Love Between Worlds
Os dedicado a PobbRogers
De parte de Stony Canon Multiworl, Como ganadora Honorífica.
Creditos por tan bellísima portada a Rust00
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Love Between Worlds
Desde hace casi cien años, el mundo cambió drásticamente, debido a guerras, contaminación ambiental y diversos problemas que mezclaron experimentos y genética, la raza humana como era conocida entonces, se modificó hasta casi su extinción.
Se dice que aún existen aldeas ocultas, en las cuales quedan algunos humanos, pero nadie las ha visto, nadie sabe realmente si existen o sólo son cuentos de esos que la gente antigua se inventa.
Ya no existía el ser humano, ahora quien dominaba los residuos del planeta, eran la Raza Abo
Llamada así de acuerdo a su clasificación triple, pues ellos se dividían en tres categorías:
Los alfas dueños de todo, herederos de la fuerza y el poder, del dominio sobre sus semejantes, bendecidos con inteligencia, sentidos sobre desarrollado y habilidades únicas.
Los betas, que eran los más similares a los antiguos humanos, están en la escala media del poder y la sociedad.
Y los omegas, las criaturas más hermosas y frágiles del planeta, pero con el gran don de la fertilidad, sin importar si eran hombres o mujeres, los omegas tenían el poder de calmar o alterar a los alfas, por medio de la liberación de sus feromonas. Los omegas siempre estaban al extremo de acuerdo a las culturas, mientras unos los veían como bendiciones y criaturas, que debían amarse y protegerse y les eran asignados guardianes, otros eran visto como lo más bajo de la sociedad, sin derecho alguno y vistos como simples incubadoras o juguetes de placer.
Las culturas se contradecían y un omega podía ser o muy afortunado o muy desgraciado, de acuerdo al hemisferio, en el que naciera.
La raza Abo, se dio por humanos mutados genéticamente, en mezcolanzas con adn animal, se originaron primariamente híbridos, se decía que estos habían escapado de un laboratorio masacrando a los creadores, científicos que jugaban a ser Dios.
Para luego perdidos allí entre las regiones ocultas, comenzaron a reproducirse y crear a los primeros abos, los cuales poco a poco fueron destruyendo a los humanos y adueñándose del planeta.
Ahora ellos habían reconstruido el mundo a su manera, crearon sociedades y sus propias leyes de acuerdo a estas.
Esta es la historia de un alfa y un omega, de distintos lados del hemisferio, cuyas razas, culturas, creencias y leyes, eran totalmente opuestas.
Por un lado tenemos al Omega del norte, un pequeño Lobesno de la familia Stark.
Y por el otro tenemos a un alfa tigre, de las tierras del sur, un huérfano de apellido, Rogers.
Su encuentro fue inesperado, pero sin duda un choque entre ambas personalidades y corazones, pero pronto se dieron cuenta de que se complementaban y formaron el lazo, aun contraviniendo todas las leyes, que impedían la mezcolanza de razas.
Pues un fuerte tabú, era la creación de híbridos.
Los Abo temían a los híbridos, porque sabían que híbridos genéticamente manipulados, fueron sus ancestros y la perdición de los humanos, así que nuevos híbridos, podían ser su propio Ragnarock.
Howard Stark, era un alfa respetado y admirado por su gran inteligencia, genialidad y filantropía. Era pues un millonario que controlaba gran parte de la ciudad.
Él tenía únicamente un hijo, un omega que era la criatura más hermosa del mundo a sus ojos, un chiquillo deseado y codiciado por muchos, debido a su gran inteligencia, similar a la de su padre, su belleza y obviamente la gran herencia monetaria con la que venía.
Howard, no había escatimado en gastos para la protección de su hijo, el cual sabía sería el blanco de numerosos secuestradores y caza fortunas, así como de alfas inescrupulosos. Había conseguido desarrollar para su hijo, los supresores de la mejor calidad y lo tenía bajo la vigilancia de diversos guardaespaldas, de gran fuerza y que tenían su plena confianza.
Howard, adoraba a su hijo, aunque pasara muy poco tiempo con él, debido a su adicción al trabajo, a la invención de nuevos prototipos de armas tecnológicas y otras cosas por el estilo.
Anthony Edward Stark, era el nombre de ese preciado omega, el cual era un chico amable y rebelde a la par. Solía sacar de sus casillas a su padre con sus travesuras, pero por otra parte él estaba orgulloso de la inteligencia de su pequeño.
Soñaba con que en un futuro él encontrase un buen alfa que lo amara, cuidara y respetara, un alfa que le diera niños hermosos y listos. Pero eso sí, él examinaría con ojo crítico a cada pretendiente, para asegurarse de que era el alfa ideal para su chico.
