Jeon veía y la arma entre una de sus manos, analizándola luego de que esta haya hecho perfectamente su trabajo de eliminar a uno de los tantos tipos que buscaba traicionarlo.

Dos pequeños golpes en la puerta de su despacho fue lo que interrumpió su momento de admiración hacia su preciada arma.

—¿Quién es? —preguntó con un tono de voz firme y demandante, acariciando con uno de sus dedos su arma.

—TaeTae, Jungkookie. —Habló aquella voz perteneciente a la persona que más amaba en su vida.

De inmediato abrió uno de los cajones de su escritorio y escondió en el su pistola. Limpió sus manos con una toallita para eliminar cualquier posible rastro de lo acontecido hace un rato, y sin más se puso de pie y camino hacia las grandes puertas, abriendo estas y encontrándose con su adorable esposo.

—Hola, mi amor —saludó, tomando una de las manitas del castaño para adentrarlo a su despacho, donde una vez dentro no dudo en abrazarlo y hundir su nariz en los suaves cabellos—. ¿Qué se te ofrece, dulzura? —preguntó.

—Nada hyung, estaba muy aburrido en la habitación y quería verte, saliste desde temprano y te extrañaba mucho. —contestó, separando su carita del pecho ajeno y parando sus labios como patito en espera de un beso.

Jungkook sonrió ante lo tierno que se veía su pareja, no se hizo del rogar y de inmediato se inclino para dejarle un bonito piquito en sus labios.

Taehyung sonrió satisfecho, rodeando con sus bracitos la cintura de su esposo y escondiendo nuevamente su carita en el pecho.

—Koo, ¿cuándo tendrás tiempo libre? —preguntó aún con su carita en el pecho de su pareja, quien borro su sonrisa al escucharlo.

—No lo sé amor, últimamente hay mucho más trabajo, y yo no se cuando pueda tener tiempo... —Taehyung al escucharlo se separo del abrazo, yéndose con su carita seria a sentarse en el sofá de cuero que en la oficina había.

Jungkook suspiró pesadamente al ver a su pequeño así. Era bien sabido por todo el país que él de verdad era un completo hijo de puta, no temía lastimar a las personas, puede terminar con tu vida solo en unos cuantos segundos. Pero al estar con Taehyung, con su pequeño esposo, ese hombre imponente y peligroso del que todos hablaban se iba, dando paso a alguien que solo quiere proteger y hacer feliz al de hebras castañas.

—No te pongas así cielo... —fue hasta él, sentándose a su lado e intentando abrazarlo, pero Taehyung solo se corrio hasta la orilla del sofá—. Prometo que pronto me tomaré un tiempo libre para consentirte, pero por favor no te enojes conmigo mi amor, si he estado ocupado últimamente es por que quiero hacer alianzas con el cartel de rusia, eso nos traería muchísimo más dinero ha ambas partes. —explicó, pero al contrario de la reacción que pensó que tendría, Taehyung solo lo miro con su ceñito fruncido y sus ojos tristes.

—Te he dicho que no me hables de tu trabajo, no me gusta saber que por culpa de todo esto personas mueren y enferman a diario, no me gusta saber que por culpa de lo que eres tengo que vivir con el miedo de no saber si mañana podrás estar conmigo para cumplir nuestros sueños. —dijo, en tanto de sus ojitos comenzaron a brotar lágrimas que se deslizaban por sus gorditas mejillas.

Jungkook al ver esto, no dudo en acercarse hasta poder tomar el chiquito cuerpo entre sus brazos, y aunque Taehyung al principio forcejeo un poco, al final se termino derrumbando en los brazos de su esposo, sollozando escondido en su cuello y mojando la camisa del pelinegro.

—S-solo, deja todo esto Koo...por nosotros —pidió en un hilo de voz, sin separarse del cuello de su pareja.

Jungkook solamente comenzo a dejar caricias por la espalda de su pequeño, tomando una de sus manitas y sintiendo en ella el anillo de compromiso y matrimonio.

