Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XXIV

Tenemos suerte y hay un hueco muy grande cerca de la puerta así que aparcamos uno al lado del otro.

No está muy lleno y es raro, al ser mañana fiesta pensé que habría más gente bebiendo o cenando.

Quizá aún sea pronto y el ambiente se anime después.

Nos sentamos en una mesa y Derek coge la carta.

— ¿Te apetece algo para compartir? Hacen unas patatas con bacon y queso gratinado al horno que están de muerte.

Sólo de oírlo se me hace la boca agua, llevo sin comer todo el día por culpa del dolor de regla, dolor que por cierto se ha ido, o eso parece.

— Seguro que están buenísimas. Me apetecen sí.

— ¿Coca-cola?

— Siempre — le sonrío.

Viene el camarero y le pide las bebidas y una ración, palabras textuales, bien grande, para compartir.

Toma nota de nuestro pedido y se aleja.

— ¿Estás bien? — me pregunta.

— Sí, ¿por qué?

— Te noto distraída, distante. Es raro en ti.

— No me pasa nada, de verdad.

La verdad es que sí me pasa. Sigo pensando que no es buena idea estar aquí con él. Me hace mucha ilusión pero...

No me deja terminar mis pensamientos, parece que los lee.

— ¿No quieres estar aquí conmigo?

— Claro que quiero, es sólo que...

— Que no te parece bien.

Suspiro.

— ¿Por qué?

Le miro, él bien sabe por qué.

— Yo quiero pasar tiempo contigo.

— ¿Por qué?

La pregunta me sale del alma, la respuesta puede ser muy obvia, pero necesito que me lo diga. Tenemos que ser claros o esto no va a ir por buen camino.

— Porque...

— Mierda — le interrumpo.

Abro mucho los ojos y Derek me mira alarmado. Se gira y sigue mi mirada, Mary acaba de entrar por la puerta del Grill, lleva un vestido que deja muy poco a la imaginación y deja a la vista el liguero que lleva puesto. Tiene la cara roja, no por el maquillaje, sino por la ira. Está muy enfadada y viene hacia nosotros pisando fuerte con los tacones.

— ¡¿Se puede saber qué haces aquí?! — Grita enfadada.

— Tomar algo, ¿y tú? — le responde Derek indiferente.

Noto que se ha tensado de repente y aunque le muestre indiferencia sé que se está conteniendo.

— ¿Te parece bonito?

— Sí.

— ¡Serás descarado! ¿Acaso se te ha olvidado que habíamos quedado? ¡Llevo esperando una hora a que pases a recogerme! — Está muy enfadada.

— ¿De verdad?

— ¡SÍ!

Joder es verdad, ¡la cena! Se me había olvidado por completo la conversación que oí en el baño.

Habían quedado hoy para cenar. Cenar y follar por lo que dio a entender ella.

Que situación más incómoda. Mary no para de gritar y Derek ni siquiera la mira. A mi tampoco me mira, está ojeando la carta con indiferencia.

— Alucino contigo, ¡hoy es nuestro aniversario!

— No lo creo, realmente nunca te pedí salir.

— Pero, tal día como hoy hace dos años fue cuando nos acostamos.

— Eso no quiere decir nada. Para mí no era una relación, era más bien un ''rollo''. — Deja la carta, se gira y la mira directamente a los ojos. — Eso era lo que les decías a tus amigas, ¿no?

— Eso fue al principio, sabes que luego me enamoré de ti y...

— ¿Que te enamoraste? Tú sólo te quieres a ti misma.

Mary abre la boca y la cierra. ¿Se ha quedado sin palabras?

— Es por ella, ¿verdad? Me has dejado plantada por esa mosquita muerta. — Derek se tensa más aún y veo cómo empieza a enfadarse de verdad. — Llegó al instituto como la pobre niña nueva que no conoce a nadie y se ha dedicado a quitar los amigos y los novios a los demás.