Por su parte Tony, no tenía ningún interés en los alfas, ni en la posibilidad de tener hijos, era un omega demasiado independiente para eso. Y terco, muy terco, él no quería un alfa que le diese órdenes de ninguna manera.
Agradecía eso si, a su estrella, por haber nacido en el norte. Estaba al tanto de las condiciones de vida de los omegas del sur y eran en verdad horribles, no entendía como podían tratarlos como cosas. Al menos él era tratado como un niño amado y mimado. Siempre cuidado y tenía todo cuanto quería cómo y dónde lo quería.
Adoraba a su padre, a Jarvis el mayordomo, a James Rhodes, su guardaespaldas, y a Peter Quill su mejor amigo, así como a Peper Pots, su niñera y Bruce Banner, su médico y maestro de ciencias. Ellos eran todo lo que ese pequeño amaba.
Su mundo era perfecto.
Y fue perfecto en su niñez y adolescencia.
Pero la felicidad, siempre es efímera y cuando más segura se tiene es cuando se pierde.
Aunque muchas veces, sí somos afortunados tenemos la suerte de recuperarla.
Steve Rogers, era un Alfa de la raza de los tigres, de las tierras del sur. Él era huérfano y había sido acogido a los 15 años por un militar de nombre Nick Fury, el cual cuando el chico cumplió la mayoría de edad lo enlisto en sus filas de guerreros.
Si bien Steve, era el recogido de Fury, no era su favorito, este papel era de Natasha Romanova, una alfa pelirroja, hermosa y letal a la que Fury. tenía en gran estima, en segundo lugar, estaba Clint Barton y en tercer puesto Rogers.
Ambos formaban un comando de fuerzas especiales llamado Shields y cuyas misiones militares abarcaban varios proyectos desde misiones, en campos de guerra hasta misiones de infiltrados y espías.
−Rogers, te tengo una misión.
Hablo el hombre con voz dominante, el joven alfa de inmediato se puso bajo sus órdenes como siempre.
−Dígame coronel.
−Viaja a las tierras del norte, Tu misión es rescatar a un omega, que ha sido secuestrado.
A Steve le sorprendió demasiado escuchar aquello, nadie se preocupaba por los omegas, ¿Por qué armarían un rescate para uno? Recordó que, en el norte, los omegas eran vistos de forma distinta que en el sur y se alegraba por eso, él siempre había odiado la forma en la cuales estos eran tratados, con inferioridad y como tenían que sufrir siempre vejaciones, sin que nadie les defendiera.
− ¿Señor por qué no ha sido rescatado por alguien del norte?
−Muchos operativos se han llevado a cabo y fracasado, el chico a quien debes buscar, se llama Antony Stark, tiene 17 años y es hijo del millonario y genio Howard Stark, a quien le compramos armas, es por eso que él nos ha solicitado a nosotros el rescate. Este chico es todo para el científico, su único hijo. Si logramos devolverlo con su padre, él nos entregara un arma de gran importancia militar, con un poder avasallador que llevamos mucho tratando de adquirir y que nos ha negado siempre. Debes salvar a este chico y devolverlo con su padre.
Steve estaba al tanto de los tratos de Shields, con industrias Stark, y del armamento bélico de gran calidad que solía llegarles, y era solía, porque seis meses atrás Howard, había rescindido el contrato diciendo que ya no se dedicaba a la fabricación de armas, puesto que no quería seguir acarreando el título de mercader de la muerte y mucho menos que su hijo, cargase con semejante título como herencia, había cambiado el rubro de sus investigaciones tecnológicas por completo.
Fury siguió dándole instrucciones.
−Te presentaras en la torre Stark, para hablar directamente con Howard, y que él te dé todos los datos y la tecnología que llevaras a la misión. Te he asignado este trabajo a ti y no a Natasha o a Clint, porque me temo que ellos como alfas reaccionen al omega y la caguen, tú eres más honorable. Aún no sabemos si el chico esta con vida o si no ha sido violado, pero no sabemos en qué condiciones lo encuentres, si le han obligado a entrar en celo, será difícil para un alfa rescatarlo sin violarle también.
−Fury, yo no soy inmune a las feromonas de los omegas, igual podría hacer una estupidez.
−Nadie es inmune Rogers, ningún alfa, a menos que estén enlazados, pero al menos, tú tienes honor. Rescata al lobezno y consíguenos el treseracto.
−Lo intentaré.
Esa misma noche Steve, había viajado al norte para verse con el millonario y hablar sobre su hijo. Howard, lo recibió amablemente. Era un hombre mayor, cuyo rostro se notaba totalmente abatido, tenía unas ojeras pronunciadas y una mirada de absoluta tristeza.
