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Intro: The Ballad of Calamity Amity

Empujó las pequeñas puertas vaivén de la cantina y entró; las espuelas de sus botas hacían un ruido curioso con cada paso que daba para acercarse a la barra.

No había ninguna persona en el interior de aquel bar que no supiera quien acababa de ingresar al establecimiento: "Calamity Amity", la pistolera más rápida del oeste, con un corazón inconquistable y una mirada fría como la muerte. Un historial perfecto de capturas respaldaba su carrera como cazarrecompensas, pero aún así nadie podía entender como una pueblerina de clase alta había terminado por escoger un trabajo así... ¿Quizás fue un modo de revelarse ante sus autoritarios padres?

—Sírveme un "Dark 'n' Stormy". Y que sea rápido —habló Amity, su pelo verde sobresalía por debajo del sombrero que no se había quitado al entrar y uno de sus codos sobresalía del poncho gris que llevaba puesto apoyándose en el borde de la barra.

El brujo de piel oscura que estaba detrás de la barra asintió y le hizo señas a su asistenta para que le ayudara tajando algunos limones.

Ese tipo de trago tendía a ser presentado de forma refinada a pesar del nombre que llevaba.

—Disculpe la insolencia madame —comenzó el cantinero—. Pero, aunque me siento alagado, dudo que Calamity Amity, esté en mi humilde cantina solo para servirse un buen trago.

Y es que todos sabían que si aquella jovencita estaba en tu pueblo, era para llevarse a alguien, vivo... O muerto. Siendo todos culpables de al menos un delito menor, no podían bajar la guardia.

—Siempre has sido muy perceptivo Augustus. —No era la primera vez que la cazarrecompensas estaba en el pequeño poblado de "Bones Ville"—. Y tienes mucha razón, tengo información de que una de mis presas se oculta por aquí.

—Pues le deseo suerte encontrándola —respondió mientras mezclaba algunos tragos.

—Sí, sobre eso, ya busqué por todo el lugar y estoy muy segura de que los buenos habitantes de este pueblo, no se arriesgarían a ocultar a una de mis presas.... Estoy segura de todos, menos...

—Augustus no está ocultando a nadie —la asistenta de pelo grisáceo que vestía un delantal sobre su vestido habló.
— Willoughby —Gus dijo el nombre de su compañera entre dientes, tratando de mantener su sonrisa, sabiendo que hubiera sido mejor no decir nada.

—Yo nunca dije eso —respondió Amity—. Pero ahora, tengo mis dudas.

Gus, terminó el trago, recibiendo la rodaja de limón de las manos de Willoughby y usándola para decorar el vaso.

—¿Yo? ¿Ocultar a alguien en mi cantina? Por favor, eso un chiste que ni siquiera me da risa. —Quizás si hablaba con confianza, la otra chica no notaría su nerviosismo.

Calamity Amity le dio un sorbo a su bebida sin perder su delicada sonrisa; sin previo aviso, se puso de pie y apoyó sus dos manos en la barra. Por un momento, todos los que estaban en el bar se pusieron en guardia.

—¿Dices que no lo harías, Gus? Entonces, por favor dime ¿Quién está haciendo esos ruidos de sorpresa por debajo de la barra?
Augustus sonrió impaciente y sudando, lo habían descubierto.

Amity le guiñó un ojo y comenzó a llevar la mano hacia la funda de su revolver.

—¡Espere! —Willoughby exclamó— No será necesario que use eso, podemos simplemente...

La otra jovencita se detuvo a mitad de su frase para acercarse más a Amity aún estando del otro lado de la barra.

—¿Simplemente qué? —interrogó la irritada cazarrecompensas.

—¡¡¡Luz, corre!!!

Calamity Amity logró tocar el mango de su arma, pero antes de que lo sacara, recibió un golpe lo suficientemente fuerte como para girar un poco su cabeza.

Había sido la pequeña asistenta quien le profirió aquel puñetazo.

—Lo siento —chilló Willoughby, segura de que a ella le dolía más la mando de lo que le había dolido el golpe a Amity.

—¡¡Oh!! ¡Estás tan muerta! —la cazarrecompensas amenazó.

Después se giró al instante, podría poner a esa chiquilla en su lugar después, ahora mismo, tenía algo que atrapar.

