían dicho que nadie lo llevaría a la bodega de Jungkook, pues este había prohibido que su esposo pusiera un pie ahí, por motivos de seguridad y esas cosas. Pero a Taehyung ya nada la importaba, pues no importa que tanto haya hecho Jungkook para protegerlos, nada de eso funciono y en estos momentos su vida y la de su bebé corría riesgo.

Salio de la casa junto a la señora Yang quien lo ayudaba hasta que ambos llegaron a la camioneta donde MinHo los esperaba. Taehyung se puso frente a él mientras sus manos protegían su vientre, a su bebé.

—Vas a llevarme a donde esta Jungkook y no quiero un no como respuesta —le dijo, el chofer que miraba hacia bajo, trago grueso.

—Joven Taehyung, y-yo no puedo hacer eso, el señor Jeon no nos lo permite —le contestó nervioso mirando al menor, Taehyung negó.

—Y yo soy el esposo del señor Jeon, también debes obedecer mis órdenes —le dijo mirándolo fija y fríamente—. Pero esta bien, si no quieres llevarme me iré de todas formas por mi cuenta, pero si algo me pasa, tu serás el responsable y te prometo, te prometo que no quieres saber lo que mi esposo te hará si eso pasa —las palabras pareciera que salían con facilidad de su boca, pero la verdad es que le quemaba decir cada una de ellas.

El no era así, el no era una persona mala o prepotente, pero si tenía que volverse así con tal de proteger a su bebé de lo que Jungkook no pudo, lo haría.

El chofer sudo frío, pero no tuvo mas que obedecer así que le abrio la puerta de la camioneta a Taehyung y la señora Yang, pues esta por ordenes de Taehyung, lo acompañaría.

En el trayecto, mientras Taehyung prestaba atención al camino para memorizarlo, también pensaba en todo. ¿Qué decisión tomaría el ante esto? Definitivamente ya no confiaba nada en Jungkook, y su corazón lloraba al saber que nuevamente le había fallado, pero esta vez no culpaba a Jungkook, se culpaba a él mismo por haber sido tan estupido de confiar su seguridad y la de su bebé múltiples veces en un hombre que no es más que un simple mafioso sin alma ni corazón.

Mientras miraba a la ventana para esconder su rostro de la señora Yang y que esta no lo viera tan vulnerable, lloró en silencio, lamentandose de que ahora por haber confiado en las palabras y promesas vacías de su esposo, ahora tenía a su bebé en riesgo, una personita que ni siquiera a nacido ya lo buscan para acabar con él. Se lamento no haberse ido desde el primero momento en que supo de su embarazo, no haberse ido desde la primera vez en la que Jungkook le fallo. Definitivamente todo esto es culpa de él, por amar tanto a Jeon Jungkook que le es imposible apartarse de él.

Pasados unos 15 minutos llegaron a un lugar muy extenso, siendo tan aplio como una autopista de aeropuerto, pero definitivamente era todo menos eso. En aquel extenso lugar había unas grandes bodegas y suponía para que eran.

—Joven Taehyung hemos llegado —avisó el chófer, mirandolo atraves del retrovisor—. Su esposo esta en la bodega número 2, la del conteo y chequeo de mercancía —le dijo, Taehyung asintió.

—Vamos, acompañenme tú y la señora Yang —habló, y sin más bajo del auto.

Había muchos escoltas rodeando el área, escoltas que por supuesto no sabían quien era Taehyung ni la señora Yang, pero reconocían al chófer.

Unos de estos mismos hombres se interpusieron ante ellos, mirando con confusión la pancita de Taehyung y luego mirando interrogantes al chofer.

—Dejenlos pasar, es el código 5728 —les dijo el chófer a los escoltas aquel código secreto, el cual Jungkook había impuesto para dejar pasar a personas que no trabajaban en el área de las bodegas, y que solo lo podían usar de chóferes a escoltas.

Los escoltas los examinaron para verificar que no trajeran armas ni nada que amenzara la vida de su jefe. Taehyung odio cuando sus manos se pusieron encima de él, y también comenzaba impacientarse.