Sintió empatía por el hombre, quien preocupado le hablo de su hijo, el cual había desparecido unas semanas atrás, Howard, temía por la vida del chico y por los horrores, que le habrían hecho pasar a su pequeño. Enseño una foto del joven al rubio. El cual se quedó impactado ante tanta belleza. Los omegas solían ser hermosos, pero este era excepcional, esos ojos eran sin duda los más bellos que hubiese visto, su forma, su tamaño, su color, eran preciosos.
−Es muy bonito ¿verdad? –Dijo Howard, con ternura, y luego se lamentó.−Ay capitán Rogers, temo que me lo hayan matado o que lo estén usando de forma sexual, que me lo hayan torturado, Tony es terco y rebelde, Tony nunca será sumiso u obediente, él retara a sus captores hasta la muerte.
Una lágrima salió de las pupilas del hombre y Steve, le devolvió la foto.
−Voy a devolvérselo, se lo prometo.
El hombre asintió y le dio al soldado rubio todo el armamento que tenía a su disposición, le dijo que hablase con los guardaespaldas de Tony, los cuales Steve, consideraba inútiles por haber permitido que su protegido fuese secuestrado y por haber fallado sus operativos para el rescate. Pero obediente se dirigió a dialogar con ellos.
Cuando conoció al Teniente Coronel James Rhodes, de la milicia del norte, cambio de parecer, el hombre era fuerte, inteligente y eficiente, pero él mismo se culpaba porque su misión de rescate había fracasado y por no haber estado cuando secuestraron al adolescente, a quien tanto quería. Pero Steve, supo que no era su culpa, aquellos secuestradores atacaron estando el teniente de vacaciones. Habían estudiado bien la seguridad del chico y su itinerario, por lo que supieron cuándo y dónde atacar. James, le comento a Steve, que los rescates habían fallado pues al llegar a la zona que creían era la guarida de los villanos, esta estaba desierta, o en cambio encontraban a algún otro omega allí abandonado, a veces solo el cadáver de alguno y otras veces todavía con vida, pero en precarias condiciones, torturados y ultrajados. Creían que la banda provenía del sur, porque nadie, en el norte trataría así a un omega, siendo que, para ellos, eran lo más preciado.
Los sureños eran unos hijos de la tostada, que atacaban a lo más hermoso y beneficioso de la raza Abo, a aquellos capaces de dar vida y de calmar las guerras, a esos que traían, amor paz y relajación, eran unos malditos ingratos. Dijo Rhodes, sin ofender, había dicho lueg,o recordando que Steve, era un sureño.
El rubio no se ofendió, dolía, pero era cierto, él estaba en contra de esos métodos, los norteños cuidaban y adoraban a los omegas, como si fueran una especie suprema, o criaturas en peligro de extinción, seguro la pasaban mal al ver a tantos de sus protegidos, estar sufriendo de esa forma.
−Muy bien, desarrollemos el plan de ataque entonces.
Estaban en pleno dialogo cuando irrumpió en la sala un atractivo alfa y miro con desesperación al hombre de color.
−Estoy volviendo de mi viaje, me acabo de enterar, ¿Cómo que Tony esta desparecido?
Steve, pudo notar la preocupación en aquel hombre y pensó que quizá fuese el alfa de aquel bello chico, sintió una punzada de celos al pensar eso.
−Unos jodidos sureños lo secuestraron.
Dijo Rhodes enfadado.
−Pero lo rescataremos.
Afirmo Rogers, entonces el aludido le miro con odio.
−También eres un sureño.
−Lo soy, pero pertenezco a Shields, fui asignado a esta misión, tu omega estará a salvo.
Peter soltó una sonora carcajada al oírle decir eso.
−No es mi omega, es mi mejor amigo, como un hermanito menor, yo tengo pareja. En fin Rhodes yo me uno, tenemos que salvar a mi pequeño.
−Tones volverá con nosotros, eres bienvenido Peter.
−Gamora y mi equipo se unirán, podemos serles de ayuda.
−No, a menos que tengan entrenamiento Militar.
Acoto Steve, quien no pensaba dejar que unos aficionados arruinaran sus planes, él se tomaba muy seriamente sus misiones y está en especial, no por la jugosa recompensa, si no porque no podía dejar de pensar en el omega de ojos de cervatillo.
−Somos Cazadores de tesoros, de fortunas, mercenarios, guardaespaldas y más, estamos entrenados perfectamente, sabemos trabajar en equipo y bajo presión.
A regañadientes, el rubio los acepto en el equipo.
Por horas el tal Rocket, junto al Doctor Banner, estuvieron hackeando redes, escaneando sistemas, cotejando las listas de criminales de la policía y usando programas de reconocimiento facial, al tiempo que rastreaban celulares, computadoras y gps, hasta dar con la guarida de aquellos secuestradores, era horas de ir por el pequeño Stark.
