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—No me importa Jimin, no tienes que avergonzarte, no eres el único con fetiches, ni con el más extraño de ellos...así que ahora...déjame hacerte disfrutar en este día tan especial.

Jungkook sonrió y Jimin relamió sus labios antes de ver cómo Jungkook comenzaba a desvestirse.

—Jungkook no tienes por qué...

—Shh.- Jungkook posó su dedo índice sobre los labios del mayor- Ni que fuese la primera vez que follamos, Park. Tan sólo lo vamos a hacer conmigo en lencería, ¿tanta diferencia hay? -dijo poniendo sus ojos en blanco. Antes de que Jimin pudiese responder, Jungkook lo tumbó en la cama y se puso encima de su torso, con sus piernas a cada lado, apresándolo.

Jungkook comenzó a desabrochar los botones de su camisa lentamente, haciendo impacientar a Jimin, que le miraba desde abajo con ojos lujuriosos y con un pequeño gran problena creciendo en sus pantalones, siendo aplastado por el peso del cuerpo contrario.

Cuando lanzó la camisa al suelo, Jimin se fijó por primera vez en un fino choker negro con un pequeño cascabel que Jungkook portaba en su cuello.
Jimin alzó una de sus manos para tocar dicho collar con una sonrisa.

—¿Te gusta? -preguntó inocente Jungkook.

—Me encanta, dame un beso.

Jungkook inclinó su cuerpo hacia abajo para alcanzar los labios de Jimin, obediente.
El mayor tomó el cuero cabelludo del cuello contrario, manteniéndolo en esa posición para no romper el apasionado beso, mientras que con la otra mano acariciaba el trasero del menor, quien comenzaba a frotarse inconscientemente contra el bulto de su novio.

Tras varios minutos devorando mutuamente sus bocas, era más que notable que ambos necesitaban atención más abajo.

Jimin desabrochó la cremallera del vaquero que portaba Jungkook, y éste hizo lo mismo con Jimin.

—¿Preparado para ver lo que llevo puesto bajo los pantalones? -preguntó algo jadeante Jungkook.

—Tan sólo bájatelos de una vez.

Jungkook sonrió antes de levantarse de las caderas de Jimin, a quien se le escapó un gemido lastimero por la presión recién liberada.

Jungkook comenzó a bajar sus apretados vaqueros contoneando sus caderas de un lado a otro, hasta que finalmente, los pantalones cayeron al suelo.

Jimin tragó saliva.

—Santo dios.-dijo sin más al observar el cuerpo semidesnudo de su novio.

Jungkook, quien segundos atrás parecís muy seguro de si mismo, se encontraba ahora algo nervioso.

—¿Que...que te parece? No sabía muy bien que comprar...

Jimin besó el vientre de Jungkook y sacó su lengua, trazando un camino hasta las braguitas de tela negra semitransparente, cubiertas primero por unas medias de redecilla negras tambien.

Un escalofrío recorrió la columna del menor al notar aquel húmedo recorrido.

—Estás perfecto, Kook.

Jimin acarició las piernas de su novio lentamente pero con cierta fuerza. Aparte de las medias, llevaba tambien unos calcetines con lazitos hasta las rodillas.

Jimin comenzó a bajarlos hasta deshacerse de ellos.

—Creo que quiero comerte, conejito. -susurró contra su oído mientras acariciaba su pecho.

Jungkook mordió su labio y acarició el pantalón aún llevaba Jimin.

—Y yo estoy deseando que me comas. Quítate el pantalón.

Jimin mordió en un impulso de deseo los labios de Jungkook, quien dejó escapar un quejido placentero.

Jimin se deshizo de sus molestos pantalones  y también de sus boxers, pues al fin y al cabo, acabarían en el suelo igualmente.

Jungkook observó el erecto miembro del mayor y sonrió.

—Realmente tienes hambre, ¿eh? -dijo con un tono travieso.