Una vez esto termino, los dejaron seguir. Taehyung para este punto apresuro el paso a la bodega que MinHo le había dicho que era la dos, Yang iba tras de el y el chófer también muy preocupados, pues Taehyung comenzo a alterarse y volver a llorar entre más se acercaba a la bodega.

Una vez llegaron, Taehyung comenzo a tocar la puerta con sus dos puños desesperado, MinHo y Yang trataban de detenerlo pero era imposible, Taehyung estaba cegado por todas las emociones que sentía.

La puerta se abrio y se dejo ver a Hoseok, a quien el rostro le palidecio y abrio los ojos de par en par al ver a Taehyung frente a él, fuera de la bodega. Pero más se asusto al ver el estado en el que venía.

—T-taehyung... —susurró, y pronto se reverencio ante el más joven—. ¿Qué haces? No deberías estar aquí —le dijo, mirando como Taehyung lo miraba con enojo.

—Déjame pasar, vengo a ver a Jungkook —le dijo, Hoseok miraba hacia todos lados sin saber que hacer, pues si dejaba pasar a Taehyung era firmar su sentencia de muerte con Jungkook, pero si hacía enojar al menor también—. Déjame pasar o haré que te arrepientas —susurró Taehyung con furia, Jung trago grueso.

—Esta bien, esta bien. Solo déjame hacer algo rápido —le dijo, Taehyung negó.

—Ni se te ocurra avisarle a Jungkook que estoy aquí —escupió, Hoseok ya no sabía que hacer.

—De de acuerdo, solo dejame decirles a todas las personas de aquí que bajen la cabeza y muestren respeto, todos ellos no saben quien eres y es mejor que no lo sepan, mucho menos que vayan a verte el vientre —explicó, Taehyung asintió ya con tal de que lo deje pasar.

Hoseok cerro la puerta y se adentro a la extensa bodega nuevamente, suspiró con su pulso al mil, mirando todo el desorden que había, eran demasiadas personas, también incluyendo las que andaban semidesnudos para complacer a los trabajadores del luegar, miro la oficina de Jungkook la cual estaba en el segundo piso, y rogo a todos los dioses que no escuchara lo que iba a decir.

Trono los dedos para capturar la atención de todos, los del lado del conteo y el lado de chequeo de mercancía prestaron atención de inmediato, Hoseok camino por el ancho pasillo que quedaba libre que dividía las dos áreas y comenzo a explicar.

—Muy bien, pongan atención por que no lo repetire dos veces —le dijo—. Entrara alguien que por el bien de ustedes y si no quieren morir hoy, más vale que no lo vayan a ver —comenzo a decir, caminando por todo el largo espcio libre para que las dos areas lo escuchasen—. Antes de que abra la puerta ustedes ya tendrán que tener la cabeza baja y se van a reverenciar ante él, y después quiero que se volten para que le den la esplada y no lo vean, pero aún con su mirada en el suelo —explicaba lo más rápido que podía, todos los trabajadores estaban muy confundidos pero asentian—. A esta persona le tendrán el mismo o incluso más respeto del que le tenemos a nuestro jefe, el señor Jeon —terminó de decir, y todos abrieron sus ojos ante esto pero no dijeron nada.

Hoseok una vez vio que todos entendieron comenzo a caminar hacia la puerta, todos los trabajadores bajaron su cabeza, esperando la entrada de aquella persona tan importante y misteriosa.

Jung llego hasta la puerta de la bodega y la abrio totalmente, dejando pasar a Taehyung quien entro apresurado aún con sus ojos rojos llenos de furia, pero se quedo estático al ver como había dos filas de personas de todo tipo que se reverenciaron ante él para después darse la vuelta y darle la espalda. No presto mucha atencion en ello, volteo a ver a las personas que se encontraban tras el, Hoseok, Yang y MinHo.

—¿Dónde esta? —preguntó, Jung trago grueso pero señalo con su mano la oficina del segundo piso. Taehyung asintió y camino hasta quedar cerca de aquella oficina aún estando en el primer piso, viéndola desde abajo.

—Sí gustas voy y le digo que esta- —trató de decir Hoseok, pero fue interrumpido.

