Capítulo 3
Harry por fin deja que su vista se centre en algo que no sea la pantalla de la computadora que está frente a él y lo agradece totalmente. Sus ojos han estado lagrimeándole y seguro que se han puesto algo rojos por el tiempo que ha pasado sentado en esa computadora con la mirada fija por horas, y se permite volver a mirar la pantalla para darse cuenta de la hora que es, faltan un par de horas para tener su descanso para un merecido almuerzo que realmente necesita, porque después de algunos días ha sido la primera vez que la cama ha hecho de la suyas, tan solo ha despertado tarde porque entre sus sueños pensó que sería una increíble idea tener unos cinco minutos de más, lo agradeció totalmente en ese instante, pero ahora que se estómago ruge, ya no lo ve así. Sin embargo, no se queja, la cama estaba suave, cálida y el tiempo hacia también de las suyas; un día nublado, sin ningún rayo de sol que se filtrara por su cortinas y lo hicieran despertarse.
Y ha tenido una mañana encantadora, su trabajo está siendo genial, relajado y ama lo que hace. Lily y Liam han sido una parte importante para que su tiempo aquí sea emocionante y calmado, excepto en la parte en que se encuentra con Louis por los pasillos y ambos se miran desconfiados y con miradas asesinas. Si las miradas matarán, la de Louis ya lo hubiese matado, claro está. Y sin darse cuenta, quiere creer eso, Louis y él han forjado una enemistad dónde abundan más miradas irritables y de vez en cuando entorpecen el trabajo del otro o juegan chueco entre ellos.
Y son unos adultos maduros, pero en los ojos de Louis ve fuego y si el ojiazul quiere jugar sucio, el estará dispuesto hacer lo mismo, aun cuando eso vaya contra de su moral. Nadie parece a verse dado cuenta de lo que sucede entre Louis y él, de esas miradas entre ellos, de esos tratos. Nadie sabe que aquel precioso y serio chico tiene a Harry con el corazón desbordando de amor y que lo tiene con una presión en su pecho cada vez que sus miradas se encuentran. Le avergüenza sentir algo por él, a pesar del contexto y lo que acontece a su alrededor, pero no es algo que pueda evitar, está enamorado y con cuando lo está no puede haber nada que lo cambie, solo una decepción tan grande, pero unas simples mirada irritadas no van hacer que sus sentimientos se extingan de una vez por todas, aún cuando implore por ello.
Suspira dejando que los pensamientos se dispersen y se esfume. Harry juguetea con su vaso de café dándose cuenta de que ya no hay, muerde su labio y mira la hora. No le vendría mal ir por más café y de paso despejarse un poco y mover las piernas, que están empezando a entumirse por estar sentado desde que llegó a la empresa.
Se levanta de la silla tomando con fuerza el vaso caminando hasta la salida, camina hasta la pequeña cafetería del piso. Camina hasta la cafetera colocando las cosas para poder hacer el café.
Un sonido lo hace alzar la cabeza asustado antes de suspirar al ver que es un chico.
—Lo siento, te he asustado—el chico se disculpa empezando a caminar hasta él—. Creo que no te había visto en la empresa y llevo cuatro años aquí. ¿Eres nuevo o algo así?
—Eh, sí—se rasca el brazo tímido—. Algo así en realidad.
—¿Algo así?
—Estoy "aprueba", están indecisos entre mi y uhm... Tomlinson—muerde sus labios jugueteando con sus dedos—. Es para ver quién es el más indicado en el puesto.
Explica dándose la vuelta unos segundos para checar que su vaso se llene por completo, al ver que todo está en orden vuelve a girar para encontrarse con el chico, que aún no sabe si nombre. Se fija en los detalles del chico, sus ojos son verdes, un poco más claros que los suyos, su piel bronceada, quizás ha venido de unas vacaciones de playa, se nota. Su piel está intacta de algún tatuaje y su cabello es negro con pequeños rizos en la punta de su cabello. Es guapo y Harry está un poco nervioso y avergonzado por haberse asustado de esa manera.