¿Eso cree? Está muy equivocada.

— Yo no he quitado nada a nadie. Si te has quedado sin amigos es porque nadie te aguanta. — Le digo enfadada.

— Por favor, si están contigo es por pena. — Se ríe. Parece que está escupiendo veneno. — ¿Acaso no lo ves? Mírate al espejo, eres borde, estás gorda , eres fea y no tienes ningún gusto por la moda.

— Si están conmigo por pena no deberías preocuparte, ¿no? ¡Espera! A lo mejor están conmigo porque se han dado cuenta de que eres una zorra. — Hago especial énfasis en mi última palabra.

Viene directa hacia mí y Derek se levanta para cogerla.

— ¡Te voy a arruinar la vida, me oyes!

— ¡Lárgate de aquí Mary! — Ruge Derek y del susto doy un brinco en mi asiento. Oh oh... Se le está hinchando la vena del cuello, esto no es una buena señal. — Te dejé muy claro el otro día que no quiero volver a verte, ¡no quiero saber nada ti! Eres la peor persona con la que he tenido la mala suerte de cruzarme. 

Veo que Mary se tensa, tiene la boca cerrada y apuesto lo que quieras a que está apretando los dientes. Ha cerrado los puños  y tiene la mirada fija en mí. Sé que va a venir a por mí de un momento a otro y no quiero más numeritos, necesito salir de aquí.

Todo el Grill nos está mirando y el camarero viene a nuestra mesa. Antes de que diga nada, le pido la cuenta, la pago y salgo del bar.

Estoy fuera buscando las llaves del coche cuando noto unas manos sobre mi espalda que me empujan y acabo empotrada contra el coche que hay ahí aparcado.

Me giro, es Mary, como no.

No pienso acobardarme, me incorporo y me encaro a ella. Aún con tacones sigue siendo más baja que yo.

De repente se vuelve pequeñita antes mis ojos.

Noto unas manos que me rodean la cintura, es Derek que me atrae hacía él.

— Te vas a arrepentir de esto niñata.

— Estoy cansada de tus amenazas. Si vas a hacer algo, hazlo ya, no seas tan pesada. — Intento que en mi tono de voz se vea el aburrimiento que me provoca.

Veo lágrimas en sus ojos pero sé que no son de pena, sino de rabia. Sigue con los puños apretados y me mira con furia. Derek parece que ve sus intenciones así que se pone delante mía y le dice, con una voz tan siniestra, sin sentimientos, que desaparezca de nuestras vidas de una puta vez. 

Es una voz tan oscura, que se me ponen los pelos de punta y un escalofrío me recorre la columna. No tengo miedo de Derek, pero sé que es la señal que necesitaba para salir corriendo.

Como puedo, con una voz apenas audible, le doy las gracias por la invitación y voy corriendo hacia mi coche.

— ¡Luna espera!

— ¡Deja que se vaya! ¿No ves que no merece la pena? La única que puede hacerte feliz soy yo, no esa gorda antipática.

— ¡MARY BASTA YA!

El grito de Derek me hace frenar en seco, me doy la vuelta lentamente y le veo prácticamente encima de ella. Ahora sí tiembla de miedo, creo que nunca le había visto tan enfadado. Está retrocediendo hacia atrás y Derek la señala con el dedo, no sé que le está diciendo pero no debe ser bonito, la cara de Mary está desencajada. Esta chica parece que nunca tiene suficiente, ¿tan difícil es de entender? A mí me ha quedado claro a la primera, esa forma que tiene de arrastrarse, de querer mostrar que es superior a los demás... ha terminado enfadando a Derek de verdad. La situación es muy violenta, sé que nunca le pondría la mano encima por muy merecido que se lo tenga. Pero prefiero no ver cómo acaba esto.

Me subo a mi coche y me voy.

Cuando llego a casa lo primero que hago es subir corriendo al baño a vomitar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro