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16

Los días fueron pasando tan rápido como el viento en un día lluvioso. El plan para comenzar su nueva vida iba muy bien, tanto Taehyung como Jungkook se encontraban demasiado felices, ambos con el pensamiento de que en tan solo unos meses podrían tener una vida lo más cercano a lo normal junto a su pedacito de amor de ya 4 meses recién cumplidos.

Las consultas con el doctor Yoongi seguían regurlarmente para seguir monitoreando el estado de salud del menor y del bebé que este gestaba, que por cierto en la última consulta en la cual se supone había una posibilidad de saber el sexo, había salido mal, pues el pequeño bebé que crecía dentro del vientre de Jeon Taehyung, no se había querido mostrar, por lo que no pudieron saber su sexo y tendrían que esperar un poco más. Esto en vez de poner tristes a la pareja, solo les saco unas cuantas risas, pues su pedacito de cielo era todo un pequeñín difícil, tal cual como su papi Taehyung; había dicho Jungkook.

Ya les habían avisado que en un par de semanas se podrían presentar los primeros movimientos de su hijo. Ambos ante esto estaban demasiado entusiasmados, pues en cualquier momento podrían sentir al resultado de su amor dando pequeños golpecitos al vientre ya abultado de Taehyung.

Jungkook por su parte, aún seguía asistiendo a sus conteos de mercancía, haciendo tratos con portadores de armas y demás para así no levantar ninguna sospecha, pues su plan era simular un atentado cuyo responsable no se sabría, para así que las autoridades, sus enemigos y todos los jefes de carteles con los que tenía tanto tratos como rivalidades, lo dieran por muerto.

Como justo en estos momentos, se encontraba en las bodegas donde se hacía el conteo del dinero, la revisión de mercancía tanto como de las sustancias dañinas como las armas de diferente calibre que llegaban y llegaban en cargamentos a su terreno.

Él por su parte se encontraba en su oficina, revisando las rutas, trazando nuevas en aquel mapa en su mesa, y así mismo checando la información de sus bodegas de producción y asegurándose que todo estuviera en orden.

No iba mentir, así como estaba feliz por la idea de cambiar su vida, también estaba completamente estresado, pues entre más se acercaba a por fin poder salir del mundo del narcotráfico, más y más problemas llegaban a su vida. Era como si de cierta forma, dios, el destino, o incluso la vida, quisieran detenerlo de conseguir su paz y felicidad.

Terminó de apuntar unas cosas en una de sus libretas, tirando la pluma en su escritorio para luego dejar caer su rostro en sus manos, restregando estas en su cara como un seña de completo estrés.

Dejo caer su cuerpo al respaldo de su costosa silla de cuero, soltando un pesado suspiro mientras intentaba relajar su cuerpo de aquel hormigueo que lo recorría al saber en el lugar en el que estaba, que a pesar de ya haber pasado años y años ahí, por esta vez se sentía completamente diferente.

Unos toques en la puerta fueron los causantes de que abriera sus ojos, incorporándose de inmediato para tomar su arma y guárdala entre su pantalón de cuero negro, para así estar preparado ante cualquier cosa.

—Adelante —dijo con voz prepotente, viendo la puerta abrirse para luego visualizar el cuerpo de Jung Hoseok entrar y cerrar la puerta posteriormente—. ¿Qué quieres? —preguntó de mala gana.

Hoseok entro a la oficina con su cara bañada en completa seriedad, caminando unos pasos hasta estar frente al escritorio del señor Jeon con una postura completamente recta.

—Es sobre Jasha; Jungkook. Ya pasaron casi dos meses desde la alianza y desde que se supone tenías que viajar a rusia. Él esta comenzando a ponerse molesto e insistir mucho —avisó, y un peso más cayó sobre la espalda del mafioso al recordar ese gran detalle que ante todo lo ocurrido las últimas semanas, había olvidado completamente.

Jungkook soltó un pesado suspiró, mirando hacía el techo por unos segundos; eran demasiados problemas, demasiado peso para él.

—Dile que ya estoy trabajando en ello y que pronto me pongo en contacto con él —dijo la solución más fácil que vino a su mente, pero Hoseok solo negó.

—Jasha dijo que te comuniques con él ya mismo por que te necesita en rusia lo más pronto posible. Si no lo haces, dijo que habra graves consecuencias —contó, sintiendo que sudaba frío ante como la mirada de Jungkook se oscurecía completamente.

Si había algo que Jeon Jungkook odiaba, era que lo retaran y subestimaran. Él no le temía a nadie y nunca pensaba dos veces en dar batalla si es que se la pedían, jamás le temblaba la mano para jalar el gatillo y terminar con alguien que si quiera se atrevió a levantarle la voz. Pero precisamente el que se encuentre luchando por "salir de ese mundo", le complicaba todas las cosas.