El chico chasquea la lengua girando un poco los ojos. Harry tiene mucha curiosidad ante ese acto.
—Tomlinson, sí—el chico se inclina colocando una mano en su brazo—. Aquí entre nos, deseo que seas tú quien obtenga el puesto, ya sabes para vernos más seguido.
—Eso espero—sonríe—. Uhm...
—Alexander—se aleja—. ¿Puedo saber el tuyo?
—Harry.
Responde dándose la vuelta para tomar con cuidado de no quemarse su café caliente. El aroma lo hace cerrar los ojos y darse la vuelta sonrojándose un poco, al estar un poco cerca del chico. Alexander le da espacio para que pueda salir y tener espacio y Harry no sabe porque lo está esperando, pero se encuentra apoyado en el marco de la puerta tomando pequeños sorbos en su vaso mirándolo de reojo. El chico solo toma una botella de agua del refrigerador y le sonríe mientras camina.
Ambos caminan por el pasillo con Alexander explicándole algunas cosas de su trabajo, de los compañeros de trabajo y de otras cosas que él cree que va a servirle. Y lo agradece, tener esa información lo ayuda a familiarizarse con todo y le da cierta ventaja, aunque Louis también ha hecho amigos y lo ha visto sonreír con un poquito de frecuencia que perdió la cuenta en algún punto, se le hace raro, porque la primera vez que le vio sonreír fue cuando se encontraban en aquel ascensor y su mano estaba entre la suya.
—Bueno, debo ir en otra dirección y aunque quiera quedarme y seguir platicando creo que ambos tenemos cosas que hacer.
—Claro, debo terminar mi trabajo y tú también—Harry está de acuerdo llevándose el café a la boca teniendo la mirada de Alexander sobre él.
—Nos vemos luego. Fue un placer conocerte, Harry.
Alexander asiente hacia él, dándose la vuelta para caminar hacia otro lugar. Harry en cambio, se queda plasmado en su lugar, no porque esté en shock o algo así, sino porque está disfrutando de su café y mirando el lugar, hasta que sus ojos se encuentran con los de Louis al salir de su oficina. Ambos se dan miradas desde lejos, Louis tiene un traje ajustado y unas carpetas a la mano. Una sonrisa leve se extiende en su rostro y luego le guiña el ojo antes de seguir caminando como si nada.
Deja escapar un bufido ¿Enfadado?, Quizás no, porque niega con una sonrisa caminando hasta su oficina, pero tan pronto como nota la sonrisa en su rostro cambia su expresión a una neutral y cierra la puerta con fuerza.
¿Por qué le está siendo tan difícil odiar a Louis? ¿Por qué lo odia por momentos y luego se encuentra suspirando cuando le da esa sonrisa o le guiña el ojo? Suspirando por pequeños actos que hacen que su corazón se hinche de amor. Harry está quedando mal, seguro.
♡
Se deja arrastrar rodando los ojos con cierto cariño mientras Niall lo sostiene de la mano y lo jala hasta el bar, incluso Liam está ahí y no entiende cómo es que su viernes perfecto de ver una película hasta tarde, darse una ducha relajante y comer pasta se vio interrumpida cuando sus dos amigos golpearon la puerta y no le dieron opción que solo ir con ellos. Harry no tenía muchas opciones y tomar unos cuantos tragos y disfrutar de la música realmente sonaba un buen plan. Además de que se lo merece, ha estado una semana entera en el trabajo con algunos pendientes y el estrés de mirar a Louis sobre su taza de café y encontrárselo por los pasillos.
Necesita desesperadamente ocupar su cabeza en otro lado que no sea en Louis y en lo difícil que está siendo trabajar en el mismo lugar, y que de vez en cuando se vean obligados a intercambiar palabras. Así que una salida, quizás conocer a alguien haga que todos aquellos motivos de su insomnio en las noches se esfumen rápido.