Al voltearse finalmente vio a la chica que estaba cazando en persona. Definitivamente era mucho más atractiva que en afiche que tenía y por algún motivo no tenía la pinta de ser una criminal buscada, tal vez eran las vestimentas de pueblerina que tenía, como sea, no le importaba.

Aquella chica de piel canela y ojos avellana corría hacia la puerta cuando...

—¡¡Luz la forajida!! ¡¡¡Detente o te disparo!!!

La nombrada se detuvo por instinto y cuando se volteó pudo observar con detalle el cañón de aquel revolver blanco que Amity apuntaba a su cabeza.

—¡No espera! ¡No dispares! —Luz levantó las manos y la desesperación en su rostro era legible— ¡¡Soy inocente de lo que se me acusa!! ¡¡Fue la señorita Boscha quien me inculpó!!

Normalmente Amity hubiera disparado y punto, sin ninguna advertencia de por medio, pero el trabajo pagaba más si la llevaba con vida. No sabía el porqué de esto porque no preguntó, esa era su política.

Calamity Amity usó su pulgar para amartillar el revolver, sólo por si acaso. No era la primera vez que una de sus presas jugaba a hacerse la inocente para intentar escapar.

Gus y Willoughby estaban en pánico sin saber como podían ayudar a su amiga de toda la vida.

El resto del bar permanecía en un silencio sepulcral, la tensión en el aire se podía cortar con un cuchillo.

—¡Sea piadosa Calamity Amity! —uno de los hombres que estaba en el bar se levantó y se acercó a la nombrada mientras hablaba, fornido y mucho más alto que la cazarrecompensas— ¡No le dispare! ¡Yo lo haré, después de dispararle a usted!

Pronto Amity tenía el cañón de una pistola apoyado en su cabeza. La joven de pelo verde soltó un suspiro de frustración.

 Luz tenía los ojos abiertos totalmente por la sorpresa, al igual que todas las otras personas en la cantina.

Amity movió su cuello solo un poco, para tronarse los huesos. Hecho esto, en sólo un segundo se agachó y golpeó la mano del hombre que la amenazaba con tanta fuerza que el arma que sostenía salió volando antes de que pudiera siquiera pensar en disparar.

Aprovechando que su altura era menor que la otro, giró su arma y aún agachada disparó...

La bala le atravesó el mentón y salió despedida por la parte superior de su cráneo, los pedazos de hueso salieron volando, mientras los sesos se desperdigaban por la habitación y manchaban el techo del lugar.

Al menos una gota de sangre cayó sobre todos los que ahí estaban, Luz incluida.

El cuerpo de aquel fornido hombre cayó de rodillas antes de terminar de extenderse sobre el suelo y rosear más contenido del cráneo sobre el piso de madera.

—Debió dispararme cuando pudo —aseguró Amity mientras se limpiaba algo del líquido rojo que le había caído en el ojo.

—¡¡¡Hermano!!! —Desde la misma mesa donde había venido el ahora muerto sujeto.

El flacucho que gritaba la muerte de su hermano sacó su arma de la funda, y después de un pesado suspiro, Amity supo que no había vuelta atrás. Disparó su arma hacia Luz justo antes de que el caos comenzara.

Luz llevó la mano a la herida que tenía en el brazo mientras cerraba los ojos por el dolor. Reaccionó rápido, tirándose al suelo, para no ser objetivo fácil.

Cuando volvió a abrir los ojos notó que el arma del recién asesinado sujeto cayó a su lado, la llevó consigo, solo porque se sentía más protegida con ella; en realidad, nunca había disparado un arma antes.

El caos reinaba, puñetazos, puñaladas, balas perdidas. En resumen, mucha gente estúpida muriendo de manera estúpida.

La chica de piel canela se giró hacia la barra y vio como Gus y Willoughby estaban agachados, asomando apenas sus cabezas; se alegró de que estuvieran bien.

Aguantó el dolor lo mejor que pudo y comenzó a gatear hacia la puerta. Un hombre casi le cae encima, la sangre de la garganta recién cortada de una mujer le cayó en el rostro y tubo una vista innecesariamente buena de como restregaban la cara de un tipo contra la colección de cactus de Willoughby en el borde de una de las ventanas, pero al menos, estaba cada vez más cerca de la puerta.

Un extraño tomó a Amity del cuello, pero esta lo pateó en la entrepierna y le disparó en el pecho para asegurarse de no mancharse con más sangre.

El flacucho cuyo hermano había asesinado, trataba de dispararle pero su puntería era tan horrible como su cara, así que le dio a muchas personas, pero no a Amity.