Tony se encontraba desesperado, tenía ya una semana entera siendo cautivo de aquellos imbéciles que se hacían llamar Hydra, era una banda criminal de sureños, aunque entre ellos se encontraba un traidor norteño. No entendía como ese había podido dar la espalda a su educación y cultura y ponerse contra los omegas.
Durante esos días, el moreno había visto como habían torturado y violado a diversos omegas ante su mirada, pues era obligado a ver como lo hacían.
El jefe, un tipo cuyo nombre desconocía, pero a quien llamaban por su alias "Skull" le había dicho que él sería el último en pasar por el juego. Quería que viera todo lo que se le hacía a los otros, sólo para que se sintiera más triste y asustado, pues en su sádico juego variaba los castigos y aberraciones cometidas, incrementándolas cada vez más, el primer omega solo había sido azotado y violado por él, el segundo había recibido una paliza aún peor y había sido usado por dos alfas a la vez, y el tercero sufrió más, el cuarto, mejor ni decir, el quinto había muerto, el sexto también. El séptimo seria abusado esa noche y él era el octavo, temía lo que sucediera con él cuando le llegase el turno.
Pero le preocupaba en ese momento el séptimo omega que sería dañado esa noche. El chico que compartía celda con él, quien se mantenía callado esperando su destino sin quejarse.
Cuando Tony le pregunto por qué no hacía algo, ya que nunca se quejaba o defendía él se encogió de hombros y respondió que era sureño.
Tony entendía eso, él y las otras víctimas habían sido del norte, salvo este chico y uno de los que ya habían muerto. Ellos estaban acostumbrados a esa clase de trato.
Aunque ellos dos aún no habían sido abusados en sí, el maltrato ya se mostraba, estaban en una celda apestosa y húmeda, no se habían cambiado la ropa con la cual los llevaron, estaban sucios y cansados. No les habían dado más que una botella de agua por día y un pedazo de pan duro o mohoso. Los mantenían débiles y les golpeaban cada que entraban a por uno de ellos para iniciar el juego.
Tony, sin embargo, era terco, el más rebelde de todos, el más indomable y fue por eso que skull decidió dejarlo de ultimo esperando que su energía y rebeldía se fueran apagando día con día tras el encierro el hambre y el dolor de ver lo que sucedía a los demás, anticipando su propio tormento que se le había prometido sería peor.
−Bucky, sólo quedamos nosotros, debemos escapar. Tengo un plan.
El omega castaño le miro y negó con la cabeza.
−Te ira peor si intentas huir.
−Vamos sureño cobarde, si vamos a morir mejor haciéndolo en plena batalla que como muñecos rotos en sus manos. No dejare que me toque prefiero que me mate de un tiro a morir por sus fetiches. Además, aún tengo la esperanza de que Rhody me encuentre, o que acepte el dinero de papa.
−Puede ser que la libres, pero nadie viene por mí, soy sureño y huérfano también. −El chico agacho la cabeza y suspiro.−Bueno a intentarlo, igual prefiero morir de una bala que siendo follado por alguien como él y sus secuaces.
−Bien, entonces sígueme la corriente.
El castaño asintió y escucho el plan del moreno. Era ganar o morir en el intento.
Cuando fueron a llevarles su comida, si se le podía llamar así a su botella de agua y las migas que les daban, ambos decidieron que era hora de ejecutar su plan. El pequeño experto en actuación se acercó al guardia y le miro parpadeando con los ojos húmedos.
−Por a favor ayúdame...
Susurro con una voz ronca y sensual.
−Ni creas que voy a soltarte.
−Oh no, no, yo quiero que me ayudes a sentirme me...Mejor ahhh
Tony fingió un gemido y el guardia observo su rostro con las mejillas sonrojadas (Producto de un apretón fuerte en ambas por parte de Bucky y los ojos lagrimeando, usando su mejor actuación y recordando para eso el final triste de una historia que había leído (Oh, Cat, porque no pudiste ser feliz merecías tu amor y él que te amaba, se quedó sólo, oh, Cat)
El guardia creyendo que el omega estaba en celo, pensó que podría aprovechar y jugar un poco, se acercó con intenciones de besar al chico, tan absorto en la belleza que no noto al otro omega golpearlo en la cabeza con el orinal de la celda, el guardia cayo inconsciente y Tony, le quito las llaves, ambos salieron de la celda a gran velocidad, no sin antes quitarle el arma al guardia para tener en caso de necesidad. Tony sabia usarla, pues Howard, le había enseñado a disparar también sabia un poco de defensa personal, pero no fue suficiente y ¿cómo podía serlo cuando te veías acorralado por varios hombres apuntándote con diversas armas?
Tanto Tony como Bucky temblaron al momento, hasta allí había llegado su intento de escape. Debían rendirse, después de todo, ambos podían oler su muerte cerca. Un hombre con una máscara roja camino hacia ellos, soltó una carcajada al ver a ambos chicos ya sometidos.