Suspira con suavidad acomodándose la camisa negra que lleva encima, aquella que tiene su nombre en la parte superior de lado derecho y entran al lugar. El lugar está iluminado con luces azules y verdes y la música suena en alto y parece un ambiente cómodo y divertido. Sujeta a Niall del brazo para no perderse o caerse.
—Vamos por unos tragos y luego buscamos dónde nos sentamos—Liam avisa.
—Sí, necesito tomar algo.
Grita sobre la música empezando a caminar hasta la barra y suelta a Niall para inclinarse en la barra para pedirle al barman una bebida y se sienta en una de las sillas altas de ahí. No está desesperado por bailar o por sentarse en otro lado, está bien sentado aquí esperando tomar un trago y disfrutando de la música. Liam no parece compartir su idea porque tan pronto como obtiene su bebida se acerca a él a susurrarle que quiere ir a conocer a alguien y Harry le sonríe alzándole un guiño de suerte. En cambio, Niall se sienta al lado de él y se inclina para que ambos puedan hablar con comodidad sin tener que estarse gritando.
—¿Creíste que iba a olvidarme de nuestra salida?
—Sinceramente yo me olvidé, ya tenía planes de viernes por la noche. Tuve un día agotado de trabajo, pero no estoy tan cansado para esto—confiesa dándole un trago a su bebida, saboreando sobre sus labios el sabor.
—Teníamos que festejar esto, aunque no estés seguro si van a darte el empleo, hay que celebrar que te dieron una oportunidad y que te tuvieron como opción en esa empresa—Niall alza su bebida y Harry rueda los ojos chocando sus vasos ocasionando que de derrame un poco de su bebida y suenen los vasos.
—Tú solo buscas cualquier cosa para celebrar.
—Claro—está de acuerdo—, y en algunas semanas volveremos para celebrar que te han dado el trabajo.
Ante eso no puede evitar sonreír y soltar una risa. Escuchar eso, le da mucha confianza y lo hace creer en sí mismo. Niall es un gran amigo que siempre está recordándole constantemente de lo que es capaz, en aquellos momentos en que Harry se le olvida por completo y duda de sus propios esfuerzos, de sus propias habilidades.
No dice nada solo niega de manera divertida y bebe de su trago. Luego mira a su alrededor buscando algo divertido y pensando si tiene las ganas de salir a bailar, pero tampoco quiere dejar a Niall solo por lo que por el momento se abstiene y se inclina hacia Niall contándole unas cuentas cosas que cree interesantes y su amigo hace lo mismo.
—Deberías cabrearlo, darle su merecido.
—No voy hacer eso—se queja cuando le cuenta acerca de las jugadas que ha estado teniendo con Louis—. Simplemente no quiero meterme en problemas y menos perder mi tiempo con él.
—Tampoco te quedes de brazos cruzados si te hace algo.
—No lo hago, solo quiero centrarme en el trabajo—apoya su mentón en su brazo resoplando con un puchero en su rostro—. Es tonto que me haya interesado en él, muy tonto.
Pero es que como no quería caer por él, quitando lo de las miradas irritables, molestas, los juegos infantiles y tontos que se hacen para estropear el trabajo del otro, está parte que le dejó ver desde un principio. Aquella imagen del hombre atento, maravilloso, aquel hombre que derritió a Harry, que lo hizo desear un romance, aún cuando era un completo extraño. No solo era su personalidad tan atrapante, atenta, sino era la manera en que lo miró a los ojos, la manera en que le sostuvo la mano, los constantes halagos que soltó ese día. Y quizás, no sepa cuál en verdad era su cara, el verdadero Louis, pero cayó y se siente terriblemente mal con eso.
Desearía no seguir cayendo más, porque se siente mal, solo recibiendo miradas cuando creen que ninguno los está viendo. Es muy tonto y Harry lo sabe, se siente así cada vez que su corazón juega en contra de sus ideales y lo que piensa.