—Mañana estaré libre para ti. —fue lo único que dijo antes de levantarse con el cuerpo entre sus brazos y salir de su oficina rumbo a la habitación, evadiendo totalmente la petición que su pareja le había hecho.

Ya era el siguiente día, y como Jungkook le había prometido a su pequeño, dejo todas sus cosas pendientes para otro día. Ese día se iba a permitir llevar una vida normal, consentir a su esposo como a este le gusta, sin recodar que fuera de esa burbujita de amor una vida llena de adrenalina y peligro es lo que le esperaba.

Despertó sintiendo un pequeño cuerpo acorrucado a su lado, bajo un poco su mirada y pudo ver como su niño se aferraba a su pecho, sus cabellos estaban desordenados y podía ver como en sus labios habían un pucherito.

Se levanto sin hacer mucho ruido o movimiento para dejar seguir durmiendo a su bebé, y camino por la grande habitación hasta llegar al balcón de esta y observar como en su extenso jardín había varios guardias con grandes armas en sus manos, atentos a cualquier peligro que pueda poner la vida de su jefe y él esposo de este en riesgo.

Se adentro nuevamente a la habitación, cerrando la puerta de vidrio que daba al balcón y corriendo las cortinas para que no entrara la luz.

Observo a su Taehyung dormir plácidamente en la cama, y con la intención de querer llenar su carita de besos, camino a paso rapido hasta el gran baño de su habitación. Donde de manera rápida labo sus dientes y cara, tomando antes de salir unas toallitas húmedas, su bebé era muy higiénico y no quería molestarlo.

Salio del baño y camino hasta llegar a la cama, se posicionó a lado de su pequeño, y con las toallitas limpio su boquita y la casi inexistente babita que salía de esta.

Una vez limpio, se inclinó hasta su rostro, comenzando a dejar muchísimos besos en aquellos rellenitos y rojizos labios.

—Buenos días amor, despierta. —le habló sobre sus labios, viendo como los ojitos de Taehyung comenzaron abrirse.

—Buenos días Koo —saludó somnoliento, Jungkook no se privo de dejar otro casto beso en aquellos labios—. Si cumpliste, estas aquí —le dijo con una sonrisita emocionada, cosa que hizo derretir el corazón del azabache.

—Hoy sere todo tuyo. —respondió, viendo como los orbes mieles brillaban de emoción.

—¿Hoy no estarás en peligro?

—Nunca estoy en peligro, corazón. —aseguró, picoteando la punta de la naricita contraria, sacándole tiernas risitas a su esposo.

Taehyung asintió divertido, poniéndose de pie para ir al baño de la habitación y asearse.

Jungkook por su parte no quiso dejar pasar esta oportunidad de tener contacto piel a piel con su amor, así que sumamente ansioso, se dirigió también al baño para ducharse junto a su pareja.

Media hora más tarde ambos cuerpos mojados salieron besándose con amor y pasión, Taehyung soltando algunos quejiditos ante las ganas con las que Jungkook lo besaba y toqueteaba.

—E-espera Koo, aún es m-muy temprano —dijo entre pequeños tartamudeos, mientras caía a la cama con Jungkook encima de su cuerpo, sin llegar a aplastarlo o hacerle daño.

—Te he extrañado tanto mi amor, por favor, dejame hacerte el amor. —Susurró encima de aquellos abultaditos labios, comenzando a dejar pequeños besos por todo el rostro de su chico.

Taehyung se rindió ante los encantos de su bello esposo, así que solo asintió despacito, concediendole el permiso a Jungkook de poder tocarle y hacerle ver las estrellas.

Una bonita y placentera manera de comenzar el día, y tal vez, crear a una nueva etapa en su vida de peligro y riesgos.

-Nana.☁️

quería empezar lo más pronto
posible con este fic haha🥰

feliz cumple a koo, estoy
demasiada feliz por mi niño🥺❤

y también muchas gracias por todo el apoyo que le dieron al prólogo, sigo sin creerme que junto 500 vistas y más de +150 votos, es un sueño, muchas gracias de verdad 😭💕