─Tienen más agallas de lo que pensé chicos, pero bueno que me han hecho divertida la tarde. Ah, pequeño Stark, no pudiste esperar un poco a morir, te tocaba mañana, aunque estábamos viendo unas negociaciones, nos recién enteramos de que tu padre pidió asistencia de Shields, para tu rescate, eso no es importante, lo que, si lo es, es el pago que ofrece. De saber habríamos pedido rescate, quizá lo hagamos.
Tony tembló ante eso, él tenía una idea de que sería el intercambio, pero no, por mucho que deseara que hicieran el trueque y lo salvaran no confiaba en que Skull, respetaría su parte del trato, además estaba en riesgo toda la población norteña. Ese asesino usaría el teseracto, para fines de dominación mundial o peor, al menos Shields, lo usaría para armamento de guerra en caso de invasiones, no es que le agradaran, ellos también eran una institución militar con mucha cola que les pisaran, o eran alas para jalar, como sea, Hydra era mil veces peor.
─Mi padre no cederá, y menos si me piensas entregar golpeado o mancillado, un omega así no valdrá tal precio.
─Ni por que seas su hijo.
─Precisamente porque lo soy, conozco sus estándares de calidad. No tomara mercancía dañada, por muy su favorita, que hubiera sido antes.
Tony mentía en parte, sí, su padre era un obseso de la calidad, pero en cuestión de él, lo rescataría sin importar que tan dañado lo entregaran porque lo amaba, era frio y distante sí, pero Tony, nunca dudo de que su padre lo amaba.
─Bueno ya veremos, de igual forma adelantare jugar con tu amiguito y tú lo veras todo, luego te tocara tu turno, no desesperes, es más te calentara ver como se lo hacemos. Modok, trae ya mismo los tubos con la droga, es hora de inducir al celo a este par de omegas.
Si bien Tony, vocifero insulto y siguió tratando de defenderse, el otro joven se quedó quieto ya rendido a su suerte, y Tony casi lo odio por eso, pero entendía su miedo y su educación, como omega sureño, era normal para ellos ser sobajados de esa forma y respondían demasiado a la voz del alfa, en cambio él, por favor, el ignoraba con todo lujo, la voz de su padre y guardaespaldas, Howard solía decir que sabría del alfa indicado para él, cuando hubiera uno cuya voz tuviese que obedecer, pero que al mismo tiempo, no la usara contra él, a no ser para protegerlo de sí mismo.
Los agentes de Hydra, inyectaron a ambos omegas y pasados unos minutos ambos comenzaron a experimentar sus calores y a emitir fuertes feromonas que incitaban a los alfas que los tenían cautivos. Era el fin, serian ultrajados y asesinados. Tony no podía acepar eso, cuando uno de los hombres se lanzó por él tratando de tocarlo, él le aparto con una fuerte patada.
Skull rio al ver la resistencia del chico que golpeo, araño y mordió tanto como pudo, a pesar de estar casi hirviendo y necesitado, no se dejaba tocar por nadie, recibió golpes, claro que sí, muchos de ellos, pero en ningún momento dejo de pelear, incluso logro sacarle los ojos a un sujeto y a Skull eso le pareció increíblemente erótico, tanto que aparto a los otros y dijo que él sería el primero en domar a la fierecilla. Hizo que lo enjaularan de nuevo para que sufriera el calor y la agonía de ver al otro omega sumiso, siendo abusado.
El chico de cabello largo se encontraba ya débil y herido por causa de los atacantes que le habían desnudado y toqueteaban sin consideración alguna, en un intento por defenderse como hiciera el moreno terminaron rompiéndole el brazo.
El equipo de Steve se había logrado infiltrar a la nueva base que los informes decían servía para retener a los omegas. Un fuerte aroma a feromonas inundo sus fosas nasales. La mayoría de los hombres sintió sus instintos despertar. Steve, les miro asombrado, de esa forma no podrían seguir la misión, ellos serían un riesgo para los omegas que rescatarían. Eran dos, podía sentir claramente dos esencias distintas, una se le hacía conocida y la otra, ¡oh por Marvel! la otra era demasiado exquisita, tan seductora, tan...Sintió el descontrol en su cuerpo, él mismo sentía enormes deseos de correr hasta la fuente de ese aroma y reclamarlo suyo.
No tardó mucho en calmar un poco sus hormonas y dar las órdenes a su equipo, el cual aún estaba alterado. Los necesitaba a todos, pero no sabía, si luego estos podrían calmar sus ansias. Así que era mejor escoger a los que se veían más aptos para seguirle en el rescate.
─Gamora, Peter, Rhodes, Rocket, Sam, vienen conmigo, los demás se quedan. Drax, Groot vigilen que no se les escapen en ese estado, pueden ser peligrosos.