—¡Jungkook! —gritó Taehyung con todas sus fuerzas, su rostro rojo del enojo al igual que sus ojos, de los cuales aun salían lágrimas—. ¡Jungkook! ¡Sal ahora, dame la cara! —volvió a gritar aún mirando el piso de arriba.

Las tres personas tras el lo agarraron de sus brazos cuando intento caminar enojado hacia las escaleras para ir hacia arriba.

—Detente, Taehyung —le dijo Yang, pero el menor estaba cegado.

—¡Jungkook! —volvió a gritar mientras trataba de liberarse del agarre.

Jungkook quien estaba en su oficina resolviendo algunas cosas, comenzo a escuchar los escandalosos gritos. Su corazón quiso salirse de su pecho y juro que sudo frío al reconocer aquella voz, era de su esposo, era la voz de Taehyung. Pero esta vez era diferente, no era el típico gritito tierno que hacía cuando quería pedirle algo o cuando jugaban, esta vez esos gritos se escuchaban llenos de resentimiento y odio.

Su mente comenzo a marquinar mil ideas, pensó que tal vez todo era un sueño, pues Taehyung en su sano juicio nunca hubiera venido a las bodegas en primer lugar.

—¡Jungkook! ¡Jungkook! —aquellos nuevos gritos le hicieron saber que no estaba en un sueño.

Con su rostro pálido y sus manos temblando se puso de pie de su silla y camino hasta la puerta, abriendo esta y saliendo de su oficina. Pudo ver de inmediato lo extenso de la bodega, vio como sus trabajadores estaban de espaldas y con la cabeza baja. Camino unos pasos hasta poder llegar al barandal y sostenerse de el para mirar hacia abajo, encontrándose precisamente con la imágen que menos quería ver. A un Taehyung consumido por el odio, su rostro rojo y sus ojos llenos de lagrimas, siendo sostenido por un chófer, la señora Yang y Hoseok para que no hiciera una locura.

Taehyung al verlo paro su pelea por ser liberado, vio como el agarre de las tres personas que lo sostenían se aflojo al ver a Jungkook unos metros arriba de ellos, así que fue su oportunidad para safar sus brazos del agarre bruscamente. Dio unos pasos para atrás para que así Jungkook pudiera verlo mejor y ver el estado en el que se encontraba.

—Baja ahora —le ordenó Taehyung a su esposo, quien lo veía desde el segundo piso sin decir nada, como si lo desconociera.

Jungkook trago grueso y se dirigió a las escaleras, bajandolas despacio, pues lo que menos quería era enfrentar cualquier cosa que hubiera puesto así a Taehyung.

Hoseok, Yang y MinHo ya se habían puesto nuevamente tras el menor, por cualquier cosa que quisiera hacer impedirlo inmediatamente. Los trabajadores que se encontraban dándoles la esplada se morían de la curiosidad por levantar la cabeza y girarse para poder ver que era lo que pasaba, pero si querían vivir más valia no hacerlo.

Jungkook termino de bajar las escaleras y camino hasta llegar hasta Taehyung y estar frente a él, viendo detenidamente el estado en el que se encontraba, y nunca creyo pensar esto, pero precisamente justo ahora, le tiene miedo a Jeon Taehyung.

Taehyung camino unos cortos pasos hasta estar más cerca de Jungkook, viendolo con tranquilidad y seriedad antes de tomar fuerza y darle una fuerte cachetada en su mejilla.

—Esto se acabo, Jungkook —escupió con enojo, el mayor lo miraba sin entender nada, esto solo hizo enojar más al menor quien volvió a alterarse—. ¡Tú eres una maldición! ¡Tienes la culpa de todo lo malo que me pasa! —gritó sin ser conciente del peso de sus palabras.

Jungkook se mantenía en silencio solo viendo a su esposo, quien al no recibir respuesta solo incrementó su enojo y comenzó a golpear su pecho con sus puños, con mucha fuerza, Jeon solo cerraba sus ojos, dejándose goloear. Hoseok, Yang y MinHo al ver esto nuevamente muy asustados sostuvieron a Taehyung de los brazos, quien volvió a luchar por liberarse de ellos.

