Jungkook admiraba la belleza de su pequeño, acariciando con su pulgar la gordita mejilla con una sonrisa en sus labios.

Ya era de madrugada, y luego de un largo día de muchas emociones vividas, Jeon mayor había llevado a su esposo a la habitación principal, donde ambos se acorrucaron y se dieron el cariño que no pudieron darse en tantos días.

Taehyung había caído dormido casi a los minutos, mientras que Jungkook por su parte no podía dormir, no cuando tenía al amor de su vida dormidito a su lado, con su carita recargada en una de las suaves almohadas y una de sus manitas descansando en su pecho, soltando suspiros de vez en cuando.

Sus ojos tan negros como el carbón brillaban bajo la oscuridad de la noche al ver el rostro de su amado; sus bellos ojitos cerrados, sus largas y gruesas pestañas cayendo como cascadas en dirección a sus pómulos, sus cachetitos rellenos y rosados, también esos labios rojizos los cuales estaban abultados en un bello puchero, y claro, si bajamos más la vista, esa hermosa pancita abultada por el bebé que en ella seguía creciendo. Sin dudas, estaba perdidamente enamorado de ese bonito ángel que tenía el honor de llamar esposo.

—Te amo tanto —susurró Jungkook aún mirando a su amado, siguiendo con las suaves caricias en una de sus mejillas—. Gracias por a pesar de todo siempre quedarte a mi lado, pastelito —dijo en voz baja para no interrumpir el sueño de su esposo.

Acerco su rostro al de su pequeño, mirando aquellos labiecitos rosas haciendo un puchero; sonrió, antes de acercarse completamente y unir sus labios con los de su Taehyungie.

Dejo múltiples besitos en aquella boquita que tanto amaba, para luego dirigir sus besos a los cachetitos esponjosos y suaves.

Taehyung se removió con su ceñito fruncido ante las cosquillas que le daban aquellos lindos besitos.
Jungkook se separo solo unos centímetros, viendo como los ojitos del menor comenzaban abrirse poco a poco.

—¿K-koo? —habló bajito él menor, viendo a su esposo, quien tenía una bella sonrisa en sus labios. Jungkook se acerco solo para dejarle un besito en su frente.

—Duerme, mi amor —le dijo una vez se separo. Él menor lo miro con ojitos brillosos y un puchero instalandose nuevamente en sus labios.

—Abrázame ggukie, por favor —pidió, su cuerpo anhelando después de tantos días el calor que le daba el cuerpo de su esposo cuando lo abrazaba al dormir.

Jungkook asintió encantado a la petición, llevando uno de sus brazos a la cintura de su esposo y atrayendo de esta forma el chiquito cuerpo hacia el suyo. Taehyung de inmediato se acorruco junto a él y rodeo igualmente con uno de sus bracitos el cuerpo de su pareja.

—Buenas noches, pastelito —habló el pelinegro, escuchando el bostezo que solto su bebé.

—Buenas noches, esposo~ —contestó el menor, antes de nuevamente cerrar sus ojitos y dejarse llevar por los brazos de morfeo.

Y sin más Jungkook también se permitió dormir, disfrutando plenamente de tener el cuerpo de su amado entre sus brazos, cual osito de peluche.

Horas después, cuando los rayos del sol ya iluminaban la habitación donde la pareja Jeon descansaba, unos toques en la puerta fueron los causantes de que Jungkook frunciera su ceño y abriera sus ojos poco a poco.

Desperto por completo al sentir una cabecita removerse en su pecho, dándose cuenta que su precioso Taehyung también comenzaba a despertar a causa del ruido de los toques.

—Shhh, shhh, sigue durmiendo, mi amor —tranquilizó Jungkook a su esposo, sin embargo los ojitos de Taehyung se abrieron, mirando todo desorientado.

—¿Q-qué hora es? —preguntó el menor, suspirando y tallando apenas uno de sus ojitos con su mano convertida en un puñito.

Jungkook suspiró y tomó su teléfono del mueble de dormir, viendo la hora en él.