Los guardias sintieron y se quedaron en el sitio. Algunos de los alfas gruñeron e intentaron seguirles, pero Drax y Groot, hicieron un buen trabajo reteniéndoles. Los nombrados por Steve eran betas, salvo Rhodes y Peter, pero ellos habían vivido siempre con el omega a rescatar y confiaba en que podrían controlarse, para no dañarlo. Además, ambos le dijeron que estaban ya enlazados, por lo que las feromonas de los omegas, no les causaban estragos. Con Sam la cosa era distinta, noto que el soldado la estaba llevando difícil, era centrado y comprometido con la misión, pero noto que al igual que a él, uno de los aromas le enloqueció, pero no podía darse el lujo de tener más soldados retenidos o no podrían contra los enemigos. Siguiendo el olor y el sonido de los sollozos y burlas llegaron al cuarto, en el cual estaban una buena cantidad de hombres, disfrutando un sórdido espectáculo. Un omega estaba siendo sometido por tres de ellos, mientras dos le obligaban a separar las piernas, un tercero comenzaba a estimular su entrada y el chico lloraba a mares.
Tanto Steve, como Sam reaccionaron furiosos ante esto aunque por distintas razones.
─ ¡Bucky!
Grito él rubio reconociéndole al acto y corriendo hacía él, mientras los otros oficiales pelaban contra los agentes de Hydra, Peter, pensó que la prioridad o su motivo de ataque era salvar a Tony, pero al ver la situación en la que estaba el chico de cabello largo, decidió que, en efecto, él debía ser asistido primero. Rhodes, de igual forma estuvo de acuerdo y más cuando diviso a Tony dentro de una celda, suspiro de alivio, si bien el chico estaba golpeado y obviamente en celo, se notaba a que aún no había sido ultrajado, por lo visto comenzaron con el sureño, quizá por lo dócil que era, comparado con Tony.
Sam quito a golpes a los tipos que sostenían al omega, había escuchado que el rubio sureño le llamo y un amago de celos, apareció en su pecho. Él quería a ese chico para él, quería gritar que era suyo, pero se contuvo, dadas las circunstancias, eso sólo alteraría al menor a quien ahora tenía en su brazos, en cambio le susurro palabras de aliento, diciéndole que todo estaría bien. Steve, se acercó a ellos una vez hubo neutralizado a los enemigos cercanos.
─Bucky...
─ ¿Lo conoces?
Pregunto Sam, el muchacho no había dirigido la mirada al rubio, parecía estar en shock, aunque los temblores de su cuerpo se habían calmado un poco.
─Sí, es un amigo, crecimos juntos, en el mismo orfanato.
─Ya, entonces no es tuyo.
─No, hace años que no lo veo, no desde que Fury me llevo a Shields.
─Rescata al niño rico, yo me quedo con él. Estará bien conmigo.
Steve, dudo un poco, Sam era un alfa y Bucky estaba en celo, además de herido y traumatizado, no estaba seguro de si aquellos hombres llegaron a violarlo o si habían llegado a tiempo, pero asintió al notar la forma cálida en que el hombre sostenía al chico, susurrándole palabras de consuelo.
Además, su alfa le instaba a ir a dónde sus hormonas le pedían, a dónde el aroma a café y donas glaseadas, él quería ese aroma, quería ese omega.
Se dio la vuelta rumbo a las jaula. Los demás del equipo seguían en combate con los agentes restantes y el líder había huido, o al menos eso pensaba cuando se topó justo con él a la entrada de la celda.
─Bienvenido Capitán Rogers, ¿No es hermoso este omega?
Dijo apuntando al moreno.
─Y está bien caliente ahora, ha resistido mucho, valiente y aguerrido el chico, admirable debo admitir, una delicia sin duda que gozare mucho, después de someterte. No te matare, no temas, sólo quiero que veas como me cojo al chico que viniste a rescatar, al chico que se nota que también deseas.
Dijo el hombre disfrutando de ver el gesto de enfado en el rubio y ese temperamental aspecto de alfa sobreprotector que solo piensa en defender y tomar lo suyo.
─Huele rico ¿cierto? Sus feromonas son demasiado atrayentes y...
No siguió hablando, pues un fuerte puñetazo impacto en su boca, Steve estaba decidido a vencerlo y reclamar lo suyo. Ese omega. En su mente sólo estaba una palabra, mío, mío, mío, mío.
Una batalla campal se dio entre ambos alfas, golpes a diestra y siniestra eran repartidos del uno al otro, Skull sólo se reía divertido de ver la furia y desesperación del capitán. Él deseaba al moreno claro que sí, pero lo deseaba tanto como desearía a cualquier otro omega hermoso en celo, pero no Steve, él lo deseaba de una forma distinta, como se desea el agua cuando se está sediento, como se desea el aire fresco, después de respirar la polución, como se desea ver la luz después de estar en la oscuridad, como se desea que un sueño se haga realidad.