La cazarrecompensas giró los ojos y realizó otro disparo contra otro criminal que bloqueaba su camino, para ahorrarse la pelea. Se acercaba a la puerta, segura de que ahí es a donde se dirigía su presa.

Cuatro balas, cuatro muertes, cuatro charcos de sangre más y recién Amity estuvo cerca de la salida.

Luz, se levantó para poder empujar las pequeñas puertas de la cantina, giró atrás un momento, y observó al arma de la chica de pelo verde apuntándole una vez más.

Amity quería la recompensa por llevarla viva, pero la situación se estaba complicando más de lo que valía ese dinero. Así que cuando vio a Luz girarse, jaló el gatillo sin pensarlo.

La supuesta "forajida" se había volteado porque no quería ver a la muerte de frente; cuando notó que ninguna bala había atravesado su cabeza, comenzó a correr, pensando que quizás el corazón de aquella cazarrecompensas no era tan frío como todos creían.

—¡¡Oh, mierda!! —exclamó Amity— ¡¿Esto es en serio?! —Por primera vez en mucho tiempo, había contado mal las balas. No había ninguna bala en la recámara para cuando trató de matar a Luz.

Luz comenzó a correr por aquella larga calle principal aún con el arma en la mano, sosteniéndola de modo incorrecto.

La cazarrecompensas salió solo un momento después, estaba furiosa e intentaba controlarse para recargar su arma con rapidez. Pero antes de que lo lograra una bala le rosó la pierna, notando que estaba por recibir otro disparo, giró en el suelo y se ocultó detrás de un barril.

El que estaba disparando era aquel horrible sujeto del bar, una vez más gritó:

—¡¡Mataste a mi hermano, maldita perra!! ¡Me voy a coger a tu cadáver cuando termine contigo!

Amity sintió ganas de vomitar de solo pensarlo, lo que normalmente haría sería dispararle a aquel sujeto en la entrepierna solo para que sufriera un poco antes de ejecutarlo, pero había algo que se lo impedía, y era el hecho de que las únicas balas que tenía, se le habían caído mientras dio aquel giro en el suelo.

«¡Maldición!», exclamó para sus adentros. «Se supone que esta sería un trabajo fácil ¿Por qué atrapar a esa chica me trae tantos problemas?».

El sujeto parecía golpeado y desorientado, pero se aseguró de disparar algunas veces para que Amity no pudiera escapar de su cobertura.

Una vez se acercó lo suficiente, sonrió mientras apuntaba a donde sabía estaría la cabeza de la chica de pelo verde. Hasta un idiota como él atinaría un disparo a esa distancia.

La cazarrecompensas cerró los ojos, pensando en que su muerte sería muy poco digna y lo que pasaría después, sería asqueroso.

Entonces, el sonido de un disparo hizo eco en aquel pequeño pueblo.

La sangre apenas cubrió el suelo, pues la arena era bastante absorbente.

Había sido Luz quien disparó, le había tomado un momento descifrar como hacerlo pero de algún modo, a una increíble distancia, le había dado a aquel sujeto justo en el ojo.

Sorprendentemente, el globo ocular no había explotado; la bala le había atravesado la cabeza, y que órgano ahora solo estaba fuera de lugar, deformando aún más el rostro de aquel vil sujeto.

Amity no tardó en notar que era su presa quien la había salvado, levantó una ceja sin entender absolutamente, nada. Se apresuró a recoger sus balas del suelo y comenzó a perseguir a Luz de nuevo. Ahora no se trataba solo de atraparla, ahora se trataba de conseguir respuestas.

La chica de piel canela y ojos avellana corría a todo lo que podía dirigiéndose a la estación de trenes, con el brazo herido y el revolver en la mano. Amity no podía estar más desconcertada, a esa arma le quedaban al menos 5 tiros más... ¡¡¿¿Por qué diablos "Luz la forajida" no hacía ni el más mínimo intento de dispararle??!!

La cazarrecompensas se hartó y volviendo a martillar su confiable revolver gritó:

—¡No lo repetiré! ¡¡Quédate donde estás o te mato!!

Luz se detuvo, aun de espadas y levantando los brazos de nuevo, aun sosteniendo el revolver.

Era una situación inverosímil para Amity, o estaba frente a la criminal más tonta de la historia, o algo más estaba pasando.