—Maldito hijo de puta —susurró con enojo, poniendose de pie con brusquedad para comenzar a caminar alrededor de su oficina, pensando en buscar una solución para ese nuevo problema—. Esta bien, dejamelo a mi. Ahora, sal de aquí. —ordenó sin si quiera mirar Jung, quien solo hizo una leve reverencia antes de salir de la oficina y seguir con su trabajo en el conteo.

Una vez Jungkook se encontró solo, llevo una de sus manos al puente de su nariz para masajear la zona mientras respiraba agitado. Caminó hacía su escritorio, apoyándose en este mientras sentía como comenzaba a sufar frío por todo el estrés que lo consumía.

Miro el retrato de su Taehyungie que estaba encima de aquella madera, y solo pudo sollozar por aquello. Tal vez, solo tal vez, no era tan fuerte como creía, pues justo en estos momentos, no creía poder aguantar y superar tantos problemas.

Una idea fugaz paso por su mente, la cual en estos momentos no se encontraba trabajando con normalidad. Sabía que aquella idea estaba completamente mal, pero su cuerpo le estaba exigiendo descansar un poco y escapar de la realidad un momento.

Rodeó su escritorio para volver a sentarse en su silla y así proceder abrir uno de los cajones de su escritorio. De ahí saco un pequeño sobre transparente el cual tenía un polvo blanco dentro, polvo el cual era cocaína. No lo penso mucho cuando vacío esa bolsita sobre su escritorio y con una de sus tarjetas hizo una división de tres líneas en el polvo. Tampoco penso con claridad cuando empezó a inhalar aquella sustancia; solo tenía un objetivo, y era dejar de sentir el peso abrumador de sus problemas por un rato.

Sintió como sus fosas nasales ardían cuando termino de inhalar la droga, pero no le importo mucho cuando a los momentos comenzo a sentir ese rico cosquilleo recorrer su sistema. Se dejo caer con una sonrisa boba sobre su silla, cerrando sus ojos para esperar que la cocaína hiciera efecto.

Unos pocos minutos después abrió sus ojos, sus pupilas completamente dilatadas enfocaron el retrato de su esposo que se encontraba sobre su escritorio. Con una sonrisa tomó este mismo, acariciando con una de las yemas de sus dedos el rostro de Taehyung en aquella foto.

—Soportare todo por ti, mi amor. Todo. —susurró, sonriendo y sintiendo mucha energía en su cuerpo.

Luego de unos segundos volvio a dejar la foto en su lugar, relajo sus hombros y solto otro suspiró, para luego seguir con su "trabajo", esta vez ya sintiendose mucho mejor ante lo que había hecho, pero tampoco sintiéndose culpable por eso.


Horas después, ya siendo incluso de madrugada, Jungkook bajo del auto sin siquiera mirar a su chófer MinHo, los efectos de la droga ya habían pasado, lo que quiere decir que nuevamente se sentía tan cansado como para prestar atención a su alrededor, e incluso más, pues ahora estaba sufriendo los efectos secundarios de la sustancia que había inhalado.

No presto atención a los escoltas tampoco, solo siguió de largo su camino hasta entrar a su casa la cual ya se encontraba con las luces apagadas.

Fue directamente hacia su recámara, entrando a esta y todo su estrés y cansancio pasando a segundo plano cuando pudo visualizar el pequeño cuerpo de su esposo durmiendo tranquilamente mientras abrazaba aquella almohada especial para personas embarazadas.

Ni siquiera se quito sus botas negras o su chaqueta de cuero, solo fue directamente hacia la cama, metiéndose entre las sábanas para poder rodear con sus propios brazos el cuerpo de Jeon Taehyung, quien soltó un suspiro al sentir el calor del cuerpo de su esposo a pesar de tener la gran almohada entre medio de ellos.

No pasaron siquiera 5 minutos cuando Jungkook cayó dormido, pues dormir era su segunda y última escapatoria de la asquerosa realidad en la que le toco vivir.

Una cruel y triste realidad de la cual se encontraba luchando por escapar; y precisamente eso solo volvía todo más difícil.

-Nana.☁️

holaa, otra vez demoré :( pero es que tengo tantas ideas para desarollar este fic que no se como plantear y meter todas, pero ahí va diciendo jaja.

esperó les haya gustado el cap de hoy, es solo una probadita de todo lo que se viene, si mi imaginación no me falla, esto se va a poner muy fuerte (en el buen sentido)

tal vez en estos días suba un apartado con una playlist que quiero hacer para este fic, o sí no, comenzaré a poner canciones en la multimedia.♡

nos leemos luego. <3

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