Y peleaba por él, por su omega, suyo muy suyo, poco le importaba Shields, la misión o el puto traseracto, sólo quería tener a ese castaño de ojos hermosos en sus brazos y protegerlo de cualquiera que intentase dañarlo. La emoción tan fuerte que le embargaba, le daba más fuerza y resistencia de la que jamás creyó tener, no le importaba haber recibido cientos de golpes de aquel alfa sumamente fuerte, ni lo cansado que estaban, todo valía por llegar a su pequeño y tomarlo en brazos.
Skull era un alfa fuerte, con genes mutados para hacerlo más poderoso, siempre se burló de todos sus oponentes y su debilidad, pero ahora se sorprendía de la fuerza de aquel joven, que no paraba de asestarle golpes certeros, un poderoso puñetazo al pómulo derecho, una patada al esternón, un rodillazo al plexo solar, un rasguño a la cara, dos tres, cuatro rasguños más, noto que el chico había tomado su forma hibrida, se podían notar sus colmillos, garras, cola y orejas que lo marcaban como un tigre, un tigre tras su presa y por primera vez sintió miedo.
Steve, salto con habilidad felina sobre él y le clavo las garras a la altura del cuello, haciendo un corte profundo, pero no lo suficiente para matarlo y el hombre rojo, le atrapo con fuerza el brazo haciendo crujir este al fracturárselo, pero usando sus piernas, dio una feroz patada al hombre liberándose, de un rápido movimiento se deshizo de las botas para seguir peleando, esta vez haciendo que sus garras de los pies, cortaran tanto como las de sus manos.
Skull también muto a su forma hibrida, la de un gigantesco pulpo, que estrujo entre sus tentáculos el cuerpo del alfa rubio, haciéndole gemir de dolor.
─Es así, con esta forma con la que uso a los omegas, no sabes lo satisfechos que los dejo, este castaño pronto lo probara. Murmuro con malicia a la oreja de Steve, haciendo que este le mirase asqueado y que una nueva energía comenzara a formarse en su pecho, misma que exploto en él, cuando escucho al castaño gritar.
─Por favor, suéltalo no le hagas daño, déjalo ir...
El chico se preocupaba por él, en vez de por sí mismo, estaba pensando en él, seguramente su Tony, también sentía esa conexión, era su deber como alfa protegerlo, sólo él podría tocarlo, nadie más, nadie más. Al menos no por la fuerza, entendería, si Tony prefería otro alfa, pero...
─Paciencia bonito, pronto jugare contigo o... ¿qué estarías dispuesto a darme para que suelte a este rubio a quien conoces y quieres proteger?
─Sí lo conozco y no te daré nada, nada, entra a la celda, yo mismo te matare, ya verás.
Gruño tomando su forma de lobezno, mirándole retador y Steve, no pudo más que enamorarse de esa fiera mirada y esa energía que recorría en él, le dio el poder necesario, sus brazos se tensaron haciendo ver sus músculos más fuertes y firmes, de un poderoso agarre, arranco los tentáculos que le sostenían de la cintura, haciéndolos caer al suelo.
Skull dio un alarido de dolor, al ver sus extremidades destrozadas, el capitán se movió a una gran velocidad, mientras el otro intentaba seguirle para atraparle de nuevo, pero después de varios intentos el hombre rojo sólo consiguió amararse a sí mismo con sus tentáculos y el rubio aplicando su fuerza y velocidad, fue cortándolos uno por uno con sus poderosas garras hasta hacerlo caer desangrándose al piso, finalmente le pateo hasta el otro extremo y corto los barrotes de la celda del omega para entrar. Tony miro impresionado aquello, y se lanzó a sus brazos.
─Gracias
Dijo el chico acomodando la cabeza en su pecho. Steve, aspiro su aroma con deleite.
─ ¿Mío?
Pregunto y Tony sonrió.
─Tuyo.
Respondió.
─Dijiste que me conocías.
─Capitán Steve Rogers de Shields, mi papá tenía tu ficha, así como la de otros agentes de Shields, yo solía contemplar tu foto, me gustabas. Aunque temía que fueses un sueño malvado como los demás, algo me decía que eras diferente.
Dijo sonrojado el menor y Steve, beso su frente.
─Voy a llevarte a casa Tony, y le pediré permiso a tu padre para cortejarte.
─No te va dejar, eres sureño y además eres un tigre. Sólo vamos a fugarnos, dile que estoy bien y regrésame a casa, cuando ya estemos esperando un cachorro.
Steve, le miro sonriente y algo sonrojado también, probó los labios del omega y disfruto el sabor.