—¡Eres un maldito bastardo! ¡Me mentiste! ¡¿Por qué lo hiciste?! —gritaba Taehyung llorando, los ojos de Jungkook se llenaron de lágrimas ante las cosas que le decía, pero seguía sin decir o hacer nada—. ¡¿Qué te costaba decirme?! ¡¿O no soportabas el saber que por tu culpa nos quieren matar?! —Jungkook reaccionó ante lo dicho, entonces era eso. Taehyung ya sabía lo de Jasha.

—M-mi amor —habló por primera vez Jeon taramudeando.

—¡No me digas así! ¡¿Cómo tienes la cara para decirme así?! —escupió el menor, mirandolo con incredulidad—. ¿Te atreves a decirme "mi amor" o a decir que me amas cuándo por tu culpa es que soy la forma de herirte de un mafioso ruso? —le preguntó, Jungkook solo lo miraba como si no creyera lo que estaba pasando, como si no fuera real que Taehyung; el amor de su vida, le estuviera gritando cosas tan hirientes.

—Hoseok —habló Jungkook mirando atrás de Taehyung, las tres personas que sostenían al menor lo liberaron y Jung camino hasta él—. Saca a todos de aquí, que se vayan a la bodega 3, que mantengan su mirada baja y que no lo vean —ordenó, Hoseok asintió y comenzo a hacer lo ordenado.

Jungkook volvió a mirar a su esposo, y vio como este lo mirana tan destrozado, tan dolido mientras con sus manitas protegía su vientre.

Todos se quedaron en silencio unos minutos en lo que Hoseok sacaba a todos los trabajadores de esa bodega, Taehyung seguía mirando a Jungkook como esperando alguna explicación de este, esperando que le dijera que todo era un sueño y que su familia estaba a salvo.

El lugar quedo vacío a excepción de MinHo y Yang por órdenes de Taehyung y Hoseok por oden de Jungkook, aquellas tres personas se apartaron de la pareja pero siempre alertas por si ocurría algo. Y entonces Jungkook volvió a hablar.

—Taehyung, esto no estuvo en mis manos —comenzó a hablar, mientra veía como su esposo derramaba lagrimas de aquellos ojitos que amaba tanto que lo vieran con amor, pero que en este momento solo lo miraban con desilusión y odio—. De verdad que ya tenía todo planeado para irnos, pero Jasha metió a un infiltrado que fue quien le dijo sobre ti y nuestra bebé —le explicó, Taehyung solto una risa burlona en medio de su llanto.

—¿Crees que no lo sé? Precisamente vengo de hablar con el infiltrado —le dijo, y Jungkook abrió sus ojos de par en par, acercándose unos pasos más a su esposo.

—¿C-comó? ¿Tú sabes quien es? —preguntó, el menor asintió—. Taehyung, tienes que decirme quien es, de milagro es que sigues ahorita aquí y- —el castaño puso una mano frente a el, pidiéndole indirectamente que guardara silencio.

—El infiltrado no es un animal como tú, así que no me va a matar o torturar, despreocupate —le dijo con desigualdad, Jungkook se quedo sin palabras—. Y si sigo vivo será gracias a él que hablo y me dijo todo y no a ti —terminó de decir, y aquello fue como un golpe en el corazón a Jungkook.

—Tienes que decirme quien es, es un peligro para nosotros —Taehyung se rió mientras negaba y miraba a los ojos a su esposo.

—El infiltrado tan peligroso que dices, es Min Yoongi —confesó, y todo por fin cuadro para Jungkook.

El mafioso sintió que su sangre hervía al saber quien era el maldito traidor que había entregado la información de su familia a su mayor enemigo. ¿Cómo pudo ser tan estupido al no darse cuenta? Su confianza hacia el doctor cego, pero de verdad el amor que mostraba Yoongi
por Taehyung era tan real y puro que le fue imposible sospechar de él.

Jungkook intentó caminar hacia la salida con el enojo corriendo por sus venas, pero Taehyung lo detuvo de inmediato.