Niall alza una ceja y coloca una mano en su hombro con algo de diversión.
—Déjame decirte que si lo eres.
—Que lindas palabras de aliento, Niall—Suspira profundamente—. Lo odio, odio que me haga odiarlo, odio que me haga sentir tantas cosas con una sola mirada, odio lo que me hace sentir cuando entorpece mi trabajo, cuando suelta palabras secas y odio darle lo mismo.
—Estas tan ido—Niall niega—. Te enamoras de idiotas, eso es un hecho.
Rueda los ojos dejando caer su cabeza entre sus manos con un largo suspiro. Lo real de todo eso, es que es verdad. Todas sus exs parejas son unos idiotas y Harry no entiende porque se ha enamorado de todos ellos y por primera vez pensó que lo hizo bien, hasta que cayó en la triste realidad dónde Louis es otro idiota que lo hace sentir cosas y es algo completamente raro porque lo odia, le desagrada, pero también le gusta y demasiado.
Pero Harry es muy bueno pretendiendo que no hay sentimientos de por medio y mostrando que no quiere nada con Louis, aun cuando se muere por algo.
—Te odio.
—También te quiero—Niall sonríe de lado levantándose—. Ahora vuelvo, debo ir al baño, no te pierdas.
—No lo haré.
Asegura tomando su bebida mientras mueve la cabeza con aquella tonada movida que inunda todo el lugar. Las luces han cambiado, solo es rojo ahora y Harry mira a su alrededor antes de saltar del susto cuando alguien lo toma desde atrás y siente está respiración, se da la vuelta rápidamente encontrándose con Alexander. Deja escapar un suspiro aliviado y ríe de los nervios, es un ser asustadizo o solo es precavido por hombres que no mantienen su espacio personal.
Alexander ríe divertido jalando la silla a su lado para sentarse y pedirle algo al barman, cuando lo hace se gira hacia él sonriendo con aquella sonrisa que lo hace lucir guapo. Un poco más cómodo e informal fuera de la empresa, que es un poco raro verlo con estás ropas.
—Lo siento te he asustado.
—No pensé encontrarte aquí, es todo—Harry confiesa.
—Tenía ganas de venir y unos compañeros de trabajo me han invitado y te he visto aquí y quería pasar a saludarte. ¿Vienes solo?
—No, vengo con dos amigos—recorre su mirada encontrándose a Liam a poco metro y con Niall cerca del baño hablando con alguien. Parece que ha quedado solo, genial—. Aunque veo que están demasiado ocupados en otras cosas.
Alexander asiente tomando de su bebida antes de levantarse y tenderle la mano. Harry se queda mirándola por mucho tiempo y sonrojándose al instante. Es fácil de hacer sonrojar y Alexander está siendo atento y amable. Son reacciones naturales.
—Entonces ven, tampoco tengo tantas ganas de hablar con ellos y no nos hemos conocido bien, solo hemos cruzado unas cuantas palabras.
Harry duda un poquito pero al ver a Niall y a Liam suspira y acepta la mano nervioso, sin razón aparente. Sigue a Alexander por el lugar hasta encontrar un lugar donde sentarse y de sientan uno al lado del otro para poder hablar mejor, sin tener que gritar. Alexander se encarga de iniciar la conversación como siempre y le invita a otros tragos que lo tienen un tanto mareado al final de la noche, pero no tanto como para emborracharse o arrastrar las palabras.
En algún momento Alexander se inclina llenando un poco su espacio personal, pero Harry se mueve un poco lejos riendo nervioso. El hombre coloca una mano en el respaldo de su silla mirándolo a los ojos.
—¿Y bien? ¿Hay alguien qué te interese en la empresa?
—¿No es demasiado pronto como para qué me interese alguien?—pregunta.