La chica con el brazo herido intentó girarse, pero la otra la detuvo al instante.

—¡No te muevas!

Luz tragó saliva antes de que le gritaran de nuevo. Comenzó a temblar un poco al sentir el cañón de la pistola de la otra chica apoyarse en su cabeza.

—¡¿¿¿Eres estúpida???! —preguntó Amity, sin dejar de apuntarle— Literalmente me enviaron para llevarte como prisionera y matarte en caso de que te resistas. ¡¡¿¿Por qué demonios me salvaste??!!

La joven de piel canela pensó que era una pregunta retórica, pero después de unos eternos segundos se dio cuenta de que la otra de verdad quería una respuesta.

—Por-porque... Tú solo estás haciendo tu trabajo. Jamás le había hecho daño a nadie. No quería matar a nadie, ni que nadie muriera por mí... Estaba apuntando al hombro... Pero, ahora que maté a ese chico, quizás merezco que me lleves contigo —agachó la cabeza derrotada.

—¡¡¿Estás bromeando?!! ¡Mataste al hermano del sangriento Willy! ¡Acabaste con George el infecto! ¡Conocido por ser un violador que siempre escapa de la ley! La única razón por la que yo no lo maté antes, es porque estaba esperando a que subiera el precio por su cabeza.

—Pero... —A luz no le gustaba sentirse aliviada por saber que la persona a la que había matado era horrible—. Aun así yo...

—¡¡Oh, por un demonio!! —Calamity Amity quitó su arma de aquella posición amenazante al darse cuenta de lo evidente—. ¡¡Tú no eres Luz la forajida!! ¿O sí?

La Luz de la que ella había escuchado, era una asesina, ladrona, contrabandista de alcohol y una delincuente brutal, sospechosa incluso de estar relacionada con una poderosa banda criminal.

La pelea en el bar había terminado, los muertos serían recogidos luego, los heridos, se arrastraban como podían hacia la enfermería del pueblo. Willoughby y Gus salieron de la cantina, al principio dieron a Luz por muerta, pero cuando vieron a Calamity Amity levantar su arma con disgusto mientras exclamaba algo que no podían escuchar, se quedaron totalmente fuera de lugar. Luz siempre había sido buena para hacer amigos, pero... ¿Convencer a una de las más temidas cazarrecompensas de que la dejara vivir? Eso si era un logro.

La chica de pelo verde guardó su arma, y se llevó las manos a la cara con frustración. Balas, tiempo y dinero perdido, las tres cosas que más valoraba en su vida.

—Pues —Luz se puso de pie y miró a la chica que ahora le daba la espalda—, en realidad sí me llamo Luz, pero... No hice nada de lo que dicen que hice.

La cazarrecompensas solo tenía una regla: "No hacer preguntas". La acababa de romper y gracias a eso, sabía que había estado buscando a una chica incapaz de lastimar a una mosca.

—¿Ah, sí? —Amity se giró y vio como la otra chica sostenía el arma de modo que corría el riesgo de dispararse a sí misma en la pierna— No me digas.

—Además, cuando salí de la cantina te vi y sé que pudiste dispararme pero...

—Oh, Luz, que inocente eres. ¡Claro que intenté dispararte! Es solo que conté mal las balas.

—Oh... Ya... Ya veo —La chica de piel canela se sintió triste, pero había otro hecho resaltante—. Bueno ¿Qué hay de hace un momento? Estoy segura de que ahora sí tienes balas.

—Pues ahora... No... —Hizo una pausa para pensar lo iba a decir—. No quiero matar a alguien que no puede defenderse —admitió.

—Entonces yo tenía razón. No eres tan mala como todos dicen —La chica sonrió.

—¡No tientes a tu suerte, señorita! —respondió una molesta Amity.

Luz se rio un poco. La otra chica no podía creer que alguien pudiera ser tan irritante. Soltó un suspiro antes de volver a hablar.

—Dime ¿Quién dices que te inculpó?

—¡Fue Boscha! Ella me invitó a una de sus elegantes fiestas, pensé que finalmente podríamos ser amigas, pero cuando fui ella me utilizó para encubrir todo lo que ella y sus amigos hacen, tuve que...

—Wow, wow, wow, más despacio. Para empezar ¿A qué Boscha te refieres?, ¿Boscha la carnicera de Hometown? ¿Boscha la ladrona de Luisiana?