—Las 10 de la mañana —contestó, viendo como la boquita de su pequeño se abrió en una perfecta "o".

—La que esta tocando es Yang noona, ¡es mi hora de comer, ggukie! —explicó Taehyung algo alterado, escuchando nuevamente los toques en la puerta.

El doctor Yoongi le había puesto un horario de comida y una dieta para poder recuperar todo el peso que perdió, así mismo para aumentar sus defensas y que no tuviera problemas en los meses que restaban de su embarazo.

Jungkook asintió y se puso de pie de inmediato al escuchar las palabras de su pareja, caminando a paso rapido hasta llegar a la puerta y abrir esta misma, encontrandose con el rostro alegre de la señora Yang, quien venía con una bandeja con la comida de ambos.

—Vine a dejar el desayuno de Taehyungie y de usted, señor Jeon —dijo con alegría, Jungkook sonrió ante eso, haciéndose a un lado para que la mayor pudiera pasar. Una vez la señora Yang tuvo en su campo de visión a Taehyung quien estaba sentadito en la cama, habló—. ¿Cómo amaneciste, mi niño? —preguntó, dejando la bandeja en la mesita de dormir, él castañito sonrió.

—Mejor que nunca, noona —contestó mostrando su sonrisita rectangualar, sintiendo un peso hundirse a su lado, Jungkook había llegado a la cama nuevamente.

—Me hace muy feliz verlos juntos de nuevo y con esas sonrisas que ya extrañaba ver —les dijo la señora Yang a ambos, sacándole una risita tímida al menor de todos. Jungkook por su parte solo sonrió con alegría, rodeando con uno de sus brazos a su esposo.

La mayor se dispuso a darles sus platos de comida a cada quien, el plato de Taehyung consistía en distinta fruta picada junto a un tazón de yogurt, mientras que el de Jungkook eran unos panes tostados con mermelada de fresa y un té.

—Gracias, noona —agradeció Taehyung, llevando un pedazo de manzana a su boquita rápidamente.

Yang asintió con una sonrisa e hizo una reverencia caminando nuevamente hacía la salida, pero la voz de Jungkook destuvo en seco sus pasos.

—Gracias también, noona —agradeció también el pelinegro, y Yang sintió su corazón estrujarse de felicidad ante eso, era la primera vez que Jungkook la llamaba de aquella forma.

La de mayor edad solo se giró para darles una sonrisa a ambos, antes de salir de la habitación y cerrar la puerta, dejando a la pareja sola nuevamente. Se sentía feliz, ver a quienes consideraba sus hijos ser felices nuevamente, y también ver por primera vez una muestra de pequeño respeto y cariño hacia ella por parte de Jungkook, la hizo inmensamente feliz.

Una vez solos, Taehyung miro con sus ojitos brillantes y sorprendidos a Jungkook, quien ya le había dado un mordisco a su pan tostado, pero se detuvo al ver la mirada de su esposo.

—¿Qué pasa, amor? —preguntó con comida en su boca, pero tapando esta con una de sus manos para que su pequeño no la viese.

—¡Le dijiste noona a la señora Yang, Jungkookie! —contó con emoción, dando unos pequeños aplausos—. ¿Viste la carita que puso? Eso la hizo muy feliz, y yo estoy feliz por que ella sea feliz —habló con rapidez y emoción, sacándole una risa a su mayor.

—Creo que aveces no lo hago notar, pero yo de verdad aprecio mucho a la señora Yang —confesó, Taehyung sintió sus ojitos brillar de felicidad ante eso.

Ambos siguieron comiendo su desayuno entre pláticas amenas, para luego de terminar ambos asearse y disponerse a pasar el resto del día juntos, buscando recuperar los pocos días perdidos en los que no se tuvieron.

-Nana.☁️

holaaa, otra vez tanto tiempo jskaja.

un cap soft, cortito y lindo, lindo, por que ya hacía falta.

gracias por esperar y su apoyo, los quiero mucho. ♡