—¿A donde crees que vas? —le preguntó, Jungkook lo miro sin poder creer lo que preguntaba.

—¿A donde más? A hacerme cargo de ese bastardo —respondió, y Taehyung si es posible, se molesto aún más.

—No irás a ningún lado —le dijo, deteniendo a su esposo—. Y tampoco lastimaras a Yoongi, dejarás que te explique todo por que si no lo hizo antes fue por que sabe que eres un maldito animal que no dudaría en acabar con él. Y no, no lo estoy defendiendo pero tampoco permitiré que sigas quitando vidas como si de un juego se tratara —habló con firmeza, Jungkook lo miró como si estuviera bromeando.

—¿Cómo que un juego, Taehyung? ¡Estamos hablando del maldito que te entrego a ese hijo de puta de Jasha! —exclamó alterado Jeon, y Taehyung enfureció aún más ante esto.

—¡Y es que no habría a quien entregarme si tú nunca te hubieras metido en todo esto! —gritó alterandose nuevamente, nuevas lágrimas saliendo de sus ojos.

Jungkook trato de guardar la clama ante esto, Taehyung estaba devastado, solo dos veces lo había visto así y es cuando se entero a lo que se dedicaba y cuando se entero de la alianza con Jasha.

Tarto de acercarse a el para abrazarlo, pero Taehyung lo empujo, como si su simple toque lo quemara, Jungkook lo miro dolido.

—N-no, ya no —tartamudeo Taehyung, llorando ahora ya solo de tristeza e impotencia—. Tú arruinaste mi vida —le dijo con dolor, mirándolo directamente a los ojos.

Aquellas palabras dolieron como profundas cuchilladas en el corazón de Jungkook. Este solamente se limitó a asentir elevando las cejas mientras miraba hacia otro lado, con lágrimas en sus ojos y mordiendo su labio para evitar que este temblará por el llanto que quería comenzar.

Taehyung suspiró mientras trataba de calmarse pero le era imposible, todas aquellas palabras tan hirientes salían con fluidez de su boca, aunque le dolía que a quien iban dirigidas era al hombre que más amaba en su vida. Miro como a Jungkook realmente le afectaron sus últimas palabras, pero eso no lo detuvo a decir lo último que tenía en su boca.

—Todo se acabo, Jungkook. Me iré y no volverás a saber de mi, y también nunca conocerás a tu hija —habló como último, antes de darle la espalda a Jungkook y comenzar a caminar a la salida de la bodega.

Jungkook se quedo viendo fijamente como su esposo se alejaba, viendo como este caminaba a pasos lentos hacia la salida. No tuvo si quiera la oportunidad de bajar su mirada y echarse a llorar cuando un jadeo doloroso por parte de Taehyung lo alerto a él y a las otras tres personas en el lugar.

Los cuatro miraron como Taehyung sostuvo su vientre con dolor, y como poco a poco comenzo a perder el equilibrio y antes de que pudiera tocar el suelo, Jungkook llego hasta él para atraparlo en sus brazos, tumbandose al suelo cuando el menor no pudo sostenerse más.

—¡Taehyung! ¡mi amor! ¿Qué te pasa? —medio grito preocupado en tanto MinHo, Hoseok y Yang llegaban junto a él y se arrodillaban junto a ellos. Taehyung lo miraba muy apenas, como si poco a poco fuera perdiendo el conocimiento.

La señora Yang miro las piernas de Taehyung cubieras por un pantalón holgado, el cual estaba completamente mojado.

—S-señor —susurró con temor, viendo aquello, Jungkook la miro con sus ojos preocupados y asustados—. Taehyung esta entrando en labor de parto —y entonces todo se detuvo para Jungkook y el menor que logro escuchar aquello, había llegado la hora.

Soyeon estaba apunto de nacer. Pero había un problema y es que aún no era el momento, Taehyung apenas estaba terminando el séptimo mes de embarazo.

-Nana.☁️



3348 palabras en un solo cap, hasta yo estoy sorprendida JAJAJAJ

Agarrense pq ando fuera de si con este fic, nos leemos en el siguiente cap wawas 💖

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