12
Dos semanas había pasado desde todo lo sucedido, y Jungkook no mentía cuando decía que realmente la había pasado mal.
Su estado de ánimo se encontraba por los suelos, noche tras noche al intentar dormir recordaba la escena de Taehyung llorando en su oficina, con su rostro lleno de desilusión, y luego llegaba a su mente el recuerdo de cuando cayó inconsciente a sus brazos y cuando Yoongi le dio la noticia de que ahora estaba en riesgo el embarazo.
Todos esos días se había mantenido encerrado en una de las habitaciones de la gran casa. Yang solo iba a su cuarto cuando le llevaba sus platos de comida, los cuales los primeros días, no los comía, hasta que un día la adulta lo obligo a hacerlo.
Nadie podría creer que el intimidante mafioso Jeon Jungkook, se encontraba en su momento más vulnerable e indefenso, y nadie se imaginaba el tamaño de su dolor para que el imponente hombre haya caído así.
Taehyung estos días se había quedado en la habitación de ambos, siendo cuidado por Yang y Yoongi, quien iba todos los días a checar su estado de salud.
No habían hablado, ni siquiera se habían mirado, ninguno de los dos había hecho si quiera el intento por cruzar palabras, parecían unos desconocidos viviendo en la misma casa, y eso de verdad los estaba lastimando demasiado, lo cual no era conveniente para Taehyung.
La señora Yang no quería preocuparse de más, pero de verdad le preocupaba el estado en el que se encontraba Jungkook. Taehyung por su parte con ayuda de ella había podido afrontar todo y se encontraba estable, pero Jungkook había estado completamente solo en su duelo, sin nadie con quien hablar y desahogar su tristeza. Se había concentrado tanto en cuidar del chico que era como su hijo, que había dejado de lado a Jungkook, quien a pesar de todo, también era como un hijo para ella.
En este momento la adulta se encontraba junto a Taehyung quien estaba acostado en la gran cama, ambos tejiendo un trajesito para el bebé que venía en camino.
—TaeTae —habló la señora Yang, los ojitos decaídos de Taehyung la miraron, dejando de tejer—. Mi niño, ¿piensas volver a hablar con Jungkook? —se atrevió a preguntar, el castañito bajo su mirada e hizo un puchero.
—No sé si estoy listo, Noona, no sé que pensar, no quiero quedarme en este mundo y arrastrar a mi hijo también, Jungkook es lo que nos ofrece y y-yo no quiero eso para nosotros —le dijo, sus ojitos sin ser consciente se cristalizaron.
—Taehyungie, no había querido decirte esto por que no quería que pasaras por emociones fuertes, pero Jungkook realmente no esta bien —él menor levanto su mirada al escuchar esto, prestando atención a las siguientes palabras de su noona—. Jungkook no a comido bien estos días, no a querido salir de la habitación en la que se esta quedando, lo vi por última vez hoy en la mañana y se encuentra muy débil, esta demasiado pálido y a mi no quiere hacerme caso de ir con el doctor Min, no se que hacer, de verdad estoy procupada por él —la mayor dijo, y Taehyung se quedo en shock, el no sabía nada de eso.
No había sabido nada de su esposo mas lo que le contaba la señora Yang cuando iba a dejarle sus comidas, pero esta siempre le decía que estaba bien, solo que como se suponía, Jungkook estaba triste, pero nada grave.
Se enderezó de inmediato, dejando sus utensilios de tejer a un lado.
—¿Por qué no me lo habías dicho, noona? —preguntó con su voz quebradiza, Yang se alarmo ante esto.
—TaeTae, controlate, respira, recuerda que en este momento cualquier cosa le puede hacer daño al bebé —le recordo, Taehyung suspiro y comenzo a inhalar y exhalar con tranquilidad para poder calmarse—. No te lo había dicho por esto mismo, mi niño, no quería darte más preocupaciones, pensé que yo podría hacer que el señor Jeon comiera algo o se fuera a atender, pero no pude —contó.
Taehyung se puso sus pantuflas y se puso de pie, caminando a pasito lento a la puerta de la habitación.