Lo cual es irónico porque solo bastó unos minutos en un ascensor para interesarse en alguien de ojos azules, que es tonto que pregunte eso, porque solo fueron unos pocos minutos para caer. Traga saliva empezando a sentirse nervioso, técnicamente cuando se interesó por él no era de la empresa, pero ahora sí.
—Un poco sí, pero hay quienes se interesan a primera vista. ¿Me entiendes?
—Lo hago.
—¿Entonces...?
Insiste y Harry lo piensa, mucho en realidad. Está interesado en un imbécil de bonitos ojos azules, algunos tatuajes que puede notar cuando se arremanga su camisa y los tatuajes acechan o cuando lleva esa camisa baja que deja a la vista el precioso tatuaje de su clavícula. Es obvio que está enamorado o algo casi parecido, pero no quiere admitir que lo está de Louis, será completamente vergonzosos admitirlo delante de Alexander porque está compitiendo con él para un puesto.
Sería tan tonto aceptarlo. Muerde sus labios sonrojándose, de nuevo, sin poder evitarlo al ser algo natural en él. Alexander ríe.
—Sí, hay alguien en la empresa que me interesa y mucho.
Alza la mirada en el momento exacto que Alexander sonríe, con una sonrisa inexplicable, Harry no la entiende, no la sabe interpretar.
—Interesante.
Parpadea confundido, pero no dice nada tan solo se aleja de él y bebe, pero comparte la noche junto a él riendo cuando el alcohol hace esa cosa rara en su cuerpo y se deja caer en la cama al final de la noche cuando Niall y Liam lo dejan en su departamento y cada quien regresa a su casa.
Se da la vuelta en la cama hundiendo su nariz contra las sábanas oliendo el olor a casi recién lavado y se acurruca ahí, sonriendo un poquito al cruzarle en la cabeza estos ojos azules. Harry estando un poco borracho era muy cariñoso y soñador, pero no tiene a nadie a quien abrazar esa noche por lo que abraza a su sábana y lo último que recuerda antes de caer dormido es en estos ojos azules.
♡
Harry recoge sus cosas mirando brevemente la hora. Es su hora de salida y a penas es lunes, cosa que hace que quiera dejar salir un suspiro. Realmente disfrutó mucho su fin de semana, desde salir de viernes al bar hasta su sábado de arreglar su departamento y el domingo de no hacer nada que solo estar en la cama mirando alguna serie, que volver a la triste realidad lo hace querer retroceder el tiempo para volver a disfrutar del fin de semana de nuevo y más el pensar que cada día que pasa menos días le quedan para saber si se va a quedar con el puesto, cosa que también lo tiene demasiado nervioso, porque ha visto el trabajo de Louis y es muy bueno y dedicado en lo que hace y Louis también sabe que él lo es, incluso pudo notar una sonrisa orgullosa en su rostro pero tan pronto como estuvo ahí, se esfumó.
Cierra la puerta detrás de él viendo a su alrededor y dándose cuenta de que algunos siguen ahí y otros ya se han ido. Busca a Lily o a Liam, pero al ver que no están cerca decide mejor irse a casa, está un poquito cansado y hambriento.
Chilla asustado cuando lo toman de la cadera cuando está a punto de ir por el pasillo. Se da la vuelta empujando de manera divertida a Alexander. ¿Es qué está tomando de costumbre asustarlo?
—Dios mío, deja de asustarme de esa manera.
—Lo siento. ¿Ibas a irte?
Asiente despacio mirando el pasillo antes de volver a mirar a Alexander. —Sí, tengo cosas que hacer. ¿Tu?
—Voy a quedarme a adelantar algunas cosas. Diría que te quedarás conmigo y comer algo, pero supongo que estás esperando llegar a casa.
Y sí, eso es lo que espera Harry, además no tiene ganas de sentarse en la silla, esas incómodas y duras otras horas más, aún cuando la compañía de Alexander sea agradable, solo espera llegar a casa, hacer algunas compras o visitar a Niall o a su madre. Nada más. Le sonríe avergonzado y tímido.