─Así como estas en celo, será rápido hacer un bebé, pero no es honorable, yo te quiero bien y tu papá está preocupado, vamos a tu casa. Todo el equipo debe estar preocupado.
Le tomo en brazos cargándolo y encaminándose a la salida. Tony no protesto, se acomodó en ese pecho y se relajó tanto que se quedó dormido en sus brazos.
Cuando el resto del equipo le vio salir con el chico en brazos, sonrieron alegres. La misión había sido un éxito.
Seis meses después Steve y Tony se encontraban solos en la casa de Malibu que tenía el menor. Steve, como buen alfa honorable, había devuelto a su hijo a Howard, el cual sin dudarlo le entrego el treseracto, pero el rubio se lo devolvió.
─No, sé que Fury, va a matarme, me llamará traidor y todo, pero no puedo hacerlo, esta cosa será usada como arma y gente inocente morirá, aunque sea como daños colaterales, además yo...En verdad no puedo cobrar por rescatar a mi omega soñado, a mi destinado, no...A mi elegido. Señor Stark, por favor, déjeme cortejar a su hijo.
Howard, había gruñido, gritado y negado al principio. Pero ya calmada la cosa, entendió que Steve, a pesar de ser un sureño, era un alfa de honor, había llevado a su hijo con él, intacto, ni por que el chico estaba en celo y lo deseaba, lo tomo. Y además Tony, le pidió que le dejara que fuese su alfa, que él le había rescatado de un destino peor que la muerte y que le gustaba mucho su olor, y su tacto. Le pidió a Howard, que le diera una oportunidad y lo probara.
Así que a regañadientes, el hombre lo había hecho y Steve, había pasado cada prueba con honores.
Fury no estaba nada feliz con la situación, llamo a Steve, traidor y mal hijo, aunque en parte entendía, Rogers, nunca fue como los demás sureños, era demasiado bueno, muy dulce, gentil y siempre soñador.
Aunque estaba molesto con él, sólo dijo que la misión había sido fallida y nada más. Hizo desaparecer todos los archivos sobre la misión y sobre Steve, sabía que si por allí se enteraban de la relación de su ex agente, con un omega norteño y lobo, podrían tener problemas por lo de la hibridación, pero por su parte, dejaría que la naturaleza decidiera si ellos podrían o no tener descendencia.
Y así es como ahora ambos se encontraban compartiendo su vida en la mansión de Malibu, ocultos de ojos ajenos, claro que había quienes sabían de su lazo, Howard, Rhodes, Peter Quill y sus parejas, así como también Sam y Bucky. El amigo omega, sureño de Steve, había encontrado amor y comprensión en los brazos del alfa norteño Sam, quien había resultado de la raza de los halcones, al igual que Bucky. Por lo que en ellos no habría hibridación, sólo eran de lugares distintos del planeta y nada más.
Bucky había tenido difícil superar la casi violación que sufrió, sí había sido mancillado, pero habían llegado antes de que hubiera pasado a más, no habían llegado a penetrarlo, sólo había sido un tanto ultrajado por los dedos de aquel sujeto, pero Sam, le salvo a tiempo, aun así, fue un poco difícil que superara el trauma, pero ahora era feliz con su alfa, que lo mimaba como sólo un norteño sabía consentir a un omega.
Tony se acercó a la cama modelando un hermoso y sensual camisón, que hizo que a su alfa se le hiciera agua a la boca.
─Es hora que me hagas tuyo alfa, es hora que me marques, ya estoy en celo de nuevo.
Dijo seductor contoneando las caderas y el rubio lo atrajo hacia sí, para besarlo con ardor.
Las caricias no se hicieron de esperar y en un poco tiempo, aquel camisón había quedado en el suelo mientras el atractivo sureño abría las piernas de su omega, para contemplar su seductora entrada y estimularla a placer deleitándose con los sonoros gemidos que emitía su chico a cada roce de su lengua y después a cada minúsculo avance de sus dedos para prepararlo. Pronto estuvo listo y su alfa entro en él, de poco en poco hasta encajarse por completo en aquella deliciosa y cálida humedad, soltando también un gemido placentero. Las embestidas fueron fuertes, rápidas dura, exquisitas para ambos que se dedicaban, te amos una y otra vez entre jadeos, el nudo pronto les dejo unidos sintiéndose parte de un mismo cuerpo y el momento de la marca llegó, una mordida que los unió completamente.
─Sé que tendremos pronto un hermoso cachorro.
Dijo Tony, antes de besarlo por última vez esa noche. La primera de muchas que pasarían juntos compartiendo sus cuerpos con amor.
Fic resubido, de apoco voy resubiendo los fic que habían sido eliminados ya fuera por mi o por wattpad por diversos motivos
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