—¿Carnicera? ¿Ladrona? No, no, para nada. Hablo de la Bocha que vive en "Bones Town", donde viven todos los ricos de la zona. Creo que le dicen...

—¡¡¿¿Madame Boscha??!! —exclamó sorprendida, aun la recordaba de aquellas reuniones y bailes que tenía con su familia cuando era más pequeña.

—¡Exacto! Creo que así le dicen...

—¡¿Estás segura?!

—Hmm, su piel es blanca, su pelo magenta y... Tiene una extraña marca de nacimiento en la frente que parece un pequeño...

—Ojo —completó Amity.

—Tú... ¿La conoces?

No le iba contar su vida a una extraña chica tonta.

—Algo así. Pero espera un momento... ¿Me estás diciendo que Boscha hizo todo de lo que se te acusa a ti?

—Y creo que aún más cosas, sus padres son ricos después de todo. No hay nada que ella no pueda hacer...

—No es tan genial como parece. —Viejos recuerdos llegaron a su mente.

Luz levantó una ceja ante tal afirmación antes de continuar.

—Es una larga historia, pero, ella y sus amigos, me llevaron a un almacén extraño y se pusieron unos trajes que tenían parches con el símbolo de un fantasma gritando.

—¡¡No puede ser!! —Amity ya tenía sospechas, pero ahora estaba segura— ¡Dime! ¿Pudiste ver a su líder? —Tomó a Luz por los hombros sorpresivamente, poniéndola nerviosa, pero por una razón distinta al miedo de que la maten.

—Eh-eh —tartamudeó—. Pues me parece que Boscha era la...

—¡¡Claro que lo es!! ¿Cómo es que no lo vi antes?

En este punto Luz ya estaba muy confundida.

—¿Has vivido debajo de una roca en los últimos años? —preguntó Amity, sin darle tiempo para responder— Acabas de confirmarme que Boscha es la líder de los "Banshees", una de las bandas criminales más peligrosa de Bones Town.

—¿Eso hice?

La cazarrecompensas levantó una ceja, esa tal Luz de verdad era una chica muy dispersa.

—Mira, no importa, la recompensa por atrapar a su líder es muy elevada, y ya que lo más seguro es que alguno de los suyos fue quien me envió por ti, sé por dónde comenzar. Sigue escondiéndote en el lugar Gus, cuando termine podrás recuperar tu antigua vida...Si es que tenías una.

—¡Hey! Claro que tenía... ¡Tengo una vida!

Esta vez Amity rio, había algo en aquella chica, algo raro.

—Y —Luz continuó— además... Qui-qui... ¡Quiero ir contigo!

—¡¿Qué?! —Lo dijo con diversión— No sabes ni usar un arma. Y no planeo compartir la recompensa con nadie.
—No me importa la recompensa... Tú no lo entiendes... Cuando Boscha me inculpó... ¡La policía vino a mi casa! ¡¡Mi madre debe pensar que soy culpable de todo!!

—¿Así que se trata de venganza?

—¡Sí!... ¡No! No lo sé... Sólo quiero, quiero saber porque Boscha es tan cruel.

—¿Y lo descubrirás yendo a matarla conmigo?

—Yo... Tal vez —dudó—. Escucha, sé que tú haces esto por dinero pero, al mismo tiempo estarías limpiando mi nombre. No puedo dejar que lo hagas sola —respondió.

«¿Por qué lo estoy considerando en primer lugar?» Pensó Amity. «Esta chica probablemente solo traerá problemas».

—¿Qué es lo que vas a hacer si te digo que no? —preguntó.

—Te seguiré de todos modos.

—¿Y si te mató aquí y ahora para ahorrarme la molestia? —añadió con tono juguetón, levantando el arma de nuevo.

—Será mejor que lo hagas. Porque de otro modo, no te desharás de mí.

Esa última frase, era quizás lo más serio que había dicho la chica de ojos color avellana.

—Está bien. —Le sonrió—. Pero tendrás que aprender a usar un arma, puede que me hayas salvado pero no pienses que por eso haré lo mismo por ti.

—¿Tú me enseñaras? —preguntó incrédula.

—¿Ves a alguien más por aquí?

Los ojos de Luz se iluminaron de emoción pues finalmente tendría la oportunidad de confrontar a Boscha y limpiar su nombre.

—Oh y una cosa más —añadió Amity—. El próximo tren para Bones Town sale en —miró la posición del sol— 10 minutos; nos vamos en ese.