—Sí, lo siento.
—Está bien, no te mortifiques—el hombre alza la mano y mueve la cabeza en dirección al ascensor—. Te acompaño a tomar el ascensor.
Harry se abstiene de rodar los ojos para no verse tan grosero y es que no es como se fuera a perder, porque las ascensores solo están a unos pasos y Harry ya conoce muy bien la empresa y más la planta dónde está, pero se deja guiar con la mano de Alexander en su espalda. Caminan hasta el ascensor deteniéndose y el rizado mira adentro y para su mala suerte, quiere creer, Louis está ahí, con la espalda recargada en la pared, vestido con este traje ajustado que combinan un poco con sus ojos y está cruzado de brazos mirándolo con ojos profundos y por unos momentos se siente intimidado, pero desvía la mirada hacia Alexander cuando esté lo toma de la mano.
Traga saliva un tanto abochornado de que Alexander le tome la mano y todo se desarrolle frente a Louis.
—Te dejo, nos vemos mañana.
—Sí, claro. Uhm... Gracias, debo entrar antes de que las puertas se cierren—explica riendo.
Alexander suelta su mano dejándolo ir, Harry le da una última mirada antes de entrar al ascensor sintiéndose un poco nervioso al compartir nuevamente el ascensor con el ojiazul. No dicen nada, ni siquiera comparten un saludo porque no van a pretender que se llevan bien, así que el rizado sólo se cruza de brazos esperando ansiosamente que las puertas se abran.
Y no puede evitar, porque sus manos pican de la ansiedad, mirar hacia Louis de reojo solo para apreciarlo porque Harry no puede evitar pensar en lo guapo que luce después de un largo día de trabajo, con el cabello desprolijo, los ojos cansados y el traje un poco arrugado.
Se miran porque parece que ambos pensaron al mismo tiempo, Harry rueda los ojos arritado y Louis ríe sarcásticamente apretando la mandíbula.
—Una semana y parece que tú y Alexander están en algo.
Harry frunce su ceño arrugando la nariz. —Yo y Alexander no tenemos nada.
—¿Si?—Louis alza una ceja soltando eso de manera sarcástica—. Bueno, hace unos momentos parecía otra cosa, demasiado juntos y su mano estaba a tu alrededor y a juzgar por los chismes de que el viernes estabas con él en un bar, hacen parecer otra cosa.
—Solo somos amigos, que hayamos salido no quiere decir que estamos en una relación—escupe está vez molesto—. Además no tengo nada que aclararte, si quieres pensar que sí, ese ya es problema tuyo y no debe importarte lo que haga.
—Exacto, no me importa lo que hagas o con quien salgas—Louis dice desviando la mirada—. Pero eso dice mucho de ti, sabes.
Harry da un paso con los puños cerrado. —¿Qué estás tratando de decir? Sabes qué, ni siquiera me importa lo que pienses.
Vuelve a su lugar bajando la mirada sintiéndose enfadado por las acusaciones que el ojiazul le está dando. Siempre era un idiota, pero está vez supero los límites y lo que dijo lo hizo sentirse de alguna manera mal, como si lo estuviera haciendo, y las puerta simplemente no se abren. Lo escucha suspirar a su lado antes de verlo dar un paso hacia él.
Alza la mirada pasando saliva y tratando de alejar la molestia que tiene al verlo. Está enamorado de un imbécil.
—Lo siento ¿Okey? No debí decir eso, tienes toda la razón, no quería sonar como si fuese algo malo—Louis parece sincero—. Lo siento. ¿Me disculpas?
—No.