—Llévame a donde esta mi esposo, noona —pidió y la mayor asintió y se acercó, tomandolo de la cintura y tomando una de sus manos para ayudarlo a caminar, que aunque Taehyung podría hacerlo por si solo según el doctor Min, prefería ayudarlo y prevenir cualquier incidente.
Ambos después de unos minutos llegaron a la habitación de Jungkook, la cual estaba algo alejada de la principal.
Taehyung no dijo nada más, solo se separo de su mayor y en un susurro le dijo que se fuera y preparara algo de comida saludable para su esposo, Yang algo dudosa, acepto e hizo lo dicho.
Él castañito suspiro una vez se encontro solo frente a la puerta que lo separaba del amor de su vida. Solto otro suspiro antes de tomar la perilla y entrar a la habitación.
Jungkook miro con sus orbes decaídos en dirección a la puerta cuando escucho esta ser abierta, abriendo sus ojos cuando vio a su esposo entrar por ella y cerrarla posteriormente. Junto todas las pocas fuerzas que tenía para ponerse de pie, viendo como su pareja se acercaba a él.
—¿P-por qué eres tan t-tonto? —preguntó Taehyung, sintiendo nuevamente sus ojos cristalizarse al ver el estado de su esposo—. M-mira como estas, p-puedes enfermar gravemente —le dijo, Jungkook bajo su mirada y sollozo.
—N-no llores, no otra vez, p-por favor —pidió, comenzando a llorar él mismo.
Taehyung solo negó, acercándose y rodeando con sus bracitos el cuerpo de su esposo. Un estremecimiento paso por el cuerpo de Jeon cuando se vio envuelto entre los brazos de su pareja, y este pudo sentir perfectamente eso.
—Tú hijo y yo te necesitamos Jungkook, ¿no piensas luchar ni un poquito por nosotros? —preguntó, sintiendo como Jungkook igualmente lo rodeaba con sus fuertes brazos y lloraba sobre su hombro.
—L-les hice daño, j-jamás me lo voy a p-perdonar —sollozo, hundiendo su nariz en el cuello del menor para respirar su rico olor natural.
—¿Y no haz pensado en lo mucho que me afecta verte así? —le dijo, sintiendo como las lágrimas del pelinegro mojaban su camisa y un poco la piel de su hombro.
—Lo siento, lo siento —susurró el mayor, abrazando con algo de fuerza el cuerpo de su esposo, como si temiera que este se fuera de sus brazos—. Perdóname por hacerte sufrir tanto, perdóname pastelito —rogó, Taehyung solo lo siguió abrazando.
Duraron un rato así, Taehyung se iba permitir olvidar solo por un rato lo sucedido hace dos semanas, solo hasta lograr que su esposo estuviera en buenas condiciones como para sentarse a platicar sobre lo ocurrido como los adultos que eran.
Jungkook fue el primero en separse con su cuerpo tembloroso, tragando saliva y mirando a los ojos al amor de su vida, quien sintió un nudo en la garganta al ver el pálido rostro y las grandes ojeras bajo los ojos bambi.
Llevo su mano a la mejilla del mayor, este suspiro y se inclino más hacia su suave toque.
—Necesitas darte un baño y comer, llamare a Yoongi para que venga a revisarte —le dijo, Jungkook ya con un poco de ánimo, asintió—. Ve por algo de ropa, yo te voy a preparar la tina —ordenó, Jeon nuevamente solo asintió y salio de la habitación.
Taehyung solo suspiro cuando se encontro solo en aquella habitación, antes de ir al baño para comenzar a preparar la tina para Jungkook, su esposo.
Jungkook salió del baño, secando su cabello largo con una toalla y vistiendo unos pantalones de chándal gris y una camisa blanca. Vio a su esposo sentadito en la cama dándole la espalda, y solo pudo cuestionarse el gran corazón que tenía su pareja, pues a pesar de todo, sobre todo su estado de salud, Taehyung había dejado eso de lado para ir a donde él y tratar de mejorarlo.
Camino hasta él, sacando de sus pensamientos al castañito cuando se poso frente a él y se arrodillo, para luego tomar las manitas cálidas entre las frías de él.