Jimin, como toda respuesta, volvió a tumbarse sobre la cama, llevando a Jungkook consigo, indicándole con sus manos que quería que se volviese a sentar sobre él.

Jungkook obedeció y volvió a hacer que sus erecciones se frotasen, pero ahora la sensación era mucho mejor, pues ya no llevaban el molesto vaquero y calzoncillos.

Aún así, era una sensación un tanto extraña para Jimin notar su miembro siendo frotado con aquellas medias de red, que parecían hacerle cosquillas a su pene desnudo, torturándole más aún.

—Necesito que te quites esas bragas ya.

Jungkook pegó su boca al oído contrario y susurró.

—Quítamelas.

Jimin tomó su respuesta como una invitación a hacer con el lo que quisiese en esos momentos.
Cambiaron sus posturas y fue ahora Jimin quien se tumbó sobre Jungkook.

Comenzó a dejar besos húmedos por todo su torso, y al llegar abajo...

Jimin rompió las medias por el centro. Quería follárselo con ellas puestas pero sin que le estorbasen.

Acarició el palpitante miembro contrario a través de la fina seda negra que formaba la braguita femenina, que se ataba con dos lazos a ambos lados de la cintura, y que Jimin deshizo con facilidad para luego sacar la braga por el agujero creado en las medias y dejar por fin libre su pene.

—¿Crees que podrás aguantar sin preparación? No aguanto más, bebé, lo siento.

Jungkook acercó su trasero al pene de Jimin, casi pegándolos.

—Es tu maldito cumpleaños, jódeme del modo que quieras, Jimin. -dijo jadeante.

Aquella frase terminó de encender al mayor, que sintiéndose inevitablemente algo culpable, enterró sin más su pene en el apretado ano de su novio, quien soltó un alarido de dolor y placer.

—Lo siento, lo siento, lo siento. -dijo susurrando contra sus labios.

Jungkook mordió la línea de su mandíbula.

—Déjate de disculpas y empieza a moverte.

Jimin volvió a besar aquellos adictivos labios antes de comenzar a moverse en el interior del menor, a un ritmo cada vez mayor.

Ambos gemían sin control.

Jungkook arañaba y mordía el cuerpo de Jimin -quien lo tenía apresado bajo él- para descargar el dolor que sentía. Jamás lo habían hecho de un modo tan salvaje hasta aquel entonces, y para que mentir...le estaba gustando bastante a pesar del enorme dolor mezclado con dulces dosis de placer.

Jungkook comenzó a arquear su espalda repetidas veces, estaba a punto de llegar al orgasmo.

—Ji...min...

—Un poco más conejito, aguanta un poco más, quiero que lleguemos juntos.

Jungkook cerró sus ojos y clavó sus dedos en la espalda del mayor.

Jimin aumentó el ritmo de sus embestidas, llegando a su propio límite de velocidad.
Clavó la última estocada hasta el fondo del interior del menor, dando por completo en su próstata.

Ambos jóvenes gritaron y se corrieron a la vez.

El semen de Jungkook alcanzó su propio rostro, y Jimin se dejó caer agotado sobre él.

Levantó su rostro para besar a Jungkook, saboreando su esencia junto a su saliva.

—Feliz cumpleaños, Jimin. -dijo casi inaudible el menor.

Jimin cerró los ojos, aún no había salido del interior del contrario, pues seguía teniendo espasmos y notaba como los últimos chorros de semen seguían saliendo de su pene.

—Ha sido el mejor de mi vida.

Jungkook sonrió.

—¿El mejor qué? ¿Cumpleaños o polvo?

Jimin apoyó su rostro en el pecho de su novio.

—Ambos.

Los dos jóvenes se quedaron dormidos el uno sobre el otro, pero horas después, al despertar, el menor de los dos sintió la necesidad de apuntar algo en su diario, antes incluso que la obvia necesidad de ducharse. Cogió un boligrafó y escribió en letras grandes.

"Amo a Park Jimin."