—Harry, te estoy dando una disculpas sinceras y-
Louis se calla cuando el elevador se detiene con un sonido y se dan cuenta de que ha dejado de funcionar. Harry con miedo toma la mano de Louis con fuerza y la aprieta, el castaño gira su cabeza hacia él mirando sus manos entrelazadas pero no hace nada para alejarlas, en cambio mira las puertas pensando y esperando que mágicamente funcione y se vuelva a mover. En cambio Harry está aferrado a la mano de Louis mirando las puertas con terror, simplemente está aterrado de que se queden atrapados muchas horas ahí dentro, no es claustrofóbico, pero si miedoso de que nadie vaya por ellos.
Louis aleja su mano y el rizado está a punto de quejarse pero lo ve tocar algunos botones, no está consciente porque está demasiado ocupado sacando su teléfono para llamar a alguien pero se ha quedado sin pila, cosa que lo coloca nervioso y se pega a la pared abrazándose a sí mismo.
—Jodida mierda, lo que faltaba.
Ve como Louis maldice sacando su teléfono y llamando a alguien, eso lo hace sentirse más aliviado y suelta un suspiro largo, aunque no ayuda mucho. Es solo el pensar que deben pasar muchos minutos ahí dentro, en un lugar muy pequeño. Baja la mirada jugando con sus manos escuchando la voz del ojiazul de fondo, intenta centrarse en su voz o en sus zapatos para no pensar mucho y no ponerse ansioso o nervioso.
Alza la mirada cuando Louis corta la llamada y suelta un suspiro muy largo. Sus miradas se encuentran y Harry baja la mirada de nuevo.
—¿Estás bien? ¿No me digas qué te da miedo quedarte aquí?—La voz de Louis en un principio es divertida, pero al ver a Harry temblar se calla.
Siente a Louis acercarse y tomarlo de los hombros y no puede evitar alzar la cabeza encontrándose cerca de Louis. Sus ojos son cálidos, suaves y compresivos que por un momento ve al mismo Louis que la primera vez que estuvieron juntos en el ascensor. Las manos del ojiazul suben y bajan por sus brazos y no apartan la mirada entre ellos dos. Harry está demasiado ocupado mirando sus ojos y tratando de calmarse.
—Todo va estar bien—lo calma—. Ya he avisado y les tomarán unos cuantos minutos y luego nos marchamos a casa.
—¿Pero y si no?
Louis rueda los ojos, pero no dejan de reflejar empatía. —Eso no va a pasar. A ver, amor, mírame y céntrate en mí, no pienses en nada más, ¿Solo en mi sí?
Harry suelta una risita por lo último que ha dicho Louis. ¿Pensar solo en él? Es un completo tonto e idiota, como si fuese a pensar o centrarse en alguien más si está muy enamorado de él, aunque este no lo sepa, pero le causa un poco de gracia. Ese acto contagia al castaño y termina soltando una risa, quizás pensando que se llevan un poco mal y hay algunas diferencias y le está pidiendo que piense en él.
El ojiazul suelta una risa también, pero parece que no le molesta y esta aliviado de verlo un poco mejor.
—¿Van a tardar demasiado?
—Sinceramente no tengo ni idea, pero seguro que no les tomará mucho tiempo—Louis lo atrae más llevando sus manos detrás de su espalda y Harry tiene las manos sobre su pecho.
—Uhm.
—Muy inteligente, Harold.
Bromea Louis y la temperatura se eleva en su rostro y trata de mirar hacia otro lado para que el castaño no pudiese ver lo que ocasiona en él y quedé en evidencia.
—Deja de molestarme, estamos encerrados en un ascensor—pide alzando la mirada.
—Ya me he dado cuenta—Louis sube una mano en su mejilla acariciando con suavidad—. Alexander, tiene suerte.
—¿De qué hablas?
—Tiene suerte de tener tu atención—confiesa y Harry pasa saliva nervioso y aprieta un poco la camisa del ojiazul.
—Ya—se sonroja manteniendo la mirada sobre de Louis—, ya te dije que no tenemos nada, ni siquiera me gusta.