—Gracias por ser la mejor persona del mundo —le dijo, mirándolo directamente a sus ojos, Taehyung solo bajo su mirada cohibido y sonrió.
—Mi novio, mi responsabilidad, ¿lo recuerdas? —contestó, Jungkook sonrió y asintió.
Él pelinegro no pudo decir nada más, ya que su puerta fue tocada, haciendo que Jungkook se pusiera de pie para poder ir y abrir la puerta, viendo el rostro de la señora Yang, quien venía con una linda sonrisa y dos platos de sopa en una charola.
—No sabe lo feliz que me pone ver que pudo levantarse, señor Jeon —habló Yang, Jungkook sonrió levemente y asintió—. Le traje comida a petición del joven Taehyung —volvió hablar, levantando la charola para que pudiera ver los platos.
—Muchas gracias —respondió el pelinegro, haciéndose a un lado para que la mayor pudiera pasar.
La señora Yang entro a la habitación con una sonrisa, mirando de solsayo a Taehyung, quien seguía sentadito en la orilla de la cama y jugando con sus deditos.
—Taehyungie, también te traje a ti, es tu hora de comer —le dijo para llamar su atención, el castañito le sonrió.
—Gracias, noona.
Luego de eso, Yang dejo la charola en el mueble a lado de la cama y abandono la habitación, dejando a la pareja sola y en un silencio algo incómodo, solo con Jungkook recargado en la puerta cerrada con sus brazos cruzados, mirando a Taehyung quien seguía demasiado nervioso.
—Y-yo... creo que necesitas comer, mi noona me dijo que no haz comido bien en días —habló Taehyung para terminar con aquel tortuoso silencio.
Jungkook solamente asintió, acercándose y tomando uno de los platos con sopa, poniéndolo frente a su esposo, quien lo miro y luego tomó el plato con comida que le era dado. Una vez hecho esto, él mayor tomó su propio plato y se sento a lado de su novio, dejando un poco de espacio para no incomodarlo.
Ambos comenzaron a comer en silencio luego de eso. Jungkook no iba a mentir, estaba disfrutando demasiado la camida, sentía como si su cuerpo se recargara de energías.
—¿Cómo haz estado estos días? —preguntó Jungkook para romper con la tensión que los envolvía, Taehyung lo miro con sus mejillas llenas de la rica sopa.
Él castañito comió lo que tenía en la boca, para luego hablar—. Bien, Yang noona y Yoongi hyung me estuvieron cuidando estos días —contestó, Jungkook asintió, apretando sus labios, dudando de si preguntar o no lo que tenía en mente.
—Uhmm, ¿mi hijo cómo esta? —se atrevió a preguntar, tragando el nudo que se formo en su garganta al recordar lo sucedido.
—Nuestro bebé esta bien, él es muy fuerte —dijo con una preciosa sonrisa, hablar de su pedacito de amor siempre lograba ponerlo de buen humor—. Yoongi hyung dijo que en la próxima revisión se podrá saber su sexo —contó con emoción, Jungkook abrió sus ojos sorprendido.
—¿En serio? ¿Por fin sabremos si es Minsuk o Soyeon? —los ojos del mayor brillaron al mencionar los nombres, Taehyung sintió su corazón acelararse por eso y asintió a su pregunta, Jungkook sonrió a más no poder.
Luego de eso ambos siguieron comiendo en un silencio mas cómodo y acogedor, sus corazónes latiendo de pura felicidad y amor al tener en mente que pronto podrían saber el sexo del ser que crecía dentro de Taehyung.
Sabiendo que luego de ese reencuentro luego de dos semanas alejados, una plática que decidiría el futuro de ellos y su hijo, los esperaba.
-Nana.☁️
holaa, ¿cómo están? Yo feliz, siento que esta vez no tarde tanto y poco a poco salgo de mi pequeño tiempo sin imaginación, así que si sigo así, las actualizaciones seguidas podrían volver </3
tengo una pregunta que me carcome la cabeza jsjaja, ¿ustedes cómo se imaginan a la señora Yang? quisiera saber como es ese personaje para ustedes ♡
gracias por su apoyo a este fic, nos leemos en el siguiente capítulo ¡!
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