—¿Tan pronto? —inquirió.

—¿Hay algún problema? No me digas que tienes algo que hacer —se burló.

—Ah, ah... Tengo que irme por un momento —comenzó a retroceder con el nerviosismo de alguien que olvida la estufa prendida en casa—-. ¡No te atrevas a irte sin mí, Calamity Amity!

—Será mejor que te apresures si no quieres que eso pase. ¿Qué tienes que hacer de todos modos?

—¡Tengo que despedirme! —Luz ya estaba algo lejos, acercándose a la cantina dónde había ocurrido la batalla campal.

Una vez más, Amity se sorprendió; una persona así, como Luz. Una persona que se preocupa por los demás, tan buena como para perder su oportunidad de vengarse a cambio de despedirse de sus amigos o para compadecerse de matar hasta a los peores criminales...

Hasta ese momento Amity pensaba que las personas así de nobles ya no existían.

—¡¡Luz!! —la llamó.

La nombrada se giró sin dejar de moverse.

—¡¡Consíguete una funda para eso!! —le ordenó al mismo tiempo, que señalaba el revolver que jamás dejó las manos de Luz.

Como si recién se hubiera dado cuenta de que estaba sosteniendo una bomba, la chica de piel canela se tropezó con sus propios pies, quedándose a punto de caerse o tirar el arma al suelo. Miró el arma, ahora sobre la palma de sus manos y decidió agarrarlo por el cañón, pensando que así sería más seguro.

Reanudó su carrera hacia la cantina, donde pudo ver a Gus y Willoughby corriendo hacia ella también.

Amity lo vio todo y después de soltar una pequeña risa, solo pudo decir:

—Oh, esa niña va a hacer que la maten y tal vez haga que me maten a mí... Entonces... ¿Por qué estoy tan emocionada?








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Saludos.

Aquí el que se tarda entre un lustro y una década en actualizar su fic principal dándoles la bienvenida a este nuevo proyecto.

 Durante un largo tiempo, he ido acumulando ideas para historias que o no llegan a nada, no me convencen del todo, o no tengo tiempo para desarrollar... Es por eso que cree este libro, que estará repleto de historias que creo que tienen el potencial de tener su propio fic a parte... Pero que no lo tienen (muajaja).

El título y formato obviamente están inspirados en la antología de Netflix, "Love, Death & Robots".

El objetivo de este proyecto es  presentar mis ideas y ver que tan bien les va, al final si alguno de los capítulos tiene mucho apoyo, podría incluso hacerle un fic completo ¿Quién sabe?

En fin, Díganme:

¿Qué les pareció este primer "episodio"? Es bastante corto, poco más de 3700 palabras.

¿Ya habían escuchado de un AU de vaqueros? (Si la respuesta es sí, díganme, porque me encanta la idea y hasta ahora yo no encontré ningún fic así)

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[The Ballad of Calamity James - HMLTD]

Obviamente lo adapté a Amity porque queda simplemente genial. 

Es una canción muy buena que es simplemente perfecta para el fic, escúchenla y también su continuación: "To The Door - HMLTD". Juntas son obras maestras.

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Este episodio está inspirado en dos cosas que me encantan:

El Espagueti Western antiguo (No vi mucho de esto, terrible poser soy, pero me da igual, lo poco que vi, me gusta)

Y Quentin Tarantino, o ¿Por qué diablos creen que hay tanta sangre?, todos sabemos que eso no pasa en verdad cuando le disparan a alguien, pero esa es otra de las particularidades de este mundo, básicamente si te disparan con una recortada llena de monedas, te abren un agujero de 10 centímetros de diámetro y te empujan 1 metro hacia atrás. 


Oh, si claro en este fic voy a poner una nueva dinámica, que probablemente salga mal porque nadie va a leer esta parte ;_; igual lo voy a intentar.

El siguiente episodio se llamara:                       Niña Bien

¿Creen que pueden adivinar de qué trata?

Lo dudo muajaja *muere ignorado y sin ninguna respuesta*


Ahora sí, sin más que decir, me voy a escribir mi otro fic y a cortarme con un cúter hasta que acabe con mis tareas de la carrera.

Recuerden que: "Ni tus peores daños, pueden hacerte tantos pensamientos como tus propios enemigos" (extraído de frases motivadoras que motivan.com, pero reordenado para que tenga más sentido, *wink* *wink*) y además:


Yo no existo






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