Louis no dice nada tan solo permanece con sus brazos a su alrededor y se siente un poco raro porque hace un momento estaban teniendo una discusión y de un momento ha acabado entre los brazos de Louis sonrojado y sintiéndose pequeño a pesar de que solo se llevan solo algunos centímetros, pero le gusta sentirse de esa manera; seguro entre los brazos del ojiazul.
Alza la mirada y se quedan mirándose a los ojos. Harry se pregunta si Louis va hacer algo para arreglar las diferencias o si lo va a besar por lo menos.
—¿Estás mejor?—Louis suspira.
—Un poco sí—responde mirando sus manos sobre el pecho de Louis.
—¿Tenemos una mala suerte no?—Louis se inclina un poco, algo divertido—. Antes de nosotros se subieron otras personas y no sucedió nada.
Suelta una risita baja sintiendo la calidez extenderse en cada rincón de su cuerpo al notar lo que quiere hacer Louis, quiere sacarle una sonrisa y mantenerlo centrado en otra cosa que no sea que están encerrados en el ascensor y que aún no ha sucedido nada. Harry no entiende cómo es que Louis puede estar tan calmado, él simplemente piensa en lo peor, pero aunque ambos tienen diferencias entre ellos le alegra no haberse quedado encerrado solo, quizás hubiese sido mucho peor porque ahora está calmado entre los brazos de la persona que no puede sacar de su mente aún cuando es la persona que lo saca de quicio un par de veces.
Es un poco cómico si lo piensa, pero también muy conveniente porque no cree que en otra situación se pudiese encontrar con Louis de esta manera.
—Solo quiero salir de aquí.
—Y lo haremos, solo es cuestión de ser pacientes y esperar—Louis repite—. ¿Sabes hacer eso verdad?
—Voy a golpearte si no te callas ahora mismo—se queja dejando caer la cabeza en el pecho de Louis.
No sabe de dónde saco la valentía de hacerlo, pero no se arrepiente y menos cuando Louis empuja su mano en su espalda para pegarlo más a él y hunde su nariz en su cabello y lo escucha respirar con suavidad y tiene ganas de hacer otra cosa pero tiene tanto autocontrol que solo se permite estar así con él esperando que alguien viniese ayudarlos.
—Hueles rico y eres precioso.
Harry se sonroja y cierra con fuerza los ojos. Está sintiendo tantas cosas y como su corazón late desenfrenadamente como si estuviese viviendo algo de otro mundo, cuando solo está enamorándose, una cosa sencilla y natural de la vida, algo tan sencillo lo hace sentir como si fuese lo mejor del mundo, y quizás lo sea, porque solo puede sentir el calor en sus pálidas mejillas, sus manos sudar y solo puede morder sus labios con fuerza que tiene un poco de miedo de lastimarse.
Alza la cabeza solo para encontrarse a escasos centímetros de Louis, con el castaño mirando sus labios y Harry lo mira a los ojos y a los poco segundos Louis hace lo mismo. Siente sus brazos ajustarse y Harry ya no le importa absolutamente nada, no le importa lo que ocurrirá después, realmente no le importa, solo quiere ser besado, ser besado por Louis.
—Louis...
Y tan pronto como suelta eso el ascensor se empieza a mover de nuevo y por instinto ambos se alejan mirándose sorprendidos y avergonzados, como si hubiesen estado en una burbuja.
—Te dije que sería pronto—murmura el castaño.
Harry parpadea sonrojándose y puede notar que Louis también lo está, pero ninguno es capaz de aclarar las cosas entre ellos y sus propios sentimientos. Cuando las puertas se abren, ambos toman direcciones distintas y cuando está en su coche con la soledad en ese lugar se arrepiente al instante pero no hace nada para arreglar la situación, aún cuando puede salir del auto e ir en busca de Louis.
Tampoco lo hace al día siguiente o al siguiente y eso lo hace sentir arrepentido cada día mal y también decepcionado porque tampoco lo hace Louis.
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